José S. MartÃnez
¿Ha pensado al leer el tÃtulo de este comentario en la igualdad entre hombres y mujeres? ¿O en la igualdad entre catalanes y madrileños? ¿O la igualdad entre un asalariado temporal sin cualificación y un alto ejecutivo? Estoy seguro de que casi nadie habrá pensado en la última posibilidad, la mayorÃa de los que se consideren de (la nueva) izquierda en la primera y en la segunda quienes se sientan más de derechas o/y sean más nacionalistas españoles.
Creo que asà están a dÃa de hoy las connotaciones ideológicas de la igualdad. Un valor claro de la izquierda frente a la derecha es el de la igualdad, pues sin igualdad no hay condiciones para ejercer la libertad. Pero no está tan claro lo que se entiende por igualdad, frente a lo que es simple diferencia entre personas, y mucho menos cómo se consigue: ¿aboliendo la propiedad privada de los medios de producción?, ¿con la redistribución por parte del Estado de los recursos generados por particulares?, ¿con discriminación positiva?, ¿con un Estado que se limite a garantizar libertades civiles y polÃticas y propiedad privada? Dependiendo de cómo responda a estas preguntas probablemente se sitúe de diferente forma en el espacio ideológico (comunista, socialdemócrata, izquierda cultural o liberal).
Mi motivación para escribir estas lÃneas se debe a que el concepto de igualdad se está reduciendo a igualdad de género. La creación del reciente Ministerio de Igualdad, con un organigrama muy centrado en las polÃticas de igualdad de género, mientras el resto de las polÃticas sociales están en otro ministerio, es una prueba de esta reducción ideológica. Desde el punto de vista de la igualdad de género, esta reducción opera simplificando las mujeres a la mujer. Es decir, las vivencias de la desigualdad de género varÃan mucho dependiendo de qué tipo de mujer estamos hablando, pues no la vive de la misma forma la mujer ingeniera que la ama de casa sin estudios. No existe la mujer, sino las mujeres. Y desde el punto de vista ideológico de la izquierda, se están obviando otras desigualdades, y, por tanto, reduciendo el espacio de confrontación con la derecha. A estas alturas, en España parece una vulgaridad hablar de desigualdad de clases (aunque medios tan poco marxistas como The Economist de vez en cuando lo hacen), pero lo cierto es que la condición socioeconómica de las personas sigue pesando en distintos ámbitos de la vida, como el acceso a la educación, la salud, la participación polÃtica, etc.
El excesivo énfasis puesto en algunas cuestiones de la igualdad de género hasta el momento, como las cuotas o el acceso a profesiones prestigiosas en las que hay pocas mujeres, puede que sea parte de la influencia de las mujeres de clases medias y altas, por luchar contra las discriminaciones que más les afectan. Ellas cuentan con más recursos de movilización en esta lucha que las mujeres y hombres de clases bajas. Por ejemplo, vean lo sucedido en educación. Se oye hablar de la falta de mujeres catedráticas, pero no tanto de la desigualdad de oportunidades para cursar estudios secundarios, tanto de las mujeres como de los hombres de clases populares, como puede apreciarse en los gráficos adjuntos. Además, en este ámbito, las mujeres han superado a los hombres, con sus propias luchas individuales contra sus familias y contra los prejuicios del profesorado. Es importante resaltar este aspecto de luchas individuales de las mujeres, pues mientras se producÃa este sorpaso quienes investigaban sobre la escuela, a mediados de los 80, resaltaban el sexismo que en ella imperaba, tanto en el profesorado como en los materiales escolares. El ejemplo del incremento del nivel educativo de las mujeres señala la importancia de las dinámicas sociales para superar prejuicios. Por un lado, un discurso reivindicativo. Por otro, un cambio en los incentivos que llevaron a que a las mujeres y a sus familias le saliese más a cuenta seguir estudiando que dedicarse al trabajo doméstico y al mercado matrimonial. Es probable que la energÃa más fuerte en este proceso de igualación fuesen las variaciones en la producción doméstica: agua corriente y electrodomésticos fueron las condiciones objetivas para liberar a las hijas de las obligaciones del trabajo doméstico.
