Iu es ei, iu es ei!

H2S3

El título podría referirse a la bronca provocada por el PP en la Conferencia de Presidentes autonómicos, en la que la escenografía a la “Pactos de la Moncloa” demostró ser infructuosa ante las órdenes de bloqueo de Génova. Y también a las perspectivas de empleo mundiales, una vez pase el efecto positivo de la adrenalina de liquidez en vena prescrita por el G20 para todas las economías avanzadas: ¡cada vez que inauguran una obra más de las que han tenido paralizado Madrid durante los últimos meses me vienen a la cabeza los obreros que se sumarán al paro ahora que se acaba el PlanE!

Pero no, voy a volver sobre un tema que ya salió a colación en este foro hace unos meses: los aeropuertos norteamericanos, aunque desde un ángulo diferente al de la arrogancia de los omnipotentes oficiales de inmigración que, hasta la fecha, siempre me han tratado como el europeo blanquito que soy, es decir, dejándome pasar con mero desdén.

Asumiendo que uno consigue cruzar la barrera y entrar en el imperio, lo que sigue es una experiencia a partes iguales surrealista y terriblemente ineficiente, especialmente si en los días sucesivos te toca coger varios vuelos internos como me sucedió a mí la semana pasada.

Por avatares del destino, llegué a USA desde Colombia, habiendo aterrizado previamente en Bogotá y luego en Barranquilla, cálida localidad del Caribe cuyo caos confirma que García Márquez no necesitó de gran imaginación para crear el denominado realismo mágico. Y aun con todo, la llegada a Miami es un salto hacia atrás considerable. Primero, el consabido control de pasaportes, en mi caso resuelto sin problemas.

Lo peor viene después, cuando uno tiene que recoger las maletas facturadas pese a que lo hayan sido hasta su destino final, en mi caso el aeropuerto de Laguardia, Nueva York. Piensas ingenuamente que habrá un pasillo específico para los viajeros en tránsito, pero antes de darte cuenta estás en el callejón de los taxis. Entonces, das media vuelta, localizas la señal de “connecting flights” y te sumerges en un largo pasillo, más bien en pasillos sucesivos interminables. En la segunda cinta transportadora te fijas en el cartel que indica que no se pueden meter los carros y te sales, pero a la quinta, que sigues recorriendo completamente en solitario, no puedes más y vuelves a entrar pese a la amenaza omnipresente de las cámaras de seguridad que te vigilan.

La aprensión se te pasa al cabo de quince minutos porque es evidente que al igual que no hay nadie a quién preguntar sobre lo correcto de tu dirección, no habrá nadie que te llame la atención. Pero es reemplazada por una inquietud creciente: tenías dos horas para la conexión pero quién sabe lo que te espera, de momento a cada giro del pasillo le sucede otra larga cinta deslizante.

Finalmente llegas a un ascensor, desciendes, y cuando se abre la puerta respiras algo más tranquilo: hay gente y de nuevo algo parecido a un aeropuerto, con ventanillas de facturación y todo. Te lanzas en pos de la tuya, en mi caso D49, y compruebas alborozado que hay un señor de uniforme detrás de ella, ocioso por más señas. Le pregunté en correcto inglés si estaba abierto y me respondió que sí, pero señalándome que no había hecho la cola. Avergonzado le pedí perdón y miré hacia atrás para localizar dónde me tenía que situar, pero al no ver a nadie le volví a preguntar. Me señaló una posición tres metros detrás de mí, flanqueada por bandas elásticas sujetas. Cuando le repliqué que no había nadie se limitó a mostrarme que tenía que volver sobre mis pasos y entrar por el camino señalado, pese a estar completamente desierto.

Mientras recorría los 25 metros cargado con mis maletas no pude evitar recordar una escena parecida de la película “Meet the parents”, “Los padres de ella” creo que se tituló en España. Al llegar a mi posición correcta le volví a preguntar si estaba abierto y con una sonrisa me respondió que me acercara, cogiendo mi pasaporte y billete y procediendo a hacerse cargo de mi maleta. No le pusieron ninguna etiqueta adicional porque efectivamente ya estaba facturada hasta Laguardia: simplemente tuve que cargar con ella para evitarse –o porque no son capaces- transportarla de un vuelo a otro.

