La literatura de la crisis

Lobisón

La literatura de la crisis, apresurada y a menudo con erratas, la están haciendo la prensa y los medios, incluyendo esos titulares a veces incomprensibles que aparecen al pie de la pantalla en los informativos de televisión. Los disparatados atentados de Boston, con la caza de los sospechosos y los acusadores lamentos de los padres. El tiroteo en la puerta del palacio Chigi, del que se responsabiliza a un hombre con problemas mentales, como si las cabezas de Berlusconi, Grillo o los hermanos Tsarnaev fueran ejemplos de normalidad. Los suicidios —estadísticamente no significativos— que salpican las noticias de cada día.

Cosas así han pasado siempre, se nos dice, pero aun siendo cierto seguramente adquieren un significado propio en nuestro contexto: la Comisión Europea redescubriendo que no basta con la austeridad, Rogoff y Reinhart asegurando que sus deslices con la hoja de cálculo  no invalidan su argumento sobre los peligros de la deuda. Y mientras sigue creciendo el paro: por causalidad abro un libro de Paul Krugman (¡Acabad ya con esta crisis!,  2012) y leo la dedicatoria: ‘A los que están en paro, que merecen algo mejor’.

Partiendo de un estado de ánimo sombrío, las novelas pueden venir a agravar las cosas. Por ejemplo las de Rafael Chirbes, que acaba de publicar En la orilla, una aproximación a los sentimientos y reflexiones de un empresario al que se ha llevado por delante la crisis, a la vez víctima y verdugo, y que constituye algo así como una segunda parte de Crematorio (2007), el magistral retrato de la intimidad y el entorno de un hombre enriquecido por el boom de la construcción en la costa levantina. Sus reflexiones autoexculpatorias puede que no sean representativas, es demasiado culto y lúcido para que se le pueda considerar normal en ese mundo. Pero la prosa de Chirbes, a la vez realista y muy poco convencional, conseguía remover al lector (además de ganarle el Premio de la Crítica de aquel año).

En Argentina existe una larga experiencia de crisis (muchos analistas predicen ya la llegada inminente de la próxima), así que no es sorprendente encontrar novelas que las reflejan. En Las viudas de los jueves (2005), Claudia Piñeiro desvelaba una intriga que podríamos considerar policial, pero cuyo eje era el impacto de la crisis del cambio de siglo sobre las vidas de cuatro familias, amigas y vecinas de un country, una urbanización cerrada para clase media alta. El final moralizante no era demasiado verosímil, pero las vidas y problemas descritos constituían una fascinante radiografía de los ‘ganadores’ de los cambios de los años noventa.

De Sergio Olguín sólo he leído Oscura monótona sangre (2009), pero parece que en Lanús (2002) ya enfrentaba la realidad de una clase media emergente con sus raíces de barrio, un barrio que además se ha descompuesto socialmente. Súmese un protagonista en esa peligrosa edad en que se redescubren la pasión y sus desvaríos y se tendrá un drama de autodestrucción a partir de una creciente pérdida del sentido de la realidad. No es muy optimista, pero quizá refleja bien las dificultades que los ganadores tienen para reconciliar sus orígenes y sus querencias. Su última novela (La fragilidad de los cuerpos, 2013) tiene una sinopsis que recuerda un poco a la de Betibú (2011), de la antedicha Claudia Piñeiro, pero no me hagan caso: la combinación de crisis social y novela policial puede prestarse a paralelismos apresurados sin la prueba de la lectura.

13 comentarios en “La literatura de la crisis

  1. Esto no es exactamente literatura de la crisis pero es lo primero que he leído hoy en el periódico (El País): «El enigma de la magnitud del paro juvenil’, de W. CHISLETT.

    Me asomo a Debate Callejero hoy como si se tratara de un consultorio radiofónico a la antigua usanza, en busca de iluminación; por si un alma caritativa puede explicarme el galimatías del que habla el tal Chislett. El caso es que sé lo que quiere decir pero no entiendo bien lo que dice. Y no entiendo, si el problema radica en una mala elección de «numeradores» y «denominadores» al definir tasas y ratios, y esa elección es común en todo el territorio Eurostat, por qué afecta de manera tan diferenciada a España (el autor habla de nueva «leyenda negra» del fracaso de España).

    http://elpais.com/elpais/2013/04/22/opinion/1366640373_850964.html

    Así que imploro a nuestros sabios (por ejemplo a San José Domingo Roselló o a San Lobisón) para que, si tienen a bien, me lo expliquen. Con permiso de la literatura de la crisis, porque esto de Chislett es otra cosa -¿o no?.

