Manuel Lobo
Tras un octubre casi veraniego, esta primera semana de noviembre es cuando ha llegado climáticamente lo que entendemos por otoño, cuando empezamos a sentir algo más de frío, lluvia y en nuestro bosques brotan setas espontáneamente.Es como un milagro, de donde no parece haber nada, de repente surgen y en cualquier paseo forestal, podemos verlas.
Las elecciones del domingo han sido el otoño para la ultraderecha española; de repente, donde pensábamos que no había nada, su discurso ha brotado sin complejos y podemos escucharlo a todas horas. Y no me refiero sólo a VOX, que desde las pasadas elecciones andaluzas del año pasado y las celebradas este, ya éramos conscientes de que estaban ahí y de que tenían votantes suficientes para conseguir representación en parlamentos y ayuntamientos, hasta ahora de forma limitada.
Es más preocupante que las soflamas de VOX, declarando enemigos de su patria a todo aquel que no encaja en su visión particular de su “España”.
Es, por ejemplo, cómo tacha de forma despectiva a todo aquel entienda que está más allá de su espectro político, cómo puede ser “progre” o “derechita cobarde”, provocando a los primeros y forzando a los segundos a una competición por ver quien es más patriota y entrar en una dinámica creciente de ser más de derechas.
Es cómo se culpabiliza a la inmigración de los problemas de seguridad o empleo. Ellos políticamente añaden “irregular”, pero la realidad es que sus seguidores, el adjetivo lo olvidan y leemos cada día en redes sociales cómo la semilla del odio ha calado entre sus seguidores y brotan ataques contra todo aquel que, por sus rasgos, vestimenta o costumbre no encajan en lo que es un español de bien.
Es cómo entienden su “España” como una, donde no tienen cabida ningún tipo de rasgo diferencial cultural. Las amenazas de ilegalizar a partidos como el PNV, con tradición democrática y de lealtad hacia las instituciones españolas, es el mayor ejemplo de cómo ven ellos “su nación”.
Es cuando hablan con tono paternalista de protección a las mujeres, como si siguieran siendo un objeto de posesión masculino y. como posesión de cada uno de ellos, trasladan que son sus protectores (y si alguna se sale del camino, ya la encauzo…).
Han brotado. Sospechaba que estaban. Alguna perdida veías de vez en cuando, pero ahora me siento rodeado. En Madrid, donde vivo, estoy seguro de que más de 1 persona de cada 10 que me pueda encontrar por la calle, es una “seta” recién brotada con fuerza y orgullo propio.
Espero que mañana, el resultado sea tal que haga que aunque broten, se queden ahí, como una seta venenosa que cuando la vemos, pasamos de largo, que sabemos que están pero no las cogemos… Sólo deseo que mis conciudadanos hayan visto lo peligroso de las setas venenosas que tenemos con VOX, y que al partido que representa una verdadera opción de progreso social, en el cual orgullosamente milito, mis conciudadanos le denuna mayoría en el Congreso suficiente para hacer que, tal y cómo las setas aparecen, se cierre su ciclo y vuelvan a desaparecer.
EL domingo, a votar.
El quinto sondeo andorrano.
,Sube Vox hasta 60
PSOE. Baja a113
PP se queda con 80
Unidas Podemos iguala sus anteriores resultados.
Más País máximo 4 .
Los independentistas se llevan la mitad de los escaños en liza en Catalunya.
………..
Si hay que ir se va pero ir pa na es tontería……JAJAJA….que nervios.
Mañana estaré en una mesa electoral….esperándote…glups!
Ah y Ciudadanos…….el cuento de la lechera 2.0
En este esperar con setas no estaría de más que una que luce hermosa en el medio de un prado umbrío – la amanita pedrosa— , se deshiciera por consunción. Su vida sin esporas significativas terminaría un ciclo de floración espontánea y retornaría el noble turnarse del mundo estacional micoideológico , la paz entre contrarios , simplemente la paz.
tengo muy malas sensaciones respecto a mañana. no voy a decir mas, mi postura y posicion es bien conocida por los seguidores de esta pagina.Bueno si. una pequeña.
Tanta historia y resulta que las mas de las veces C,s son lo que parecian: cuñados fachillas.