El tiempo se me echaba encima y no tuve posibilidad de reflexionar demasiado antes de abordar el control de seguridad. Un primer oficial de seguridad me pidió la tarjeta de embarque y el pasaporte y, con ambos en la mano, me miró fijamente. Cuando comprobó que mi cara correspondía a la foto y el nombre al de la tarjeta de embarque, hizo una raya en esta última con un rotulador rojo de los de “toute la vie”. Mientras me despojaba de todas mis pertenencias para pasar por el arco de metales, traté de encontrar justificación a la rotulación: si el tipo te deja pasar es que los datos coinciden y si no coinciden no te deja y punto. Todas las veces que fui rotulado, siempre en luminoso rojo, la identidad entre mi pasaporte y tarjeta de embarque sólo fue controlada una vez más por las azafatas de vuelo, justo antes de subir al avión, como en Europa. Me quedó la duda: ¿qué harían si la identidad coincide pero no vas rotulado? ¿Serían capaces de impedirte el abordaje? Es posible porque  la azafata no te mira a la cara. En el mejor de los casos, dos personas para una misma función. En el peor, un control absolutamente innecesario y completamente rudimentario.

Ya iba fatal de tiempo por lo que, a la carrera, tuve que desandar los varios kilómetros recorridos por los pasillos del piso de arriba. Pese a la prisa, me fui fijando en que había varias escaleras que conectaban con el pasillo superior, todas selladas. Es decir, en otra época no muy lejana, me habría ahorrado un largo paseo ansioso. Cabría argüir que el 11S hizo necesario incrementar la seguridad, pero ¿no sería más fácil poner el torno de salida de la zona de seguridad un poco más lejos y permitir que los viajeros de llegada prosiguieran hasta su puerta de salida? Sí, pero ello requeriría organizar el transporte de maletas, algo que se hace con regularidad en Murcia, Heathrow o Colonia, pero que aparentemente no son capaces de hacer en EEUU.

Llegué finalmente a mi “gate” justo cuando empezaba el embarque, pero mientras hacía la cola empezó a llover y se vio un relámpago a lo lejos. El embarque siguió unos minutos más hasta que decidieron paralizarlo. El azafato explicó por micro que los cargadores de maletas tenían derecho a parar para no correr peligro de ser alcanzados por un rayo. Una masa de viajeros ya embarcados empezó a salir de nuevo, todos con tarjetas rotuladas en rojo, supongo, y luchamos a brazo partido por las pocas sillas libres.

Una hora estuvimos así, yo con la vista fija en el cielo a ver si era capaz de ver otro relámpago que justificara la demora. La ira me empujaba a levantarme para protestar aun a costa de perder mi privilegiado sitio, cuando el azafato volvió a anunciar que el generador eléctrico del avión no funcionaba y que tendríamos que esperar una hora más a que pudieran traer otro de la terminal C: no me extrañó nada, especialmente si tenían que traerlo por el larguísimo pasillo recorrido por mí.

En fin, llegué a Laguardia mucho más tarde de lo previsto. De hecho aterricé media hora después del comienzo del concierto de música en el que tenía que hacer acto de presencia. Con un poco de suerte llegaría al entreacto, pensé, ingenuo de mí. Pero no. Tardé bastante en encontrar la recogida de maletas. Les juro que no soy idiota, todos estábamos confusos y no había enteradillo a quién seguir. Tampoco pasaba nada por tardar porque nos tiramos unos tres cuartos de hora hasta que nuestro equipaje empezó a ser vomitado por las cintas trasportadoras. Así pues, tuve tiempo de comprobar que no había ninguna barrera entre la zona donde me encontraba y la calle. Le pregunté a un tipo de uniforme si controlaban los recibos de embarque para verificar que los que salían con maletas se llevaban las suyas: así lo hacen en la supuestamente subdesarrollada Barranquilla. Me dijo que en absoluto y me señaló un cartel donde indicaba que uno debía cerciorarse de que la maleta recogida era en efecto la suya y se subrayaba que había muchas maletas parecidas. Le repliqué que lo que me preocupaba era que pudiera entrar alguien de la calle y llevarse mi maleta. Me miró atónito y me dijo que tenían cámaras de seguridad. Le dije que en todo caso podrían identificar al ladrón pero no impedir que se llevara mi maleta, pero no pareció impresionarle: sería mucho riesgo para el ladrón. Pensé en qué harían si al ladrón le daba por cubrirse el rostro con una bufanda pero lo dejé por imposible. En todo caso, quedó claro que la seguridad no es lo que prima. Y desde luego tampoco la eficiencia: no llegué ni a la copa post concierto.

