Carlos Hidalgo
Voy a hablaros de videojuegos. Un tema que se suele tratar bastante en bloque, sin pararse a ver los pequeños matices. O se condenan como formato, o se han de aceptar acríticamente, lo cual es tan absurdo como hacerlo con cualquier otro medio, tal y como pudieran ser el cine o los libros.Los videojuegos son hoy en día la industria cultural más poderosa, con presupuestos y beneficios superiores a los del cine y audiencias que hacen palidecer a las de la televisión. En España los usa el 40% de la población, con un 52% de hombres y un 48% de mujeres, según datos de las patronales AEVI y DEV. A la hora de jugar; ya sea en ordenador, móvil, tableta o consolas, podemos vivir en primera persona desde intrincadas historias en el mundo creado por un literato polaco (The Witcher), movernos en una deschacharrante versión noir del mundo de los muertos mexicano (Grim Fandango) a relajantes experiencias de hacer coincidir caramelos y frutas para despejar la pantalla (Candy Crush).
Los videojuegos son cultura y difunden cultura. Como todos los formatos de comunicación transmiten ideas, valores y conocimiento. Y son uno más de los campos de batalla donde se libra el conflicto ideológico de nuestros días. Hay juegos que transmiten valores declaradamente progresistas y solidarios (Mass Effect, Spider-Man o Dragon Age) y otros que predican valores conservadores y hobbesianos (Raimbow Six, Bioshock o The Unit).
Ahora es noticia un videojuego llamado Red Dead Redemption 2, donde básicamente nos ponemos en la piel de un forajido estadounidense de finales del siglo XIX. El juego, que da libertad casi ilimitada a sus jugadores, recrea al detalle el salvaje oeste. E incluye a personajes mujeres sufragistas, que en aquel momento reivindicaban su derecho al voto. Pues bien, resulta que varios jugadores se están dedicando a compartir vídeos donde aparecen torturando y matando de diversas formas a las sufragistas digitales. Para gran alegría de la derecha involucionista que avanza en estos tiempos.
Y es que, mientras mirábamos para otro lado, la derecha de Trump y Bannon se dedica a reclutar para sus filas a adolescentes, inundando las redes de apoyos insidiosos a las inseguridades de esa edad, diciendo que la igualdad entre hombres y mujeres es una amenaza para el hombre. O, cómo declaro Trump el lunes: que los hombres jóvenes americanos han de protegerse de movimiento “Me Too”, por busca acabar con ellos.
Y el diario nazi “Daily Stormer” recluta activamente a jóvenes iracundos en foros de videojuegos y comentarios de YouTube o Twitch.
Los resultados de las elecciones de ayer pueden parecer un alivio, pero el próximo electorado nacionalista blanco aún no tiene edad de votar.
“Los videojuegos son cultura y difunden cultura” , ni más ni menos . Y el rock and roll y las fotonovelas , los crucigramas y los acertijos, el ajedrez y el dominó, y hasta el mus, por qué no. No veo por dónde Spider man – con esas mallas y máscara de superhéroe – puede transmitir “ valores declaradamente progresistas y solidarios ” ; ¿ un enmascarado progresista ? ¿ Daily Stormer ?
No conozco en Bilbao , una ciudad llena de progresistas , a nadie que lea Spider-Man y mucho menos que se interese por ese diario que menciona . Pero de vez en cuando pasean por el centro y allí, cerca de unos jardines , está la estatua de Sabino Arana quien decía cosas parecidas o peores que las de Torras y fue enterrado con hábitos de fraile. En la comparación puede que gane Spider -Man aunque es difícil asignar valores a un personaje de ficción con superpoderes y sentido común a un zumbado que reclamó a Inglaterra un protectorado para Euskadi.