¿Hechos?

LBNL

La percepción de la realidad importa tanto o más que la realidad misma porque la subjetividad de cada uno influye mucho en cómo interpretamos los mismos hechos, incluso cuando se desarrollan delante de nosotros, y las conclusiones que extraemos de los mismos. Las divergencias lógicamente aumentan cuando entra en juego también la subjetividad del que nos relata los hechos y, exponencialmente, cuantos más pasos intermedios haya entre el hecho en sí y nuestra interpretación del mismo. Pero tengo la sensación de que la cosa se está desmadrando completamente y no tengo claro que vaya a mitigarse en el futuro. Lo digo porque ayer mismo mi mujer y yo charlábamos tranquilamente y en un momento dado ella desdeñó algo que yo mencioné diciendo que eso era así solo para “los locos de siempre”. Pero pocas horas más tarde leí en El País que según la encuesta de 40dB el 40% de los españoles cree que hay una conspiración detrás de las vacunas del COVID, porcentaje que asciende hasta el 55% entre los votantes de Vox (esto me cuadra) pero que ¡se mantiene en un 29% para los votantes del PSOE y un 25% para los de Podemos! Cuando la mayoría era analfabeta y la minoría era ilustrada, las cosas estaban más claras, sobre todo porque la mayoría no aspiraba a opinar más allá de sus intereses directos y la religión se ocupaba de dar respuestas y constreñir su comportamiento. La absolutamente necesaria socialización de la educación ha conllevado innumerables ganancias individuales y sociales, incluida la adhesión inmensamente mayoritaria a la democracia como forma de gobierno y el rechazo a la violencia. Pero no parece haber sido suficientemente profunda como para que, al menos una gran parte de la sociedad sea capaz de resistir las presiones desinformativas que, en el mundo digitalizado y globalizado en el que vivimos, son cada vez más intensas.

Tendría que consultar la encuesta directamente de 40dB (solo estará disponible mañana) pero quiero pensar que parte de los encuestados confunde conspiración con el posible origen del virus en un laboratorio chino – no descartable – en el que por lo visto cree el 65% de la población. Es decir, que no puede que no sea exacto que el 40% de la población crea que la pandemia es un puro invento o que se ha propagado ex profeso – tengo un amigo, muy majo y muy intelectual, que está convencido de esto último. Aún así, que 40% de los españoles crea que se oculta el origen del virus en un laboratorio me parece francamente preocupante.

No es un fenómeno nuevo: ¿Qué porcentaje de la población española sigue creyendo a día de hoy que hay elementos importantes ocultos – ETA, Rubalcaba… – detrás del 11-M? Seguramente más del 25%. Y no es su culpa porque la campaña de intoxicación al respecto fue brutal y duradera: si el río suena, agua debe llevar…

Cuando lo absurdo anida en cuestiones socio-políticas es potencialmente mucho más grave que cuando se fija en temas inanes: es lamentable, pero no tiene consecuencias, que un porcentaje suficientemente alto de la población – 20%? 30%? – piense que Elvis sigue vivo o que Paul McCartney murió y fue suplantado por un doble, muy longevo, por cierto. Cuando la estulticia se amplia a otras cuestiones – el hombre no llegó a la luna, hay un cadáver alienígena escondido en Rockwell – la cosa empieza a ser peligrosa porque mina la confianza en las instituciones. Y de ahí al gobierno mundial de Bilderberg hay solo un paso. Y si manda Bilderberg entonces da igual la democracia y los gobernantes democráticamente elegidos son cómplices de la conspiración mundial.

La libertad de pensamiento es absoluta y abarca también la estupidez y la paranoia en grado máximo. Pero la libertad de expresión no lo es. Y no lo es no porque lo digan Pedro Sánchez o Pablo Iglesias sino porque solo llega hasta donde llegan los derechos de los demás: tu libertad acaba donde empieza la mía. Por eso tenemos leyes que protegen la intimidad y el honor personales frente a los medios de comunicación, que no pueden difamar o calumniar, como tampoco pueden hacerlo los ciudadanos.

Pero la información ya nos llega directamente, a través de las redes sociales que funcionan como tablones de anuncios anónimos, en los que la atención se multiplica a través de un boca a boca masivo e instantáneo. La tecnología se ha desarrollado muy rápidamente y las leyes no se han podido adaptar a la velocidad necesaria. Magallanes nos hablaba aquí hace poco de la impunidad legal de la que han venido disfrutando las grandes comunicadoras tecnológicas en EE.UU. y, por extensión, en el resto del mundo. Impunidad también fiscal, por cierto, porque nuestros impuestos siguen gravando las operaciones en función del territorio en el que se realizan, sin alcanzar por ahora el ciber espacio. Pero este es otro tema que queda para otro día.

Empezamos a dar pasos para mitigar la desinformación. La Comisión Europea lleva desde 2018 presionando a las tecnológicas para que asuman responsabilidades y reduzcan la cantidad de basura peligrosa a la que dan voz. Lo han empezado a hacer pero por la vía de la auto censura, que no siempre llega lo suficientemente rápido ni se aplica siempre correctamente porque los criterios de censura son discutibles y pueden ser muy controvertidos.

