La reforma laboral del siglo XXI

Sicilia

Una tradición que se observa en diferentes culturas, principal aunque no exclusivamente en las mediterráneas, consiste en festejar la llegada del buen tiempo con la quema colectiva y en la calle, de enseres inservibles, ropa vieja y otras cosas de las que nos queramos deshacer. No es poco habitual que estas tradiciones, en su origen principalmente útiles, hayan derivado con el paso de los años en actos de cortes más festivos, muy aptos para el “bebercio” y el devaneo. 

Parece ser que contagiados de la útil tradición de quemar los trastos viejos en primavera, un grupo de expertos en economía patrios, dicho sea de paso y para variar, con el calificativo de «experto suficientemente acreditado», se han decidido a presentar un manifiesto en el que reúnen sus ideas para una reforma laboral.

 Al acabar de leerlo, cosa que puede hacer del primero al último de los ciudadanos, porque está escrito en un lenguaje perfectamente compresible y exento de tecnicismos, se queda uno con la sensación de que muchas veces el tono de voz mesurado y el discurso convincente sirven por sí mismos para acabar con el griterío y la repetición de tópicos, reproducidos con la previsibilidad de una letanía, que estamos acostumbrados a oír cuando hablamos del mercado laboral español.

Por fin una reforma que no pone por delante el despido libre, ni la desregulación a mansalva, ni la abolición de los sindicatos, ni básicamente dice que la culpa de todo la tienen la existencia de ese peligroso vicio de querer trabajar en condiciones, y al mismo tiempo no culpabiliza a colectivo alguno, ni suelta lemas caducos. La sensación es cómo pasar de vestir de arpillera a seda, una inequívoca y abrumadora sensación de mejora.

Las ideas principales de esta reforma son las siguientes:

  1. Acabar con los contratos temporales, dejando solo el de interinidad. Todos los contratos tendrían una indemnización por despido creciente con el tiempo, que acabase por debajo del máximo actual de 45 días por año trabajado. Así se acaba con la temporalidad y se atiende a la tradicional reclamación sobre lo elevado de los costes de despido.
  2. Acortar –salvo en el actual periodo de crisis- la duración de la prestación por desempleo, elevando en cambio su volumen inicial. Al mismo tiempo, hacer que la cotización por esta prestación sea nominal por cada trabajador y asimilable a su fondo de pensiones. Novedoso, las empresas que menos prejubilen y menos despidan tendrían bonificaciones. Así mejoraríamos en incentivos al trabajo y a la duración de la vida laboral.
  3. Permitir que, en la negociación colectiva, un acuerdo a nivel de empresa pueda prevalecer sobre el convenio provincial o regional, posibilitando así que se alcancen soluciones más realistas empresa a empresa.
  4. En el ámbito de las políticas activas de empleo, permitir la entrada de agencias de colocación privadas asociadas al sistema público e introducir dentro de éste, conceptos como la evaluación del impacto de las medidas aplicadas, redirigiendo los recursos a las más eficaces.

La medida de su éxito es que la caverna mediática, una vez olisqueado el contenido y viendo que con esto no se podía ni abrir cabezas ni mandar a nadie a la hoguera, ha perdido completamente el interés, y solo lo menciona de costadillo y a toda prisa, no sea que se haga demasiado famosa.

No obstante, una cosa es predicar y otra dar trigo. Las propuestas desarrolladas en el manifiesto son inteligentes, refrescantes y están rigurosamente construidas, pero llevarlas a la práctica no es tan sencillo como ponerse de acuerdo sobre ellas. Practicando un poco ese hábito tan poco saludable de “tirar al pichón” saboteando cualquier idea interesante que se salga del rebaño, el proceso de llevar a la práctica esta reforma podría ser tan complejo que resultase imposible.

