Carlos Hidalgo
¿Cómo lleváis esta larga epidemia? Dicen que nos está pasando factura a todos. De la monetaria y de la mental. Yo lo noto por ambos lados. Si bien la parte económica, siendo grave, la puedo llevar, la parte mental da sus síntomas de agotamiento.
Ayer fui a ver a una de mis mejores amigas, tras no vernos casi desde marzo. Y lo que te sale es darle un abrazo. Y aunque, responsablemente, guardes la distancia, trates de sonreír con los ojos y vuelques en las palabras lo que no puedes volcar en los gestos, falta algo.
No es que me queje realmente de la soledad o de la distancia. Estoy acostumbrado a estar solo y no me molesta. Con libros y conexión a internet tengo de sobra la mayor parte del tiempo. Necesito a poca gente, pero a la gente que necesito, la necesito mucho. Y precisamente por eso, tratas de no jugártela, para no jugársela a tus seres queridos. Después de una hora en metro, ese sitio donde vas apelotonado, que no está bien ventilado y donde realmente nadie controla que lleves mascarilla, pues no vas a dar un abrazo a nadie, porque cada trayecto es tirar una moneda al aire.
Pero esos abrazos que no se dan pasan factura. Los que no das a tus padres, a tus mejores amigos. Igual que pasan factura los largos periodos en los que no invitas a nadie a comer a casa, o en los que no eres invitado.
El WhatsApp termina resultando cansino, hay más silencios incómodos en las videoconferencias que en persona. Y las ausencias forzadas y la incertidumbre provocan una mezcla entre miedo y cabreo constantes.
A veces todo eso estalla. Tras anunciarnos que no nos podemos reunir más de seis personas, que posiblemente estemos semiconfinados hasta mayo y que las fiestas navideñas van a ser forzosamente solitarias para mucha gente, ayer vimos como Pedro Jota Ramírez anunciaba ufano que había montado una entrega de premios, reuniendo a unas gran cantidad de selectos personajes en un salón del Casino de Madrid. Digo “gran cantidad” porque hay baile de cifras. Tras anunciar el propio diario de Pedrojota que eran 150, una vez se empieza a montar la tangana, han bajado a 80. También ha desaparecido el reportaje fotográfico, debe ser por si a alguien le daba por contar a mano a los asistentes.
Parte del escándalo y del cabreo vienen por ver a 80-150 políticos, ministros, militares, empresarios y periodistas reunidos sin mascarilla tras decirnos que a lo mejor tenemos que hacer frente a un toque de queda. También por la irrelevancia de los mismos premios porque muchos premios en España no se conceden realmente para destacar la labor de los premiados, sino para presumir de la influencia y del poder de convocatoria de quien los organiza. Y también porque muchos, con el cabreo que nos ha entrado, hemos querido cobrarnos con ira el vacío que han dejado todos los abrazos que estamos dejando de dar.
Un abrazo a todos.
El 27 de agosto el comisario de Comerdio de la UE, el irlandés Phil Hogan, dimitió por haber ido a una cena en un club de golf con 80 personas, saltándose el confinamiento perimetral del condado.
Este es un hecho, ahora una hipotesis. ¿Cual seria el tema de debate si esto sucede , por ejemplo en un medio como el diario y la mayor parte de los invitados hubieran sido de Podemos y en general de partidos del centro hacia la izquierda? ¿Y si hubiera una foto «del coletas» sin mascarilla? ¿y si la hubieran borrado después?.
Para que se diviertan, si eso les parece divertido.
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Gracias por el articulo a Carlos Hidalgo ¿Como nos dejará esto a unos y a otros? A los que viven en contacto estrecho, a los que vivimos de nuestro monte…¿como nos quedaremos?
Bueno…no se si Días Al Uso se merece desear darle un abrazo…pero..
Para mí ésta presidenta de comunidad,no se ha enterado todavía que sí está rodeada de autonomías que cierran sus puertas,ella por mucho que diga que no cierra,no podrá salir.
Ejem..vamos digo yo.