Me encanta que cada vez que Trump grita a los cuatro vientos que le han robado las elecciones Twitter añada que esa opinión es dudosa pero es muy peligroso que lo haga. Y puede resultar completamente ineficaz si los criterios se endurece y la coletilla se extiende a prácticamente toda opinión política, por naturaleza debatible y no demostrada. Es decir, la advertencia de que fumar mata no sirve para casi nada cuando la llevan todos los paquetes de tabaco: nadie le presta atención.

Mucho más práctico que las tecnológicas adoptaran otras medidas sencillas y completamente razonables, que no limitan la libertad de expresión más allá de lo que ya lo hace la ley para otros ámbitos. Por ejemplo, que hubiera que facilitar prueba de identidad para abrir una cuenta de forma que las posibles ofensas pudieran castigarse por los jueces cuando sea legal hacerlo. También es perfectamente posible legislar eficazmente contra el fenómeno sin cercenar la libertad de expresión. Por ejemplo, bastaría con penar el delito de suplantación de identidad para todo aquel que cree identidades falsas en internet. Por si no lo saben, hoy en día hay empresas que por un precio módico (desde 40 euros) te crean un perfil falso en internet con foto, dirección, contactos (otros perfiles falsos) e incluso historial de internet (el precio se dispara hasta los 300€). Esto constituye directamente fraude mercantil porque se crean tales perfiles falsos para generar visionados y likes falsos sobre anuncios, que hacen que la empresa que se anuncia deba pagar a las plataformas tecnológicas por publicidad que en realidad no ha llegado a un espectador real.

Estas dos medidas – prueba de identidad real para abrir una cuenta y penalización de la creación de identidades falsas – limitarían en gran medida la desinformación circulante que provoca fraudes, peligros de salud pública y es una amenaza cada vez más seria para el buen funcionamiento de la democracia. Los que dicen que la pandemia no es real o que se ha propagado ex profeso podrían seguir haciéndolo pero siempre con nombre y apellidos y cuidándose muy mucho de no culpabilizar a nadie en concreto. Y no podrían seguir insultando o difamando sin pagar un precio por ello.

Seguro que el 40% bajaría sustancialmente. Afortunadamente la Unión Europea va a publicar antes de que acabe este año aciago un plan de acción para proteger la democracia que propondrá medidas concretas que no serán perfectas ni resolverán el problema de raíz pero que, de seguro, seguirán contribuyendo a contenerlo y corregirlo a largo plazo. Esperemos que la administración Biden se sume al empeño – cabe la duda, especialmente atendiendo a las grandes donaciones de las tecnológicas a su campaña – porque es urgente.

14 comentarios en “¿Hechos?

  1. Buenos días,LBNL,caballeros callejeros ,cabelleras al viento sin coletas y a lo loco y cazadores de bulos varios:
    Hoy en día vivimos en tres realidades superpuestas.
    La de los medios de comunicación,radio,tv,periódicos .
    La de las redes sociales,Facebook,Twitter,Instagram..etc..
    La de las series y peliculas que nos hemos acostumbrado a ver en streaming.
    Siempre tengo la sensación cuando veo en una serie o pelicula ,donde los protagonistas circulan sin mascarillas,entre multitud de gente,se encuentran con personas desconocidas en discotecas repletas de sudor y contactos lascivos y que acaban mojando sábanas,es más real que nuestra realidad a causa de la pandemia en la que estamos viviendo en una clara distopia.
    La realidad supera a la ficción ,pero al ver a los personajes ficticios sin máscarrilla y sin guardar las distancias de seguridad,la ficción chirría porque ya no forma pagarte de la realidad en la que estamos inmersos.
    No se si me explico.. pero lean entre líneas..ejem.
    Que las redes sociales han matado al periodismo,es cada vez más evidente,dado la carencia de objetividad de muchos profesionales de los medios,que convierten la noticia en un simple relato ,donde la opinión tiene mas valor que los hechos descritos.
    No quiero decir que los cristales no deban ser de distintos colores o graduaciones para contrastar puntos de vista…me estoy refiriendo a los prejuicios especulativos y pajas mentales que se convierten en tinta de calamar con el único propósito de sentirse superior a los demás criterios.
    Y eso mismo es lo que son las redes sociales,donde un bulo se convierte en verdad indiscutible en las mentes que quieren ser convencidas.
    ….
    Por eso y otras cosas más,le digo a LBNL ,que esté tranquilo…cuando tenga una discusión con su mujer,coja un tebeo de Mortadelo y Filemón y dígale :
    ¡Qué tiempos aquellos!…
    Ejem…jeje.
    Ante mi doy fe.
    AC/DC.
    firmado…JAJAJA…que nervios.

    P.D:..Más tarde vendré a decirle cuatro cositas a Mr Mulligan…que me han quedado en el tintero del teclado…jeje.