Dos días más tarde salí del aeropuerto Kennedy hacia el National de Washington. El taxi te deja en la acera, como en Europa, pero allí te encuentras una fila, en el exterior, y unos mozos que pesan y facturan las maletas. Había nevado ligeramente la noche previa y hacía un frío del carajo por lo que se me helaron los huesos mientras esperaba al aire libre. Cuando me tocó el turno, el mozo me indicó que tendría que pagar un cargo de 50 dólares por sobrepeso, de la maleta, aclaro, y que tenía que pasar a los mostradores de facturación del interior. Maldije en arameo y volví a ponerme a la fila. Se me echaba el tiempo encima y traté de abordar a una señora de uniforme con pinta de controlar la situación. Pero una futura viajera se indispuso y empezó a vomitar dos mostradores más allá. Fue una auténtica revolución. La señora de uniforme se lanzó hacia ella, flanqueada por dos guardias de seguridad. Al poco, llegaron dos uniformados más con una silla de ruedas desde la que la oronda señora pudo seguir vomitando sin que a nadie se le ocurriera llevarla a otro lugar.

El tiempo pasaba y mi cola no avanzaba. Cuando llegué por fin al mostrador, una amable señorita me advirtió de que mi vuelo se había cerrado hacía cinco minutos. Le pedí por favor que hiciera una excepción atendiendo a la más de media hora que llevaba en aquel caos, pero me señaló a las varias personas que explicaban casos similares a mi alrededor y me ofreció meterme en el vuelo siguiente sin cargo o, la opción venía acompañada de un gesto inequívoco de “se la juega”, reclamar en el mostrador de venta de billetes. Acepté pensando que el retraso sería similar al de perder el puente aéreo Madrid-Barcelona; al fin y al cabo estábamos hablando de Nueva York y Washington.

Me equivocaba. Eran las 9:35 y el siguiente era a las 14:00h. Me retiré compungido y rápidamente volví sobre mis pasos: me iría a la estación de tren, cambiaría de compañía, lo que fuera, todo menos volver a llegar tarde a parte de mis citas. Evité a las tres personas que ya estaban batallando su caso y le pedí a la buena señora que me devolviera mi maleta pero, oh, lo siento, ya se la ha llevado la cinta transportadora…

A las 13:25h, hora señalada para el embarque, anunciaron que nuestro avión estaba todavía en Boston, esperando a poder despegar por la nieve. Las inclemencias del tiempo son imprevisibles y pueden fastidiarte el día también en Europa, pero no pude dejar de acordarme del relámpago aquel: ¿no me estaría reteniendo la amenaza de un copo aislado para los mozos de maletas? Despegamos a las cinco en punto de la tarde y dando gracias al cielo porque los del vuelo de al lado tenían un futuro muy negro: qué habrá sido de ellos…

El National de Washington es mucho más pequeño y agradable. La recogida de maletas también está a pie de calle pero oigan, uno se va acostumbrando a todo, así que salí a fumar un cigarro a sabiendas de que mi querida maleta me esperaría: o bien saldría después de mi vuelta gracias a la ineficacia sobre su gestión, o bien estaría tranquilamente en la cinta protegida de propios –por la advertencia sobre el parecido de los equipajes, también aquí omnipresente- y extraños –por las cámaras de seguridad. Encendí mi cigarro en la acera exterior y rápidamente fui reprendido por un guardia que me señaló que debía cruzar al otro lado de la calle para poder fumar. Es la primera vez que veía una acera de no fumadores y otra de fumadores, esta última también adyacente a un edificio, para más curiosidad.

