Carlos Hidalgo
En estas elecciones generales los llamados partidos de la España Vaciada se han quedado con un palmo de narices. Si ya se llevaron un chasco en las municipales y autonómicas, lo de las generales ha sido de pedir la capa y el sombrero e irse a casa, que se hace tarde.
Estos partidos, que se decían como los únicos preocupados por la situación de los pueblos y ciudades que menguan en el interior de la Meseta, normalmente no tienen mucho más programa que pedir más dinero al Estado central y decir lo abandonados que se sienten. Por supuesto, no hay nada más allá de eso, excepto el oponerse a las cosas: se oponen a subir impuestos, pero piden más dinero y más servicios públicos, se oponen a las centrales solares o eólicas, pero piden energías limpias y reusar el suelo rural, se oponen la llegada de nuevos negocios, pero exigen que se creen puestos de trabajo.
Y por supuesto, en cuanto han rascado algo de poder, se han echado en manos de PP+Vox por un plato de lentejas o por colocar a un primo en un organismo público, lo cual puede explicar lo decepcionante de su desempeño en las elecciones generales.
Como bien me recordaba hoy mi estimado amigo Julio Embid, la ciudad de Torrejón de Ardoz (Madrid) y la provincia de Teruel tienen el mismo número de habitantes. Sin embargo, en Teruel hay más de 30 centros de salud (sin contar hospitales y consultorios en los pueblos), muchos más transportes públicos y pleno empleo (sí, repetimos: en la actualidad en la provincia Teruel hay pleno empleo). Mientras que en Torrejón hay un 10,52% de paro, serios problemas de seguridad pública, 5 centros de salud, 11 líneas de autobuses interurbanos y solo un tren de cercanías.
Pese a lo cual, como bien decía alguien, Teruel Existe intenta “vender la burra”, diciendo que la burra es coja y tuerta. Y por supuesto, aliándose con los partidos partidarios de suprimir servicios a las entidades locales pequeñas, como es el caso de PP y Vox, que consideran un desperdicio mantener un consultorio médico abierto en localidades que apenas pasen de los 200 habitantes.
Pero lo mismo que se dice de estos, se puede decir de Soria Ya o del resto de partidos que quisieron aliarse por la llamada “España Vaciada”, que al final están formados por personas deseosas de protagonismo o por militantes caídos de Ciudadanos que buscan agarrarse al poder local de alguna manera.
Fue Julio Embid quien denominó a los negocios que se lucran de las necesidades de la gente más humilde como los “negocios de la miseria ajena” y en el caso de los partidos que se quieren beneficiar de la despoblación, sin proponer más ideas que el que llueva dinero sobre sus zonas (dinero que desean administrar ellos) y quejarse sin realmente proponer. Y luego, pretender sacar tajada personal, que no pública, del mercadeo de apoyos con los partidos de los que reniegan.
Dicen que estas dos últimas elecciones indican fines de ciclo, como fue el del llamado 15-M, y es bastante posible que también indiquen el fin del ciclo de los partidos de la miseria ajena.
Los meses y años que nos esperan nos dirán en qué clase de ciclo nos toca meternos ahora.
Encuentro el artículo un pelín desequilibrado para ser creíble ; nada dice de otros , especialmente cuando apoyan al PSOE ¿ o
no hay casos ?
Y que nos dice de las fuerzas progresistas autoinmunes ERC, PNV, BILDU , y sus confluencias con ERES autogestionados .
todos progresistas , de un progreso asombroso que consiste en lo mío para mí y lo tuyo a medias .
Es infantil argumentar así, repartiendo virtudes y silenciando grupos .
Por cierto , los de Teruel se fueron con el PSOE y muchas agrupaciones de electores en Euskadi con Bildu .
En Ceuta hubiera venido bien una coalición pero Ferraz no quería .