Marc Alloza
El 7 de diciembre se celebró el sorteo UEFA de la fase clasificatoria del mundial de Qatar 2022. España quedó emparejada en el grupo B con Suecia, Grecia, Georgia y Kosovo. Las jornadas de las liguillas se disputarán entre el 24-25 de marzo de 2020 y el 14-15 de noviembre de 2021. De allí saldrán clasificados los 10 campeones de grupo. En marzo del 2022 los 10 segundos y los dos mejores campeones de grupo de la UEFA Nations League que no se hayan clasificado, disputarán los Play-offs para determinar las últimas plazas. La fase final del mundial se celebrará en Qatar entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de 2022 con el resto de selecciones clasificadas.
Confeccionar el sorteo para las 55 selecciones UEFA no es tarea sencilla. En primer lugar se emplean 6 bombos que se llenan de 10 en 10 en orden del Ranking Mundial FIFA publicado el 26 de Noviembre de 2020, quedando en el último bombo únicamente 5. Esto genera 10 grupos (A-J), 5 con 5 selecciones cada uno y otros 5 con 6. Las selecciones que llegaron a la fase final de la UEFA Nations League en 2020 (Bélgica, Francia, Italia y España) se asignaron directamente a un grupo de 5. La UEFA ha definido además, una serie de restricciones por motivos meteorológicos o de desplazamiento:
Se han definido diez países como sedes con riesgo de condiciones invernales severas y se puede sortear un máximo de dos de esos países en el mismo grupo. p.ej Islas Feroe, Islandia…
Se han identificado 20 emparejamientos de países que implican un largo viaje de desplazamiento. A fin de reducir al mínimo la carga de los viajes de las selecciones, se puede sortear un máximo de uno de esos emparejamientos en un mismo grupo. P.ej España-Kazajistán o Islandia-Israel…
Pero la UEFA también aplica restricciones por motivos de seguridad y de carácter puramente político que prevalecen frente a las restricciones físicas antes mencionadas y que definen combinaciones no válidas:
Armenia y Azerbaiyán
Gibraltar y España
Kosovo y Bosnia y Herzegovina
Kosovo y Rusia
Kosovo y Serbia
Ucrania y Rusia
Entre ellas se observa el poso del veto que había mantenido la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a la entrada de Federación de Fútbol de Gibraltar en la UEFA en 1991, 1997, 2000, etc. Hasta que en 2013 y tras un cambio de estatutos en la UEFA, se quedó sola junto con la federación de Bielorrusia votando en contra de la entrada de Gibraltar. Pero ésta no es la única decisión política que tiene impacto en el normal desarrollo de la competición y es que se da la curiosa circunstancia de que en el grupo de España se encuentra Kosovo, un estado que no es reconocido por España pero tampoco por Grecia ni Georgia.
Kosovo es reconocido por 98 de los 193 países de Naciones Unidas. Entre ellos destacan Estados Unidos, Canadá, Japon y todos los estados miembros de la Unión Europea salvo 5: España, Grecia, Chipre, Rumania y Eslovaquia. España es, además, el único miembro del espacio Schengen que no reconoce visado Schengen si viene acompañado de un pasaporte Kosovar (más info).
Esta circunstancia política se trasladó al ámbito deportivo en los pasados Juegos Mediterráneos de Tarragona 2018 en dónde se llegó a un acuerdo con el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Olímpico Español (COE). Para este evento se interpretó el protocolo olímpico de manera que no se pudieron exhibir los símbolos nacionales, bandera escudo e himno del territorio de Kosovo en desfiles y otras manifestaciones públicas dentro y fuera de los estadios por lo que los deportistas kosovares utilizaron la bandera y símbolos del Comité Olímpico Kosovar (no los de su territorio).
A pesar de las declaraciones del a la sazón primer ministro Kosovar Hashim Thaçi, “España no es Serbia y Cataluña no es Kosovo», en el mundial de Karate de Madrid en Noviembre de 2018 se aplicaron los mismos criterios, motivo por el cual el COI advirtió a España que podría quedarse sin la posibilidad de organizar competiciones internacionales.
Ya en 2019, España tenía que haber sido sede del grupo 5 de la ronda de élite de fútbol europeo sub-17 pero al encontrare en su grupo Kosovo, renunció y los partidos se diputaron finalmente en Nyon Suiza.
