La gran reconciliación

Senyor_J

Asistimos a un proceso de reconciliación entre los partidos y la ciudadanía que, aunque incipiente, empieza a restaurar algunas brechas que se han generado en los últimos años pero que tardarán en estar restauradas plenamente, si es que llegan a estarlo. Lo hemos visto en el Partido Socialista, donde una masa descerebrada que no ha entendido la gran amenaza que supone Pedro Sánchez, ha devuelto a Susana Díaz a Andalucía mediante mensajería urgente. Lo apreciamos también en lo sucedido con el peligroso Jeremy Corbin, un malvado antisistema que se proponía crear un régimen soviético en Gran Bretaña frente la virtuosa y nada antisistema Theresa May, siendo finalmente esta la que va a tener que sudar tinta para sobrevivir durante más de dos telediarios de sobremesa a las puñaladas que le lanzan desde su partido. También el alocado Mélenchon, ese aliado técnico del Frente Nacional, ha estado a punto de dar la campanada y se ha quedado a las puertas de generar un duelo a muerte con Marine Le Pen, siendo finalmente Macron el que ha fulminado a los dos y a unos cuantos más. Entretanto esos venezolanos de PODEMOS siguen saliéndose de los guiones marcados por el Régimen del 78, al proponer un cara a cara con Mariano Rajoy El Honesto, que ha hecho posible ponerle sobre la mesa aquello de que «yo no sé si me fiaría mucho de alguien que tiene tantos amigos en la cárcel», abriéndose así la posibilidad de que se le haga deponer las armas antes de que finalice la legislatura.

En muchos sentido hay quien cree que vivimos desde hace años en un escenario de excepcionalidad democrática, especialmente tras los triunfos de Donald Trump, de Theresa May o incluso del Real Madrid, visto su doble triunfo tanto en la Liga como en la Champions. Pero lo cierto es que no nos hemos salido de la normalidad: del mismo modo que las Copas de Europa del Real Madrid ya las veíamos en blanco y negro, el desfile de personajes como los mencionados y muchos otros que parecen modernillos guays pero que no lo son tanto (caso de Emmanuel o de nuestro paisano Albert, así como del inolvidable Matteo Renzi) es algo que forma parte del paisaje cotidiano de nuestras instituciones. El perfil medio de nuestros electos es el que es y su distanciamiento de las necesidades de la gente, más allá de lo estrictamente imprescindible para generar votos y con ellos, buenos resultados electorales, es del todo innegable. Los Trump de la vida solo son una versión caricaturizable del más de lo mismo y no un hecho excepcional en un país que ha permitido sin despeinarse las presidencias de tipejos como Ronald Reagan o George W. Bush.

Quizás más que de normalidad o anormalidad, deberíamos hablar de desnormalidad. Lo que es lo bastante normal para no ser anormal y lo bastante anormal como para no considerarse normal, lo llamaremos desnormal. Y está claro que ante tanta desnormalidad, la gente necesita encontrar salidas a su frustración, su indignación y sus aspiraciones. Es por ello que en diversas geografías y demografías, personas como Corbin, Pablo y Pedro se convierten en la utopía disponible a la que agarrarse para subvertir las reglas del juego que todos conocemos y proponer otras un tanto diferentes. El acierto con la diana elegida siempre será discutible pero responde a una necesidad inapelable de remover lo que hay y tirarlo por la alcantarilla.

Pero el fenómeno más importante asociado a esta dinámica es todo lo que ello tiene de reconciliación: reconciliación con el sentido del voto, con la participación activa para propiciar el cambio, con la importancia de no ser políticamente correcto para conseguir nuevos hitos…, de conseguir en definitiva un escenario político que dé una mejor respuesta a nuestras inquietudes. Quizás no se algo tan trascendente, quizás ocurra en un ámbito pequeño de la sociedad, quizás no sea un motor suficientemente potente para conseguir darle la vuela a la tortilla sin que se desparrame el huevo, la patata y la cebolla… Al fin y al cabo, toda cocción requiere su tiempo, seguro que faltan muchos ingredientes y las prisas no son buenas consejeras ni siquiera en Masterchef (o Top Chef si lo prefieren más profesional). Pero la reconciliación está en marcha, hace menos predecible el juego político y somete a gobiernos y representantes a un nuevo tipo de escrutinio que les puede hacer más complicada y menos duradera su estancia en el poder.

Y así las cosas, en esa Cataluña mía, en esa Cataluña nuestra, tenemos ahora una larguísima telenovela en macha que no se llama La Riera (esta acaba de finalizar) y que no sabe muy bien si dirimirse en el terreno de la contestación reconciliadora o en el del más de lo mismo. Hay energías que estiran en ambas direcciones, por lo que no tenemos muy claro qué equipo será el que acabe haciéndose con la cuerda, pero qué bonito sería que al llegar el mes de octubre percibiésemos en alguna medida un espíritu subversivo y participativo capaz de mover cosas en alguna dirección. Lo malo es que el Procés, que así se llama el programa, tiene la manía de evolucionar siempre hacia fórmulas anestesiantes que convierten a la Rosa de Foc y a su dominio territorial en un correfoc, es decir, en un espectáculo pirotécnico en que al final nadie corre el riesgo de quemarse.

