Imposible el alemán

Sicilia

Decía uno de los personajes de “El florido pensil” que esto era lo que él entendía cuando en un himno de obligatoria ejecución antes de entrar a clase, se decía “impasible el ademán”. A los niños pequeños nos pasan estas cosas, yo, sin ir más lejos, en la canción de Radio Futura “Enamorado de la moda juvenil”, entendía “a la gente con delantal” en lugar de “a la gente joven andar”.

Este tipo de malosentendidos o de perturbaciones del mensaje pueden deberse bien a defectos en el emisor, o bien a que el receptor esté a otras cosas que a él le susciten más interés cuando el emisor emitía. Es, podría decirse uno de los motivos de las distintas lecturas que la visita de Angela Merkel a España suscitó la semana pasada. Hay ocasiones en que los titulares hablan por sí solos: venía la canciller, aunque ella pensase que era una visita diplomática, a “examinar”, a “dar el visto bueno” o a “fiscalizar”, en plan depositaria de las esencias.

Bien es cierto que hoy por hoy, el cuadro macroeconómico alemán para nosotros lo quisiéramos cualquier día de la semana. Vaya esto por delante. A datos de cierre del año pasado, el  paro alemán no llega al diez por ciento de su población activa, su crecimiento supera el 3,5% y su déficit público es inferior al 3%, en línea con lo que propone el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Alemania es un país fuertemente cohesionado en lo social, dispone de unos servicios públicos de buena calidad, posee una presión fiscal algo más elevada que la española (pero no más de 3-4 puntos) y tiene un estado del bienestar, en general ciertamente extendido. Aún siendo los costes de despido más altos que en España (que lo son), las relaciones laborales son modélicas. Los sindicatos entran en la gestión de las empresas y a su vez han demostrado en varias ocasiones su capacidad de renunciar, por ejemplo, a aumentos de salario en aras de mantener puestos de trabajo o competitividad.

Debido al tamaño de su economía y a su riqueza, Alemania es de los mayores contribuyentes al desarrollo de la idea de la Europa unida, ha sido el mayor contribuyente durante años al presupuesto europeo. Todo ello, conviene recordar, mientras sus trabajadores (porque fundamentalmente la diferencia estriba en la imposición de las rentas del trabajo y en impuestos indirectos) soportaban  unos impuestos proporcionalmente más altos que muchos de los países receptores de fondos europeos. Destaca también, por mucho que estas cifras puedan objetarse, lo bajo de los indicadores de economía sumergida que se dan en el país, poniendo en tela de juicio la noción de que mayores impuestos implican una mayor propensión al fraude.

Asimismo, puede afirmarse que el euro se beneficia en gran parte de la estabilidad y credibilidad de la economía alemana, y que su éxito es debido a ser en parte heredero del marco.

Item más, Alemania se caracteriza por ser una economía de una alta propensión exportadora en bienes. Ello está indisolublemente ligado al peso que la industria tiene todavía en este país. Con un porcentaje de su economía que supera aún a día de hoy el 20% (hecho insólito en las grandes economías occidentales), es de los pocos países “tradicionalmente ricos” que sigue fabricando cosas y vendiéndolas a los demás en lugar de haber visto hundirse su cuota de exportaciones en el comercio internacional, y reducirse su industria.

Estos, entre otros, son los poderes de Alemania. No son pocos. Ninguno es mérito de las políticas de la señora Merkel. Las ventajas de Alemania estaban todas y cada una ahí antes de la llegada de la vigente canciller, cuya actuación en el contexto de la crisis ha sido más negativa que otra cosa.  Curioso.  Angela Merkel es un ejemplo vivo, otro más, de que el decisor político tiene una capacidad de actuación limitada, ya sea en lo positivo o en lo negativo, contra las grandes fluctuaciones económicas.