Primero, porque aún habiendo alcanzado un hipotético acuerdo entre patronal, sindicatos y gobierno sobre que, efectivamente los problemas del mercado laboral español son los que el manifiesto dice que son, y se solucionan como el manifiesto dice que se solucionan – supuesto bastante osado en un tema tan sensible como este y en un momento tan delicado- deberíamos entonces entrar en el tema de los detalles

Segundo, una reforma así está llena de porcentajes a explicitar, periodos máximos y mínimos a acotar, supuestos y salvedades que hacer. Habiendo salvado el primer escollo del acuerdo general sobre la música, a la hora de descender a la letra, los intereses contrapuestos en la negociación tienen demasiados recodos y meandros para que la materialización de los acuerdos fuese rápida.

Tercero, hay una disyuntiva interesante cuando se abordan reformas tan profundas, que se deriva de la existencia de gente a la que pillamos “en medio”. Si los regímenes nuevos se aplican solo a los nuevos entrantes, el aplicar la reforma no tiene coste alguno, pero puede ser eterno el que la nueva regulación sea realmente efectiva al ser aplicada a un número comparablemente muy pequeño de trabajadores.

Si optamos por aplicarla a todo el mundo a la vez, para que ejerza su máximo efecto rápidamente, hay que diseñar un sistema que simule el efecto de la nueva regulación en trabajadores que llevan toda su vida laboral con la otra. Si esto supone pérdida de derechos para los trabajadores “antiguos”, la reforma puede, legalmente, incluso no serles aplicable, pero aún en el caso de que no fuese así, puede hacerse necesario compensar diferencias de alguna manera. ¿Con cargo a quien o a qué caja? ¿Es asumible este coste? En esta vida nada sale gratis total.

Cuarto, la pereza, la fuerza más irresistible de la naturaleza, combinada con la preferencia por rendimientos presentes a hipotéticas ganancias futuras, dibuja un escenario que juega a la contra de las reformas largas y costosas de implantar. Basta con que el ciclo económico cambie en medio, para que desaparezca la presión para completarlas hasta el extremo. Más aún, si introducimos la mezquindad humana en la ecuación, si algo así tardase en dar resultados, o tardase mas de lo esperado, sería muy tentador hacerlo descarrilar tildándolo de idea brillante o proceso ineficaz.

Con todo, con sus posibles inexactitudes, o con sus dificultades de desarrollar, bienvenida sea esta nueva manera de hablar desde el rigor. Los expertos de verdad, o al menos una parte bastante significativa de ellos, han hablado y lo que ha salido de sus bocas ha quemado los trastos viejos. Adiós al esparto, bienvenidas sean las complejas mezclas de tejido, adiós a las zuecos y vivan las zapatillas deportivas. Parece razonable pensar que muchos de los elementos aquí expuestos deberían definir el escenario en el cual se desarrolle la regulación laboral española del siglo XXI, ojalá tengan éxito, y nosotros que lo veamos.

24 comentarios en “La reforma laboral del siglo XXI

  1. La primera idea permite que se acuerde una indemnización por despido que puede ir desde, por poner un ejemplo, un mínimo de un día por año de trabajo a un máximo de ocho u, otro ejemplo, de un mínimo de cuarente días por año de trabajo hasta un máximo de cuarenta y cuatro. Cuando se concreten las cifras podré opinar sobre si veo acertada la propuesta, o no.

    La segunda idea tampoco concreta nada, aunque parece ir en la buena dirección de que sea el estado el que sufrague un incremento inicial de la prestación por desempleo que compense una previsible reducción de la indemnización por despido. Si las soluciones que se adoptan para salir de la crisis son a base de más déficit público a costa de hipotecarnos el futuro, no se por qué nos tenemos que hipotecanos solo para ayudar a banqueros, promotores inmobiliarios y constructores y no para favorecer a los empresarios que tienen que seguir tirando el carro, como siempre han hecho, a costa de descapitalizar, o incluso hacer inviables, sus empreas.