Tuve que volver al National dos días más tarde. De nuevo un mostrador de facturación exterior y gélido. Lo desdeñé con convicción y proseguí buscando el confort interior. Pero no había: la facturación era exclusivamente fuera. Volví a congelarme. Afortunadamente no me pidieron que pagara por los kilos extra y eso que había metido varios libros adicionales. A continuación una larga cola para el control de seguridad, con la consabida mirada inquisitiva y el confortante rotulador rojo. Esta vez no padecí retrasos y llegué a tiempo a… sí, lo han adivinado, a Miami. Mi pavor era infundado: si no tienes que coger un “connecting flight” la llegada es mucho más normal, especialmente si ya descartas que tu maleta salga pronto. Aún así, volví a pasarlo mal dos días más tarde cuando volví para regresar a España. Llegué con tres horas de antelación: nada ni nadie podría impedir mi retorno. Y lo conseguí, el domingo por la mañana aterricé en la T4 sin incidencias.

Qué gozada, los pasillos otrora largos se me antojaron cortísimos, especialmente porque podía ver su final desde el principio. El control de pasaportes fue ordenado y rápido, con policías sentados en cabinas, educados y eficientes, capaces de recabar toda la información necesaria con un mero vistazo al pasaporte, el mío y el de los norteamericanos que me precedieron. Cuando llegué a la recogida de equipajes me desvié un momento al baño y, oh sorpresa, tres minutos más tarde mi maleta daba vueltas. En honor de la verdad, tengo que admitir que no ví ningún relámpago… Nadie la cogió por error pese a la ausencia de advertencias y nadie podía robarla porque seguíamos en la zona restringida. Al salir, unas latinas bien entrenadas para un trabajo poco cualificado cual es el de ordenar la toma de taxis, gestionaron bien la cola y en media hora estaba en casa, agotado pero encantado de estar de vuelta en la vieja Europa y en la atrasada España.

Decidí no acostarme según prescriben las mejores fórmulas para combatir el jet lag y tras deshacer mi amada maleta –ahora estamos muy unidos, espero que lo comprendan- empecé a leer la prensa. El PP seguía bramando, el Gobierno respondía torpemente, Laporta decía que a Cataluña la estaban matando… en fin, the usual que dicen por aquellos lares. Como también las malas noticias sobre la guerra de Afganistán. Pero ¿cómo narices van a poder dirigirla bien si no son capaces de gestionar los aeropuertos? ¿Se imaginan las peripecias que debe pasar un misil para ser transportado de USA a Kabul? No es coña, ¿recuerdan que hace no demasiado tiempo se formó un escándalo porque un avión cargado de bombas atómicas sobrevoló EEUU sin conocimiento sobre su carga? En fin, Central Park sigue siendo precioso y Washington es una ciudad muy agradable, pero piénsenselo dos veces antes de lanzarse a un viaje de compras navideñas en USA para aprovechar el dólar barato. Quedan avisados.

32 comentarios en “Iu es ei, iu es ei!

  1. Joer, hasta la historieta de un viaje particular tiene que contar con un primer y un último párrafo en el que se cite al PP. Costaba trabajo el meterlos, pero el articulista se dió trazas para ello a pesar de la dificultad.
    En cuanto a las peripecias que el articulista cuenta, estoy con él que son fruto de viajar aprovechando el dolar barato. …….. que vulgaridad.

  2. No sé de qué le extraña lo que dice, Fernando. Usted se las apaña un día sí y otro también, para escribir un primer comentario en este blog que toanto le gusta, metiéndose con Zapatero y su gobierno. Sin que las más de las veces tenga la menor relación con el artículo de cabecera.

  3. Mi más cordial enhorabuena a nuestro articulista. Su texto de hoy es muy aleccionador, y nos previene contra posibles tentaciones transoceánicas. Yo de todas formas no lo tenía previsto, peo gracias.

