Macacos educados

José Saturnino Martínez García 

Acabo de estar unas semanas “guireando” por Japón, y una de las experiencias que más me gustó fue poder pasar un día entre macacos, no de los del género homo sapiens, sino rhesus. Me gustan mucho los primates (¡bonobos al poder!), por lo que me deprime terriblemente verlos en un Zoo. Sin embargo, en Japón visité un par de parques en los que los macacos están en libertad (a las afueras de Kyoto y en Yudanaka). Lo más sorprendente es la tranquilidad con la que los monos asumen la presencia de humanos. Hacen su vida normal, como si no existiéramos las pocas docenas de turistas que vamos a verlos. Bueno, realmente no existimos para ellos, pues no suponemos una amenaza y no les damos de comer (y creo que tampoco hay humanos manteniendo relaciones sexuales con ellos). Igualmente en Nara los ciervos se comportan como si fuesen mascotas, como perros, son ellos los que se acercan a los visitantes (pero ahí los turistas sí les podemos dar de comer). Desde el punto de vista de un turista, es poco riguroso establecer grandes teorías, pero se queda uno con la sensación de que allí los macacos son muy educados porque los japoneses son muy educados.

Me explico, las reglas para visitar a los macacos son sencillas: no mirarles a los ojos con mucha intensidad, pues se lo pueden tomar como un desafío, no intentar tocarlos, pues no se sabe cómo van a reaccionar, y más difícil, no intentar coger a las crías, con las ganas que dan… Tampoco se les debe dar comida, pues acabarán por interpretar que todos los humanos son portadores de comida, y terminarán por asaltarlos y robarles, como me han dicho que sucede en otros lugares con monos en libertad (Gibraltar, por ejemplo). Prácticamente nadie vigila que los visitantes cumplan estas reglas, pero por lo que yo vi, todos las cumplimos. Y gracias a esas sencillas reglas, macacos y humanos podemos estar mezclados pacíficamente, sin la oposición «sociedad-naturaleza» con la que vivimos en Occidente la relación con los animales que no son mascotas.

 Pensaba yo si sería posible en España poner unas sencillas reglas y que la gente las cumpla, sin necesidad de que se sientan vigilados… Esto se ve igualmente en la limpieza de calles, parques, bosques, jardines… no se ve un papel…, los ríos podrán correr contaminados, pero sin la basura que es habitual en nuestro país. Uno de los momentos más sorprendentes en el viaje fue estar en un bar de una gasolinera y observar a uno de los clientes ir al servicio, dejando su cartera, su móvil y su portátil sobre la mesa… No daba crédito. Me recordaba a lo que vi en una pequeña ciudad estadounidense, Madison (Wisconsin, no el condado de Iowa). En el office de los estudiantes de la Universidad había porciones de pizza, si uno quería una, la cogía y dejaba el importe de la porción en una hucha… lo bueno es que nadie vigilaba, la gente dejaba el dinero, y nadie robaba la hucha… En uno de los reportajes de «Madrileños por el mundo», un madrileño residente en Tokio muestra cómo va a comprar la verdura a una tienda medio perdida en una montaña en la que no hay dependientes, coge lo que desea y deja el dinero en la hucha.  ¿Cuándo podremos dejar cualquier cosa, aunque sea de poco valor, sin la seguridad de que nos la van a robar? ¿Por qué esto es impensable en España? Un compañero que vivió por el «medio-oeste», en Minneapolis, me cuenta que la década que pasó allí, cada mañana, al sacar el coche del garaje, le dejaban salir los coches que pasaban. Lleva varios años viviendo en Sevilla y esto no lo ha conseguido ni un solo día. Un español, saltándose cualquiera de estas normas, estaría muy orgulloso, viéndose a sí mismo como un pícaro muy listo, o no dejándose avasallar por extraños…

También son impensables las fiestas de verano de los pueblos de allá. Pasé unos días en uno pequeño, y la gente salía a la calle, en la que había varios ventorrillos, como en las fiestas de verano de acá: sorteos, tiro con escopeta de aire comprimido, golosinas, etc. Pero la principal diferencia es que no había chiringuitos con música atronadora. Había uno, con la música bajita, y la gente tomando su cerveza en la calle, conversando sin gritar… Nuestros trenes rápidos pueden estar mejor, en promedio, que los japoneses; podemos dar ordenadores a los estudiantes, ser líderes en construcción civil a nivel mundial… ¿Pero cuándo se podrán organizar fiestas populares que no supongan tener la música a un nivel ensordecedor hasta el amanecer durante varios días? Y encima estar muy orgullosos de eso, y decir que es una tradición a defender-véase lo que ha pasado en los últimos años con  la polémica de los carnavales de Tenerife-.