    La tercera idea es más concreta, pero no se si es aplicable a una gran mayoría de pequeñas y medianes empresas, que son las que más padecen la crisis. ¿Quiere esa idea decir que el nivel de acuerdo es aplicable a empresas con un solo trabajador? ¿ Es aplicable a pequeñas empresas que empiezan y van negociando, uno a uno, con cada trabajador que incorporan? …. Suena raro y parece que puede dar pié a abusos. Sin embargo, si por esa circustancia se dejan fuera a las muy pequeñas empresas, o a las que se inician, que es lo que pretendemos, que se constituyan nuevas empresas y se contrate, volvemos a lo mismo. Solo las grandes empresas salen beneficiadas. Para los pequeños, que les den …. o que sigan sin nacer.

    La cuarta idea, como declaración de intenciones está bien ……. solo eso.

    No creo que la caverna mediática haya perdido el interés al leer las ideas presentadas, es que no hay nada concreto sobre lo que definirse.

  2. Buenos dias Sicilia,caballeros callejeros y cabelleras al viento.

    Te doy las gracias por el articulo de esta mañana.
    Hace unos dias lei ,creo que en El Periodico la reseña de esta noticia, y al leerla solo pense en que podria decir Sicilia al respecto.
    Hoy lo has hecho y me alegro por ello.

    A Fernando solo decirle que en el apartado segundo «acortar la duración de la prestación por desempleo, elevando en cambio su volumen inicial.» es una medida para «incentivar» la busqueda de empleo….pero el total a percibir por el trabajador sera el mismo…digo yo…

  3. Estoy, hasta la coronilla,y harto de leer criticas hacia Rosa Aguilar por aceptar la consejeria que le ha ofrecido el presidente de la Comunidad andaluza.
    No voy a entrar en el hundimento de IU ….pero no creo que la salidad ,de esa formacion politica ,de Rosa Aguilar vaya a undirlos mas de lo que esa formacon se vaya labrando dia a dia con su desconcierto interno.
    Por mi parte doy mi respaldo anonimo, a una persona como Rosa Aguilar que siempre ha demostrado con sus actos su interes «de servicio publico»,mas alla del color con el que esciba las letras que marcan su camino politico.

    Yo les recomendaria a todos los que ponen su grito fariseo al cielo ,que sean mas receptivos a pensar que no todos los politicos actuan por intereses partidista.

    No lo ha hecho Griñan y no lo ha hecho Rosa Aguilar.
    Gente asquerosa hay en todos los sitios …pero cuando ves a seres «inmaculados» ,como ellos,la tranquilidad toma forma de progreso.

  4. «Permitir que, en la negociación colectiva, un acuerdo a nivel de empresa pueda prevalecer sobre el convenio provincial o regional, posibilitando así que se alcancen soluciones más realistas empresa a empresa …..»

    Esto es de sentido común, y en muchos casos soluciona de raiz problemáticas enquistadas. Por la propia experiencia te digo, sin embargo, que este tipo de acuerdos, donde se hacen, tiene la contrapartida de renunciar a derechos (incluso los más básicos) que sí reconocen la legislación laboral básica, comenzando por el Estatuto de los Trabajadores, y los convenios colectivos de ámbito territorial superior a los de la empresa. Son pactos en muchos casos extraestatutarios y que retrotraen a veces a la antigua contratación civil, no laboral, donde el más poderoso económicamente tiene la sartén por el mango. Tengo un acuerdo de estas características a mano, de un servicio público concertado en el que trabajé dos años y medios en Almería, que se encabeza precisamente así, «Pacto Extra-estatutario de Empresa». A cambio de unas remueraciones superiores a las que contemplaba un convenio colectivo estatal del sector (nefasto, por otra parte), y que eran proporcionales a las horas que se trabajaban realmente, existían renuncias en temas como los permisos por paternidad o maternidad (entonces de un par de días y eso viniendo la «hora cortita»), enfermedad de familiares, vacaciones e incluso renuncias previas al ejercicio de acciones en vía jurisdiccional social intolerables.

