Marta
¿Nunca os ha entrado unas ganas irrefrenables de retorcer el cuello de un comercial? ¿No habéis sentido el deseo de tener poderes sobrenaturales y poder meter las manos por el auricular para ver si así sí, la persona que supuestamente os tiene que resolver un problema reacciona de alguna manera? Creo que estas sensaciones son especialmente habituales cuando se tiene que lidiar con los comerciales (así los llaman) de cualquier compañía telefónica.
Esto es muy propio de nuestros tiempos. Las empresas desean ahorrar en dinero y nosotros queremos ahorrar en tiempo. Así, es cada vez más habitual recurrir al teléfono, antes que dirigirnos a algún sitio tipo tienda de cuya existencia incluso dudamos.
Pero el uso del teléfono genera sus problemas. Primero, los mensajes grabados que te derivan de un punto a otro y que te obligan a decir palabras sueltas como sí, no, o bicicleta, y de paso, te hacen sentir un poco oligofrénico. Pues en el momento en que te equivoques, vuelta a empezar…
Por teléfono, además, muchas veces parece que las palabras se las lleva el viento. Personalmente es una situación en la que me siento en desventaja, me parece que el del otro lado de la línea no me entiende, o peor, aún, le da igual. Y en más de una ocasión, cuelgo sin mi problema resuelto y con energías negativas a raudales, a lo que se añade una vaga mala conciencia: acabas de ponerte borde con el último mono de la superempresa de turno.
A abordar los problemas con el teléfono o con la factura de la luz con buen ánimo y educación tampoco ayuda el acoso a que nos someten estas mismas empresas, precisamente aquellas con las que no tienes contratado producto alguno. Con el tiempo, tengo que reconocerlo, estas llamadas han disminuido, y al menos, no lo han vuelto a intentar a las diez de la noche, como colofón de algún intenso día de diario.
Las situaciones conflictivas, sobre todo cuando de grandes empresas se trata, no se limitan sólo al contacto telefónico. Un caso habitual es cuando viajamos, cuando ese tren no llega, o ese avión ni está ni se le espera. Es en este tipo de situaciones cuando se ve con mucha más claridad que es lo que nos irrita más: la falta de información. Suele ser escasa y a veces llega cuando nadie la necesita ya. Mientras tanto, el que ha dado la cara es el chaqueta roja, o verde, el de la taquilla, todos currantes en muchas ocasiones mal pagados.
La información es un bien valioso que falla incluso en situaciones muy delicadas, como cuando una persona querida está en un hospital y se encuentra muy grave, tanto que tiene los días contados. En estas situaciones, se constata que muchas veces los médicos no informan a los parientes de cuáles son sus derechos sobre cuidados paliativos y otras cuestiones de esta naturaleza. En ocasiones, lo cierto es que los propios médicos lo ignoran.
En todo este cúmulo de situaciones, unas más cotidianas que otras, se puede constatar que somos, en general muy dados a quejarnos, pero no sabemos cómo hacerlo para que nuestras quejas y reclamaciones sean más efectivas y mejor atendidas. Hay formas de solicitar, exigir, reclamar… pero muchas veces no las conocemos.
Y realmente esta es la vía para que todas estas situaciones no sean tan frustrantes. Se dice que en este país falta cierta cultura de reclamar: nos quejamos mucho, pero a la hora de hacer algo efectivo tendemos a dejarlo pasar. Pero seguramente en el momento en que nos acostumbremos a exigir información, a conocer nuestros derechos y a ejercerlos, más de uno se empiece a poner las pllas.
Hola Marta. Coincido, aunque hoy tengo que contar hasta cien para no escribir lo que pienso de las portadas de la derecha mediática. Son puro odio. A cierta derecha la izquierda solo le gusta en las cárceles o en las cunetas.
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Comparto el malestar de Polonio.
Ayer viendo las televisiones y leyendo los medios de comunicacion escritos de este pais,me preguntaba si la izquierda será capaz algun dia de sentir y demostar tanto odio como destilan la caverna mediatica.
Odio hacia los sindicatos.
Odio a los socialistas.
Odio hacia la izquierda en general.
Pero lo mas curiosos de todo lo que he visto y he leido ,es que muchos votantes desengañados con los recortes del PP habrian respaldado esta huelga general si no la hubieran convocado los sindicatos.
Diganme ,pues,si este no es un pais de locos ,donde los tontos de los cojones. hacen al Idiota garante de sus errores.
Polonio,por lo que mas quiera:
¡¡¡DESAHOGUESE!!! esriba lo que piensa sin tapujos…..
¡¡¡GRITAR !!! de vez en cuando va bien para el sitema circulatorio. y evita que la sangre se nos congele.
Sus palabras seran las mias,tengalo por seguro.
