Guridi
Como bien sabéis (y han escrito otras personas mejor que yo estos días), el PSOE se encuentra en una encrucijada, en la que no tiene ninguna decisión fácil por delante. Pero se entremezclan varias ideas, asociando algunos movimientos a motivos que no tienen necesariamente que ver con ellos.
Lo primero: a Pedro Sánchez no se le derriba por un golpe interno para abstenerse en la investidura de Rajoy. El golpe interno lo da Pedro Sánchez cuando, después de estrellar al partido en las elecciones gallegas y vascas (especialmente en las gallegas, con sus pucherazos en las listas), no sólo se niega a asumir ninguna responsabilidad, sino que decide que va a convocar un congreso para ser reelegido de manera exprés, sin dar garantías democráticas de ninguna clase y dejando la organización de todo ello en manos de César Luena. Obviamente, a nadie le parecía que en esa elección nadie, aun siendo mejor candidato que él, pudiera tener alguna oportunidad.
La trampa está en que Pedro Sánchez liga su reelección a mantener el no al gobierno de Mariano Rajoy. Y es ahí donde la cosa empieza a distanciarse de la realidad. El mantenimiento del no es transversal y lo comparten por igual “pedristas” y “críticos”. Si realmente se produce una alianza para derribar a Pedro Sánchez de la secretaría general es porque nunca se molestó en dar cuenta de sus actos (algo tan exigible democráticamente como votar), porque mintió repetidamente o cambiaba azarosamente de discurso, porque dirigió el PSOE como si Ferraz fuera una agrupación más y no la sede de un partido federal. Y porque sus maneras autoritarias, ejecutadas por Luena, estaban empezando a contagiar al resto de España de los males de Madrid, La Rioja, Murcia o Castilla y León, donde no puede decirse exactamente que siga existiendo el Partido Socialista.
No es por el no, como dije. De hecho, muchos de los críticos a Sánchez, como yo mismo, pensamos que el precio de quitar a Sánchez es mantener el no. Incluso con el riesgo de estrellarse de cara a unas terceras elecciones. Si la primera repetición electoral fue responsabilidad de Podemos, la segunda es responsabilidad de Rajoy, que cree que el escenario le favorecerá, pese a ser el responsable de la parálisis y de la repetición. Además, una repetición electoral permitiría despejar las listas de miembros del equipo de Sánchez que están dispuestos a todo con tal de mantenerse en sus cargos, aunque eso suponga sabotear a su partido.
La abstención, por otro lado, tiene sus motivos y tampoco es que sean muy ilógicos. Mientras no haya Gobierno electo por las Cortes, el país está paralizado, grandes sumas -muy necesarias- no se pueden mover a sus respectivos hospitales, escuelas, servicios sociales o servicios de emergencia. Que la mayor parte de los presidentes autonómicos socialistas estén a favor de una abstención puntual y de luego presionar al PP, no es casual. Obedece a que sus administraciones están paradas por esta situación de provisionalidad, que se está alargando más de lo debido.
Como es obvio, los motivos para el no o para la abstención cuentan poco para Pedro Sánchez. Él buscó aquello que le permitiera ratificarse ante una agobiada y escasa militancia. Pero no por razones éticas o morales, sino sólo para desprestigiar a sus adversarios internos. De hecho, da bastante vergüenza ver cómo los partidarios de Sánchez atacan con enconada saña a sus adversarios internos, mientras que no se pronuncian sobre temas como el caso Gürtel o asienten cuando Podemos quiere agravar la grieta interna de los socialistas.
Este odio, este enconamiento y este afán de destruir todo lo que no se posee, son la verdadera herencia de Sánchez y, de hecho, esta herencia emponzoñará no poco el debate en el próximo Comité Federal del PSOE. Un órgano, le pese lo que pese a Sánchez, con la misma legitimidad democrática que él.
Pase lo que pase, esa mezcla de ideas, esa asignación falsa de intenciones sigue siendo el auténtico triunfo de Pedro Sánchez. Como os dije antes de que se presentara oficialmente, lo que mejor se le da es encizañar. Y esa cizaña puede obstaculizar un debate que debe de ser sereno y responsable.
Vamos a correr un tupido velo mejor, porque si Sanchez cometio mil y un errores, las guarrerias para quitarlo también son de órdago.
En cuanto a que «muchos de los criticos de Sanchez quieren quitar a Sanchez para mantener el no», les deseo unas mayore hablidades prospectivas en el futuro, porque me parece que no han acertado en absoluto con el movimiento, si ese era el objetivo.
Por último en cuanto a quien y como siembra cizaña y las invocaciones a la critica serena, las acojo con entusiasmo y plena razón. En el futuro, Guridi, procura practicarlas ademas de recomendarlas..
Como dijo aquel, que cada palo aguante su vela.
Sanchez ha sido un mal sueño, una persona muy poco dotada para la política. Bien es cierto que en última instancia recibió apoyo e instrucciones de quienes podían hacerlo y que como hemos podido comprobar , siguió de forma torpe y desleal , creyéndose autónomo ( él y su equipo ; equipo que debería desaparecer cuanto antes ).
A la izquierda española le toca aceptar la travesía del desierto, terminar de forma más o menos abrupta las sucesivas escisiones que guardan en su agenda y trabajar en la reconstrucción de un partido de referencia.
Al dia siguiente de las últimas elecciones generales Susana Sanitas ya levanto la espada de Damocles diciendo que el PSOE tenia que pasar a la Oposición,poniéndola sobre la cabeza de Peter Sanchez para que no intentara de ninguna de las maneras buscar una alternativa de gobiernoAnte este desafío,no es de extrañar que Peter Sanchez hiciera oídos sordos a la posibilidad de abstenerse ya que eso era para el su muerte política.
Al final la espada de Damocles hizo rodar su cabeza ,mientras salían Pages de debajo las piedras.
El PSOE en estas condiciones no puede justificar otro NO y NO porque ha quemado toda posibilidad de liderar un gobierno alternativo al PP.
Y la abstención se convertirá en una soga para el PSOE,que rentabilizara. Pablito Churchix «El Abechalao»para gloria de Rajopiyus Houdini Lecter,,nuestro próximo presidente del gobierno.
Uno a veces se arranca la cabeza para nada.
Amistad , tenga por segura la caída de Pablo Iglesias y la conversión de Podemos en una jaula de grillos; una parte volverá al PSOE revitaminado. Se fue Monedero, caerà Iglesias, salsearan las dipunovias y se deprimirán sus bases. Todo gracias a la abstención, un sacrificio de calidad necesario.
….JAJAJA….que nervios.