Senyor_G
No soy nadie como filólogo,
tampoco un humilde jurista,
ni distantemente teólogo,
sino un simple comentarista
que distrae al meteorólogo
en busca alguna breve pista.
Mañana sol y ola de calor.
Hay quien jura por la madre o por dios y la patria, o promete por su palabra y honor. No me he visto en el brete de tener que prometer o jurar, las veces que me han pedido como criaturas que lo jurase, creo haber dicho que con mi palabra valía. Lo debería haber visto en alguna película como el que me lo pedía. Pero en cualquier caso tengo claro que con la jura o promesa se ponía en prenda algo muy valioso para uno y si mentía o no cumplía lo acordado eso se perdía.
La toma posesión de los concejales y antes diputados y senadores se ha acabado convirtiendo en un festival de poesía y juegos florales. Lo digo también por parte de los míos y las diversas izquierdas, a fin de cuentas vamos a cumplir creo, sea cual sea la aceptación del cargo. Y si vamos a hacer la revolución y cambiar la legalidad vigente por otra como un calcetín, habría que jurar por cosas que no nos importen. Aquello del imperativo legal, como si nos diesen igual las leyes, para luego poner en prenda “al pueblo”, “los derechos”, “Catalunya”, “la educación”…. no tiene sentido. Si vamos a darle la vuelta a todo y no pensamos cumplir con la constitución, pues pongamos algo que no nos importe. Ahora bien si se tratar de hacer un discurso programático y algo de propaganda pues adelante.
En este sentido de lo que quiero decir. ¿Qué pasaría si un ateo o mejor aun un ateo independentista tomase posesión al puro estilo Voxista con un juro por Díos y por España? ¿Qué validez tendría eso legalmente? ¿No le van a preguntar si es creyente y españolista? Era una cosa que ya pensaba cuando en las tomas de posesión con el Rey veía el crucifijo y aún pensaba en ser ministro de la República, Española claro. La acción sería la misma, ¿pero cómo se juzgaría la intención? Cómo ver a Victoria Federica envolviendo con la bandera de España un cerdito y pensar en qué pasaría si lo hiciese algún cupero, la acción es diferente si la hace Agamenón o sus porqueros.
O dándole la vuelta un poco más a la forma y espíritu de Voxista, jurar por Mickey Mouse o directamente por Snoopy y Los Hombres G. Puestos a poner en prenda a personajes de ficción, y yo tampoco he visto a un hombre G de carne y hueso. ¿O te pueden llevar a juicio por esto? ¿Por blasfemia?
Y volviendo a Vox, ¿es dios el garante de que sus representantes institucionales cumplan la constitución? ¿Dios para todo el articulado constitucional? ¿Dios sabe de leyes y su espíritu? ¿Dios para honrar al buen samaritano aunque no sea legal?
Pero no sé si las cosas sagradas y sus dioses patrios están para hacer respetar las leyes, viendo que el mismo día de la toma de posesión se casaban Pilar Rubio y Sergio Ramos no ya sólo por la iglesia sino en toda una catedral. Esa iglesia que tanta monserga da con la sexualidad, no sé si se dedica a mucho más su curia eclesiástica por lo menos en España. Ya saben lo de la virginidad antes del matrimonio, y hasta casi después, y va una pareja de ricos que después de 3 hijos se casan en la catedral de Sevilla. Desconozco si como pecadores arrepentidos y con propósito de enmienda y con cuantas avemarías y padrenuestros de penitencia. Igual me equivoco y se saben los 10 mandamientos y desde que se cayeron del caballo van todos los domingos a misa con su prole. ¿Los 3 niños los bautizaron el mismo día o ya estaban bautizados de antes y 3 veces fueron Pilar y Sergio a decir que guiarían a sus hijos por los caminos de la Santa Madre iglesia? O no sé yo que es el catolicismo y sus palabras.
Yo aquí como miembro de la izquierda tradicional me limito a honrar a mi padre, que mantiene que si al final dios existe, valorará que no hayamos intentado engañarle ni él ni yo, y ni mi madre ni mi hermano, haciendo ver que creíamos en él y sus iglesias cuando no es verdad. O por lo menos pensando en los que sí sé lo toman en serio.
Si ni las cosas de la iglesia católica son ya serias, cómo lo van a ser la otras, no nos va a salvar ni dios de nuestras palabras aunque ya no pesan.
