MCEC
La invasión de Irak ha sido una catástrofe. Pero puede quedarse en nada comparado con la confrontación con Irán que se intuye. Ojalá me equivoque pero mi temor no es simplemente producto de la paranoia. Me explico. La mayorÃa de los congresistas demócratas han dejado de apoyar la guerra en Irak que en su momento aprobaron. Un número creciente de congresistas republicanos empiezan a hacer lo mismo tras el varapalo electoral de noviembre y pensando en las próximas elecciones legislativas y presidenciales. Incluso antes de su última renovación parcial el Congreso encargó a la Comisión Baker-Hamilton un informe sobre la situación en Irak y vÃas para resolverla. El informe es demoledor. No entra en si la guerra fue ilegal o necesaria pero juzga severamente todas las decisiones tomadas por el mando americano: número de tropas insuficiente, corrupción y falta de control del administrador de la ocupación, vacÃo de poder por la desbaazificación de la administración y disolución del ejército, abusos de Derechos Humanos, acento excesivo en la cosmética de la democracia (elecciones, referéndum) en una sociedad no acostumbrada a ella, etc, etc.
Con respecto al futuro planteaba varias opciones pero en realidad sugerÃa sólo una como viable y apropiada: fijar desde ya una fecha para el inicio de la retirada y asociar a los paÃses vecinos en la estabilización del paÃs, incluidos Irán y Siria. Las otras opciones contempladas se dejaban de lado por inviables y/o perjudiciales. La retirada total inmediata porque sumirÃa Irak en un caos aún mayor a corto plazo y representarÃa una victoria de las fuerzas extremistas y de Al Qaeda. El incremento sustancial de las tropas con un horizonte a largo plazo permitirÃa una ocupación con más visos de fructificar en el objetivos inicial de la democratización pero se descartaba implÃcitamente por no ser aceptable para el pueblo americano ni viable para su ejército, que tendrÃa que descuidar cualquier otra amenaza internacional.
En un principio Bush reaccionó a la derrota de noviembre sustituyendo a Rumsfeld y tendiendo puentes de diálogo al nuevo Congreso demócrata por lo que todo el mundo entendió que seguirÃa la recomendación del informe Baker (antiguo Secretario de Estado de Bush padre y, recordémoslo, jefe del equipo que consiguió que Bush hijo ganara finalmente la batalla legal a Gore).Pero sólo unas semanas más tarde ha vuelto a ponerse en manos del Vicepresidente Cheney y su cohorte de consejeros neoconservadores anunciando un nuevo plan para Irak que consiste en incrementar en 21.000 el número de efectivos en Irak y no pone fecha al inicio de la retirada, dando pábulo a la sospecha de que EEUU pretende quedarse indefinidamente en Irak (tampoco se ha negado la construcción de varias bases permanentes). ¿Quid de los vecinos? Bush ha mandado dos portaviones al Golfo Pérsico con sus correspondientes buques de escolta y ha reafirmado que no permitirá un Irán nuclear. En paralelo, el ejército americano ha detenido a varios diplomáticos iranÃes en Irak, por su supuesto apoyo a las milicias de Moqtada Al Sadr, lÃder del tercer partido chiÃta en importancia y, hasta hace pocas semanas, integrante de la mayorÃa parlamentaria que sostiene al Primer Ministro chiÃta Al Maliki. Respecto a Siria lo mejor que se puede decir es que no hay cambios: se mantiene el discurso agresivo sobre su apoyo al terrorismo palestino y de Hizbulah y su implicación en el asesinato del ex Primer Ministro libanés Rafik Hariri.En suma, de perdidos al rÃo. Es decir, Bush acepta que la implicación de Irán, y en menor medida de su aliada Siria, es indispensable para estabilizar Irak. Pero no a través de la diplomacia, aceptando convocar la conferencia regional que la Liga �?raba reclama desde hace tiempo. No. Más bien incrementando la presión para que cambien de actitud o derrocar a sus lÃderes; preferentemente lo segundo ya que un cambio de actitud no serÃa genuino.Es irrelevante si Bush es un imperialista sin escrúpulos que sólo busca asegurar el control del petróleo, si sigue manteniendo lÃnea directa con un dios evangelista que le dicta qué hacer para expandir el bien o si es un pelele en manos de los iluminados neocon del American Enterprise Institute que ya venÃan insistiendo en la necesidad imperiosa de invadir Irak desde mucho antes de que llegara a la Presidencia. Lo único cierto es que es a estos últimos a los únicos a los que escucha, u obedece.La orda neocon no ha interiorizado el error de la invasión: achaca el fracaso a una ocupación chapucera. Pero lo más grave es que defiende con la misma intensidad la necesidad de derrocar a la teocracia iranÃ. Las violaciones de Derechos Humanos en Irán son irrelevantes. Lo importante son sus reservas de petróleo y de gas (las segundas del mundo) y que se mantiene en rebeldÃa frente a EEUU desde el secuestro de su Embajada en Teherán.
