Exiliados

Carlos Hidalgo

Han causado no poco revuelo las declaraciones de Pablo Iglesias Turrión en las que dice que la situación del fugado Puigdemont y las de los exiliados republicanos son perfectamente comparables.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que Iglesias cree que estar en el Gobierno le renta menos de lo que le gustaría, por lo que siguiendo sus tácticas de propaganda se ha apresurado a montar escándalo para desviar la atención de otras cosas, como que la luz ha subido en máximos históricos con la tormenta Filomena, que el SEPE ha metido la pata con los ERTE y ahora hay un montón de trabajadores que no los han cobrado o a los que, directamente se les pide dinero que se les ha pagado de más. También que los ministerios que le son más queridos, como el suyo propio y el de Irene Montero, dan más que hablar por polémicas que por políticas que mejoren la vida de la gente. A falta de poder hablar de los resultados concretos de su acción en el Gobierno del cual es vicepresidente segundo, pues se dedica a hablar de cosas más etéreas, como la monarquía, que Endesa no le deja gobernar y de que habría que indultar a los independentistas catalanes. Una táctica que a él le parece muy inteligente, pero que suele resultar en polémicas que no le benefician, en excusas idiotas como que criticarle es ser cómplice de la ultraderecha y de las “cloacas” y el resto de los lloriqueos habituales. Y por supuesto, todas las torpezas se amplían por la incompetencia y bravuconería de Echenique y de sus matones en las redes sociales.

Imaginemos que Donald Trump, viendo que se estrecha el cerco contra él por haber incitado el asalto al Capitolio, huye de los Estados Unidos para evitar los cargos contra él, entre ellos el de -oh, vaya- sedición. ¿Sería comparable a los exiliados republicanos españoles según la definición de Iglesias? ¿A quién se parecería más Trump? ¿A Puigdemont en su casa de seis habitaciones o a Largo Caballero, que pasó por el campo de Sachsenhausen? ¿A ambos?

¿Qué hace peor a Trump que a Puigdemont? Porque si me paro a pensar, ambos dividen a su país entre los auténticos patriotas y los “traidores”, ambos han polarizado, ambos han querido saltarse al legislativo y hacer elecciones a medida y ambos han incitado a movimientos de masas con teorías de la conspiración, cúmulos de agravios reales o inventados, falsas promesas y apelaciones a lograr la “auténtica libertad.

Y con respecto al indulto, Iglesias se muestra partidario de indultar a los políticos del “procés”. ¿Se mostraría partidario de que Biden indultara a Trump, Ted Cruz o Rudy Giuliani? ¿Le seguiría pareciendo que se les persigue por “sus ideas, aunque no las comparta”?

Hago estas preguntas a sabiendas de que si se las pudiera hacer a Iglesias directamente (no puedo, me tiene bloqueado en Twitter), no me iban a gustar las respuestas. Pero en realidad me gustaría preguntarle por cómo va la aplicación del ingreso mínimo vital, de qué medidas se están tomando para que hombres y mujeres sean más iguales en España y sobre cómo demonios vamos a poner en marcha la economía y los servicios de un país que, como todos lo demás, sigue gripado por la maldita pandemia.

3 comentarios en “Exiliados

  1. En muchos gobiernos de coalición la parte más endeble suele perder apoyo popular en las siguientes elecciones, pero pocos han contado con la enorme colaboración que Pablo Iglesias desarrolla hacia ese camino de autodestrucción de su propio partido y propia figura. Hasta en eso va a tener suerte Pedro Sánchez.

  2. Estoy muy interesado en ver cual es el resultado de las próximas elecciones en Cataluña y como pueden haber influido en ellas toda suerte de situaciones por las que se ha pasado a lo largo de estos años: Process, sentencia, «exilio» en Waterloo, era Kim Torra, interinidad, pandemia y como guinda final el «show» Trump con el que finaliza su era, y la experiencia, vista desde la lejanía, de como el seguimiento a un loco degenera en lo que degenera, y eso sin llevar los cristales coloreados por intereses propios al valoraser una situación ajena, pero con tintes de cierto parecido a algunos hechos y personajes en Cataluña.
    Puede que algunos se piensen si es interesante votar lo que no quiero ni espero que ocurra, porque puede beneficiarme en otras areas, caso de que exista ese tipo de votante, o si voy a meter la pata dando pié con mi voto a traer algo totalmente distinto de lo que desearía.
    En fin, todo muy interesante y movido últimamente.

  3. Muy interesante la comparación entre los indeseables Trump y Puigdemont. No la había leído en ningún lado y es absolutamente pertinente.

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