La dignidad de los justos

Barañain 

Pese a lo rutinarias y previsibles  que parecen, a menudo,  las reacciones políticas e institucionales ante el declinante goteo de los crímenes con los que ETA trata de demostrar que aún tiene futuro, lo ocurrido en Euskadi en estas últimas jornadas demuestra hasta qué punto las cosas han cambiado por aquí.

Por increíble que pudiera parecer a quien se asomara por vez primera  a esta tierra y desconociera los antecedentes de nuestra actual situación política,  ha sido en esta ocasión, tras décadas de actividad terrorista, cuando los vascos han escuchado por primera vez, de un lehendakari,  palabras rotundas, nítidas, sin resquicio al oportunismo político ni doblez en el mensaje, que expresaban no sólo rabia, condena y hartazgo sino la voluntad de luchar, como prioridad absoluta, contra el terrorismo. En definitiva, nada extraordinario, lo que los ciudadanos tienen derecho a esperar, en condiciones normales,  de su gobierno.  Y eso es, en Euskadi, lo extraordinario.

Resulta tremendo  reconocer lo novedoso que es –porque es verdad-,  escuchar a un lehendakari, como hizo Patxi López ya el mismo viernes,  en las horas inmediatamente siguientes al bárbaro atentado de ETA en Arrigorriaga, que  “Eduardo, como el resto de víctimas era uno de los nuestros”. Como era novedoso el énfasis en el  apoyo a los “miembros del conjunto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.  Resulta tremendo que haya tenido que producirse el histórico cambio de Gobierno en Euskadi para que su máximo responsable  no deje lugar a dudas a sus ciudadanos de que va a “aplicar toda la fuerza y todos los recursos de la ley para no dar ni un minuto de respiro a los violentos” y asegure a los asesinos que si “ellos nos han enseñado el camino del dolor, nosotros les vamos a enseñar el camino de la cárcel”.

Escribo esto tras la manifestación celebrada en Bilbao para mostrar el rechazo frente a ETA. La última de una serie tan larga que uno ya pierde la cuenta. No ha sido una más, sin embargo. Y no lo ha sido, en primer lugar, por el liderazgo mostrado por el lehendakari. Merece destacarse asimismo el ambiente de unidad, preludiado por la declaración política  -esta vez unánime- alcanzada en el Parlamento Vasco, y reflejado también en el arropamiento a las víctimas del terrorismo, varias de las cuales  encabezaban la marcha. Y no ha sido una manifestación más, en fin, aunque sólo fuera por la cobertura dada al acontecimiento por la radio televisión pública vasca (ETB la ha retransmitido  en directo, con un lazo negro en la pantalla, recogiendo las palabras del lehendakari y de la viuda del policía asesinado; antes había conectado también en directo con las concentraciones silenciosas que se celebraron en diversas localidades, sobre todo con la de Arrigorriaga, donde vivía el policía asesinado y los informativos no sólo han recogido las reacciones de los partidos políticos e instituciones, sino también la visita a la capilla ardiente de ciudadanos anónimos y personalidades así como el posterior funeral. Toda una novedad ese despliegue, reflejo de un tiempo nuevo).

Como esto es lo que me parece ahora interesante destacar, no intentaré siquiera especular sobre el significado político de este atentado, o sobre lo que pueda revelar como indicio de lo que nos espera, o sobre sus repercusiones en el mundo de la izquierda abertzale y su empeño (¿?) por recuperar voz propia, o cualesquiera otros enfoques de la cuestión. No voy a dedicar ahora ni siquiera media neurona a pensar en la ruina de ETA (que hoy, sin duda,  no es menor que anteayer).

Hoy me quedo –y les dejo-, con el lehendakari Patxi López y su llamamiento a la dignidad de los justos:

“(…) Hemos salido a la calle, apretando los dientes, para hacer frente a ETA y para decir que estamos dispuestos a derrotar al terrorismo. Que asumimos nuestra responsabilidad colectiva como sociedad y como país, nuestro deber moral y democrático, porque queremos ser libres, y vamos a defender lo que ETA más ataca: nuestro pluralismo y nuestra diversidad; vamos a defender el derecho a pensar y a sentirse diferente; vamos a defender nuestras instituciones y nuestra democracia. Vamos a estar al lado de las víctimas y de los amenazados.

 

“Y lo vamos a hacer con toda la contundencia del Estado de Derecho y con toda la fuerza de la Ley. Y vamos a seguir ocupando las calles y las plazas de Euskadi porque son los espacios de los ciudadanos libres y de los demócratas. Y no les vamos a ceder ni un solo milímetro a los propagadores de la violencia, a los silencios cómplices, a los que quieren acabar con nuestros más elementales derechos, a los liberticidas, a los que amparan el asesinato, a las almas cargadas de odio”.