Paradójicamente son los neocon los que más han hecho para que Irán sea una amenaza para toda la región. Los chiÃtas siempre han sido una minorÃa de segunda clase en todo el mundo árabe, dominado por los sunitas. Incluso donde son mayorÃa como Bahrain. O Irak. El derrocamiento de Saddam y la imposición del voto democrático en Irak posibilitó que los chiÃtas (un 60%) alcanzaran el poder y, consiguientemente, Irak dejara de ser la primera lÃnea de defensa sunita contra Teherán, chiÃta pero también persa, es decir, no árabe desde el prisma regional. Ello provoca que, a diferencia de la invasión de Irak, la agresión militar contra Irán sea no sólo apoyada sino jaleada por Arabia SaudÃ, las otras monarquÃas del Golfo, Egipto y Jordania. Incluso Siria la verÃa con buenos ojos si no estuviera completamente aislada.
Ocupado como está en Irak y Afganistán, donde no consigue sus objetivos, el ejército americano no tiene sobrantes que dedicar a atacar Irán, un paÃs más grande y mucho más poblado. Además, las obvias consecuencias catastróficas de semejante ataque para la seguridad mundial bastarÃan para detener las ensoñaciones del más radical de los neocon de Washington. En todo caso el peligro podrÃa venir de la mano de la aviación israelÃ, paÃs obsesionado con el peligro nuclear iranà desde hace un par de décadas y acostumbrado a saltarse a la torera la legalidad internacional, como por ejemplo hizo cuando bombardeó, exitósamente, el reactor nuclear iraquà de Ossirak en 1981.
Discrepo. Israel está en medio de una de sus tÃpicas crisis polÃticas, con un Primer Ministro acosado por la justicia por corrupción y debilitado polÃticamente tras el fiasco de la guerra contra el LÃbano del pasado verano. Además, la aviación israelà no tiene la capacidad logÃstica para atacar las instalaciones nucleares iranÃes, más lejanas y desperdigadas por todo el paÃs. Ni tampoco el armamento necesario para destruirlas al ser en su mayor parte subterráneas. El único paÃs que puede atacarlas con ciertas garantÃas de retrasar el programa nuclear iranà unos cuantos años es EEUU.
¿Lo hará? Esperemos que no. Pero estoy seguro de que Karl Rove, el “wonder boy��? electoral de Bush, ya ha pensado que provocar una confrontación bélica con Irán serÃa la mejor manera de volver a ganar las elecciones presidenciales en 2008. El partido demócrata es más proisraelà que el republicano y serÃa difÃcil que pudiera denunciar un ataque que serÃa aplaudido desde Israel. Si se prepara bien, con un par de provocaciones que generen una respuesta iranà (detener un carguero iranà en el Golfo, una escaramuza en la frontera con Irak) el partido republicano tendrÃa la salida perfecta para dejar el fiasco de Irak de lado y alinearse de nuevo tras el Comandante en Jefe de una nación otra vez en medio de una guerra justa. La colaboración de Irán la podemos dar por sentada: no van a cumplir los requerimientos del Consejo de Seguridad y suspender su programa nuclear, ni tampoco van a cesar en su apoyo a Moqtada Al Sadr o a Hizbullah. Además, ¿qué importa lo que digan Europa, Rusia o China si todos los paÃses vecinos apoyan el ataque?
Falta una pieza en el rompecabezas y Condoleeza ya se ha puesto manos a la obra. Dentro de algunas semanas tendremos una Cumbre tripartita Rice-Olmert-Abu Mazen, de la que saldrán algunas mejoras en la calidad de vida de los palestinos (intercambio de prisioneros, transferencia de fondos, retirada de controles militares e incluso desmantelamiento de algún asentamiento) y ambiciosas promesas polÃticas para el futuro. Mezclado con el miedo a Irán los regÃmenes árabes totalitarios tendrÃan suficiente para justificar ante sus opiniones públicas la renovación de su bendición al papel preponderante de EEUU en la región. Especialmente si la operación de limpia de Bagdad en ciernes permite una mejora temporal de la seguridad en Irak.
DecÃa al principio que me gustarÃa equivocarme. Pero lamentablemente creo que tengo al menos un cincuenta por ciento de posibilidades de no hacerlo alertando sobre la posibilidad de una conflagración militar con Irán en el segundo semestre de 2007. Si es asÃ, que Dios nos coja confesados. Porque en este caso no tenemos mazo con el que dar mientras rezamos. Eso si, tenemos la certeza de que España no apoyará semejante locura, cosa que no podrÃamos decir si los neocon españoles estuvieran en el Gobierno.