 Todo esto no parece que sea reciente, pues para ambientarme, leí el libro de viajes «En la corte del Mikado», del diplomático español Francisco de Reynoso, destinado a aquel país a principios del siglo XX. Ya evalúa a los japoneses como uno de los pueblos más civilizados del mundo, entre otras cosas, por su comportamiento en las fiestas populares, o por su alto nivel de estudios, destacando, hace un siglo, la universalización a chicos y chicas de la escuela pública, laica y gratuita, cosa que todavía no hemos logrado en España… Por supuesto, no son el mundo perfecto, también tienen políticos muy corruptos, tengo entendido que son muy machistas, clasistas y racistas, y sus tasas de suicidio son muy altas.

Pero podemos reflexionar sobre los rasgos de su cultura que son admirables. Podríamos pensar que estas diferencias se deben a las tradiciones culturales japonesas, a su respeto por los antepasados, a que, a pesar de los cambios desde mediados del XIX, sigue siendo un pueblo muy cerrado al exterior, al budismo, al shintoismo… podemos tomar cualquier atributo particular de los japoneses y atribuirle la fuerza para explicar ese alto nivel de civismo. Pero entonces, ¿cómo explicamos el alto nivel de civismo que vi en Wisconsin, y que me han contado que existe en otros estados del «medio-oeste» de EEUU? En el caso de Wisconsin, las tradiciones son muy diferentes: dos décadas antes de que el Almirante Matheu Perry se plantase en la bahía de Tokyo, iniciando así el paso de Japón del feudalismo autárquico a potencia industrial mundial, Wisconsin se constituía como Estado (1848), con gran mayoría de población inmigrante alemana y escandinava. Muchos de los alemanes llegaron huyendo de la represión política de la revolución del 48 en Europa. Eran protestantes o/y socialistas que crearon sus propias comunidades con espíritu cívico. Nada que ver con la sociedad feudal japonesa, que, ante el miedo a ser colonizada por las potencias Occidentales, organiza su paso a la modernidad desde arriba.

Para mí, como sociólogo, es deprimente no poder mantener una hipótesis razonable de por qué el civismo es tan bajo en nuestro país. Podría decir que por la organización del Estado, una tradición de estado autoritario o totalitario, según las épocas, que en lugares como Andalucía o Extremadura era más bien un Estado colonial, con la Guardia Civil comportándose como fuerza de ocupación y con una Iglesia que en vez de dar apoyo espiritual se limitaba a justificar la dominación social (todo esto lo cuenta muy bien Gerald Brenan en «El laberinto español», que se acaba de reeditar). Un Estado gestionado casi en toda su historia como una organización patrimonial, como una finca, en la que los súbitos perciben que el poder simplemente es una estructura que los reprime en sus luchas sociales y les saca impuestos sin ofrecer ningún tipo de servicio. Pero lo cierto es que en Japón, o en Alemania, también hubo estados autoritarios, aunque quizá allí el despotismo ilustrado tuvo más éxito… En definitiva, no veo buenas razones para que los españoles seamos un pueblo tan poco cívico.

61 comentarios en “Macacos educados

  1. 39
    Efectivamente, parece ser que los maduritos estamos más a salvo de la gripe A por una especie de «recuerdo» que nos protege.
    De todas fromas, esto de la gripe hay que tomarselo con calma que no estan fiero el leon como lo pintan.

  2. Hola a todos.
    Me ha parecido muy bueno el artículo. Y como no tengo ni idea de cuáles son las causas de la decadencia occidental, puedo aventurar, con riesgo de equivocarme, unas cuantas. Una es el nihilismo, en el que estamos inmersos. Otra es la poca educación republicana (ciudadana) que hemos recibido, como para ir luego prescindiendo de la asignatura. Otra es el poco ejemplo que dan algunos mayores, que arramplan con lo público cuando pueden (lease, corrupción), en lugar de hacer pedagogía. Otra es un problema de autoridad. Los jóvenes acaban confundiendo autoridad y autoritarismo. Y habrá otras más, pero no me acuerdo. De todos modos, en todas partes cuecen habas. No hace falta más que darse un garbeo por los banlieus de las grandes ciudades francesas, o por lo que fuera el muelle de Liverpool.
    Respecto a la kale borroka de Pozuelo y su comparación con la vasca, una aseveración. La mayoría de los participantes en la orgía de Lekeitio eran chicos y chicas procedentes de familias que no pueden considerar marginales. Incluso, algunos son hijos de papá. En mi ciudad los llaman, los pijo-abertzales.

