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¿Será posible que hasta la Eurocopa se le ponga de cara a Sánchez? Porque mira que empezó mal la cosa. Desde la publicación de la lista de convocados, sin ninguno del Real Madrid incluido Ramos, el capitán. Y el primer partido, y luego el segundo, sendos empates inanes. La goleada del tercero no fue para echar cohetes – Eslovaquia… – pero estuvimos a punto de pasar primeros de grupo pese a estar en un tris de caer eliminados. La Croacia de octavos imponía pero le dimos cera. Hasta que nos la dieron ellos y estuvieron a punto de darnos más en la prórroga pero finalmente se fueron para casa con el rabo entre las piernas. Y la Suiza de octavos tampoco era una potencia mundial pero había eliminado a Francia a penaltis. De esa misma forma cayeron frente a la roja, pese a que empezamos fallando el primero. Y el martes Italia, una de las favoritas, a priori más sólida y que nos puede dar para el pelo. Como les hemos dado nosotros últimamente varias veces. Pero, pase lo que pase mañana, la Roja de Pedro Sánchez está en semifinales, mucho más de lo que cabía esperar antes de que empezara el torneo y algo impensable una vez salimos al campo. Y quizás por ello, los indultados están en sus casas y no ha pasado nada.
Encima no sabe mucho de futbol porque, como todo el mundo sabe, viene del Ramiro y lo que le va es el baloncesto. Pero como tengamos un poquito más de suerte – el mejor de Italia tampoco va a poder jugar, como ya no pudo el mejor suizo y uno de los mejores croatas – igual se planta en Wembley el domingo que viene a disputarle el cetro europeo a Boris Johnson, con el resto de la UE respaldándole.
Ramos no estaba para jugar y Luis Enrique, uno de los pocos que pasó de merengue a culé – bastantes más hicieron el camino contrario: Figo, Laudrup, Ronaldo, Milla, Celades… – se atrevió a no convocar a ningún otro jugador del Madrid, concitando todavía más odio entre la afición madridista del que ya genera por sí mismo. Encima Busquets, el nuevo capitán en ausencia del Camero, dio positivo por COVID y se perdió el inicio. Que fue raquítico con Suecia – más el resultado que el juego – y siguió igual con Polonia. Y toda España devorando memes de lo que fallaba Morata. Un poco como las dos elecciones generales que perdió Sánchez, batiendo récords negativos, la moción de censura fallida con Ciudadanos y el golpe de mano de Susana en aquel infausto Comité Federal.
Pero a los 5 goles a Eslovaquia le siguieron otros 5 – 2 en la prórroga – a Croacia y otros 4 contra Suiza – 3 en los penaltis. Y el discutido portero, Unai Simón, se convirtió en héroe después de haber casi arruinado el partido con Croacia. No sé si recuerdan pero en 2010, en Sudáfrica, estuvimos a punto de ser eliminados por Paraguay – potencia mundial donde las haya – a penaltis. Y perdimos el primer partido contra precisamente Suiza. Pese a lo cual, Zapatero recibió al equipo campeón del mundo.
Lo normal es que perdamos con Italia. Y si no, con Inglaterra en la final, que juega en casa. Pero Italia tampoco es un imposible e Inglaterra lleva un camino parecido al nuestro: victorias por la mínima y un deshonroso empate con Escocia.
Prácticamente cada día El Mundo publica pruebas irrefutables de que Casado está en alza mientras Sánchez se hunde pero yo lo que veo es que la vacunación avanza a marchas forzadas, los fondos europeos están en camino, Cataluña está tranquila y la Roja ha llegado mucho más lejos de lo esperable. Y lo que puede quedarle. En fin, este hombre no tiene flor sino un florero.