Juego e irresponsables

Julio Embid

Me gusta mucho jugar a juegos. A mis treinta y muchos años (y sin hijos) sigo quedando con mis amigos generalmente una vez por semana a echar una partida a un juego de mesa. La semana pasada nos juntamos cinco amigos en mi casa a jugar una partida de un juego de cartas de Marvel donde servidor llevaba al billonario Tony Stark/Iron Man. Ese ritual de dos horas a última hora de la tarde nos permite vaciar unos botellines de cervezas y unas latas de refrescos, comer unas cuantas patatas fritas, ponernos al día y echarnos unas risas.En su primera acepción el Diccionario de la Real Academia establece que “jugar” es: Hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades. Y esta debería su finalidad principal. Jugar para entretenerse y de paso aprender. A través de los juegos los niños aprenden a convivir con otros niños y socializarse, a diseñar estrategias para lograr un mejor resultado y a joderse si pierden, ya que en la vida no siempre se puede ganar y resulta fundamental aprender a gestionar las frustraciones. Y tan importante es marcar un gol en el patio (o matar un ogro en una mazmorra) como contarlo después a los amigos al acabar. La cuarta acepción de este verbo en el DRAE dice que jugar es: Tomar parte en uno de los juegos sometidos a reglas, no para divertirse, sino por vicio o con el solo fin de ganar dinero. Y aquí empiezan los problemas.

Un estudio de la Universidad de Valencia entre más de 7.000 estudiantes certifica que el 2,1% de los alumnos de 15 a 17 años sufre problemas con el juego. Y en principio la Ley establece que los menores tienen prohibido apostar (como también tienen prohibido beber alcohol, conducir o consumir drogas y algunos también lo hacen). Las Comunidades Autónomas han hecho todo lo posible para evitar que los menores acudan a las casas de apuestas, generalmente mediante inspecciones de paisano y multas considerables, pero el problema es mucho mayor. Si uno escucha un programa deportivo de radio, en menos de una hora podrá disfrutar de 6-8 anuncios de apuestas online de diferentes empresas, narrados por los mismos locutores de los partidos que el oyente quiere disfrutar. Y al igual que en la Quiniela, el que cree que sabe mucho de fútbol, puede pensar que a través de las apuestas deportivas puede hacerse rico más fácilmente que trabajando o mediante el azar puro de la lotería o el bingo. Aquí leyendo el Marca o el AS, piensa que puede estar más cerca de la fortuna. Y desde luego, es más fácil que la clase trabajadora y los menores piquen en esta estafa.

El Gobierno de España pretende regular esta publicidad limitándola a los partidos posteriores a las 20 horas y prohibir la publicidad de bonos de captación y fidelización, limitando a cien euros las ofertas con las que los propios operadores los ofertan en su web. Quedan exentas de estas nimias limitaciones los patrocinios de las camisetas de los equipos deportivos, (salvo las tallas pequeñas) así como los anuncios de Loterías y Apuestas del Estado y de la ONCE. Y para este viaje no hacían falta tantas alforjas. El ministro Alberto Garzón dijo que era mejor restringir que prohibir la publicidad porque lo prohibido incita más al consumo. Omite que, tal vez, las televisiones y radios quedarían muy tocadas (al principio) con esta sanción. Ahora pueden seguir bombardeando con anuncios cada ocho minutos publicitando las cuotas de 3.70 euros al próximo gol de Morata añadiendo al terminar la coletilla absurda “juega con responsabilidad”. Apostar no es jugar. Jugar es derrotar a unos traficantes de armas y salvar el planeta como hicimos nosotros el pasado martes. Apostar es hundir tu futuro y el de tu familia a un cara o cruz. Y salir del pozo en la vida y en el Juego de la Oca nunca es fácil.

3 comentarios en “Juego e irresponsables

  1. Castro prohibió el juego y muchas otras cosas. Porque sí , pero también porque la suerte -un imponderable – actúa. En el nuevo Estado no cabía el azar , la suerte ni el vaticinio. La izquierda es controladora, previsible , aseguradora, firme en sus principios.
    La libertad es su problema porque afecta a quien ellos digan , a quienes la reclamen de modo correcto.
    Se parece mucho a la derecha. Y , en conjunto , se parece mucho a la totalidad.

  2. A mí también me parece preocupante la colonización de las apuestas de los reportes. Me gusta la radio y no tengo tengo teles de pago, y me da pavor escuchar las retransmisiones con mi hijo, o en la TV. Es constante, cómo los anuncios de las empresas de alarmas.

    Este gobierno lleva algo más de un mes, cómo primer paso me parece importante. ¿Cuánto se tardó en prohibir publicidad de tabaco y alcohol en deporte? ¿Quién ha ido liberalalizando las apuestas o dejó que los casinos estuviesen en capitales de provincia cuando estuvo prohibido?

    Y también deberíamos hablar de publicidad de once o lotería Navidad o loterías de Catalunya y obra social. Y las izquierdas que hemos venido participaciones cada navidad. Y el deje de madrugar si juega a nuestra lotería.

    Insisto, acabamos de empezar, eso sí deberíamos de empezar nuestras izquierdas a hacer patente nuestra oposición a las apuestas.

    Ahora jugar, siempre.

    Y la quiniela hasta 2 columnas.

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