  3. Una muestra mas del acoso e intimidacion judicial al Partdio Popular por parte de los jueces,auspiciado por el gobierno de Zapatero:

    El TSJM insiste en pedir los contratos del Govern de Camps con Correa.

    El instructor del ‘caso Gürtel’ en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Antonio Pedreira, ha reiterado la petición hecha a principios de año por el juez Baltasar Garzón a la Generalitat valenciana para que facilite los contratos firmados con la trama de Francisco Correa.

    http://www.publico.es/agencias/efe/249947/tsjm/insiste/pedir/contratos/generalitat/valenciana/correa

  4. Muchas gracias por los comentarios:
    2. Don Cicuta: muchas gracias por la referencia, la tendré en cuenta.
    8. Isidoro
    Muy de acuerdo con el problema español, ese dicho de “si habla mal de España, es que es español” (pobres nacionalistas periféricos…). Pero la verdad, ser un país casi africano durante tanto tiempo y tener a los europeos tan cerca, es para estar continuamente cabreado.

    En cuanto a lo del botellón, les recomiendo que vean el principio del fin de Verano Azul, una adulta invitando a un menor a emborracharse… creo que ni la teleserie actual más burra se atreve a tanto (igual lo hacen, pero dando la imagen del adulto como corruptor de menores, no de “buen rollito”). En mi instituto organizábamos verbenas, con la colaboración de los padres, en las que se vendía alcohol a todo el mundo, incluidos los de Primero (14 años). No sé hasta que punto el origen del botellón está en la prohibición de vender alcohol a los menores, sin un cambio de valores previo en torno a la borrachera.

  5. A ver si lo he entendido… los japoneses son como macacos amaestrados? 🙂 (es malo, pero…)

    No tengo ningún interés en defender a los pijos de Pozuelo (no sabía que era zona nacional), solo señalar que hace semanas hubo otra explosión de ira porque el municipio en cuestión, con la crisis, había suprimido los toros. En la CAM. Me preocupa más el ruido cotidiano que las explosiones decibélicas en fiestas. Si sólo fuera en fiestas! En fin, al grano. Manuel Delgado sostien la teoría que algunas fiestas como la de San Juan, son de hecho, entrenamientos de kale borroka. Recomiendo la

    Cito textualmente de un a entrevista:

    Es una constante: cada sociedad ama su propia forma de violencia. Los iconoclastas de la Península recurren a los protocolos de acción que tienen más a mano, en este caso a formas de violencia codificadas en las fiestas populares (monigotes, árboles de mayo, fogatas de Sant Joan, tan evocadoras de las barricadas….).
    Y es que, en el folclore español, abundan tradiciones festivas en las que la agresión contra lo religioso está permitida, cuando no incluso concitada. En el fondo, no es más que un elemento regulador surgido de la conciencia de que la violencia no es algo intrusivo sino que forma parte del propio orden social; estos ritos vienen a ser, pues, una válvula de escape para mantener estable el sistema. Pero cuidado: esa misma violencia puede estallar y es entonces cuando sirve para refundar el mundo.
    Pienso, por ejemplo, en el episodio anticlerical de Centelles en 1936. Si se analizan los hechos, se descubre que las acciones de los anticlericales siguen con una fidelidad pasmosa los códigos de la Festa del Pi. Los ejemplos son múltiples. Otro paradigmático y muy interesante es el de la agresión, por las mismas fechas, al Santo Cristo de Piera: en los distintos actos del ataque aparecen, invertidos, los términos de la leyenda del siglo XIII que narra la aparición de esa cruz.
    Y, si quieres un ejemplo de violencia ritualizada, contenida, lo tienes cada año en la Passió d’Esparraguera, donde la multitud es un conjunto ondulante que responde a estímulos contradictorios: ora insulta o alaba, ora destruye o loa. La Passió, además, es un ejemplo perfecto de la mentalidad que subyace con frecuencia en estos ritos, y que considera a “las masas” incapaces de pensar bien, por lo que deben ser dirigidas; verás cómo se emparenta a la multitud con los niños, la mujer o el salvaje, grupos a los que esa mentalidad contempla igualmente como expresiones de la alteridad carentes de raciocinio.
    Y, en realidad, las masas saben pensar, ya lo creo; lo único que ocurre es que lo que quieren, lo quieren ya. Cuando esa voluntad se desencadena, en lugar de jugar a insultar, se insulta; en lugar de jugar a colgar de un árbol y abrir en canal, se ahorca y destripa; en lugar de jugar a arrancar los ojos, se ciega. Así, las temidas “masas” superan el rito para entrar en la historia.