Fruto de estas circunstancias, en mayo de 2019 el Comité Ejecutivo del la UEFA decidió que los equipos que no quieran jugar contra clubes de Kosovo o selecciones nacionales kosovares en su territorio tendrían que organizar sus partidos como locales en terreno neutral, pero deberían aceptar disputar los encuentros a domicilio en Kosovo.
¿La situación ha cambiado?
En 2018 Mariano Rajoy declinó participar en una cumbre UE – Balcanes porque se daba a Kosovo el trato de estado. El de España fue el único de los 5 líderes de países de la UE que no reconocen a Kosovo como estado que no acudió a la cita. Entonces se dijo que si Serbia reconociera a Kosovo sería importante, pero quizá no el único elemento para que lo hiciera también España.
Meses después, el anterior ministro en funciones de Asuntos Exteriores Josep Borrell, decía que España no reconocería a Kosovo porqué el COI se lo pidiera. Pero añadió que ayudaría el hecho de que Kosovo llegara a un acuerdo con Serbia. A pesar de ello no hubo distensión alguna motivo por lo cual se dieron los hechos del Mundial de Karate y de la selección sub 17 de futbol.
Ya en mayo de 2020, Pedro Sánchez si que participó en una cumbre europea con los Balcanes Occidentales pero con las siguientes condiciones: No habrá banderas ni símbolos y Hashim Thaci, el representante kosovar, sería nombrado por su nombre y no con su cargo de primer ministro.
Muchos se lamentan ahora el no haber vetado un eventual emparejamiento con Kosovo como se hizo con Gibraltar. Pero la pregunta que me formulo es si tiene sentido este tipo de vetos en competiciones deportivas o se deben aceptar con deportividad las realidades de los organismos deportivos internacionales y competir como uno más, al fin y al cabo se trata de atletismo, karate, fútbol…
Sinceramente no veo el problema: podemos jugar con Kosovo exáctamente igual que con Gales, Escocia, Irlanda del Norte o cualquier otra selección admitida en la federación correspondiente sin que ello implique reconocer su estatalidad. Gibraltar es otra cosa porque no le reconocemos entidad propia al margen del Reino Unido.
Digo más: me parece muy bien el no reconocimiento de Kosovo pero no por Cataluña sino por respeto al derecho internacional: las fronteras administrativas no pueden convertirse en internacionales sin acuerdo de los países afectados. Es decir, las declaraciones de independencia unilaterales no son admisibles pero no porque yo sea un nacionalista español sino porque generan guerras. No le discuto a Kosovo su legitimidad para no seguir siendo parte de Serbia (la opresión de Milosevic fue la puntilla) pero hay que ver qué pasa con los serbios del norte de Kosovo (Mitrovica) y de eso hablan, con altibajos, Belgrado y Pristina bajo patrocinio de la UE.
Otra cosa es que el PP, con el trasfondo catalán, haya llevado las cosas al extremo: mucho mejor Sánchez acudiendo a la cumbre con condiciones que Rajoy boicoteándola, una sobreactuación contraproducente. O decir que el reconocimiento de Serbia podría no ser suficiente: es absurdo ser más papista que el papa. Es como decir que no reconocemos a Eslovaquia pese a que Chequia no tuviera problema en aceptar la separación.
Así que, con cabeza fría y claridad de principios, no debe haber ningún problema para que Kosovo juegue en España, salvo que los kosovares la monten, que no creo vaya a ser el caso. De cualquier forma, mejor que no jueguen en Cataluña o el País Vasco. Para que no la monten otros.
Finalmente, creo que Rumanía tampoco reconoce dentro de la UE. Ah, y Hacim Thaci, que después de ser Primer Ministro pasó a ser Presidente de Kosovo, dimitió hace un par de semanas por haber sido procesado por el Tribunal Especial para Kosovo de La Haya, por su implicación en crímenes de guerra. Y el Primer Ministro, tres cuartos de lo mismo. Es decir, que no hablamos de un tema fácil, por decirlo suavemente.
Dice , entre otras cosas el articulista :
« Pero la pregunta que me formulo es si tiene sentido este tipo de vetos en competiciones deportivas o se deben aceptar con deportividad las realidades de los organismos deportivos internacionales y competir como uno más, al fin y al cabo se trata de atletismo, karate, fútbol…»
Que no se trata solo de esto último lo prueba el propio artículo y el rosario de incidentes que cita.
Mas constructiva , realista y llena de buen sentido me parece la opinión de LBNL ,
Especialmente coincido en que no juegue Kosovo en Bilbao porque excede con mucho el nivel de conflictos que somos capaces de consumir.