  2. Buen articulo, es un gusto leerte, dicho esto unas palabras que yo le dedico al Presidente.
    Señor Rajoy.
    Me dirijo a usted en mi condición de ciudadano, no importa que yo no le votase, pero igualmente reconozco su legitimidad a gobernar por la sentencia de las urnas democráticas, pero tiene la obligación de hacerlo para el bien todos. Dicho esto tengo que decirle que no es preciso que venga usted a Granada a decirnos que la cosa no tiene solución a corto y casi ni a largo plazo, bien podía usted hacerlo directamente a los españoles, a esos españoles (para eso está el Parlamento y los medios) a los que usted prometió soluciones para el paro, la corrupción, la transparencia que prometió no la vemos por ninguna parte. Como puede decirle a los españoles que está en el paro, a esos seis millones que hoy no tienen un trabajo, que tengan paciencia. Usted que no ha podido o no ha querido esclarecer hasta la presente, los sobresueldos (presuntamente) que cobraban ustedes, mientras medio país no llega a fin de mes y algunos a la primera semana. Como puede usted explicar desde una tele de plasma, lo que cuando estaba en Oposición dijo directamente y ahora no se cumple, como no da la cara para explicar las cosas, no en Granada, en la Moncloa con luz y taquígrafos. Díganos que a Europa le importan un pepino los seis millones de parados, que en lo que le resta de mandato no lo puede solucionar, díganos que lo que importa es el saneamiento de las entidades financieras, a costa de Sanidad, Educación, Servicios Sociales, Paro y que el déficit ha subido tres puntos por el dinero que se ha dado a los bancos. Díganos porqué dijo cuando estaba en la opocición, que ni un euro para bancos, y que el paro era Zapatero. Como nos presenta usted un gabinete intocable al mismo tiempo que nos dice que son incapaces de solucionar la peor situación por la que ha atravesado España. Estamos en una situación de absoluta falta de respeto hacia el funsionariado y en dicho sector se está produciendo el mas radical de los Eres, se están despidiendo a todos los interinos sin distinción, mientras hay precariedad en todos los servicios, sanidad, educación, servicios sociales, justicia y no hablemos de Hacienda en la que no pueden luchar contra el fraude fiscal por falta de recursos humanos, mientras aumentan las cifras de paro de una manera alarmante, mientras Justicia y Hacienda no pueden cumplir su cometido por falta de recursos humanos, mientras ustedes despiden a todo el mundo.
    Ante esta situación usted señor Rajoy no puede pretender que los españoles acepten sudor y lágrimas a cambio de que usted permanezca gobernando sin un gesto, sin una información a la ciudadanía y pretendiendo hacer creer que todo va por el buen camino. Señor Rajoy después de año y medio de austeridad impuesta desde Europa, seguimos aumentando las cifras del paro, el déficit público, a la corrupción, no han sido capaces de atajarla ni a la que se refiere a los suyos. Igual que ustedes pidieron cuantas a Zapatero, (el PSOE deberá ser claro y dará cuantas) por lo tanto estamos en el mismo derecho a pedírselas a usted, de no cumplir sus promesas, de permitir que Europa y la señora Merkel nos manden a la indigencia, que los bancos hayan robado y se hayan repartido el dinero entre sus dirigentes, a cambio se levanten con dinero publico y se dejen caer las empresas y el estado del bienestar. El ciudadano tiene aguante, pero no lo pongan aprueba, se lo digo a UNOS Y OTROS a los que cobran de la política.

  3. Les dejo un link a un artículo publicado en La Voz de Galicia. Según dice el autor al final » el artículo está elaborado con frases de Rajoy, Sáenz de Santamaría, De Cospedal, Montoro y Aguirre cuando gobernaban los socialistas. Solo ha sustituido el nombre de Zapatero por el de Rajoy y los cuatro o cinco millones de parados que había entonces por los más de seis de ahora).
    http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2013/04/29/catastrofe/0003_201304G29P56991.htm

  4. Barañaín:
    Chislett explica muy mal las cosas. La EPA la hace el INE y es por preguntas a los encuestados. Usted dice que está en paro, ¿pero busca trabajo? Sí. Entonces te ponen como parado. Pero también preguntan al encuestado si está estudiando y si conrtesta que sí, lo tachan de parado y lo ponen como población inactiva. Según Chistett esto segundo no lo hacen, por lo que «se cuelan como parados» muchos que estan estudiando, bien porque el encuestador no se lo pregunta o bien por que el encuestado miente afirmando que no estudia. Las Tasas de la EPA dividen Parados por Población Activa y los ratios de Eurostat dividen Parados por la suma de Población Activa y Población Inactiva. Las tasas son por tanto siempre mayores que los ratios, pero si además estamos metiendo en la categoria de Parados a los que están estudiando, la diferencia es todavía mayor. No se sabe si Chislett ignora los intringulis de la EPA o quiere marcarse un plus de listo.