  2. El otro día en una cadena de las pésimas aparecía el testimonio del primer español que se había inyectado la vacuna de Pfizer describiendo una mala experiencia y efectos secundarios desagradables. No hubo contraprueba ni intentos por parte de la misma cadena para entrevistar a personal científico o de la compañía o personal de sanidad acreditado. Había sido algo así como entrevistar al hombre bala del circo. Este fenómeno es muy común , tanto como la horterez del « no haré declaraciones »., como si tuviera opción.
    Veamos , la explicación la exigimos los que pagamos al gobierno y sus ministros y en este asunto tan serio no valen opiniones no fundadas. Miles de personas se están jugando sus vidas para que la principal esperanza , una vacuna , definitivamente solucione como antes sucedió con el sarampión , la viruela , la tuberculosis o la poliomielitis.
    Los llamados negacionistas ( ya les vale con el nombre ) no cuentan ni pueden participar en ningún proceso deliberativo con argumentos de mayorías o minorías.
    Si no se vacunan deberán firmar un documento por el que renuncian a tratamientos paliativos que pongan en riesgo al personal sanitario ; los medios deberán informar con veracidad sobre los efectos secundarios como sobre la eficacia de la vacuna ; al que afirme algo le corresponde la carga de la prueba , etc etc. Y no estaría de más exigir diplomas especializados para determinadas informaciones.

  3. Según El barómetro de LaSexta se analiza la confianza de la población hacia las vacunas que estarán listas en los próximos meses. Una mayoría de casi el 57% cree que serán eficaces, frente a un 40% que opina lo contrario. Es curioso comprobar cómo la confianza varía según a quién votemos.

    En los partidos de la oposición, la mayoría duda de su eficacia, con los votantes de Ciudadanos divididos a partes iguales (empate al 48,4%). Los españoles se dividen en dos grupos: los que estarían dispuestos a vacunarse con las primeras dosis (49%) y los que no (48,8%). De nuevo, son los seguidores de PP, Vox y Ciudadanos los que en mayoría aseguran que no se vacunarían.
    …..
    En fin…¿Quiénes tienen más «negacionistas» en sus filas?…ejem.

  4. La pregunta debería ser cómo reaccionaría el PSOE si fuese el gobierno del PP quien negociará con Bildu.

  5. No se lo que diría el PSOE,pero te puedo asegurar que todos los caloficatibos que ha vomitado VOX al gobierno actual,serian pecata minuta con lo que les ditian los de Abascal….Pero tu pregunta no tiene respuesta porque es una escusa para no contestar la que planteo.

  6. ¿Se opuso el PSOE a los pactos del PP con Bildu en el Aymto de Vitoria?
    ¿Se opuso el PSOE a los traslados de etarras a las cárceles vascas de Ansar?
    ¿Se salió el PSOE unilateralmente del Pacto de Ajuria Enea exigiendo el cumplimiento íntegro de las penas rompiendo el consenso?
    ¿Calumnió el PSOE a Ansar por traición a los muertos cuando habló en la tele del MNLV tal y cómo le exigía ETA?
    Pero claro, no es lo mismo porque el PSOE tiene un tufillo filo etarra de saque, debe ser eso.
    En cuanto a Vox-Bildu. Bildu es independentista de izquierdas y tiene un pasado horroroso y un presente, en cuanto a la violencia, más que mejorable. Pero su ideología actual, que no comparto, no es violenta, racista o xenófoba.
    Vox tiene un pasado lejano de reconquista y franquismo pero, sobre todo, es la versión española de la ultra derecha europea más peligrosa.
    Hace 20 años, incluso 10, iría de la mano de Abascal a una manifa contra HB. Hoy en cambio prefiero pactar los presupuestos con Bildu a hacerlo con Abascal. Esta es mi opinión.

  7. No se. Supongo que Pedro Sánchez cuando negaba disposición a acordar nada con Bildu me convenció de lo negativo que ello sería y ahora me cuesta salirme de esa conviccción ……. y parece que no soy el único. Solo hay que leer opiniones de personas que tienen o han tenido alguna relevancia en el PSOE.

  8. La cuestion es que estos presupuestos son mas importates que la bilis derramada por la oposición ,digan lo que digan siempre dirán lo mismo:
    Bloqueo institucional.

  9. Esto del «pacto» del Gobierno con Bildu a propósito de los presupuestos, me recuerda al «pacto» del Gobierno de Zapatero con Eta para acabar con la violencia. ¿Se acuerdan de la entrega de Navarra? ¡Qué matraca dieron! Luego Eta dejó de matar y del «pacto» nunca más se supo. Y ahora, ¿qué quieren que haga el Gobierno? ¿Que le dé orden a Batet de no aceptar los votos de Bildu a los presupuestos?
    Qué falta de cordura, por dios. Qué poco le importa a la derecha que se aprueben los Presupuestos y se puedan poner en marcha todas las medidas de ayuda a la enorme cantidad de ciudadanos perjudicados por la pandemia. Y eso que a patriotas no les gana nadie.

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