    Off topic: el panorama de la izquierda en Madrid. Ni IU ni el PSM tién remedio.

    http://www.elpais.com/articulo/madrid/mocion/censura/Velilla/populares/rompe/IU/elpepuesp/20091216elpmad_2/Tes

    Incidiendo un poco más en el espectáculo mediático de Leona Díez en el Sahara: se confirma que en todos sus años de eurodiputada no tuvo la mujer tiempo de acudir al «Intergrupo de Sahara» ni de visitar los campos de refugiados en el Sahara. Una más en su carrera de oportunista, y lo que te rondaré, morena. Para inmortalizar el momento de la visiata a los hijos de la Sra. Haidar llevaba a los fotógrafos del diario de Pedro oJt, su periódico de cabecera, lo cual no ha impedido que uno de sus columnistas, el muy derechoso David Gistau, la acuse de «oportunista» y de ir aprovechando las causas «que va dejando libres Sting» (sic).

    Por último, muy bueno mi amigo Nacho Escolar en «Público» en ese turbio asunto de la agresión sufrida por Mariscalazo, que la caverna mediática pretende convertir en el «nuevo asesinato de Calvo Sotelo» cuando todo apunta a un incidente de esos habituales en ambientes de la noche cuando uno se ha pasado de rosca, ya me entienden:

    http://www.escolar.net/MT/archives/2009/12/la-verdad-sobre-el-caso-tertsch.html

  4. Fernando tienes que reconocer que PMQNQ tiene más razon que un santo.

    Al lío articulero.

    Comprendo perfectamente a XBOX-360, y me solidarizo con su peripecia. Yo, de mi capote queiro añadir que admás, no te dejan comprar cosas y llevartelas en el Duty free, sino que las compras, las pagas y luego te las llevan a las puertas de avion . No es que sean serviciales, es que no quieren que andes con bolsas por la terminal que no estén controladas. Debido a ello todavia pululan por ahí unos 40 dolares de mi ultima visita a los «estates», que no pude gastarme en una botella de burbon como era mi intención.

    Abriendo el tema un poco yo digo ¿Por que aguantamos las indignidades que aguantamos en los aeropuertos ? ¿Por que tengo que descalzarme, descinturonarme, dejar parte de la bolsa de aseo, el reloj y lo que me pidan?

    ¿No atenta eso contra mis derechos fundamentales?¿Y sin autorización judicial?

    Mu fuerteeee

  5. Buena gente Jerónimo. Le conozco desde hace años: su trabajo en pro de la candidatura olímpica de invierno de Sierra Nevada y para traer (como consiguió) los Mundiales a Granada fue impagable. Al frente de la Fundación Legado Andalusí se está dejando el pellejo y sus frutos, a nivel académico, divulgativo y a nivel de repercusión en la industria turística se notan también resultados materiales innegables.

    Parece ser que sí, Don Polonio, le lee. Miren ustedes este párrafo:

    *Puede que ésta sea la primera vez en la historia que una persona rechazada en su país y acogida en otro acuse al Gobierno que la ha aceptado, dado un trato humanitario y ofrecido todo tipo de derechos, de estar obligándola a suicidarse, de empujarla a la muerte. Y ello porque ese Gobierno no haya conseguido su readmisión en el país que la expulsó. Y es también remarcable que amenace con acciones penales si dicho Gobierno trata de alimentarla para evitar su muerte*

  6. Querido H2S3, eso te pasa por ir a los USAs en lugar de quedarte en Spain tomando unas cañas en estas fechas navideñas, como es debido….jejeje Mirando el lado positivo te ha servido para escribir un buen artículo…jeje

    Oye, ¿los aeropuertos que mencionas son de gestión privada o pública? no sé, tan bien organizados que están tiene que haber algún motivo, ¿es falta de inversión o de cerebro? o quizás es que los trabajadores pertenecen todos a los sindicatos y están tan contentos con sus condiciones laborales que además pueden permitirse ser gilis… anda! como aqui!!!jajaja

    Respecto a los transportadores de maletas los de los aeropuertos españoles están todavía aprendiendo, es más, a mí ya no me importa que me pierdan la maleta (lo juro) mientras no me pierdan a la perra, como ocurrió hace un par de años. Cuando llegué a Palma una noche y tras esperar y esperar y que la perra no salía, me dijeron que por algún motivo se había quedado en Madrid y que como ya no había vuelos de esa compañía hasta la mañana siguiente pues que volviera por la mañana a por el animal. Bueno bueno bueno bueno… me encendí un cigarro ahí mismo y le dije a la buena señora: «o me traen a la perra esta noche o quemo el aeropuerto». No sé exactamente por qué fue pero la perra llegó en el siguiente vuelo de otra compañía, en manos del piloto (joeeee, dónde dejaría yo su móvil….jejeje) Aún así los aeropuertos siguen siendo un desastre.