    Y un segundo inconveniente: este tipo de negociación colectiva suele ser mal vista por los sindicatos e incluso por buena parte del empresariado también, ya que suele dar lugar a agravios comparativos,sobre todo en lo salarial, que encienden la mecha de la protesta en lugares do todo estaba tranquilo.

    Buenos días y felicidades al articulista.

  5. Amistad, sobre Rosa Aguilar: a esta mujer ya le estaban enseñando la puerta de salida desde hace mucho tiempo por mantener planteamientos políticos socialdemócratas opuestos a la ortodoxia estalinista que el núcleo duro de IU, que no es otro que el viejo PCE que ha retomado el poder interno en manos de Cayo Malayo, impone en la Federación. Por no hablar de sus desencuentros con el lunático de Sánchez Gordillo, de su oposición a la deriva abertzale de EB, su disconfomidad con los exabruptos e insultos del alcalde de Puerto Real (Barroso), y su disconformidad con esa iniciativa de «desvinculación» de IU respecto del pacto constituyente de 1978, que aboca a IU a la marginalidad y al extraparlamentarismo. Ahora algunos se rasgan las vestiduras, pero Rosa Aguilar, como otras gentes que hicieron el mismo camino antes, ha elegido el único lugar posible para trabajar por sus ideas ya que en su antigua formación esto no es posible.

    Como detallazo, el citado Sánchez Gordillo pide que se rompa el pacto PSOE-IU en Córdoba a favor del retorno peperí a la alcaldía (que bien se sienten algunos de estos con la derecha). Éstos son los que la han enviado fuera, y ahora vengan acusaciones.

    Posdatilla: malas lenguas dicen que este conflicto por la salida de Rosa se hubiese evitado si Cayo Malayo hubiese aceptado tan siquiera meditar la propuesta que le hizo ZP, que superaba con creces la de aceptar un acuerdo parlamentario estable, y consistía en la integración progresiva de IU en el PSOE para conformar un gran partido del progreso para España, plural y dinámico. La gerontocracia pecera non quiere, desde ya. Preveo que el paso de Rosa Aguilar va a ser seguido por muchos a partir de ahora, jibarizando más a IU. Lo lamento, pero se lo han buscado, y que nadie vea matonismo en mis palabras, que no lo pretendo.

  6. Gracias Sicilia:

    No creo que todas las ideas presentadas por este extenso grupo -creo que eran 95- de expertos sean tan novedosas. Tienen gran interés, a mi juicio, las dos primeras., si bien, como señalas, sólo podrían valorarse en concreto, con su desarrollo.
    Aplaudiendo el esfuerzo que estos economistas han realizado para intentar llevar a parámetros rzonables el debate, parece complicado entender que una propuesta de este tipo que desarrolle porcentajes razonables de crecimiento de las idemnizaciones en función de los años trabajados, partiendo de un mínimo x, que seria, en cualquier caso, bien un mínimo/mínimosi el periodo a partir del que se compota es muy breve (v.g. 1 año), bien algo mayor si el inicio del periodo de cónputo se elevase… encuentro queuna propuesta de estas características es mucho más fácil de debatir en una situación como la actual, crisis galopante que ha arrasado el mercado de la temporalidad, que en situaciones pasadas. Las bonificaciones por la estabilidad en el empleo serían un incentivo para mentenerlo y ello podría redundar en una mejora de la cualificación profesional de trabajadores y trabajadoras.
    Reparos tengo algunos al segundo apartado por cuanto no parece que nuestras instituciones ni nuestro mercado laboral estén preparados, aunque debería ser una prioridad, para asumir una rotación laboral lo suficientemente ágil como para acortar de forma sustanciosa el periodo medio de desempleo. Y si esto es así y la crisis se prolonga, nos encontraríamos con un problema multiplicado a medio.
    Nota para Fernando: No he entendido que la propuesta vaya dirigida hacia lo que ha dado en llamarse flexiguridad, sino más bien a incentivar la búsqueda de empleo ampliando su cobertura económica los primeros meses y reduciendo su temporalidad. Aunque no soy precisamente un experto.