También cabe resaltar de estos gráficos cómo la desigualdad de oportunidades educativas entre las mujeres se ha reducido, pues las diferencias entre las hijas de agricultores y jornaleros son más pequeñas que las que habÃa, y mucho más pequeñas que entre los varones. Curiosamente, se llega a donde se estaba a principios del siglo XX… en aquella época las desigualdades educativas entre las mujeres también eran pequeñas, pero por lo contrario, porque logro educativo de todas las mujeres, independientemente de su origen, era bajo. Lo que podemos aprender de esta lección es que se puede producir una revolución silenciosa, como la sucedida en educación, si se facilitan las condiciones objetivas y subjetivas para ello. En la nueva agenda por igualar los derechos entre hombres y mujeres, una buena medida puede ser que las leyes, como las de paternidad, sean insensibles al sexo, como por ejemplo que los permisos por nacimiento sean iguales y obligatorios para ambos progenitores.
No hicieron falta cuotas para el sorpaso educativo. Lo cual es más remarcable si se tiene en cuenta que en los regÃmenes de socialismo real sà se establecieron cuotas por clase social en el acceso a la educación, pero sin embargo no disminuyeron las desigualdades entre las clases. Es decir con cuotas, no se acabó con la desigualdad de oportunidades educativas por clase social (tampoco con las raciales en EEUU). Y sin cuotas, sà se acabó con la desigualdad de género en la misma cuestión… La otra lección que nos enseña esta historia del logro educativo es que vencer a la desigualdad de género es vencer sólo una de las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres, y los hombres, de clases populares.
 Pulse aquà para ver el gráfico de varones
Pulse aquà para ver el gráfico de mujeres
Fuente: Segundos trimestres de las Encuestas de Población Activa del INE
Fuente: Segundos trimestres de las Encuestas de Población Activa del INE
Fuente: Segundos trimestres de las Encuestas de Población Activa del INE
Fuente: Segundos trimestres de las Encuestas de Población Activa del INE
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Vaya, yo pensaba que se referÃa a la igualdad entre funcionarios y afiliados a la seguridá sociá en régimen general…..
Gracias, José S. MartÃnez, por su artÃculo. InteresantÃsimo.
Espero poder comentar más adelante, pero intuyo, como parece sugerir el autor, que llegar al objetivo deseable de la igualdad sustantiva a través de la desigualdad es algo muy complicado. Lo de la discriminación positiva parece, de entrada, una contradicción como una catedral. ¿Puede ser necesaria?
Es verdad que es curioso que se llegue ahora a donde estabamos a principios del siglo XX, teniendo en cuenta que en la 2ª república, en 1931 la mujer ya pudo votar, las mujeres podÃan estudiar e ir a la universidad, se legalizó el divorcio y matrimonio civil, se legalizó el aborto, el crimen por adulterio se abolió y se tomaron medidas legales para facilitar el acceso al mercado del trabajo para ambos generos. Si no hubiera sido por la dictadura no hablarÃamos de esto tan a menudo ¿donde estarÃamos?
Una cosa que siempre me ha llamado la atención es la letra tan parecida de hombres y mujeres que vivieron en la república…
En el partido Popular no hay igualdad de criterios:
-«Mariano, siempre habÃamos dicho que habÃa que exigir al Gobierno un pacto por escrito en el que se comprometa a no negociar nunca más con ETA. Y tú dijiste hace un mes que no hacÃa falta que fuera escrito, que las formas son accesorias. Sà que estás cambiando», le espetó Maria San Gil.
Rajoy no quiso entrar en esa polémica.
-«Yo no cambio nada, pero es mejor que esto lo discutamos tú y yo en privado», señaló para dar por finalizada una tensÃsima reunión y volver a Madrid
………………………………………….
Esta conversacion me hace ver mas alla de las palabras y lo que veo es que Mariano Rajoy mantiene con El presidente del Gobierno un pacto de caballeros…..del que solo ellos dos son garantes y saben de sus terminos.
Secreto de Estado.
Sera capaz Maria San Gil cuando se entere de ello recapacitar sobre el daño que le esta haciendo al entendimiento entre las dos grandes fuerzas politicas.
Pronto sabremos la catadura «con sentido de estado» que tienen uno y otra.
Vaya con Teoura: José MartÃnez nos da una lección sociológica y Teoura no sale con la guija o las velas negras, ni reivindica las tinieblas literarias.