 

“Hoy denunciamos a los que falsifican las palabras, a los que pervierten la democracia, a los que cuando dicen “pueblo vasco” sólo buscan súbditos atemorizados por el terror a sus amos”.

 

“Hoy asumimos nuestra propia responsabilidad colectiva como país y decimos que se acabó la impunidad, se acabó la arrogancia de quienes utilizan el argumento del amparo velado de la capucha”.

 

“Decimos que venimos dispuestos a abrir el tiempo en el que nadie tenga que ocultar que es ertzaina o policía a sus vecinos; en el que nadie tenga que callar sus opiniones por miedo; en el que nadie tenga que bajar la voz para decir lo que piensa, por temor a que le escuchen”.

 

“Hoy quiero hacer un llamamiento a la sociedad vasca, para que se ponga en pie con la dignidad de los justos. Para abrazar al que piensa diferente; para defender al que tiene otra identidad. Para preservar lo mejor de nosotros mismos: la convivencia de los distintos y la libertad de los iguales”.

 

“Para decir a ETA que ya han perdido. Que nunca van a conseguir nada, porque nunca vamos a ceder a su chantaje. Que les derrotaremos porque estamos juntos y unidos. Sin fisuras, porque para los demócratas es más importante lo que nos une que lo que nos separa. Que esté país se construirá sobre la memoria de las víctimas y no la de sus verdugos (…)”.

  

Discurso íntegro:

http://estaticos.elmundo.es/documentos/2009/06/20/lehendakari.pdf

10 comentarios en “La dignidad de los justos

  1. Gracias Barañain. Sólo en un pequeño matiz dejo de coincidir con el vibrante discurso del Lehendakari. Eduardo Puelles no ERA uno de los nuestros, ES uno de los nuestros.

  2. Gracias Barañaín por relatarnos la magnitud del cambio, que estoy de acuerdo es no sólo lo que debería haber sido normal siempre sino potencialmente trascendental a la hora de ayudar al pueblo vasco a quitarse tanta gilipollez de encima tipo «los de aquí y los que no» y demás, lo que sin duda privaría a ETA de ese contexto «comprensivo» del que tanto se ha beneficiado.

  3. Muy bien Barañaín, DC tenía que dedicar su cabecera a este acontecimiento. Y nadie mejor que tú. En efecto, han ocurrido muchísimos cobardes asesinatos de ETA con muchas manifestaciones de apoyo pero «por increíble que pudiera parecer, los vascos han escuchado por primera vez, de un lehendakari, palabras rotundas, nítidas, sin resquicio al oportunismo político ni doblez en el mensaje, que expresaban no solo rabia, condena y hartazgo sino la voluntad de luchar, como prioridad absoluta, contra el terrorismo». Muy emocionante ha sido ver que los portadores del féretro eran miembros de los distintos cuerpos de seguridad; que en una esquina el portador vestía el color rojo de un ertzaina y en la diagonalmente contraria el portador vestía el color verde de un guardia civil. Impresionante el llamar a Eduardo Puelles uno de los nuestros, cuando este apelativo solo se reservaba a asesinados afines al PNV; era impensable que una persona por muy nacida en el Pais Vasco que fuere como es el caso, se le llamara así si formaba parte del Cuerpo Nacional de Policía. Muy emocionante escuchar las palabras de Paqui, viuda de Puelles, agarrada a la bandera que había cubierto el féretro en el funeral. Era impresionante ver su figura negra y firme, sola en medio de las escaleras del Ayuntamiento de Bilbao con sus dos vástagos y gritar lo que nunca se ha dicho «esa gente no son políticos, no son presos políticos…..¡son asesinos!».
    Aunque la manifestación y discursos que tuvieron lugar despues del asesinato de Miguel Angel Blanco fueron tambien muy emocionantes, pronto los fuimos borrando viendo los distanciamientos posteriores. Para mi también han sido muy emocionantes las palabras de Antonio Basagoiti: «Patxi López ha estado a la altura con un discurso claro y contundente, desde el minuto uno me he alegrado de haber apoyado a un lehendakari y a un Gobierno Vasco que saben liderar la reacción de la sociedad vasca cuando ETA da un zarpazo».
    En cierto modo, todo ello me ha recordado cuando nos manifestamos por Madrid para condenar el 23-F.

