¡Es la guerra!

LBNL

No me refiero al PP sino a Ucrania. Aznar dijo el otro día que la situación en Ucrania era mejor que la del PP, pero no es cierto. La guerra interna peperil es candente, feroz y lamentable pero no va a morir nadie (solo Casado políticamente y posiblemente también Ayuso). En cambio, en Ucrania parece prácticamente inevitable que mueran miles, probablemente decenas de miles. El 20-F quedó atrás y la cosa no pinta nada bien.

Ayer Macron habló otra vez (esta vez por teléfono) con Putin pero sus anuncios esperanzadores posteriores fueron desmentidos por el Kremlin, que siguió acusando a Ucrania de estar preparando una ofensiva sobre las dos provincias rebeldes pro-rusas del Donbás. Macron anunció que Putin había aceptado una reunión urgente del “Grupo de contacto” para detener inmediatamente los enfrentamientos en la línea del frente y también que se mantendrían contactos con vistas a una Cumbre para redefinir un “nuevo orden de paz y seguridad en Europa. Pero antes de que la referencia pudiera ser denunciada como una inaceptable Yalta 2 bajo chantaje por los halcones, el Kremlin aguó las esperanzas de que todavía pueda ser posible una solución diplomática.

Han pasado muchas cosas durante el fin de semana. El viernes Biden reveló que tiene pruebas de que Putin ya ha tomado la decisión de invadir. Hasta entonces los americanos decían que probablemente Putin estaba preparando el terreno para tener la opción de hacerlo. En paralelo, estalló el coche el coche del jefe de las milicias de Donetsk delante de la sede del gobierno rebelde. Pero resulta que no era su coche, solo le habían puesto la matrícula. Y el video que emitió el 18 – también el de su homólogo de Luhansk – ordenando la evacuación de los civiles no imprescindibles en vista del recrudecimiento de los combates en la línea del frente, se habían grabado dos días antes… de que fueran precisamente sus cañones los que empezaran a bombardear las posiciones ucranianas. Desde Minsk, los bielorrusos anunciaron que las tropas rusas que estaban realizando ejercicios con las propias hasta el domingo van ahora a quedarse más tiempo en vista del incremento de la tensión… Y el domingo algunas fuentes confirmaron que las tropas rusas empezaron a acercarse a la frontera ucraniana – hasta solo cinco kilómetros… – en formación de combate…

No es de extrañar. Después de movilizar unos 190.000 militares con sus correspondientes equipos, Putin necesita algo tangible para dar marcha atrás. Sí, se ha convertido en el centro de atención. Sí, ha demostrado que Rusia puede poner de los nervios a medio mundo. Sí, ahora todo el mundo sabe que los tiene más grandes que el caballo de Espartero. Pero de momento no ha conseguido nada. La OTAN se ha negado a aceptar un veto a la posible entrada de Ucrania – o de cualquier otro país – y EE.UU. se ha negado a aceptar su pretensión de retrotraer la situación militar en centro Europa a 1997, como ha pedido Rusia por escrito. Putin se desgañita amenazando con que una Ucrania que no obedezca los designios de Rusia constituye una amenaza intolerable y Occidente responde enviando más armas a Ucrania para que pueda defenderse en condiciones. Putin exige que Ucrania acuerde una autonomía amplia para el Donbás y Francia y Alemania solo proponen más reuniones en el formato de Normandía – Rusia, Ucrania y ellos dos – para seguir negociando las condiciones para que ello sea posible.

Algunos sostienen que Putin está jugando con Occidente, tensando la cuerda al máximo pero perfectamente consciente de que el coste para Rusia – militar, económico y político – de invadir sería demasiado elevado. En cuyo caso nos esperan días, quizás semanas, de tensión prolongada. Ojalá pero no me parece lo más probable.

Al contrario, en su enrevesada lógica victimista que denuncia un maltrato sempiterno a Rusia y un genocidio en curso ucraniano contra sus ciudadanos ruso-parlantes, lo lógico es “defender” a sus hermanos tomando más territorio ucraniano. Y hacerlo sin tardar demasiado porque el deshielo amenaza el avance de sus tanques y la movilización militar no puede ser indefinida.

Si finalmente da el paso, será un desastre. Para Ucrania en primer lugar, pero también para la seguridad internacional porque la invasión de un país por otro en Europa dejará de ser impensable. Y para Rusia y el propio Putin también porque por mucho que la destrucción sea mayor en Ucrania, el enfrentamiento va a ser feroz y las bajas rusas van a ser considerables. Y las sanciones que le van a caer van a ser brutales. Ojalá siga siendo un espía racional en vez de un sesentón aislado e imbuido por la mística nacionalista rusa.

5 comentarios en “¡Es la guerra!

  1. Mi duda es si la previsible invasión puede terminar por cohesionar algo más a la unión europea, que falta hace.

  2. Putin: “a todas las unidades: ¡procedan a la invasión!, ¡al ataque…!»

    Generales rusos: “los Estados Unidos han detectado el mensaje del jefe. ¡No podemos llevar a cabo el ataque!, ¡mierda!, ¡nos han vuelto a pillar con el carro de los helados!, ¡coitus interruptus!, ¡el fefe debe dimitir!, ¡nos hundimos en las encuestas!»

    Casado intentó contratar un detective privado para averiguar cuales eran las intenciones de Putin y pese a que no fue él quien no le contrató, sabe de buena tinta que hay 286.000 soldados listos para invadir. Ayuso dice que son 55.000 soldados en cuatro puntos diferentes, pero no tiene porqué dar cuenta de otros porque no son de los que van a invadir Ucrania, aunque, en realidad no la van a invadir…

    El hielo se derrite, cada vez está todo más embarrado y yo no me entero de nada.

  3. Moreno Morilla, que Casado no pudo evitar que fuese el candidato a las elecciones de Andalucía, se convierte ahora en pieza fundamental en el proceso de sustitución de Pablo Casado.
    No es un problema basado en el enfrentamiento Casado/Ayuso, aunque haya sido el detonante del follón actual. Es un problema de liderazgo del actual presidente del PP que es considerado por la mayoría de los votantes como incapaz de ser alternativa de éxito a Pedro Sánchez.
    Las expectativas con Casado eran cada día menores y ahora se tiene la oportunidad de dar un giro a las encuestas, y no se va a desaprovechar.
    Ya lo advirtió en su día Javier Arenas, Casado va a ser otro Hernández Mancha.

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