    El apartado tres tiene enormes dificultades de aplicación y sería, con muchas probabilidades, una fosa para los debilitados sindicatos y unn terreno de juego sin arbitrajes sociales en el que el pequeño saldría aún más perjudicado. Una cosa es tener en cuenta la realidad económica de unas y otra empresas, flexibilizando así los acuerdos a niveles superiores, y otra permitir que el tratamiento empresa a empresa sea la base del futuro de la negociación colectiva. Por cierto, esta es la política que, con caracter genérico y por motivos más políticos y de hegemonía sindical que estrctamente sociolaborales, está ponendi en práctica el sindicato ELA en Euskadi y no ha hecho sino debilitar a los sectores más débiles (que no siempre coinciden con los que tienen más dificultades).

    El punto cuarto no me convence, será probablemente por mi escepticismo con respecto a que la entrada en estos campos de la iniciativa privada mejorará la poca competencia del servicio público. Prefiero empezar por potenciar y dinamizar los actuales servicios públicos destinados a favorecer el empleo.

  7. En relación con la entrada de Rosa Aguilar en el Gobierno andaluz, unos brevísimos apuntes:
    Me parece un excelente fichaje de Griñán por mucho que pueda significar que IU se enfurruñe un poco más con el gobierno de Zapatero y el señor del cambo de color de los billetes de 500 pueda lanzarse en el futuro a convocar huelgas generales.
    Rosa Aguilar estaba en una situación extremadamente incómoda desde la victoria del PC en UI ha sido algo público y manifiesto
    Pero…¿No podía haberse hecho comunicando la decisión previamente a la organización más afectada?.

  8. Gracias, Sicilia.

    Desde luego, algo habrá que hacer. Las cifras de desempleo alcanzadas son asombrosas.

    Abrazos para todos.

  9. No sería mejor que los contratos de trabajo incluyesen una indemnización, por cancelación, decreciente por año trabajado? Por ejemplo: Contratos de un año de duración, los 45 días actuales, de dos años 30 días por año, de tres años 20 días, de cuatro años 10, de cinco años 5 y a partir de los cinco años no hay indemnización a cargo del empresario, paralelamente el estado compensa con la prestación por desempleo lo que considere y en la forma que lo considere. Porque al final ¿que es mejor un contrato de cinco años o uno de un año? La penalización para el empresario debería ser por contratar por poco tiempo, no por mucho.

  10. Yo os diré, amigo Teoura, lo que se va a hacer y lo que no se va a hacer, comenzando por lo último. No se van a emprender reformas estructurales, las que dedimos iniciar hace años para diversificar nuestro tejido productivo en vez de dejarnos llevar detrás del «becerro de oro», el adorado ladrillo. Y no se van a producir los grandes pactos políticos que la situación necesita. ¿Qué se va a hacer? Capear el temporal y esperar tiempos mejores sin aprender la lección. No me cabe duda, por ahí van los últimos movimientos políticos: el PP ha mordido, ve a la pieza débil y redoblará el mordisco. En esas estamos, y reformas del mercado laboral con vocación de cierta tracendencia necesitan del apoyo de todos y todas.

    Negro, mu negro, compadre …..

  11. Hombre ,Fernando XI….si los empresarios ,al año de duración, les dan a los trabajadoresun 1% de los beneficios, a los dos años el 2%, a los tres años ,el 3%, al cuarto año el 4% , a partir de los cinco años no tendra necesidad de echarlos a la calle por que estaran implicados en la productividad y seran accionista de su empresa.
    En fin…hay quien ve la botella siempre llena de aire.