De hecho, las decisiones políticas del gabinete Merkel han condicionado de manera clave el absolutamente inane enfoque europeo de la mayor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, y ello ha producido entre otras cosas la mil veces citada con envidia, diferencia de enfoque ante la crisis que ha habido en Norteamérica respecto de la europea. Unos pelean por salir, otros pelean por su popularidad local, ¿razonable?, puede, ¿decepcionante?, desde luego, ¿merecedor de elogio?, en ningún caso, ¿demostrativo de talento?, puede que solo para la supervivencia.

Puede decirse sin equivocarse en absoluto que la postura alemana ha sido siempre de signo contrario a la que debería haber sido en casi todos los momentos claves de la crisis. Empezó con la famosa subida de tipos de interés en pleno estallido de la burbuja de las hipotecas subprime. Sigue por sus constantes reticencias a planear una política europea a gran escala en el año 2008, dejando todo en planes de corto alcance, (salvo, claro está, el de la industria del automóvil).

Asimismo, no hay que olvidar la definitiva contribución, o más bien no-contribución, al lamentable fin, sin pena ni gloria, de las rondas de reuniones del G-20 articuladas con la esperanza de producir una salida de la crisis económica coordinada a nivel mundial.

Esta postura un poco autista continuó por sus vacilaciones a la hora de arrimar el hombro en la crisis de la deuda griega, y remató la faena cuando después de aquello tiró en dirección contraria, y por su cuenta, con una contracción presupuestaria que obligó a todos los demás a dar un paso en la misma dirección, conviniese o no, para no salirse del cuadro.

El parón internacional a las medidas de estímulo que se ha sufrido después de 2010 y la ralentización del crecimiento económico mundial subsecuente eran evitables, y si estamos de estas maneras, es por decisiones como las anteriores.

En los momentos complicados de la historia salen a relucir las carencias y miserias de cada uno, a la vez que se ven las fortalezas y debilidades con más rotundidad y transparencia.

De todos es sabido que hay elogios que se hacen con el afán principal de sacudir a otro, acto seguido, un palo bien fuerte. Pero por buena o malo que sea el aspecto que cada uno presenta, no viene mal recordar qué meritos reúne cada cual, quién se ha dejado la piel en el intento, y quién, fundamentalmente barría para casa, sin mojarse mucho, en definitiva “imposible el alemán”.

10 comentarios en “Imposible el alemán

  1. Este artículo habrá dejado «impasible al alemán», que vé que la cosa le va bien a él y a su pais y pasará de las críticas a la «fracasada».

  2. Gracias Sicilia.

    Lo más indignante de la visita fue que un jefe de gobierno extranjero viniera a verificar si qué estábamos haciendo bien las cosas, como si España fuera parte de su feudo.

    Saludos a todos

  3. Gracias por los comentarios.

    3.

    Bueno, yo diría que la cosa no es que Merkel viniese a fiscalizar como si esto fuese parte de feudo, Los mandatarios saben lo que toca y lo que no y desde luego ninguno va a decirle a otro lo que tiene que hacer en su pais y menos aun en una visita de un día, eso es ridículo.

    Lo gracioso, lo que constituye un mensaje mal entendido, o mal propagado es precisamente ese,
    1) el que Merkel viene y fiscaliza»fiscaliza» y
    2) que Merkel es una buena gestora económica.

    Alemania lleva un buen desempeño por las caracteristicas de su sistema productivo y por el momento especial que vive el ciclo económico, la salida de la crisis tira de los países exportadores antes que de otros. Ya está.

    Ninguna de las medidas politicas del gobierno aleman desde 2008 ha favorecido ni el crecimiento ajeno ni el propio. Por mucho que aquellos que le dan poco uso a la sesera y mucho a la lengua digan lo contrario.

  4. Buenos dias Sicilia,caballeros callejeros y cabelleras al viento:

    Gracias por esta «alemanita» que te has escrito sin tapujos…jeje.
    Dicho esto,tengo que pedir disculpas a Alberto Penadés por no haberle agradecido su articulo de ayer,la verdad es que no quise entrar ya que mi indignacion hacia las abyectas maniobras orquestales del partido popular ensuciando el buen gobierno de Ziluminatius en la lucha contra el terrorismo de eta me habrian llevado a escribir uno de mis comentarios mas incendiarios.
    He dejado pasar estas horas ya que es de sabios contar hasta 100 antes de emitir un juicio sumarisimo lleno de truenos y centellas.
    La calma ha vuelto a mi espiritu inquieto,juro no llegar mas lejos de lo que estan llegando la marabunta politico mediatica franquista que nos invade las ondas hertzianas y la TDT party y tanta tinta de calamar que invade muchos periodicos.