  5. Muy interesante el artículo de Amparo González que cuelga Pratxanda. ¡Y sabe de lo que habla!

  6. Gracias a Lobison por el articulo. No se si esto va en los mismo tiros de las obras citadas en el post, pero creo que Petros Markaris también hace una buena radiografia del impacto de la crisi en Grecia en sus libros «Con el agua al cuello» y «Liquidación final».

    Barañain.

    No se si agradecer o no esto de ser canonizado en vida.

    Creo que la explicación de Magallanes (que del tema sabe aunque no se prodigue mucho) refleja bastanet exactamente el problema. Primero, que Chislett o su traductor no se han lucido precisamente a la hora de contarlo. Segundo, que el asunto está en contar a todos los jovenes o solo a unos cuantos. En general, a alguien que estudia se le suele considerar «inactivo», pero…¿que pasa si está buscando una chapucilla o un «currillo» para sacarse unos dineros?, pues que estrictamente hablando, según la definicion EPA, deberia considerarsele activo, y si no lo encuentra, parado.
    Da la impresión de que Chislett nos quiere decir que hay mucho joven de este tipo, activos y parados, pero que en realidad están estudiando.
    No lo sé,
    Si puedo decir que la cifra final que da, de que 2 millones de parados en realidad no deberian serlo, porque en el fondo son jovenes que estudian y no buscan un «trabajo serio», me parece algo exagerada.

  7. Muchas gracias por las aclaraciones a Magallanes y Roselló (vale, lo dejo en «beato» que queda como más laico) y a Pratxanda por la chuleta.

  8. Roselló tiene razón, qué vergüenza. Márkaris me gusta mucho pero se me ha olvidado citar sus dos últimas novelas. Porque me acababa de leer las de Chirbes y Olguín, y en relación con éste me he acordado de las de Claudia Piñeiro. Mea culpa.

  9. Para leer una verdadera «literatura de la crisis» no hay que irse a la biblioteca o entrar en cualquier libreria de la esquina….hay que ir a la web del Congreso de los diputados y buscar cualquier decreto ley del BOE….y sobre todo leerse los presupuestos del estado de este gobierno popular que aniquila nuestras mentes diariamente con su mayoria absolutista.
    Pero no quiero menospreciar el articulo de Lobison por su ingenua exposicion de motivos….jeje….pero seria bueno que de vez en cuando leyera un poquito de literatura SciFi….por lo menos podra decir con toda propiedad…»esto si que me lo creo a pies juntillas»….jeje.

    Asi pues os recomiendo que para comprender la crisis que vivimos no dejeis de leer :
    YO VISITE GANIMEDES
    (Yo visité Ganímedes)
    Yosip Ibrahim

    Los habitantes del planeta Ganímedes mantienen contacto con terrícolas, entre ellos «Pepe». Su amigo Yosip relata la información que obtiene de «Pepe» y habla de un mundo maravilloso y perfecto donde no tienen cabida los engaños ni las guerras porque esos seres están por encima de todo eso. El final del relato es impactante porque es como ponerte un caramelo en la boca y quitártelo de golpe: presenta las imperfecciones de los habitantes de La Tierra, las enfermedades, las guerras, las violaciones…
    Bueno para los que no tengan ganas de bajar a la calle e ir a la libreria mas cercana o hayan posado sus posaderas ante el ordenador y de ahi no los mueve ni Dios….pues aqui les dejo la version youtube…..jeje.

    Yo Visite Ganimedes (Audiolibro)
    http://www.youtube.com/watch?v=2wyUxH06ZVs

    Que lo disfruten….JAJAJA….que nervios.

