Macedonia importa

LBNL

En el convulso panorama internacional que nos acosa se agradecen sobremanera acontecimientos tan positivos como los que están sucediendo en las últimas semanas alrededor de la minúscula república ex-yugoslava de Macedonia, que está cada vez más cerca de cambiar su nombre oficial al de Macedonia del norte. La mayoría de ustedes no habrá visitado nunca el país y no recordará el nombre de su capital, Skopje. Ni falta que hace, pero la resolución de la pugna soterrada que viene enfrentando al país con Grecia y Bulgaria desde la desintegración de Yugoslavia es importante. Para todos. De una parte, demuestra que la perseverancia diplomática da sus frutos aunque sea al cabo de décadas. En otras palabras, hay esperanza para Chipre, o Palestina, por ejemplo. De otra, elimina un escollo que se antojaba insalvable para la consolidación de la convivencia pacífica en los Balcanes y la integración de la región en la comunidad occidental.

Cuando visité Macedonia muy brevemente hace unos meses me enteré de que los búlgaros consideran que los macedonios son simplemente bulgaros asentados en ese territorio. Para los macedonios, por supuesto, tal percepción búlgara es una afrenta intolerable, al estilo de la rabia que provoca a los valencianos escuchar a los catalanes que su lengua vernácula no es sino un dialecto de la suya. Claro está que la magnitud de la afrenta suele presentar una relación inversamente proporcional a la falsedad de la percepción ofensiva: cuanto más cierta la tesis, más molesta.

El problema con Grecia es diferente porque es ésta la que se irrita con la apropiación macedonia de parte de su relato identitario histórico, en el que Alejandro Magno juega un papel importante. Macedonia, sin embargo, lo reclama como propio porque se supone que era macedonio. Siguiendo con los símiles hispánicos, la afrenta macedonia sería parecida a la que percibía Franco cuando los italianos afirmaban que Colón era genovés. Pero no todos los griegos son completamente estúpidos. Al contrario, la mayoría entiende que Skopje reivindique la figura alejandrina. Pero no que lo haga negando el contexto – los macedonios entonces formaban parte de la civilización helena – o apuntando a la futura anexión de la provincia griega limítrofe que se llama precisamente Macedonia.

Ahí entra en juego el factor principal que está permitiendo el desbloqueo del conflicto: la confianza. Hace poco más de un año el Primer Ministro Zaev ganó las elecciones por muy poco y desalojó del poder al nacionalista Gruevski, que desde 2006 venía monopolizando crecientemente las estructuras del joven estado macedonio. Tras el escándalo mayúsculo que reveló que Gruevski espiaba a toda la oposición, la comunidad internacional – principalmente la Unión Europea y Estados Unidos – tuvo que presionar mucho y de forma continuada para que pudieran celebrarse elecciones en condiciones mínimamente aceptables. El nuevo Primer Ministro, que no tuvo mayor problema para pactar con los partidos de la minoría albanesa, fue muy claro desde el principio: los problemas con Bulgaria y Grecia tenían solución y debían resolverse de forma urgente para permitir la integración de Macedonia (del norte) en la OTAN y la UE.

Bulgaria entró al trapo y firmó un acuerdo de buena vecindad. La visita a Skopje del Presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker durante su gira balcánica antes del verano sirvió para que los macedonios renombraran a toda prisa su aeropuerto (ya no se llama Alejandro Magno) y recibieran el mensaje de que la Comisión recomendaría la apertura de negociaciones de adhesión a la Unión si llegaban a un acuerdo con Grecia sobre el nombre del país.

El acuerdo fue rápidamente posible porque en realidad el nombre nunca fue tanto la cuestión como el encaje del pequeño país entre sus vecinos balćanicos, acostumbrados a resolver sus diferencias a tortas. Zaev convocó un referendum y un 90% de los votantes confirmaron su apoyo al acuerdo, presentado como la puerta de entrada a la OTAN y la UE. El referéndum, no vinculante, sin embargo resultó inválido porque no concitó la participación del 50% mínimo del electorado. No podía hacerlo: el censo está absolutamente inflado porque no se ha actualizado tras la emigración de decenas de miles de macedonios. Y su actualización es un tema sensible dado que probablemente el nuevo censo reflejaría un ascenso sustancial de la minoría albanesa. En todo caso, Zaev llevó el acuerdo al Parlamento y consiguió el otro día el indispensable apoyo de dos tercios de los diputados, incluidos algunos de la oposición, sensibles a las presiones occidentales.

¿Por qué Occidente presiona tanto? Porque sin acuerdo con Grecia Macedonia no puede entrar en la OTAN. Y tras la entrada de Albania hace años y del eslavo Montenegro hace muy poco, la entrada de Macedonia en la OTAN clarifica la vocación occidental de la región, pese a los activos esfuerzos rusos para evitarlo.

Pero no todo está hecho. En Grecia el Primer Ministro Tsipras se mantiene al frente del Gobierno gracias al apoyo de un partido de derecha nacionalista minoritario. Su líder, el Ministro de Defensa (un elemento, créanme, que le he visto en acción) se opone al acuerdo arguyendo mil razones importantísimas pero principalmente porque considera que Macedonia en realidad debería volver a ser parte de Grecia. La tensión es tal que el Ministro de Exteriores del partido de Tsipras, que negoció el acuerdo, ha tenido que dimitir. Pero no me cabe duda de que al final, Grecia ratificará el acuerdo, aunque sea con el apoyo de la oposición de centro-derecha, que no puede permitirse ser culpabilizada del fracaso.

