Este partido lo vamos a ganar

LBNL

La derrota electoral del xenófobo Wilders en Países Bajos la semana pasada invita al optimismo. Si se puede! Brexit, Colombia, Trump… No es cierto que el “pueblo” vaya a  apoyar siempre a la peor opción posible. Al contrario, en general el electorado suele ser sabio y apoya mayoritariamente la mejor opción posible. Hay mil ejemplos de lo contrario, pero muchos más de la sabiduría popular.

Países Bajos era una meta volante crucial. Las encuestas le daban a Wilders hace algunos meses la primacía que la votación le negó. De hecho quedó segundo pero por muy poco no quedó cuarto. Todavía más a favor de su irrelevancia para formar parte del Gobierno teniendo dado el cordón sanitario esgrimido por todos los demás partidos democráticos.

La próxima etapa son las elecciones presidenciales francesas. Hace algunos meses las encuestas le daban a Marine Le Pen la primacía indiscutible, pero ya no está tan claro que vaya a quedar por delante de Macron en la primera vuelta. Y desde luego no en la segunda y definitiva.

La tercera meta volante se decidirá en Berlín, pasado el verano, pero ya no tendrá la misma trascendencia aseguradas la lealtad europeista de Países Bajos y, sobre todo, de Francia. En todo caso, lo único que se dilucidará en Alemania es el lidrazgo continuado de Merkel, del que no me cabe duda, o el de Schultz, que sería todavía mejor si Europa no estuviera en la UCI, es decir, si pudiéramos permitirnos los experimentos.

La Unión Europea parece haberse dado cuenta de la magnitud del desafío, haciendo autocrítica de su desempeño en los últimos años – fundamentalmente de su gestión de la gran depresión – y señalando el camino para el futuro. Todos los que quieran son bienvenidos a profundizar en la integración, pero los que prefieran quedarse en el (mediocre) estado actual de la integración europea no tendrán la capacidad de bloquear el progreso de los que sí desean ir más allá.

En muy pocas semanas seremos testigos de la campaña de comunicación puesta en marcha para conmemorar el sesenta aniversario del Tratado fundacional de Roma. La Unión Europea, como todo, es manifiestamente mejorable pero, al mismo tiempo, dificilmente superable. Afortunadamente vivimos en un país en el que apenas nadie pone en cuestión la adhesión a los ideales de la UE. Pero no son pocos lo que en otro lares – Washington, Moscú – preferirían lidiar con una miriada de micro Estados irrelevantes, especialmente en lo que respecta al respeto a los Derechos Humanos y los principios democráticos.

Parecía que el viento de la Historia soplaba en contra. Not anymore. Países Bajos es sólo el principio de la recuperación del ideal ilustrado europeista.

3 comentarios en “Este partido lo vamos a ganar

  1. Estando muy de acuerdo en la victoria que señala y sobre todo en que no queda otra que profundizar en una Unión refractaria a cualquier intento de bloqueo, no comparto cuando dice « en general el electorado suele ser sabio y apoya mayoritariamente la mejor opción posible», no al menos en momentos de estructuras económicas cambiantes que operan sobre poblaciones sumamente frágiles a sus consecuencias más negativas y políticamente inmaduras.
    En Holanda , parte de la frustración resultante ha sido recogida por el conservadurismo constitucional pagando el precio de una redefinición de sus valores.
    Junto a los diputados de las grandes formaciones tradicionales se sentarán los animalistas, cristianos, calvinistas, los jubilados y los tres miembros de DENK («Piensa»), un partido creado por exdiputados laboristas de origen turco, y que ha robado al PvdA una parte de su tradicional voto inmigrante.
    Aún con todo , es evidente para quienes nos reclamamos partidarios de las políticas socialdemócratas, que el resultado modera – de momento- las espectativas de un Wilders influyente.
    En mi opinión la izquierda modernizadora necesita un tiempo de sosiego para acometer importantes reformas contribuyendo , hoy desde la oposición , a la estabilidad general del sistema.

  2. El partido socialdemocrata holandés se ha hundido. No cae en la irrelevancia política porque el parlamento holandés tiene una representación muy diversa.
    Por usar otra metafora deportiva, mas que un partido que vamos a ganar, yo lo interpretaria como un empate agónico en el último minuto. Como tantas otras cosas en la vida, el factor psicológico aquí es clave, como la expectativa era de que pudiera ganar un partido xenófobo y radical, ahora nos alegramos de que gane la derecha liberal holandesa y a darse con un canto en los dientes. No me termina de convencer.
    Europa sigue sin encontrar una narrativa común para salir adelante de la crisis económica, que luego ha devenido en política. No debe dejarse de prestar atención a que parte de los postulados de la extrema derecha xenófoba han ido permeando y siendo absorvidos por los partidos del espectro conservador, de manera especialmente intensa en Francia o Reino Unido. El deficiente enfoque en política económica de la crisis solo se ha paliado desde el BCE, arrastrando los pies cuando el panorama empezaba a alarmar. Sin embargo en la gama de los mensajes que pueden dar los partidos políticos que concurren a las urnas este año, no hay casi ninguan propuesta clara, comprometida e ilusionante al respecto del futuro de la Unión Europea.
    Los partidos socialdemócratas en general están en estado de KO, desangrándose en practicamente todos sitios con excepción de Alemania -donde sí que se detecta un cierto giro a la izquierda en las propuestas domésticas, pero no en las destinadas a la unión-.
    Dentro de lo que cabe son tiempos felices para el PPE, ni fu ni fa para los liberales y de tribulación para los Socialdemócratas, escenario cuyo cambio será costoso en tiempo. Quizás a la socialdemocracia europea fuera util recordarle otro lugar común de la prensa deportiva : «cuando se juega a empatar, se acaba perdiendo»

  3. De acuerdo, al menos parcialmente, con ambos comentaristas. La social democracia europea está en la UCI en casi todas partes y en Holanda prácticamente defunta. Pero ese es otro tema. La cuestión que abordaba yo es si la Unión Europea, que sigue siendo el experimento democrático más fascinante de la historia moderna, en mi opinión, sobrevive al asalto de los populistas xenófobos dentro y fuera de la UE. Y creo que si lo hará.

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