    Tan solo decirles a esos execrables lideres de opinion que nos dejen saborear la derrota de los colaboradores de eta.
    Cuando llegue el momento de la verdad mi alegria sera inmensa ante las ulceras que provoca la democracia y el estado de derecho a tirios y troyanos.

    Y les gritare con todas mis fuerzas:

    ¡¡¡Ziluminatius es un hombre bueno!!!

    y a los socialistas que dudan como San Pedro les vuelvo a repetir:

    ¡¡¡ Asumiendo que vamos a perder,consigamos ganar!!!…demostrar que los teneis bien puestos…JAJAJA….que nervios.

  5. Hoy, Javier Andrés en el blog Nada es gratis, escribe en un tono menos crítico sobre Angela Merkel y el plan que tiene para Europa.

  6. ¡Qué gran estupidez decir que Merkel viene a fiscalizar! ¿Acaso se supone que los datos macroeconómicos con todos sus componentes no son conocidos en el Ministerio de Economía alemán al momento en que se publican? ¿Acaso vinieron a ver si engañábamos como el gobierno griego de Karamanlis? Los que así opinan o creen que España está muy atrasada y tienen que venir a enseñarnos a hacer estadísticas o tienen muy mala fe. Los del PP y tertulianos afines ya se sabe, si siguen buscando explicaciones retorcidas del 11-M, como no van a decir que Merkel vino a fiscalizar. Lo cierto es que Merkel vino a España para hacer un acto público de confianza en el euro. Vino a ver un país que, a diferencia de Grecia, Portugal e Irlanda, había hecho sus deberes mostrando su capacidad para enderezar sus finanzas. Alemania ha sido acusada por todos los que quieren endeudarse ad infinitum de torpedear el euro y Merkel ha querido mostrar que no es así, que lo que salva al euro no es que Alemanía se haga el avalista sin condiciones de los paises europeos que creen que socialdemocracia es gastar sin límite.

  7. Muy buen artículo Sicilia, nos das una visión certera de lo que es Alemania. Sí, llama la atención que siendo uno de los paises mas avanzados, siga teniendo una industria preponderante mientras que en EEUU, Japón e Inglaterra el sector servicios ha dejado detrás a la industria. En los años 60s y 70s tanto Alemanía como Japón eran las grandes potencias industriales del mundo; los únicos paises que tenían superavit comercial. Japón ahora está atravesando una larguísima depresión a pesar de que su industria es puntera, mientras que Alemania sigue «uber ales». No hay duda de que la industria alemana tiene una especialización en maquinaria pesada y de precisión, lo que los economistas llamamos bienes de inversión, que quizás la japonesa no haya desarrollado tanto. Es precisamente lo que los actuales paises emergentes necesitan tanto o mas que las materias primas. Alemania esta permitiendo que estos paises monten su industria. Alemania importa mano de obra especializada para fabricar biens de inversión. !Que distinto de EEUU donde las empresas fabricantes de bienes de inversión llevan sus fábricas a paises de mano de obra barata! Sin duda todo lo que afirmas – fuerte cohesión social, sindicatos capaces de renunciar a subidas salariales si las cosas van mal, impuestos laborales proporcionalmente mas altos que muchos de los paises receptores de fondos europeos – explican porqué los empresarios alemanes no llevan sus empresas a otros paises o lo hacen en menor proporción que los otros paises adelantados.

  8. Siento una profunda tristeza al comprobar que el 60% de los votantes del PSOE han dejado de creer en Ziluminatius,es decir solo el 40% de los votantes del PSOE no son tontos de los cojones…..jeje.

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