    En fin, saluditos!!

  7. No se preocupe usted Don PMQNQ, que pronto entraremos en el 2.010 y ya me podré dedicar a la segunda bombilla.

  8. Pedacito de carne con ojos, es que mientras tú imputabas a todo bicho viviente complicidades y recepción regalías del régimen marroquí y acusabas al Gobierno y al PSOE de dejar morir a Doña Dignidad II, esos malvados socialistas trabajaban en ésto que traes y que ya «truje» yo anoche. A veces la democracia y la justicia van de la mano, sí. Otras veces errores habemus, pero mientras unos trabajan tratando de mover los resortes que el Estado de Derecho y el Derecho Internacional ponen a sus manos, otros hacen alarde de filogolpismo, de demagogia y de populismo baratillo. Pa que aprendas.

  9. Donde dice «Saraha», debe decir «Sarah». Un lapsus logico … un poco más y te llamo «Sahara» …

  10. Y ahora llego yo y hago un chiste sombre las letras S A R H,inmediatamente se me echa a la yugular Jergon,viene Jon Silver Berry y me da los primeros auxilios,viene PMQNQ y le pega la bronca Fernando por no haber intervenido,Fernando se lava las manos y dice que no quiere colaborar con el Gobierno,como los presidents de comunidad popular,Sicilia intenta contar mis puntos de sutura para darme un presupuesto y todo ello mientras H2S3 busca desaforadamente sus corbatas con la efigie de Obama y Sarah se descojona de risa,no se si por el chiste que no he llegado a terminar o por el impetu de Jergon,la impaciencia de PMQNQ,la abastencion de Fernando,el resulatdo de las cuentas de Sicilia o porque a H2S3 le han robado las corbatas durante el transporte a casa (alguien seguramente escondido en el maletero del taxi)….

    En fin si alguien pretende que vuelva a contar un chiste que le pida a Mr Alguien mas refuerzos en seguridad ,no quiero acabar borracho en un bar metiendome con la chicas del jefe de la mafia y debidamente apaleado por gilipollas.

    Como comprenderan,mi libertad de expresion esta en juego,pero se aceptar las consecuencias cuando un chiste es malo .

    Lo siento ,Sarah,espero que no te hayas sentido aludida…ejem.

  11. Publicidad para momentos Jet-Lag:

    Nuevo video sectario de un abducido por Ziluminatius ,vuestro imperturbable AC/DC….¡gozen de su mirada!…JAJAJA…que nervios.

    Las Razones de un presidente:

    “Ziluminatius en la Conferencia de presidentes”

    http://es.video.yahoo.com/search/?p=Ziluminatius+en+la+Conferencia+de+presidentes+&t=video

    El Obstruccionismo Opositor del Partido Popular visto por Ziluminatius.

    ¡Mas claro, el agua!

  12. «Propuesta de medida alternativa de seguridad» por Amistad Civica para Debate Callejero.

    Miercoles,16 de Diciembre de 2009.

    Todos los componentes del ente, filosofico-biologico-virtual ,Amistad Civica hemos aprobado por unanimidad ,una nueva medida de seguridad en beneficio de nuestra labor social universal encomendada por Ziluminatius en nuestro congreso interplanetario en Ganimedes bajo el auspicio de Los Entes del Lejano Cosmos.
    Esta nueva medida,esta encaminada a conseguir que los puntos queden sobre la i ,sin ningun margen de error,clarificando la realidad del «Comentario Cosmico» al que nos debemos en cuerpo astral (virtualmente hablando).
    ¿Y cual es esa medida que pretende revolucionar el sentido de la vida en Debate callejero? se preguntaran.