  4. Gracias Barañain:

    Patxi Lopez si que es un verdadero lendakari,sus palabras lo demuestran.

    «El domingo pasado, en Arkaute, recogí una rosa blanca de las manos de un
    vasco que fue ertzaina en el año 36. La cogí para depositarla bajo la llama
    del pebetero que recuerda a los ertzainas asesinados por la libertad de las
    vascas y los vascos.
    Hoy esa rosa es roja porque se ha vuelto a teñir de sangre. Pero no la voy a
    poner bajo ningún monumento. Hoy la lanzo al viento, lau haizetara, para
    que recorra nuestros pueblos y ciudades. Para que despierte las conciencias
    aun dormidas.
    Lanzo al viento de Euskadi su nombre: EDUARDO ANTONIO PUELLES
    GARCIA. Asesinado por defender la libertad de Euskadi…. para que sus
    pétalos nos inunden a todos.
    Eskerrik asko.»

  5. Me uno al agradecimiento a Barañain por permitirme asistir de lejos a esa contundente protesta por el último asesinato de ETA. Mi solidadaridad con la viuda e hijos de Eduardo Antonio Puelles. Por lo menos, los familiares de los asesinados han dejado de tener que esconderse y pueden ser homenajeados por todos y por todas las instituciones como se merecen. Quizás esto también traiga otros efectos en cadena. Sí parece un nuevo tiempo en Euskadi y Patxi López un líder adecuado. Parece que ha valido la pena el riesgo de la apuesta por el PSE en Euskadi, a pesar de perder el apoyo del PNV en el Gobierno central.

  6. Me gusta que Barañain se haya tomado la molestia de reseñar para DC el acto de ayer y se lo agradezco. Y me gusta el título que ha dado a su reseña: la dignidad de los justos.

  7. Buenas noches:

    Hoy, L. Rguez. Aizpeolea en su artículo «López encabeza la última batalla» (El País) hace un buena descripción de la situación y lo que está suponiendo ya el cambio de gobierno en Euskadi respecto a la lucha contra ETA.

    «(…) En pocos días, el Gobierno vasco, el discurso de López, como el de ayer en Bilbao, está dando pasos significativos en la deslegitimación de ETA. Si López dice que el inspector de policía asesinado «es uno de los nuestros», su hermano ertzaina añade que era «un gran gudari», figura mítica del soldado que defendió a la República contra el fascismo y que ETA trató de apropiarse. Y su viuda, rota, marcha con la cabeza alta, acompañada de sus hijos, por las calles de Bilbao en medio de los aplausos de la gente, orgullosa de que su marido fuera policía. Mientras ertzainas y policías nacionales se coordinan en investigar el asesinato, el nuevo consejero de Interior, Rodolfo Ares, crea una unidad antiterrorista en la Ertzaintza.

    La EITB (radio y televisión vasca), con un profesional al frente, informó pormenorizadamente la tarde del viernes sobre el atentado y ayer retransmitió en directo la manifestación antiterrorista, algo insólito. La web del Gobierno vasco aparece encabezada con un «ETA no», mientras la Ertzaintza retira en Arrigorriaga un cartel reivindicativo de un etarra. Son muestras de la voluntad del nuevo Gobierno y del clima creado para deslegitimar a ETA (…)»

    Nótese que en medio del artículo, sin darle mayor importancia, se desliza una información que debería ser, en realidad, titular de portada: …»el nuevo consejero de Interior, Rodolfo Ares, crea una unidad antiterrorista en la Ertzaintza». ¿No es tremendo que haya sido ahora, en 2009?. Y aún hay quién no acaba de entender o de creerse la distancia que hay entre el ayer de Ibarretxe y el hoy de Patxi López, al menos en esta cuestión crucial.

    http://www.elpais.com/articulo/espana/Lopez/encabeza/ultima/batalla/elpepunac/20090621elpepinac_7/Tes

  8. Yo también leí el artículo de Azpiolea y reparé en la frase que cita Barañain:…”el nuevo consejero de Interior, Rodolfo Ares, crea una unidad antiterrorista en la Ertzaintza”. Me pareció muy raro que una cosa de tanta importancia fuera intercalada así sin mayor comentario. Tan raro me pareció que pensé que yo estaba en algún tipo de error y que a lo mejor no era tan importante. Me alegra leer lo que dice Barañain. Desde luego, es increible que esto no se haya hecho antes. Bendito sea Patxi López y su gobierno.

  9. Buenas noches. Al artículo de Barañain, sólo comentar, como en misa: «es justo y necesario». Lo que han cambiado las tornas en Euskadi, para más que bien.

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