La sufrida infantería interventora

Julio Embid

Estoy orgulloso de haber sido interventor el pasado 20N. Cuando uno se acuesta ese sábado antes de las elecciones y pone el despertador a las 6,30 para levantarse un domingo piensa, que coño hace y porqué lo hace. Son mis terceras elecciones generales y la quinta vez que soy interventor y esta era de largo la más difícil porque venía un chaparrón con azúcar y limón. Más en Madrid y más en el barrio cuartelero de Las Águilas (que generalmente no sale en el mapa, abajo a la izquierda), donde hay siempre un partido que barre.

Y cuando digo barre, lo digo con todas las cinco letras, donde no hay mesa que no duplique a la siguiente fuerza política. Llega hasta tal punto, que puedes escuchar a personas mayores decir que vale que con Franco no se podía votar, pero había más libertades que ahora,  que se podía fumar en los bares.

Pues bien, ahí estoy yo, 7 de la mañana, 5ºC y lloviendo, cual Tercio Viejo por las llanuras de Rocroi cogiendo el Metro junto a los que vuelven a casa después de una larga noche de farra, recién afeitado y con todos los rituales y supersticiones hechos y a Las Águilas pensando en que ya no es hora de echarse atrás, suerte y al toro (al águila).

Y ahí estoy compartiendo mesa con una gerontointerventora de las de pieles al torso y pendientes de perla que me triplica en edad y en laca Nelly en el pelo. Llega una madre con su hijo de 7-8 años con el ojo morado y dice la señora madre: -Es que se ha caído en el cole- y le responde la señora interventora: -Menos mal que es niño, que si es niña, estos (señalando al hijo de mi madre) hubieran dicho que eso es violencia de género-. En ese momento me di cuenta que no solo merece la pena el madrugón sino que alguien debe estar vigilando a gente así.

Marchamos a comer y que casualidad nos cruzamos con los interventores del otro partido (del resto de partidos conozco muchos votantes, expertos y arreglamundos, pero ninguno de ellos piensa absoluto madrugar ese día), en el mismo bar, a los cuales saludamos cortésmente y viene la camarera con unas cuantas cañas sin pedir y nos dice: -os han invitado esos señores de allí. Berlanguismo y cachondeo en estado puro y hasta alzan sus botellines para brindar. Me la guardo para la próxima.

Tarde tranquila y recuento previsible pero con más votos nulos y más votos fucsias que nunca. Y esas interminables papeletas del senado donde el abuso del panachaje (votar a tres partidos distintos) que suponen un verdadero castigo indebido a los cinco miembros de la mesa a medianoche. Fin del recuento y con la cabeza baja, montamos varios en un coche y a la sede a entregar las actas, como el médico que tiene que decir a los familiares que su enfermo falleció, mientras Francino nos dice que cautivos y desarmados, todas las tropas populares han logrado sus últimos objetivos militares y que la legislatura ha acabado.

Llego a casa, dieciocho horas después de haber salido de ella, con los pies hechos puré (la próxima vez voy en batín y pantuflas) y la moral por los suelos, pero a sabiendas que quien te quiere, te sigue queriendo, que la hipoteca te sigue esperando como una buena amante todos los meses, que mañana sale el sol y que pase lo que pase, hay muchas cosas más importantes que la política: el Atleti por ejemplo.

Cierro esta crónica de la jornada electoral con el chiste que contó la otra interventora mientras recontábamos: Pasa un señor por delante del Congreso de los Diputados y oye: -“Ladrón”, “Hijoputa”, “Sinvergüenza”, “Chorizo”, “Asesino”,… y le dice a un ujier: -¿Es que están otra vez discutiendo? Y le responde este: -¡Qué va! Están pasando lista.

Pues bien, si algo espero con ese madrugón, es que ese chiste no se cumpla nunca y sé que dentro de cuatro años otra vez volveré a poner el despertador a las 6 y media con la misma ilusión que la primera vez. Llamadme iluso pero estoy orgulloso de serlo.