Lo entiendo perfectamente. A mi me venían esos impulsos homicidas cada vez que una llamada telefónica -al teléfono fijo de casa-, me interrumpía la leve siesta. Es decir, no me refiero a situaciones en las que uno busca ayuda para resolver algún desaguisado con el móvil, la conexión a internet o la facturación. No, hablo de las llamadas que hacen las empresas interesadas en vendernos sus bondadosos planes. No fallaba. Al principio, por aquello de ser comprensivo con quienes así tenían que ganarse el pan, contestaba y amablemente rechazaba sus promociones. Al cabo de una temporada, y de muchas siestas interrumpidas, empecé a limitarme a descolgar el auricular -para que dejara de sonar-, y colgarlo a continuación sin entablar la más mínima conversación. Ahora ya ni eso, me he acostumbrado a ignorarles, dejando sonar al teléfono (creo que, en mi caso al menos, el fijo ya sólo lo utilizan esas empresas) en la confianza de que si no se trata de la llamada de un comercial la persona interesada volverá a intentarlo.
Buenos días, amigos y amigas:
Lo de las portadas de la «cavenna» lo tenía asumido. No se puede esperar menos del histórico «ABC» de las portadas de «Franco, Franco, Franco», o que felicitaban el cumpleaños de Adolf Hitler. No menos de «La Razón», panfletillo que no pierde la linea desde que fuese fundado por el proverbial viejo verde Anson. Qué decir de «La Gaceta», para la que todo es ETA, o del pórtico de las personales obsesiones de Pedro oJt que es «El Mundo».
Lo realmente doloroso es comprobar que los sectores progresistas de la sociedad, frente a este despliegue, están en una situación de preocupante orfandad mediática, con gloriosas excepciones. Gracias, Cebrián.
Feliz jueves post huelga.
A Cebrián se le puede acusar de muchas cosas, incluso de alguna que no es responsable, pero la portada de El País hoy sobre la huelga es impecable. Gracias a esa foto en portada desmiente muchas mentiras.
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Lo de nuestra derecha es fantástico: la huelga ha sido un fracaso pero el daño a la economía española ha sido brutal. Que me aten esa mosca por el rabo.
Nuestro Julio Embid, en las redes sociales: «No se quien ganará en votos en Cataluña, pero sí estoy seguro quien ganará en botox».
La zona euro entra en recesión, oficialmente. Oh, esas políticas que nos iban a sacar del atolladero, tan europedas, tan supercalifragilísticas, tan modelnas y exemplares …
La escritora Cristina Fallaras cuenta hoy cómo le llegó ayer la orden de desahucio de su casa. Una más. Qué triste.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/14/espana/1352895914.html
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No me resisssto a publicallo:
http://www.paralelo36andalucia.com/upyd-la-marca-blanca-de-la-derecha-extrema/
JAJAJA….que nervios…..gracias Jon
Yo he conseguido librarme del acoso de los comerciales con un par de trucos:
1.- La mayoría de operadoras han despedido a sus teleoperadores locales y subcontratan a empresas radicadas en Perú, entre otros sitios. Cuando me llama alguien con acento sudamericano mi respuesta es: «síntoo, non sei falar español, poderíame falar en galego, por favor»? Cuando me dicen… «perdón, no le entiendo» contesto «iso é o que me pasa a min, coido que non poderemos entendernos, poderíame falar en galego».
Posteriormente cuelgo.
Si es uno de esos escasos casos en los que todavía el servicio de telemárketing es local (por ejemplo «R» en Galicia) suele funcionar el que les hagas una simple pregunta: «qué llevas puesto?» Ahi da igual que sea chico o chica, suelen desistir enseguida. Y si no desiste y resulta que te lo cuenta, puede que sea el principio de una bonita amistad.
En definitiva, son unos pesados, pero… joba, ya que te llaman, por lo menos pasar un buen rato, no?
Cuando lei el titulo del articulo pense que Marta nos iba a instigar al homicidio, afortunadamente se ablanda y queda en una llamada a la sensatez y los derechos de los consumidores (mala época, cuando ni siquiera los tienen los trabajadores).
Yo también he tenido experiencias muy marcianas, tanto con operadoras de teleco intentando que migre, como con empresas eléctricas.Voy a copiar la depurada tecnica de Pablo Franco, que me ha gustado.
Cuando lei el titulo del articulo pense que Marta nos iba a instigar al homicidio, afortunadamente se ablanda y queda en una llamada a la sensatez y los derechos de los consumidores (mala época, cuando ni siquiera los tienen los trabajadores).
Yo también he tenido experiencias muy marcianas, tanto con operadoras de teleco intentando que migre, como con empresas eléctricas.Voy a copiar la depurada tecnica de Pablo Franco, que me ha gustado.
Decir que uno de los acontecimientos más relevantes de la jornada de ayer fue el incidente de Tarragona, en el que los Mossos agredieron a un menor y luego a una joven que les recriminó su acto criminal.
Y es más relevante porque, como hoy se dice en las redes sociales, es la prueba de que Catalunya, sí, tiene las estructuras embrionarias de Estado propias de una Nación independendiente: aparato coercitivo que se pasa de rosca y un consejero de Interior fascistoide perfectamente homologable a un Ministro de Interior opusino y facha.
Buenas noches tengan,