Me alegro mucho de que se incorpore José MartÃnez a la lista de articulistas. El asunto de la igualdad da para mucho, sin duda. Con todo, no he entendido muy bien el sentido del artÃculo: por un lado hay una queja muy justificada en no reducir el asunto de la igualdad al género, pero luego el artÃculo se dedica a examinar el problema de las desigualdades de género y cómo las propias mujeres han conseguido ir superándolo. Los datos son sin duda bastante elocuentes.
Yendo al asunto de la educación, el asunto es el siguiente: si no se da la conjunción de circunstancias «objetivas y subjetivas» que ha permitido la revolución social de las mujeres en su acceso a la educación, ¿qué deberÃa hacer el Estado? ¿Quitarse de en medio no haciendo nada o ensayar algún tipo de polÃtica pro-igualdad? Me gustarÃa saber qué piensa MartÃnez que hay que hacer en circunstancias desfavorables. He creÃdo entender que ni la discriminación positiva ni las cuotas son la solución. ¿Alguien tiene datos contundentes al respecto? ¿Fracasan siempre las cuotas? ¿Y la discriminación positiva?
PD: no puedo soportar a MarÃa San Gil, lo que es muy grave, porque «MarÃa somos todos». Me resulta especialmente irritante el pañuelito pijo que le sale del pantalón. No entiendo ese pañuelito. Que se deje de pañuelito y ella, que es tan valiente, constituya de una vez las milicias que reclama Mayor Oreja para combatir la segunda transición. Entrañable que Soraya dijera en la reunión de ayer que no se puede hacer oposición con el chorreo de insultos que les caen a los Marianistas desde la COPE y el Mundo. Muy buena, en este sentido, la columna de Millás hoy en el PaÃs.
Esto, en España, con Franco no pasarÃa. En otros paises democráticos tampoco pasarÃa con el gobierno democrático de turno.
EnfÃn, hablaremos del pañuelito de MarÃa San Gil en vez del pañuelo blanco que enarbola la guardia civil buscando ayuda y al que no solo no le hacen caso sino que parece que le quieren pintar una diana en el centro.
http://www.abc.es/20080516/nacional-terrorismo/alcaldes-ponen-trabas-obras_200805160248.html
Bienvenido el nuevo articulista. Este blog no deja de renoovarse.
A mà el pañuelito pijo de MarÃa San Gil me trae sin cuidado, cada uno es libre de seguir la moda como quiera, pija o no pija. Lo que no me pareció nada adecuado es que luciera el atuendo que lució, con el vaquero pesquero y el pañuelito de marras, para ir a una capilla ardiente. No digo yo que se hubiera puesto de luto riguroso, pero en fin… Yo creo que San Gil no estuvo precisamente afortunada ese dÃa, ni aprovechando la rueda de prensa del dÃa en que un guardia civil ha sido asesinado para hablar de sus vendetas con Rajoy, ni en nada.
Y a todo esto, el gran jefe, Mayor Oreja, sin dar la cara. Cualquier dÃa le vemos aparecer de resistente revolucionario, pañuelo palestino al cuello, dispuesto a defender a capa y espada los principios y la libertad y la Constitución frente al traidor Rajoy. Vivir para ver.
Yo también recomiendo la columna de Millás en El PaÃs hoy.
En una empresa el director no permitirÃa que una persona como Mayor Oreja, con brotes paranoides clarÃsimos, siguiera trabajando. Por lo pronto, el director le darÃa un mes de vacaciones, a ver si relajándose algo el tipo mejora. El discurso de Mayor Oreja es completamente alucinatorio. ¡¡Pero si fue Aznar el que escribió un libro llamado La Segunda Transición poco antes de llegar al poder!!
Volvamos a la foto del Kursal de 2001. Desde entonces, Mayor Oreja ha perdido completamente la razón. Redondo Terreros ha terminado de Consejero en FCC o como se diga, sin duda por su amplia experiencia empresarial, embolsándose una pasta que ya quisiera el mismÃsimo Taguas. Y Savater se quedó tronado, abroncando a todo el mundo, dando rienda suelta a su amargura (que él, misteriosamente, dice que es alegrÃa vital) y apostando por Rosa Diaz. ¿Quién de los tres fue el culpable?
Hola José MartÃnez. Salud y bienvenido. El tema que se trata en la entrada de hoy me parece muy interesante, aunque yo no encuentro muy comparables el asunto de las cuotas con la educación secundaria. Precisamente, lo interesante es notar lo poco que tienen que ver.
La igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a la educación secundaria me parece consecuencia feliz de una polÃtica encaminada a la igualdad a secas en el acceso a la educacion secundaria. No es que no sea una consecuencia intencionada, pero es parte de una polÃtica mucho más amplia.
No existe equivalente para lo que se refiere al mercado de trabajo, según entiendo yo, ni, más en particular, en el acceso a puestos de trabajo de élite. En un contexto democrático, lo que se debe procurar y exigir es igualdad de oportunidades; la igualdad en el logro es algo completamente fuera del alcance y, en todo caso, no es evidente que sea deseable. Algunas desigualdades en los resultados, cuando son sistemáticas, pueden mostrar que existen desigualdades de oportunidades, y por eso son preocupantes, pero yo no entiendo que lo que haya que corregir sea, mediante cuotas, los resultados. Hay más catedráticos que catedráticas (aunque lo que cuenta es la tasa de incorporación de las mujeres, y esa la desconozco), pero también hay más catedráticos hijos de catedráticos, o de profesionales, que de albañiles. Pero aun preocupándonos sólo de la desigualdad de género, lo que habrá que ver es en qué punto se produce el embotellamiento y las mujeres abandonan, para actuar allÃ. Me parece que las cuotas situadas en el extremo alto de la jerarquÃa social sólo se justifican si se sospecha que existe discriminación a condiciones iguales, pueden ayudar a terminar con los prejuicios, pero no me parece claro que las desigualdades se sustenten sólo, ni principalmente, en prejuicios.
Suponer que lo que logran las mujeres es lo que los hombres les permiten lograr es tan absurdo como suponer que tienen exactamente lo que eligen. Hay restricciones y hay elección. Algo se podrá aprender de por qué unas profesiones se feminizan más que otras, por qué las mujeres prefieren distintos tipos de jornada, la estabilidad salarial frente a carreras más riesgosas pero con mayor renta esperada, etc. No todo va a ser la mano negra del machismo. Y las polÃticas adecuadas seguramente son las que son: conciliación, guarderÃas, permiso obligatorio de paternidad… Las cuotas interesan sobre todo a las mujeres de élite, si no se prueba que exista discriminación entre iguales, hay algo que me parece bastante ambiguo en llamar igualdad a eso.
Gracias por el artÃculo, José MartÃnez. Muy clarito y con unos gráficos muy chulos. A mÃ, como a don Cicuta, también me sorprende que comience argumentando el autor contra el exceso de protagonismo que tiene la igualdad de género para acabar hablando de…. la igualdad de género.
No obstante, coincido con el mensaje del artÃculo. En España no hablamos mucho de la desigualdad de renta, en cambio en la última década -también con gobierno de ZP- hemos visto cómo se han incrementado las diferencias entre ricos y pobres. Algo tendremos que decir, ¿no? Ya sé, seguramente puede que parte de estos resultados se deba al efecto llegada de inmigrantes con rentas muy bajas. Pero eso no me consuela, porque los inmigrantes forman parte de nuestra realidad y hay que trabajar para que su incorporación no empobrezca al resto.
Yo hoy recomiendo el artÃculo de Dolado en Público. Excelente sus reflexiones sobre la universidad, los opinadores profesionales de la derecha y los «liberales» de nuestra tierra patria.
Yo también recomiendo el artÃculo de Dolado. Se me olvidó antes.
Yo es que oigo hablar mal de la San Gil y me pasa lo que le pasó a Sarah ayer (4 Sarah), pero en acelerado: llego… que llego… estoy llegando…
¿Valiente la San Gil? ¿Qué es valentÃa? ¿Qué es ser referente ético? ¿Le importaba a la referente San Gil que hubiese un asesinado de ETA sobre la mesa mientras lavaba su deshonor, que no su honor porque no tiene? Nunca le concedà una brizna de inteligencia ni de heroicidad ni de sensatez ni de generosidad. Desde siempre me subà por las paredes cuando escuchaba grandes elogios a la catequista, ¿o no es catequista?, bueno, pues teóloga, o filatélica o adventista del Séptimo dÃa, lo que sea. Su capacidad de desvergüenza y ganas de hacerse notar es de récord. ¿Es valiente quien va rodeada de guardaespaldas hasta el moño? Valientes son los modestos concejales del PP o del PSOE que en el PaÃs Vasco caminan por la polÃtica a pecho descubierto, sin protección y sin cobrar un euro municipal. Esta sor Patrocinio de la perversidad y la conspiración, esta monja de las llagas más falsa que el patriotismo de Aznar, me repugna, por más que sea referente ético (cada vez menos, sospecho), tanto me repungna que le estoy cogiendo cariño a Rajoy. Les agradezco a PMQMQ y a Cicuta sus agrias referencias a la catequista, que o sonrÃe o grita, nunca en situación de normalidad y reposo. Suplico a los intervenientes que habléis mal de la San Gil y me haréis feliz, me lo merezco: soy tÃsico, soy de pueblo, esputo ácaros y no sé manejar la pala del pescado, ¿no os doy pena?