14 comentarios en “La sufrida infantería interventora

  1. Por qué esperar cuatro años para ser interventor nuevamente. Vente p’Andalucía, hombre, que aquí aún queda fiesta. Te aconsejo que te hagas interventor magenta si quieres tener alguna satisfacción, que aquí Rosa Diez está muy bien vista por los que no quieren votar a Javier Arenas, o a los zeñoritos ….. o sea a la PSOE.

  2. Ser interventor, o apoderado o miembro de mesa es algo que todo el mundo debería hacer al menos una vez en la vida.
    Yo estuve en la de Simancas 2, aquí en madrid (si, esa que hubo que repetir porque alguién compró a dos diputados autonómios del PSM) y en las de 2004.
    Solo digo al articulista que no decaiga la juerga, imagínese usted, joven amable, lo que es hacerlo en el Barrio de Salamanca Retiro.

  3. Lo más entrañable en esta jornada de un interventor electoral (¡para sí la quisiera italo Calvino!) es que, con la moral por lo suelos, confíe en «el Atleti» como una de esas cosas alternativas que le recuerdan que la vida continúa… ¡Pero si ahora es cuando renace el Real madrid!

    Yo hace mucho que no actúo en un coelgio electoral, aunque fuí interventor y apoderado desde las primeras elecicones democráticas y creo que efectivamente se aprende mucho de la naturaleza auténtica de los partidos compartiendo toda una larga jornada con sus representanets en las mesas. Porque representan su base genuina y se muestran mucho más espontáneos y auténticos que los representantes institucionales que tan a menudo ensayan el discurso.

    ………………………………………………

    Por una vez, totalmente de acuerdo con Miguel Angel Moratinos: Rubalcaba debería dar un paso atrás.

    http://politica.elpais.com/politica/2011/11/29/actualidad/1322597873_665657.html

  4. Que razón tienes, son pequeños detalles que nos van iluminado lo que se nos viene encima, la libertad que tanto trabajo cuesta con muy poco se desase, en poco tiempo se retrocede a una velocidad de vértigo. Es lamentable que para ejercer el poder la derecha siempre eche mano de recortes libertarios. La Iglesia Católica contribuyó en gran medida a que la mujer se sintiera como un instrumento al servicio del varón igual con las demás libertades, el conservadurismo a ultranza de la Iglesia Católica poco o nada ha hecho en favor de libertades, es mas eso le alinea con la derecha y la derecha defiende los valores católicos a ultranza. Estoy contigo Julio, no te conocía pero mas o menos todo lo que cuentas lo asumo y lo he vivido el día 20N, no me arrepiento del madrugón ni de haber pasado en calvario del recuento, se que la reacción del pueblo llegará, ahora estamos en la resaca y las cosas volverán a su cause, el tiempo pone a cada uno en su lugar y el nuestro es luchar por las libertades y la justicia social, aunque nos desanimen hasta los mismos nuestros, pero hay que seguir adelante, tu comportamiento es el mismo que tuve yo, aguantar las risitas todo el día y comportarnos con educación ante unos ganadores que con tanto poder acabarán enseñando la pata como el lobo. Enhorabuena me identifico y comparto tu articulo.

  5. Buenas tardes a todos y todas.

    Estupendo artículo, Julito. Yo empecé mi peripecia en citas electorales en 1989, en las Generales que el PSOE ganó por 176 (mayoría absoluta) y que al final se quedaron en 175 diputados por el escaño aquel de Murcia que estuvo bailando PSOE-IU-IU-PSOE durante muchos días. De aquella cita recuerdo que me tocó una mesa electoral en mi localidad natal, Loja, en la que votaba mayoritariamente la comunidad gitana, y que había más de un centenar de votantes que se llamaban «Luis Cortés Cortés». Desde esa cita, sólo falté a las Municipales de 1995 porque me encontraba en el Ejército y en las Europeas de 2004 por motivos de trabajo. Anécdotas múltiples. En esta última cita, a diferencia de jornadas como la del 13 de marzo de 2004 y las Generales de 2008, con una tensión que cortaba el ambiente, tranquilidad y calma chicha, pues los peperíes lo tenían todo hecho y andaban sobrados y cordiales (con alguna excepción anecdótica). Una nota a destacar, sobre todo en la circnuscripción de Málaga, es que los apoderados del PP han ganado la denominada «guerra de pasillos»: la presencia de estos representantes en los pasillos y aledaños de los colegios electorales de mi provincia es asfixiante. Ya en las Generales de 2008 algunas formaciones como PSOE, IU y Los Verdes denunciaron que en dos colegios de Marbella se contaban hasta 70 apoderados en las instalaciones. No es broma. Tienen más militancia, más movilizada y más disciplinada.