  10. YO VISITE GANIMEDES
    Primera Parte
    C A P I TULO I
    La Visita del OVNI
    Fui amigo de Pepe desde niño (permítaseme guardar respetuoso silencio sobre su verdadero nombre).
    Crecimos juntos, y juntos pasamos, también, las etapas de la adolescencia, la juventud fogosa y alegre, y la madurez reposada de hombres comunes y amantes de la vida hogareña, de esa vida modesta y sencilla que hacen en este mundo millones de seres de clase media. Ambos, igualmente, pudimos disfrutar de una educación esmerada para asegurar una vida cómoda y respetable que, sin estar exenta de las luchas y problemas comunes a la generalidad, nos permitió formar hogares dignos. Pepe y yo tuvimos la suerte de encontrar esposas buenas, comprensivas, hacendosas, y aunque él no llegó a tener hijos, como yo, había disfrutado de treinta años de vida conyugal verdaderamente feliz. Con laboriosidad y honradez logró reunir lo preciso para rodear a su esposa de los elementos suficientes para una vida tranquila, y en los últimos años de su matrimonio gozaron de la comodidad de una casa propia, rodeada por amplio y hermoso jardín.
    Así llegó el momento en que el destino dispuso la separación de los dos cónyuges; una noche, de manera intempestiva, dejó de latir el corazón de su dulce compañera, y desde ese instante cambió la vida de mi amigo por completo. Siempre había sido aficionado al estudio de temas profundos. Conocía a fondo la Psicología, la Filosofía y la Metafísica; las más de las veces, dedicaba largas horas a la investigación del pasado de la humanidad y en la resolución de problemas relacionados con la Vida y con el Cosmos. A la muerte de su esposa, después de los primeros días del fatal impacto, se había encerrado en su casa, en medio de sus recuerdos y sus libros, siendo para mi, tarea tremenda el lograr sacarlo, de rato en rato, para procurarle alguna distracción.
    Transcurrieron varios meses desde el sepelio de su señora, y nuestra amistad, cada vez más estrecha y más íntima, hizo que nos viéramos y pasáramos juntos largas horas todos los días. Llegó a ser cotidiano compañero de mesa de los míos, y mis hijos se acostumbraron a tratarlo como «el tío Pepe», y a esperar su llegada con gran interés, porque siempre tenía alguna historia amena y divertida que contar… Así las cosas -hace de esto apenas dos meses-nos sorprendió no recibir su acostumbrada visita. Esperamos hasta tarde para almorzar, y como no llegara, llamé repetidas veces por teléfono a su casa, sin obtener respuesta. Sabíamos que desde la muerte de su esposa, tenía sólo a su servicio un antiguo mayordomo; pero se había habituado a cerrar con llave todas las puertas de la residencia cada
    vez que salía, y aún en la noche, permanecía encerrado en la casa, pues el criado tenía un departamento aparte, en el jardín, sin comunicación alguna con el resto del edificio, ni con el teléfono.
    Como el resto del día no lograra comunicarme con él, esa noche insistí en mis llamadas, con idéntico
    resultado. Nos extrañaba aquel silencio, tan desusado, y sabíamos por experiencia que no
    acostumbraba pernoctar fuera. Por tales razones, al no lograr comunicación a la mañana siguiente, fui
    en su busca. Encontré al mayordomo nervioso y profundamente extrañado.
    -No sé nada del Señor -me dijo-. Anteanoche llegó a la hora de costumbre, cerró las puertas como
    siempre… y no lo he visto en todo el día.
    -¿Ni a la hora del desayuno?
    -Tampoco; no ha abierto las puertas en ningún momento…
    Guardé silencio. Una sospecha cruzó por mi mente. Busqué en mi llavero las llaves que Pepe me diera
    a poco de morir su esposa. En esa ocasión me había dicho: «Tómalas para que puedas entrar cuando gustes. Si alguna vez no abriese las puertas como todos los días, hazlo tú por mí… Y si me encontraras
    muerto, cumple las indicaciones de un sobre lacrado que hay en el cajón central de mi escritorio». Con tales pensamientos
    ingresé a la casa acompañado por el criado. Todo estaba en perfecto orden. Incluso la cama no había sido descubierta; pero el cobertor arrugado denotaba que el cuerpo de una persona había reposado sobre ella sin destapar las ropas. Junto al sillón, el cenicero del velador estaba lleno de colillas. Se comprendía que esa
    noche estuvo fumando mucho. Pero ningún indicio de su paradero.
    Cada vez más intrigado, luego de buscar por todas partes en la esperanza de hallar algún papel, alguna nota que hubiese podido arrojar luz sobre su extraño proceder, tan fuera de su diaria conducta, llamé por teléfono a las personas con quienes hubiera posibilidad de saber algo. Nadie lo había visto desde días antes. En cuanto al mayordomo, aseguraba haber hablado con él aquella noche, sin haber notado nada extraño en sus palabras o actitudes.
    Yo no sabía qué pensar. Conociendo íntimamente el carácter y los hábitos de mi amigo, no podía aceptar la idea de una aventura romántica o sexual, especialmente en aquellas circunstancias, pues el
    mayordomo aseguraba haber visto prendida la luz de su dormitorio hasta media noche, hora en que se quedó dormido. Por otra parte, la casa dista mucho de la ciudad y el único medio de comunicación con
    ella es por la Carretera Central, y la pista a Monterrico en automóvil. Y Pepe no había sacado, tampoco su carro del garaje.
    ………jeje.

  11. Gracias por las recomendaciones literarias, Lobisón. Leyendo esto me animo a dejaros un enlace a mi proyecto «Resaca de pisco». Una novela por entregas sobre el exilio (a Chile, en mi caso) que ni cae en el pesimismo fácil, ni es un anuncio de compresas. http://resacadepisco.pressbooks.com.

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