Gracias, José, por el artÃculo y bienvenido al blog.
Muchas gracias, Cicuta, por tus intervenciones (y no sólo por lo que se refiere a Mayor Oreja, ese ser…).
Del artÃculo no voy a decir nada, porque no acabo de ver de qué va. Vamos, que no lo he entendido. Pero será que estoy espeso. Buenas tardes a todos.
Hoy estoy machista
Maria San Gil lleva el pañuelito rojo y pantaloncitos pesqueros, rosita diez unos modelitos con bichitos en la solapa y poses de estrella . MonÃsimas ambas.No me extraña que savater siga mirando al techo.
Por si en algún momento me entró alguna duda, definitivamente NUCLEARES,NO GRACIAS.
Fichan a Ana Palacio para promover la energÃa nuclear por el mundo
la ex ministra española va a dedicarse ahora a promocionar la energÃa nuclear como la solución a los problemas energéticos del planeta y a limpiar su mala fama.
«Lo que me atrajo de esta función ha sido que los mayores desafÃos a los que nos enfrentamos hoy en dÃa consisten en lograr un desarrollo completo y sostenible… Ahora mismo, la energÃa nuclear es una realidad y hasta dirÃa una realidad inevitable. Se puede tener dos actitudes: canalizar esa demanda o noâ€, explicó Ana Palacio
Y el crudo sigue bajando (esto lo digo yo)
A Verlas, nada me gustarÃa más que complacerte pero se me crea mala conciencia si pongo podres a esta gente. Mierda. Pero lo siento, hace muchÃsimos años que me caen fatal estos dioses de la verdad.
Cuidado con la debilidad por los perdedores. rajoy has sido, es y será un cabronazo.
Que se vayan todos ellos al infierno
AH! No me das ninguna pena, jódete por escribir tan bien
A VERLAS, lo siento, yo me considero dispensado de la obligación de glosar la figura de MarÃa San Gil. ¡Con la de veces que me he explayado sobre ella y, sobre todo, sobre su mentyor/inspirador/directorespiritual/lo que sea Mayor Oreja (lo peor, lo peor, insisto, lo peor, con mucha diferencia, del PP…)..!
DON CICUTA alude al trÃo del Kursaal: Mayor, Redondo, Savater. PodrÃan ser «el bueno, el feo y el malo». No plantea problemas asignar los papeles de «malo» (obviamente, Mayor) o de «feo» (Redondo). El rol del «bueno» en ese episodio es más complicado: me parece bien asignárselo a Savater, pero sólo si se entiende ese «papel» con la connotación que suele llevar incorporada y que es esa, justamente, la que a Savater disgustarÃa mucho reconocer como propia (con lo sabio que es…).
Andaba yo metido en mi mismo dandole vueltas a lo que esta sucediendo en el partido popular con la Maria San Gil y va A verlas venir y me provoca.
Pero como tengo un dia espeso de mocos auditivos y la cabeza me da vueltas y vueltas voy a ver si cortaypegando hago un esfuerzo para que comprendan ustedes a que nos estamos enfrentando.
«Los miembros de una secta abandonan la cueva donde esperaron el fin del mundo durante medio año»
El peligro de envenenamiento por la presencia de dos cadáveres fue determinante para que salieran a la superficie tras medio año enterrados en una cueva a unos 600 kilómetros de Moscú .
¿Les ha quedado claro mi punto de vista o se los explico con un grafico?