    En cuanto al chiste final, yo sé otro (igual de irreverente para con el prestigio de la política): un tío deja el coche estacionado delante de los Leones de las Cortes, en plena Carrera de San Jerónimo, y el agente policial de turno le dice: «Señor, no puede usted estacionar aquí su vehículo; además, en breves momentos saldrán sus Señorías, que está acabando el Pleno». Y el maromo contesta: «No se preocupe usted, agente: le he dejado puesta la alarma».

    Feliz día.

  6. No conozco a Julio Embid, pero después de leer esta crónica tan divertida sé que podría llevarme bien con él (otra cosa es si él se llevaría bien conmigo). Ya que estamos en familia, voy a contar mi propia experiencia interventora: me convencieron en el referéndum de la OTAN para que fuera de interventor de IU y cuando llegué a la mesa comprobé que me habían engañado (o no me habían dicho toda la verdad) y fui interventor durante toda la jornada del Partido Humanista (sí, aquel que llevaba una cinta de Moebius). Las miradas de cachondeo y displicencia que tuve que aguantar creo que fueron peores que las que sufrió el pobre Embid.

    El otro día el Follonero retrató también la jornada de un interventor del PSOE bastante entrañable y con buen perder. Nada que ver con los energúmenos del PP.

  7. Hola a todos,

    Muchas gracias por vuestros comentarios. La verdad es que soy un tipo de lo más normal, incluso vulgar, con los mismos problemas que la mayoría de los jóvenes y tal vez algo de mejor humor que la media. La verdad es que no me gustó el resultado de las elecciones, pero creo que el ciudadano siempre tiene la razón, y que hoy España no es más estupida ni más inteligente que en 2004 y si ha ganado el PP, con su pan se lo coman y ojalá les vaya fenomenal.

    La columna de hoy va dedicada a todos los que piensan que la participación democrática es mucho más que votar cada cuatro años, o trollear por los foros o sermonear en el bar con los colegas. Los interventores y los militantes políticos son VITALES para el funcionamiento democrático cotidiano y ser militante es eso, chuparte 18 horas fuera de casa el día de las elecciones y volver agotado. Para mi eso es mucho más importante que rellenar gradas de Vistalegres, Cubiertas de Leganés, Palacios de Congresos, Plazas de Toros o Palacios de los Deportes. Y siempre desde el respeto a los otros partidos, la cordialidad y el buen humor.

    Por eso, honestamente, creo que cuando se tienen que tomar decisiones más importantes que si compramos mecheros, gorras o caramelos, también se nos tiene que tener en cuenta, a los que pagamos una cuota y nos levantamos a las 6,30 un domingo de otoño, independientemente de cual sea nuestro partido y nuestra responsabilidad en el mismo.

  8. Me ha encantado la crónica del interventor. Yo nunca me he animado a serlo. NI nunca he sido llamado para formar parte de una mesa electoral. Ni para hacer una encuesta. Es como si no existiera. Pero después de ver el otro día al interventor del PSOE en Salvados y de leer la crónica de Embid hoy, me voy a animar para las próximas. Por cierto, en mi colegio electoral el PSOE no tenía interventores. Supongo que ninguno se habrá atrevido. Aunque eso sí, esta vez había papeletas. En más de una ocasión yo tuve que reclamarlos porque estaban cuidadosamente tapadas por las del PP. Cosas.

  9. 7
    ¿Interventor del partido Humanista? ¡Eso sí que es fuerte!