  12. A Aznar no le dejaron llevar adelante su reforma laboral. Hoy hubiese venido bien que los cambios previstos se hubiesen producido en ese momento y posiblemente durante los años de bonanza pasados los ajustes negativos que esos cambios hubiesen podido traer se hubiesen asumido sin graves problemas. Aparentemente es solamente la izquierda la que está capacitada, o legitimada, para que lleve adelante reformas laborales sin que la gente se subleve. ……… Pues que lo haga.

  13. 13

    No Amistad, los empresarios lo que no hacemos es prohibir a los trabajadores que monten empresas. Hay mucho empresario que empiza desde cero.

  14. No querras decir que los millones de trabajadores de este pais «no tienen iniciativa propia»…¿verdad?…Fernando XV…..en fin…..jeje.

  15. No, Amistad. Simplemente digo que si a los empresarios se les considera clase privilegiada, no es un coto cerrado, todo el que quiera puede entrar en ese campo.

  16. La vicepresidenta Salgado tambien parce que es una lumbrera. Dice que Abril será un punto de inflexión. Nada anormal a tenor de que se entra en el mayor período de actividad del año, tanto por corresponder al ciclo «pre-veraniego» que es el de mayor actividad, como por los esperados efectos del costoso plan E (¿a cuanto sale cada puesto de trabajo, que no deja de ser temporal, según las millonarias inversiones que se dicen que se van a desarrollar por los Ayuntamientos?). Como diría Don Polonio, entramos en tiempos de «clarita». Pero decir que los 800.000 desempleados es la demostración de que en España no es costoso despedir, es de nota y demuestra como valora el hecho que muchas pequeñas empresas cierren, como están haciendo y de ahí el aumento del paro.
    Lo que falta que diga es que no es conveniente aumentar la prestación por desempleo, no se la vayan a gastar en vino.

  17. Gracias por el artículo, Sicilia. Buen día para publicarlo. Cuando las nuevas noticias sobre las cifras del paro nos conducen otra vez a la preocupación.

    Creo que el martes pasado enlacé estas propuestas. Las firman economistas tan prestigiosos como Andreu Mas-Colell, Salvador Barberá o Alberto Abadie.

    Yo tengo dos comentarios:

    1. Respecto al tan manido coste del despido, sigo todavía intrigado porque nadie ha leido la letra pequeña de la ley…. Me explico. Estoy viviendo en directo el despido de una persona que tenía contrato indefinido y cinco años y medio de antigüedad en la empresa. La empresa, tras usar testaferros varios y cambios de nombre, se ha desatendido jurídicamente de la plantilla. De hecho, las últimas nóminas no las han cobrado. El empresario argumenta «razones objetivas técnicas». Es decir, la empresa ha quebrado. Al margen de que no es verdad porque la ha descapitalizado, les voy a contar lo que le va a costar al empresario echar a sus trabajadores. En el acto de conciliación no aparece. En el juicio se declara insolvente y dice que la empresa quebró. Si lo demostra, según la ley, la indemnización pasa de 45 días por año trabajado a 20 días!!! ¿Por qué nadie dice que las empresas están usando las «razones objetivas técnicas» para desprenderse de sus trabajadores? No es el único caso que conozco. Pero aquí no acaba la historia. Como el empresario se declara insolvente, ni si quiera paga esa indemnización y los trabajadores acaban en FOGASA. Es decir, al final el despido lo paga el Estado, el subsidio de desempleo -que es la única renta qye recibe ahora- lo paga el Estado…. Vamos, que el despido le ha salido gratis a nuestro querido empresario. ¿Alguien pide despido libre? Si jurídicamente ya existe!! Sólo necesitas un abogado con un mínimo de conocimientos jurídicos….