Quizás sea precisamente esa limitación la misma que disminuya el alcance de sus homólogos en otras latitudes, puesto que la reticencia a transformar las palabras en hechos con efectos mesurables es un mal muy extendido y la reconciliación nunca será completa si la realidad no da testimonio suficiente de que las cosas pueden cambiar y seguir otros caminos. Al menos los Trump y los Brexit han roto con el mito de la improbabilidad, de que las cosas pasan según un guión que alguien ha escrito y que están lo bastante atadas como para que el furor del individuo no tenga ninguna importancia. Pero Susana se dio cuenta de que el individuo cuenta y mucho cuando el transportista de SEUR la dejó en su casa al grito de: «quédate aquí y no intentes volver». Porque no hay nudo, por bien atado que esté, que resista un buen tijeretazo.

 

6 comentarios en “La gran reconciliación

  1. Buenos dias Senyor_j, caballeros callejeros y cabelleras al viento sin coletas y a lo loco:
    «Quizás más que de normalidad o anormalidad, deberíamos hablar de desnormalidad. Lo que es lo bastante normal para no ser anormal y lo bastante anormal como para no considerarse normal, lo llamaremos desnormal. Y está claro que ante tanta desnormalidad, la gente necesita encontrar salidas a su frustración, su indignación y sus aspiraciones. «…
    Mande?…ejem como ise uste?.
    Hablemos claro, su articulo lo que es, es RARO, RARO, RARO.
    Y todo para que?…para decirle a Susana Sanitas que le han cortado las alas?.
    Ya te digo…lo tuyo es muy RARO, RARO, RARO…es resultado de calentamiento global o de los sudores del verano?…
    No se….es la ptimera vez que leo un articulo tan RARO, RARO, RARO…
    Ante mi doy fe.
    AC/DC.
    firmado.
    Jo que caló. …quins nervis.

  2. Buenos días.

    ¿Qué parte no se ha entendido?

    No es un artículo raro…Estoy de acuerdo en que resulta muy discutible que sea un artículo normal, pero tampoco me parecería justo calificarlo de anormal. Por lo tanto, no sería un artículo RARO, RARO, RARO… si acaso será desnormal!

    También es desnormal lo de Susanita… Pero no lo que el artículo dice de Susanita… En este caso la desnormalidad sería por ejemplo la falta de balance del Congreso socialista, en una página como esta, más allá de la homilía de Guridi. O la pantalla de plasma de Felipe. O la encarnación de Patxi en la plurinacionalidad. En cambio, hay un silencio desnormal…

    Y a todo esto la Generalitat sin urnas… viva la desnormalidad!

  3. Y hablando de tablas..
    Como se puede llegar a las tablas en este pulso entre la Generalitat y El Estado ante un tablero de ajedrez jugando un Trilero y un Don Tancredo.?.
    Esta pregunta si que es RARA, RARA, RARA…verdad?…ejem

  4. Manifiesto Civico.
    Un centenar de personalidades catalanas ha suscrito un manifiesto cívico en el que reclama al Govern que suspenda el referéndum de independencia que tiene previsto para el 1 de octubre, porque “atenta” contra la “esencia misma” del Estado de derecho y no es “democráticamente homologable”.

    El manifiesto que ha venido preparándose con discreción, lo firman destacados juristas, expolíticos, empresarios o catedráticos, entre otros profesionales.
    Los firmantes
    Juristas, expolíticos, empresarios o catedráticos, entre otros profesionales
    El exlíder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu (PSC), el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Eugeni Gay, el exdirector de ESADE Carlos Losada o la catedrática de la UAB Victòria Camps son algunas de las personalidades que han firmado este manifiesto bajo el título Por Catalunya y la democracia.

    El documento del manifiesto señala que el referéndum unilateral de independencia “atenta a la esencia misma de la pervivencia del Estado de derecho” y no cumple con los “requisitos imprescindibles” para que sea “democráticamente homologable”. Asimismo, los firmantes denuncian el oscurantismo de la ley del referéndum y de la de ‘desconexión’ con el Estado, de la que todavía no se han dado a conocer los detalles.

    ”Las leyes que conducirían a una pretendida declaración de independencia permanecen escondidas a las fuerzas políticas del arco parlamentario que representan más de la mitad del pueblo catalán. Es un artificio que constituye una verdadera sustracción del ejercicio de la potestad legislativa propia de una nación civilizada y de una democracia madura”, recoge el manifiesto.
    En este sentido, el documento advierte de que “sustituir la razón democrática por el voluntarismo conducirá indefectiblemente a la perversión del sistema político, a la ruina de la concordia cívica, y la fractura de la sociedad catalana”.

    Por otro lado, el documento reclama también al Gobierno del PP que se avenga a dialogar para buscar “soluciones positivas” para Catalunya y el resto del Estado: ”Con la misma convicción y el mismo sentimiento de urgencia, pedimos, a quienes tienen la legitimidad política para hacerlo, y en particular al Gobierno español, que se esfuercen al máximo para acordar soluciones positivas para Catalunya y para el conjunto de España”, señala.

    Los promotores de este manifiesto tienen intención de hacer llegar el texto en los próximos días al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al de la Generalitat, Carles Puigdemont.
    ……
    En fin…
    Gracias por este poquito de por favor..
    Y mientras tanto TV3 y 3/24 haciendo apologia del secesionismo todos los dias .

  5. Lanzo una pregunta al aire:
    Por qué en Publico , boletín oficial y organo de propaganda de Podemos ,no publica ni una sola noticia sobre la situación politica en Venezuela?
    Me estaré volviendo RARO, RARO, RARO o es que os quiero tender una trampa saducea?…ejem.

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