Lluís Camprubí
Hoy les invito a leer el siguiente llamamiento de organizaciones de la sociedad civil ucraniana a los movimientos pacifistas y de construcción de paz en todo el mundo. Vale la pena, de verdad, para centrar correctamente la cuestión. No hace falta añadir mucho más.
En este link lo tienen disponible en español y en éste el conjunto de la iniciativa, en inglés.
En resumen, lo que nos piden y recuerdan es algo muy básico pero que a veces se nos olvida. En esta guerra de agresión e invasión es importante evitar equidistancias entre invasor e invadido. Hay que saber distinguir el rol de cada uno: las fuerzas progresistas, los movimientos de solidaridad y paz deben ser solidarias a todos los niveles con la sociedad ucraniana y no deben pretender ser ni mediadores, ni asépticos analistas, ni árbitros; eso llegado el momento corresponde a otras instancias, organismos y equipos técnicos.
Para las izquierdas esto también se traduce en no caer en el “westplaining” ni en los análisis campistas. Es tan fácil como poner en valor el Derecho Internacional y la defensa de la soberanía e integridad territorial de los estados. No es una disputa transfronteriza exótica. Es una invasión para anexionar partes del territorio de otro estado y someter al resto del territorio a su área de influencia. Las fuerzas armadas ucranianas están librando guerra de liberación de sus territorios ocupados, y la población ucraniana está alineada con esta resistencia.
Así, una solidaridad coherente debe asumir que, para su liberación, necesitan la continuidad del suministro de armas. Quién cuestiona el suministro de armas lo que está promoviendo es que Ucrania no pueda combatir más, se rinda y se deje invadir. Y, así mismo, una solidaridad internacionalista sólida requiere evitar llamamientos al alto el fuego (si se dirigen a la parte ucraniana), que son funcionales al invasor porqué cristalizan posiciones, en especial en un momento de avance y contraofensiva ucraniana.
n el plano diplomático y de negociación, el llamamiento nos recuerda que son los ucranianos los más interesados en una paz que sea justa y duradera. Cuando llegue el momento de la diplomacia y la negociación lo más importante es que ellos y sus aspiraciones estén en el centro de las preocupaciones y de todas las conversaciones y esfuerzos diplomáticos: “nada sobre nosotros sin nosotros”.
En definitiva, nos recuerda que los ucranianos tienen agencia -verlo todo como geopolítica entre grandes potencias es lo que plantea el Kremlin-, y que son y quieren ser sujetos activos de su propia historia.
Estoy muy de acuerdo con su artículo y con los condicionantes en presencia .
Pero estamos viendo una pelea de tiburones en la piscina de la izquierda de la izquierda que no es la extrema izquierda y que condiciona a la izquierda “toute court ”.
Si se tratan así entre ellas ¿ qué podemos esperar nosotros , humildes siervos de la gleba ?
Los ministros acantonados en listas , como la Directora de la Guardia Civil ,
Un gobierno en funciones de pitiminí.
Y lo que falta !