    Pues ,nada mas y nada menos que poner el siguiente comentario en relacion a Jergon,cada vez que este intervenga:

    **********************
    “L’enfer, c’est les autres”

    Jergon es “El Infierno de Sartre” ,hecho comentario.

    Rosa Hype debe estar orgullosa de su poder didactico.

    “El infierno son los otros”.

    **********************
    Este simple gesto pondra el punto sobre la i,como es debido y cada cual sera libre de hacer lo contrario y asumir sus propias consecuencias.

    Esperemos que esta propuesta si es aprobada por los insignes miembros de este lugar tan especial,no sea motivo de recurso ante El tribunal de derechos Humanos de Estrasburgo por parte de Rosa Hype,aunque esperando que esto suceda ya tenemos preparadas las alegaciones de defensa ante los previsibles argumentos de la acusacion upeydorra.

    Dejo a su libre albedrio el participar de esta propuesta.

    Nuestro colectivo filosofico-biologico-virtual ,siguiendo las directrices interplanetarias , no dudaremos de su sabio entender ,siempre respetando la direccion ejecutiva de Mr Alguien y atendiendo a nuestra legalidad vigente y compromiso vital.

    Ante mi doy fe.

    AC/DC Miercoles,16 de Diciembre de 2009.

    firmado:…JAJAJA….que nervios

  13. Amistad está sembrado y currando como un león ultimamente.
    Si es por mí el presupuesto se lo dejo baratito baratito, que no se diga.

  14. ¿Alguno de ustedes se ha acordado estos días del secuestro de Martín Prieto por eta? Yo sí. Cosas mías.

  15. Vamos a ver si hay algun madrileño entre lospresentes que me pueda descifrar el sentido de lo que me ha querido decir un tal Korso en el Blog de Elisa Serna ,despues de que yo les dijera que siempre piensan que “L’enfer, c’est les autres”.
    Les paso con el comentario para su estudio y calificacion:

    210.- Comentario por korso 16 Diciembre 2009 @ 17:53

    Movimiento ciudadano, encierros, retrasos, plan parcial, memoria vinculante, amistad civica. Todas ellas calles y plazas del barrio de la meseta de Orcasitas. Amistad civica era la plaza donde fumabamos canutos en fiestas, mientras escuchabamos a Felix Lopez Rey, que con lágrimas en los ojos, nos decía que el despertar de la conciencia era compatible con la litrona y el canuto. Pero se equivocaba. No creo que hayan sobrevivido muchos de los que escucharon ese emocionado pregón. El resto del año amistad civica era la zona de orcasitas con mas delinciencia y drogueteo. Todo el que entraba en amistad civica sabía lo que se encontraría. Jamas se escuchaba por allí este sonido: ‘’sluuurp sluuuuuuurp sluuuuurp”. ¿verdaaaaaaaa Elisa?

    Por cierto amistad civica, me gusta el nombre que has elegido.

    211.- Comentario por aitor 16 Diciembre 2009 @ 17:58

    Es acojonante lo de AC y personajillos similares.
    Estan todo el puto dia metiendose con el PP y con la iglesia, ocurra lo que ocurra y aprovechando que el pisuerga pasa por nosedonde y resulta que luego acusa al resto de que echamos la culpa de todo a la izquierda.

    Eh amigo! Perdona pero creo que freud le llamaba a eso ”proyeccion”. Bueno, simplemente me suena

    Les he añadido otro comentario por si les aclara algo sobre el tema.
    Y para ser coherente y que os aludidos no sean mal parados por la situacion les pongo el comtaio al que se refieren:

    209.- Comentario por Amistad Civica 16 Diciembre 2009 @ 16:59
    Siempre te das de bruces con alguien que cada vez que se mira a si mismo dice:

    “L’enfer, c’est les autres”.

    Para los que no tienen idea de frances,catalan o son valencianos ”trajeados”

    “El infierno son los otros”.

    El sentido del ridiculo lo convieten en depresion y la combaten convirtiendose en la imagen fiel de sus propias empanadas reaccionarias.

    En fin…..jeje.