Yo, en lo moral, ateo.
En lo practico, la apuesta de Pascal, es la mas recomendable.
A mi este articulo que haces en tono jocoso, y muy bien, resulta que me toca directamente mucho en lo emocional. Como en muchas otras casas, supongo, resulta que a la vejez un familiar muy querido, de quien aprendí mis valores y mis convicciones, se me ha vuelto fascistoide, nacionalista español y religizante, y ahí esta uno, hablando por la comisura de la boca y haciendome cruces -ateas- algunas veces que despega el pico. Toda la vida hablando como Senr G y ahora resulta que el discurso cambia a cosa con las que Vox se sentiria a gusto. Que demoledor es el odio.
«Desde el momento en que sus convicciones y la adecuación de su conducta a las mismas se hace externa, y no se constriñe a su esfera privada e individual, haciéndose manifiesta a terceros hasta el punto de afectarles, el creyente no puede pretender, amparado en la libertad de creencias del art. 16.1 CE [… ] alterar con el sólo sustento de su libertad de creencias [… ] la obligatoriedad misma de los mandatos legales con ocasión del ejercicio de dicha libertad, so pena de relativizarlos hasta un punto intolerable para la subsistencia del propio Estado democrático de Derecho del que también es principio jurídico fundamental la seguridad jurídica [… ]»
Así razona un Estado democrático, en este caso su Tribunal Constitucional. Si quiere un individuo acceder a un cargo público debe necesariamente someterse a sus reglamentos y aceptar que hasta que sean modificados conforme a sus procedimientos deberá respetar que las leyes protejan al entramado institucional vigente.
« [… ] de una interpretación sistemática del texto constitucional derivada de los principios que la inspiran y en particular del artículo 9.1 [… ] se deriva que la sujeción a la Constitución entendida como deber negativo de no actuar contra ella se aplica a todos y que esta sujeción actúa como deber positivo de obrar con arreglo a la misma, respecto a quienes son titulares de poderes públicos. En consecuencia, el Reglamento de la Cámara no ha hecho nacer un deber ex novo para los diputados, sino que se ha limitado a exteriorizar ese deber positivo de acatar la Constitución que se encuentra en esta misma [… ]»
De modo que la imposición de los mencionados deberes no vulnera la libertad ideológica de los cargos públicos. Aunque todo esto es de sentido común y por lo tanto debería entenderse de forma súbita , no debemos olvidar que, en el caso que nos ocupa , es un sentido que opera sobre una base de enorme complejidad, algo que varios parlamentarios de extrema pereza intelectual desconocen.
Solo cabe maravillarse ante un edificio jurídico tan perfeccionado y recogerse en la sombra que proyecta la estatua de Francisco de Vitoria en Salamanca , no tanto por sus doctrinas como por su valiente disposición a pensar en condiciones difíciles, algo que aún inspira a nuestro Poder Judicial.
Nacimos en el nacionalcatolicismo.
Nos liberamos de él al mismo tiempo que íbamos recuperando la democracia.
Y vivimos sin él en plenitud democrática.
Apostatamos laicamente.
Ahora nuevas religiones como El independentismo catalán.nos dicen que vivimos en el infierno franquista español porque necesitan un Diablo para reafirmarse .
Y claro las sectas satánicas están representadas por VOX…..
PP,Cs,PSOE,El Tribunal Constitucional,El Tribunal Supremo y como no todas las instituciones del Estado ,que no les acompañen en su sentimiento.
Ante esta realidad uno ha dejado de pensar.
Me limito a quedarme pasmado ante lo que leo,oigo y veo.
Esperando lo imposible.
¡¡Viva Ziluminatiis!!…JA JAJA….que nervios
#Laertes estas cosas pasan y no me atrevo a comentar aquí algun caso por que me delatarían :-). Eso sí que admiro a mi padre, pq en su pensamiento sigue ahí, más tranquilo en beneficio de la família pero ahí
#Mulligan, pero puede jurar por dios un ateo? o por otros seres imaginarios?
#AC pues sí yo tambien estoy pasmado
Es evidente que poder , puede ; pero en el Congreso no se le pide eso a los diputados electos. Es una fórmula que recuerda su compromiso con los ciudadanos y con las leyes de las que se han dotado. En muy pocos países se permite alterar la fórmula por la que se vincula un representante inequívocamente con una institución.