Copiando a Millás:
Ellas son: Inconsistentes, tontas, inútiles, bobas, incapaces, acomplejadas, cobardes, prepotentes, mentirosas, desleales, , irresponsables, revanchistas, un débil, sectarias, radicales, chisgarabÃes , maniobreras, indecentes, locas, hooligans, propagandistas, chapuceras, disimuladoras, estafadoras, agitadoras, fracasadas, malabaristas, revienta treguas treguas, utilizan a los muertos, adolecen de una inanidad intelectual insoportable ………..
Ahora deléitanos con algo propio, este blog se lo merece y además superas con creces a MIllas
Venga les dare una pista:
Los dos cadaveres «politicos» son Imperterrito Acebes y el Zorro Zaplana.
¿Lo van cogiendo?….jeje.
18 devagar …No acepto «locas» como sinonimo de SanGil y GilRosa…..a mi alrededor siempre tengo «locas» y no son de esas….jeje.
15 devagar
Te perdono la negativa a darme gusto hablando mal de la monja de las llahas. Si me dices ven lo dejo todo y el gusto será mÃo gracias a ti.
Menos mal que hoy Sarah no ha dicho ni mu….esto podria dejenerar en un trio….jeje.
Acabo de oÃr a la viuda del guardia civil asesinado. Me ha impresionado. Como me impresionó en su momento Sandra, la hija de IsaÃas Carrasco. Me pregunto de dónde sacan la fuerza y la entereza estas mujeres. Dos mujeres con sus vidas destrozadas por el capricho de unos asesinos. Todo mi respeto, mi admiración y mi solidaridad hacia ellas.
Mi respeto, admiración y solidaridad también hacia la mujer del guardia civil asesinado y hacia la hija del concejal asesinado.
Ojos que nos ven, ya dije mu esta mañana… (qué es una pala de pescado…?)
Hola!
Con respecto a las cuotas, a mi parecer pueden ser una buena medida como un paso inicial para romper situaciones de desigualdad. Por ejemplo, recuerdo hace años una comercial de una empresa que se quejaba de los problemas que tenÃa xq a todas las empresas a las que iba debÃa relacionarse con hombres, q solo sabÃan hablar de futbol y de mujeres, y q no tenian experiencia en tratar con mujeres en el espacio público. Obviamente, esto hacia q fuese una mala vendedora, pues era muy importante el trato informal. En la medida a que se obligue a que haya mujeres en ese sector, se puede facilitar que el género no sea relevante para cerrar una buena venta. El empresario que no la querÃa, no la despedÃa por ser mujer, pero es obvio que no hacÃa buenas ventas por ser mujer en una sociedad machista.
Pero fÃjense, por ejemplo, en lo que ha pasado en la carrera judicial, una profesión que «obviamente» no podÃa ser para mujeres pues eran «incapaces» de juzgar imparcialmente y se dejarÃan llevar por sus sentimientos. Pues ahora el 80% de las entradas a la carrera judicial son mujeres, sin cuotas. Lo único q hizo falta fue cambiar la ley para permitir que llegasen a ser jueces. Ahora bien, tb es cierto q en la carrera judicial los puestos de más estatus están ocupado mucho más por hombres. En parte, esto se explica porque son puestos a los que se accede por tiempo en la carrera, y ahora están promocionando las pocas mujeres que habÃa hace 20 años. Pero aún teniendo eso en cuenta, son menos de las que tocarÃa. Aquà es donde entra una cuestión más espinosa, la preferencia entre carrera y vida privada.
Aunque la desigualdad de oportunidades fuese 0, si existen preferencias distintas sobre la carrera profesional, los resultados son desiguales. La cuestión está en x q las preferencias son distintas entre hombres y mujeres. Si son preferencias formadas autónomamente, o son preferencias inducidas por la educación y la presión de una sociedad sexista. Hay quienes suponen que si las preferencias se formasen de forma autónoma, y por tanto, legÃtima, tendrÃan que darse necesariemente la igualdad de resultados entre hombres y mujeres, y mientras eso no se produzca es que hay desigualdad, o bien de oportunidades, o bien de una formación de preferencias distintas para hombres y mujeres.
Particulamente, yo tengo claro que estoy por la igualdad de oportunidades, pero no tengo tan claro que sea cierto que deban darse las mismas preferencias entre hombres y mujeres. Por tanto, es posible la igualdad de oportunidades con resultados desiguales.