La oportunidad de perder una oportunidad

Carlos Hidalgo

Decía un veterano negociador israelí que los palestinos “nunca pierden la oportunidad de perder una oportunidad”. Hoy puede decirse lo mismo de la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el líder de la oposición, Pablo Casado. No perderé el tiempo en reiterar la cantidad de asuntos en los que Gobierno y oposición pueden ponerse de acuerdo. Obviamente no ha sido así. Ni en casos tan sangrantes como la renovación del Consejo General del Poder Judicial; un asunto en el que todo el mundo reclama capacidad de acuerdo, pero donde todos disparan a la mínima su veto. Especialmente el PP, que aún tiene asuntos judiciales pendientes. Por no hablar del Tribunal de Cuentas, la presidencia de RTVE o el Defensor del Pueblo.

¿Las excusas? Venezuela y Cataluña. Otros dos asuntos donde el PP no se aplica la postura responsable que exigía (y que obtuvo) cuando gobernaba. Es vergonzoso ver al PP romper los consensos en política exterior y, del mismo modo, desautorizar al Gobierno en Cataluña, cuando el PSOE se sentó para acordar la aplicación del 155 y aún recordamos a Zapatero defendiendo ante Chávez el buen nombre de Aznar antes de que el rey emérito gritase aquello de “¿por qué no te callas?”.

Tengo la muy personal impresión de que a Casado no le vendría nada mal ejercer de hombre de Estado y haber acordado algunas cosas, antes que unirse a la vocinglera y bronca actitud de Vox. Si el PP se instala en el sabotaje permanente es posible que muchos de sus electores dejen de percibirles como aptos para volver a manejar los asuntos del Gobierno. Y a la hora de hacer el gamberro, los de Vox van a ganar siempre por goleada.  

Parece mentira tener que recordar que negociar no es un signo de debilidad y que llegar a acuerdos no es de ninguna manera una rendición. Pero a ver cómo se explica esto a líderes políticos que no admiten tener que dar explicaciones más largas que un estado de Instagram.  

El caso es que hay que recordar nuevamente que en una democracia no pasa nada por dialogar. Es más, el sistema entero está diseñado para eso. No sólo eso, sino que el sistema también está diseñado para que puedan llegar a acuerdos, con quien sea en lo que sea. Y esto se aplica al principal partido del Gobierno y al de la Oposición. Pero también al resto de partidos. Puede que hasta la opción política más odiosa coincida contigo en algo, pues hay temas donde siempre es posible llegar a un acuerdo.

 Hoy se ha vuelto a aprovechar la oportunidad de perder una oportunidad.

Deja una respuesta