    En Euskadi, la «guerra de los pasillos» a la que se refiere Salaberría siempre la ha ganado el PNV. Y sobre todo en los primeros comicios era tremendo asistir al despliegue de coches trayendo y llevando a votar a viejecitos de los asilos. Y el despliegue del avituallamiento, mientras otros teníamos que conformarnos con una escapadita a comer un pincho de tortilla al bar más cercano. Pero en fin, ahora, lo bueno de que haya más de dos contrincantes es que no importa tanto no estar presente en todos los colegios y mesas. Siempre hay representantes de varias candidaturas y la vigilancia mutua está asegurada.

  10. ¿No les parece ,a ustedes ,que estamos viviendo unos momentos de calma chicha…..de silencios calculados?.
    Es como el presagio de que una PURGA DESCOMUNAL se cierne sobre nosotros.

    En Debate Callejero esta vez solo tenemos como ministrable a Fernando,espero que Rajoyibus cuando tome posesion de la presidencia del gobierno le nombre Ministro (con cartera)de Agricultura y Comercio…por lo menos ,Sarah y el menda que les escribe , tendremos asegurada una buena «plantacion de Maria» en el huerto extremeño de nuestro apreciado Fernando,para distribuirla por estos mundos de Dios (y aplacar la ansiedad progresista que producira la purga que se avecina),como si no podremos amortizar la fragoneta y el aeroplano….ejem…..jiji.

    En este mundo en crisis no hay nada mejor que tener a un colega al cargo de algun ministerio.

    ¡¡¡¡Viva Jamaica!!!!….JAJAJA…que nervios.

  11. ¿Que dirian ustedes si vieran este titular de prensa?:

    «El gobierno se hara cargo de los intereses bancarios de la deuda hipotecaria de los españoles durante los proximos cuatro años,con cargo a los presupuestos generales del estado.»

    Mediten muy bien lo que van a decir…..jeje.

  12. Yo soy de los de la mesa pero del otro lado, de los que van a votar. Siempre me ha merecido mucho respeto la labor impecable de los interventores en todas las elecciones, aunque los he visto de varios tipos, de los que no me a acuerdo, de los que tengo un recuerdo muy agradable por su amabilidad y entusiasmo, y de los que se han excedido por su condición y trato tajante rozando el límite del sentido democrático, cívico, de unas elecciones.

    En esta ocasión, supongo que sería el jefe de mesa, se mostró muy entusiasmado por la labor que estaba realizando y parecía dar ordenes a su compañeros interventores siendo tajante a la vez que intimidador. Se me ocurrió, por mi carácter intempestivo, comentar, no recuerdo bien bien qué, pero de lo que si me acuerdo es de lo que él me comentó, muy satisfecho: «son los que tienen el dinero». Que hacer, que decir, ante tan potentes argumentos… los mercados… tuve la sensación desgarradora de estar delante de la triste situación que nos espera en los próximos años a no ser que sepamos crear la riqueza suficiente para que los mercados vayan como la seda satisfaciendo sus necesidades de fluidez de la moneda en todos los sectores y encontrar ese aceite de la vida que haga fluir la riqueza humana en los sistemas de pensamiento del mundo adaptando el sistema global a las posibilidades tecnológicas en la representación del dinero electrónico como valor de cambio y valor de uso en un nuevo sistema capitalista más avanzado acorde con el conocimiento, la ciencia y la razón práctica del pensamiento humano en su aplicación coherente en el hábitat social y natural donde desarrollamos nuestras vidas.

    Acababa de votar sabiendo que los representantes que saldrían escogido no tienen ninguna intención de cambiar su forma de pensar, de sentir de actual. Se saben ganadores por ocupar un cargo público bien pagado, poco van a hacer las mayorías para cambiar las reglas que tanto les benefician. Ha llegado un momento en que se vive, en el y del pasado, y aunque la sociedad avanza, el sistema no le sigue, y se ancla en conceptos ya obsoletos que necesitan una rápida adaptación a nuestros tiempos y sus necesidades vitales.

    Lo peor, o más de lo peor, se veía venir cuando vi lo contento que estaba el jefe de mesa.

    http://www.youtube.com/watch?v=By7J8-1vubk

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