Los Balcanes no están listos para la adhesión a la UE: ni política, ni económica, ni socialmente. Tienen que pasar muchas cosas para que los niveles de PIB, corrupción, gobernanza y crimen organizado de los países de la región resulten mínimamente aceptables. Y más teniendo en cuenta lo complejo que está resultando digerir la adhesión de “nuevos” Estados Miembros como Polonia y Hungría.

Pero de Bruselas a Sarajevo se tarda menos en avión que de Bruselas a Madrid. El futuro, a largo plazo pero futuro al fin y al cabo, es claro. Europa incluye a los Balcanes y nos interesa su estabilización política, social y económica. Y no nos interesa que potencias más alejadas – Rusia, China, Turquía – interfieran y potencien sus propios intereses, contarios a los valores europeos que los ciudadanos de los Balcanes abrazan y ansían en su gran mayoría.

7 comentarios en “Macedonia importa

  1. Tal vez convenga parar un poco , al menos tanto como esa caravana de hondureños que no quieren ir a Méjico sino a los Estados Unidos , porque el migrante , al parecer , tiene más derechos que los turistas.
    La parálisis en la UE surge de esa malévola pregunta americana cuando llaman a Europa : « ¿Hay alguien ahí ? » , que es como decir ¿Existe Honduras ?
    O hay reglas , derecho y buena fe o lo demás : reclamar estatus por el hecho de estar vivos.
    Si lo segundo , debemos prepararnos para un conflicto permanente y generalizado que a su vez producirá efectos hoy por hoy que apenas podemos vislumbrar. Pero que tienen mal color.
    Yo , como la mayor parte de los españoles , nos levantamos sin pensar en Macedonia , aunque espontáneamente les deseamos lo mejor de este mundo , y nunca la consideramos igual que a Francia o Alemania en el concierto de las naciones. Como no consideramos que Cataluña sea igual a lo que mejor les parezca y tampoco que Monserrat o la Basílica de Begoña sea el Vaticano. Hay un sentido de la proporción. Pero el resentímiento actúa e instila su mala bilis allá dónde puede. Cada vez que esto sucede , por ejemplo en el Estado de Texas ,se les dice que la Constitución Americana prohíbe excesos.
    Porque las Constituciones están para pacificar , como los cascos azules , y lo más pequeño frente a lo más grande – siempre que se respeten loa derechos fundamentales – están con su medida para acatar un sentido de paz que excede sus fronteras.

  2. Ahora les ha dado a los funcionarios televisivos por vestirse de negro por ofrecernos un producto mediocre que debemos recomprar en el mercado privado para poder obtener un mínimo de calidad.
    Tras la vociferante administradora de la TVE ( ni usted. ni usted, ni usted …) no había nada . Porque la tv es cara , y muy cara , usted.
    Lo cierto es que la TV de Iglesias es una auténtica porquería , con reportajes marginales , sin alma e inflamada de propaganda. No hay debates ( se los pasan a la Sexta ) ni sentido de país ni de Estado.
    Una miseria que pagando lo podemos soportar.

  3. Pues eso Amistad , a pagar por un muy mal producto. Porque la TV tiene algo de creativo que no aparece. De hecho , hoy por hoy , la TVE es mucho peor que la anterior. ¿ Y ? Mejor ensuciar que los productos de limpieza. Elecciones, por educación.

  4. Si la anterior TVE era del PP,si las audiencias han bajado,quiere decir dos cosas:
    Que los votantes actuales del PP se han largo indignados
    Y Que los votantes que no volverán a votar al PP ni a Cs se han quedado.

    Moraleja:
    Si suben las audiencias a partir de ahora ,mucho me temo que tus argumentos serán un bumerang.

    Comprate un casco…jeje.

  5. Cada vez veo mas claramente que A. Mulligan tiene una postura parecida a la de Aznar: desprecio a la UE y beatificación de EEUU. le parece genial la frase: «La parálisis en la UE surge de esa malévola pregunta americana cuando llaman a Europa : « ¿Hay alguien ahí ? » . Si la integración de los estados de Norteamerica fue mas rápida que la europea, hay que tener muy presente que en Europa se está desarrollando un proceso de integración de paises de muchos mas siglos que los estados norteamericanos, con lenguas muy consolidadas y pasados históricos de cruelísimas y largas guerras. No olvidemos también la Guerra de Secesión americana, pero solo duró 3 y pico años. Ya esta contienda ha seguido creando divisiones y rencores en EEUU, de modo que ¿cuánto mas difícil es pasar pagina en Europa con guerras de decadas a lo largo de tantos siglos?
    De modo que el intento de que los paises balcánicos dejen sus rivalidades formando parte de la UE es tan loable como fue la unión de los paises fundadores del mercado Común.
    Pero A. Mulligan ha considerado que lo mas destacable hohy es vilipendiar a la TVE. Es jocoso que diga la TV de Iglesias, siguiendo la corriente del discipulo de Aznar, Casado, que todo lo que hace el Gobierno del PSOE lo considera liderado por P. Iglesias. Es decir, que bien estuvo que mandara en TVE y la censurara el PP. Sabían hacerlo mucho mejor. Someter a una televisión al parlamente solo tiene como consecuencia la mediocridad.

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