    2. Lo de «descentralizar» las negociaciones colectivas exige un poco más de debate. Hace un tiempo Peter J. Katzenstein escribió Small States in World Markets: Industrial Policy in Europe (Ithaca: Cornell University Press, 1985), que tradujo en 1987 el Ministerio de Trabajo. En él, Katzenstein se pregunta cómo es posible que algunas economías tan abiertas en Europa sean capaces de compatibilizar apertura económica con igualdad. Observa que estos países tienen algo en común: un diseño centralizado de negociación colectiva. De tal forma que los sindicatos aceptaban aperturas económicas a cambio de más derechos o política social. Y esto sólo era posible con un sistema centralizado de negociación. Los sindicatos están dando síntomas de responsabilidad. Entienden que la moderación social es necesaria -el caso de SEAT, por ejemplo-. La negociación centralizada también tiene enormes beneficios económicos -más igualdad, posibilidad de incrementar la apertura económica….-

    Un mercado de trabajo que destruye 766.000 puestos de trabajo en tres meses es muchas cosas pero no rígido…..

    Saludos y abrazos,

  18. Fernando ,Fernando….que lo que esta en juego son los derechos de los trabajadores….los derechos de las empress estan en manos de la banca…estatal o no….pedirles cuentas a ellos.

  19. 19

    Vale. Tomo nota, si ese es el camino que le dejas al mpresario como solución a su crisis financiera. De todas maneras, creo que el debate es de más altura. Se trata de ver de que manera a LA EMPRESA y LOS EMPRESARIOS, con mayúsculas para distinguirlos de los defraudadores profesionales, o sobrevenidos, que traten de salvar los muebles, se les facilita un camino para que no se hundan, lo que, finalmente y si no encuentran otra salida, hay quienes lo hacen de la manera que describes en tu primer punto. No es lo habitual, afortunadamente, pero decir que para qué buscarle otras soluciones si ya tienen esas y es cuestión de buscarse un buen abogado y montar el pufo, es aceptar el fraude como única solución.

    » Un mercado de trabajo que destruye 766.000 puestos de trabajo en tres meses es muchas cosas pero no rígido…. »
    Joer, Yo tambiénn creo que en Afríca, donde se mueren millones de personas por hambre, lo que se demuestra es que allí la gente vive bien y está muy sana, …. por eso puede morirse.

  20. Disculpen que haya llegado tarde al debate. Con respecto a Isidoro (19), parece que los datos indican que lo mejor son sistemas de negociación colectiva muy centralizados, como en los países escandinavos, o muy descentralizados, como los anglosajones. Y lo peor, lo que tenemos nosotros, ni chica ni limoná, pues hay descentralización por provincias y por rama de actividad, con lo cual no se puede actuar sobre políticas macroecnómicas ni sobre el Estado de Bienestar en su conjunto. Pero la negociación colectiva solo la realizan ciertas empresas del sector y provincia, por lo que puede ser perjudicial para las empresas que no están representadas. Hay quienes proponen que lo mejor es ir hacia una negociación más centralizada en cuestiones como seguridad e higiene en el trabajo o movilidad funcional, y más descentralización con respecto a los horarios de trabajo y los salarios, para que las empresas puedan ajustarse más fácilmente a variaciones del mercado.
    Un análisis sobre la cuestión en:
    La reforma de la negociación colectiva en España
    Juan Francisco Jimeno Serrano, Samuel Bentolila
    Cuestiones clave de la economía española : perspectivas actuales : 2001 / coord. por Joaquín Aurioles Martín, Elena Manzanera Díaz, 2002, ISBN 84-607-6109-6, pags. 87-114

    El problema, en definitiva, es que vivimos en un sistema capitalista. El empresario lo que quiere es pasta, y verá todas las formas para conseguirla, y punto. Todo el problema del derecho laboral es cómo garantizar que en su búsqueda de beneficio no se aproveche demasiado de quienes no tienen capital. Y luego surge otro problema, cómo evitar que los «curritos escaqueitor» busquen todas las triquiñuelas posibles para aprovecharse de la situación.

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