    Ale!

  6. No recomiendo nada, a no ser que se sepa catalán: Delgado, M. La festa a Catalunya, Avui

    Que conste que a mi me preguntaron si era mía una cámara de fotos… que efectivamente lo era y me había dejado en el cesped de una iglesia románica por que no se puede estar con las fotos y con las minipratxandas al mismo tiempo. Teniendo una neurona. Todo ello al sur de los Pirineos.

    Puto 68 y putos pijos

    Del primer párrafo de Lope #54 entiendo que está casi casi en contra del mayo del 68? Es usted Leguina? Es de Ciutadans? No se, no se…

    Banlieus francesas: La ultraderecha culpa al Islam, cierta izquierda a la pobreza. Otros creen que es un problema de racismo, los franceses jóvenes de origen magrebí, que estan ya cabreados por oir un discurso republicano y soportar una realidad lepenista (por simplificar, tengo sueño), se descontrolan cuando la policía mata a unos jóvenes de su misma condición y Sarko les llama racaille. En Los Ángels igual pasan cosas parecidas. Y su reacción es muy republicana… violencia a saco. En Francia, se ha secuestrado a empresarios que querían cerrar la fábrica. Se amenaza con volar fábricas si las condiciones de cierre no les gustan a los sindicatos. (siempre que la empresa tenga depósitos de gas). Otro ejemplo lo tenemos en los antitaurinos. Se ha disparado contra las casas (no las prersonas) de empresarios del ramo. Aquí te plantas delante de la Monumental con pancartas y te llaman violento y radical.

    En Francia llevan tres huelgas generales, creo.

    Lope pixit et dixit: eran chicos y chicas procedentes de familias que no pueden considerar marginales. Incluso, algunos son hijos de papá.
    Coño! Y porqué habían de serlo? Marginales, me refiero. Algunos son… ergo la mayoría estan entre ser hijo de papa y marginal. Casi como los votantes del PSOE, no? O del PNV? sociológicamente, eh?

    Verá, es que entre los convergentes y otras hierbas resulta que hay una acusación muy común que es la de ecopijos. O sea, pijos votantes de Iniciativa y demás. Eso los que no son comunistas desfasados. Supongo que existen. Los pijo hippies son los únicos pijos con los que un «palestino» puede llegar a mezclarse. Pero es una manera de meterse con los ecologistas y la izquierda en general.

    Luego estan los okupas, los cuales todos, toditos son hijos de papá que se aburren en sus casas y tal. Es un estigma. Según David Fernández (periodista) amplificado por los media y la policía que ha calado en parte de la opinión pública. Mi mujer, conoce a uno de sus portavoces en BCN, y es hijo de obreros. Qué cabrones, ponen al hijo de currantes a trabajar para ellos.

    Y ahora los batasunos. Si es que estan por todas partes! Putos pijos! Sólo hay que fijarse en que son de izquierda extrema o extrema izquierda. Garantía de proceder de famílias adineradas.

    OJo! que a mi San Sebastián me pareció una ciudad muy pija, al menos con la mirada de turista. Vamos que la policía sabe cuando detien al comando guipuzkoa. «Coño! si llevais el pasamontañas Ralph Laurent»

    No se yo… Bueno, voy a reciclar las botellas de diseño

    ———

    «Palestino» en los 80 joven procedente de los barrios trabajadores de BCN o sus ciudades dormitorio adyacentes.

  7. Y me dejaba a los pijoprogres titiriteros de la cultura, niños de papá subvencionados y no como el votante del PP, el señor de la calle que trabaja, que se levanta a la 6. Como el fontanero de MacCain, el español de la calle… el señor normal.

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