    ******

    Perdonen si les molesto con mis batallitas en el extranjero…pero aclarenme que me han querido decir…jeje.

  16. El presunto secuestro de Martín Prieto, otro «Calvo Sotelo» de imitación, popularizó aquella divertida canción, una de cuyas estrofas decía: «no estaba muerto, que estaba de parranda …»

  17. Historias increibles por El Corazoncito de Amistad Civica Tellado.

    «Relato de un despiste».

    Las aceitunas eran para German su punto debil,su talón de Aquiles,pero La gula no era su pecado capital.

    No podia ver un plato de aceitunas en ninguna mesa,ni encima de una barra,ni tan siquiera en pintura y que a nadie se le ocurriera mentar la palabra «aceitunas»porque le producian tal rechinar de dientes que tuvo que quitarse toda la dentadura y ponerselos postizos ante las bromas de los que decian ser sus amigos,¡no ganaba para empastes!.

    Cierto dia ,salio despavorido ,del bar que frecuentaba ,con un sabor en la boca a cuerno quemao (propio de sus rechinares de dientes),maldiciendo el dia que empezo a sentir esa mania por las innombrables.
    La noche era muy fria,tan fria ,que a pesar de que no hubiera aceitunas por la calle a esas horas,sus dientes seguian rechinando,mientras ligeros copos de nieve hacian presencia y se instalaba en su cabeza desprotegida .
    ¡¡A quien se le ocurre,irse del Bar dejando el anorac,el paraguas y la bufanda!! ¡¡Pero vente pa caá!! le gritaban a lo lejos ,entre risa sus correligionarios.

    Pero German no les oia ,el rechinar de sus dientes era como si una broca de berbiqui hubiera tocado con piedra viva ,dando unos chiridos superagudisimos que le hacian ponerse las manos en sus oidos para no escucharlos.
    La nieve arreciaba y el frio era tan intenso como un latigazo en el coxis que estallaba en sus albondiguillas .

    De pronto se apagaron todas las farolas de la calle las luces de los edificios ,de vez en cundo los faros de un automobil le deslumbraban a su paso.
    Se encontro vagando sin rumbo fijo por una carretera con el arcen sin asfaltar y sn ver un pijo.
    Caminaba sin rumbo y a ciegas hacia lo desconocido,con las manos en la cabeza .tapandose los oisdos para eviatr el sonido del rechinar de sus dientes.

    Subitamente una luz desde las alturas le ilumino el camino y evitó que se diera de bruces con una viejecita sentada en el arcen ,haciendo ganchillo y con un braserillo a sus pies que inexplicablemente esta encendido ,¡con la que estaba cayendo!.

    La luz de las alturas se mantuvo estatica alumbrando a German y a la viejecita del ganchillo.

    Los dos se miraron a los ojos.

    Acabaron copulando en la nieve a la Luz de las alturas.

    Esta es la verdadera historia de :

    Una vieja y un viejo .

    Van p’Albacete, van p’Albacete
    Una vieja y un viejo
    Van p’Albacete, van p’Albacete
    Una vieja y un viejo
    Van p’Albacete, van p’Albacete
    Y en mitad del camino
    Va y se la mete, Va y se la mete,

    La mano en el bolsillo
    Saca un billete, saca un billete
    La mano en el bolsillo
    Saca un billete, saca un billete
    La mano en el bolsillo
    Saca un billete, saca un billete
    Una vieja y un viejo
    Van p’Albacete, van p’Albacete

    Camarero, camarero

    Ponme una bebida
    Que esté de moda que esté de moda
    Ponme una bebida
    Que esté de moda que esté de moda
    Ponme una bebida
    Que esté de moda que esté de moda
    Que la beben lo americanos
    La Cocacola, la Cocacola

    Lai, lo, lai, lo…

    Moraleja:

    Si tienes un despiste no te olvides de poner el reloj en hora,no vaya a ser que El Tiempo cambie tu historia.

  18. Pues a mí el artículo me ha gustado muchísimo. Un pelín largo y prolijo pero vamos, que con crisis y todo, nuestro país sigue teniendo cosas muy buenas. Yo no tengo perro, pero me pierden el mío en un avión y me da algo…

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