Misiles en Rota

Barañain

Cuando preguntaron al candidato Rubalcaba por su opinión sobre la intención del gobierno de Zapatero de adherirse al proyecto del “escudo antimisiles”, contestó con una evasiva, manifestando así su distanciamiento de la misma. Un guiño del candidato a un sector de la ciudadanía de izquierda que estos días ha puesto el grito en el cielo por esa iniciativa.

Ya con la boca pequeña -una vez escenificado su guiño-, el candidato no ha dejado de reconocer que el asunto llevaba meses trabajándose, por lo que difícilmente podía ser él mismo ajeno al proyecto. Pero con las encuestas tan adversas, no era cosa de hacer pedagogía. El viejo profesional de la política optaba por dejarse llevar por esa corriente que, a las primeras de cambio, muestra su perfil “antimilitarista” y “antiamericano”.  Incluso cuando el asunto a debate -como en este caso-, no ofrece demasiado motivo para la escandalera.

Junto al persistente antiamericanismo primario, otro factor que  puede explicar las exageradas críticas provocadas por la declaración de Zapatero es que se produce precisamente en este deprimente fin de ciclo político tan propicio al ajuste de cuentas. Hacer leña del árbol caído es una tentación difícilmente resistible en estos momentos. Muchos se afanan ahora por marcar sus distancias, enfatizando sus divergencias con Zapatero en quien, de repente, han  descubierto a un perverso -o un atolondrado, según otra versión-,  dilapidador del caudal político de la izquierda.

 En realidad, de lo que menos han hablado los críticos con la iniciativa del gobierno ha sido del proyecto en sí mismo, del “escudo antimisiles” con el que Obama desmontó el planteamiento, mucho más agresivo, de su antecesor. Y eso que la política militar de la actual administración demócrata, al igual que su visión de las relaciones internacionales, han sido seguidas con simpatía entre nosotros o, al menos, sin la desconfianza que habitualmente generaban las iniciativas de los halcones de Bush. Como ha sido un lugar común lamentarse de la poca sustancia de la política militar o de defensa de los europeos. Pero cuando llega la hora de concretar, las buenas palabras se desvanecen y Obama ya no es Obama sino, simplemente, el representante del militarismo americano.

 La finalidad de este proyecto -que es defensivo-, es  neutralizar eventuales ataques a occidente procedentes de Oriente Próximo, especialmente desde Irán, muy dado a amenazar con esa posibilidad. La primera versión del proyecto, impulsada por la administración de Bush, causó duros enfrentamientos diplomáticos con los rusos, al prever el despliegue de misiles interceptores en Polonia y República Checa, con lo que Moscú consideraba que se neutralizaban sus propias capacidades ofensivas. Obama, por el contrario, optó enseguida   por un sistema de interceptación más ágil que el anterior, instalado en buques de guerra y dirigido a neutralizar misiles de corto y medio alcance.

El sistema se aprobó en la cumbre de la OTAN -28 países-,  celebrada en Lisboa hace un año, y es ahora cuando empieza a desarrollarse. En palabras de Jesús Cuadrado, presidente de la delegación española en la asamblea parlamentaria de la OTAN: “Es simplemente  un  sistema de defensa contra la amenaza cierta de misiles balísticos en malas manos….para defender Europa de ataques de Estados y agentes no estatales, grupos terroristas incluidos, con misiles con todo tipo de carga mortífera….nada de ciencia-ficción, amenazas ciertas, de las que los gobiernos serios tiene la obligación de proteger a sus ciudadanos”.

Cuando no se quiere o no se puede  abordar el fondo de un asunto político,  viene bien escudarse en cuestiones formales, con las que intentar deslegitimar la iniciativa. Eso es lo que hemos estado viendo en los últimos días, desde que Zapatero anunció en la sede de la OTAN la intención de su gobierno. En seguida se desempolvó – descontextualizándola -, una intervención parlamentaria de Zapatero durante el debate del estado de la nación de 2001, cuando era aún diputado de la oposición, en la que cuestionando una declaración del presidente Aznar en apoyo de los planes de Bush, le reprochaba actuar con secretismo -el PSOE se había enterado por la prensa-, y de  no llevar la cuestión  al parlamento. Decía entonces Zapatero: “La política de defensa y de seguridad tiene que ser una política de Estado y de consenso”.

 La imagen de un Zapatero que parece empeñado en negar los rasgos que caracterizaron su primera andadura presidencial resulta muy sugerente para sus críticos: ¡Qué lejos -nos dicen- aquel Zapatero de este presidente terminal que actúa de manera similar a su antecesor,  mostrando la misma sumisión ante el poderoso yanqui y el mismo desprecio por las formas democráticas!

 ¿Pero acaso estamos hablando de lo mismo? La comparación entre este Zapatero y aquel Aznar es muy forzada porque son bien diferentes tanto el fondo técnico del asunto -las características del proyecto en sí-, como el contexto internacional en el que se proyecta -bien lejano de aquel otro sacudido por el unilateralismo agresivo que practicaba la administración Bush-, como las circunstancias políticas en las cuales el gobierno español toma su decisión.  Y, encima, se olvida que el parlamento español ya tuvo un debate específico -con actuación estelar de la ministra Chacón-, con motivo de la aprobación del nuevo “concepto estratégico” y de este sistema antimisiles por parte de los miembros de la OTAN, nuestro país incluido. Pero esto debe ser la letra pequeña; lo que importa, para la demagogia, es fijar los grandes titulares: ¡¡¡Habrá misiles en Rota!!!

¿Cómo puede compararse la actitud de aquel gobierno que ignoraba a su oposición parlamentaria con la de este que ha pactado previamente con ella antes de formalizar su decisión? ¿Es igual el momento político de aquella legislatura de Aznar -en el que se suscitó aquella queja socialista-, con este de ahora, con la legislatura ya concluida, y disueltas las Cortes? 

Una vez iniciado el camino, será dentro de unos cuantos meses cuando se concreten sus detalles, previsiblemente bajo un gobierno del PP. Por ello, parece bastante razonable la actitud del gobierno actual -el nuevo que surja del las elecciones del 20-N no se constituirá hasta casi las navidades-, de dar su necesaria conformidad inicial contando con el visto bueno del PP y hacerlo ahora para no poner en riesgo la participación española  en un asunto que siendo de envergadura europea -no sólo española-, no parece que pueda acomodarse sin más al ritmo de nuestra vida política.

Algunos han ido más lejos y han denunciado lo que consideran un incumplimiento de las condiciones bajo las cuales el pueblo español, en referéndum, aprobó la vinculación a la OTAN. Una traición -otra más-, de Zapatero, por decirlo a la manera clásica.  Tales condiciones eran dos: la disminución -que no eliminación-, de la presencia de tropas estadounidenses en nuestro país y la no integración en el estructura militar integrada de la organización. Y ninguna  ha sido vulnerada por esta decisión gubernamental.

Lo de la no integración en la estructura integrada de mando  estuvo vigente hasta la caída del bloque soviético. A partir de 1991 la integración del ejército español en la estructura de mandos de la OTAN y la participación de nuestros ejércitos en las misiones internacionales ha sido creciente, y vivida con normalidad y simpatía, sin ser fuente de disputas políticas (ni siquiera IU, nominalmente más crítica, ha hecho bandera de ello). Es decir, que el actual propósito gubernamental no cambia en nada lo que viene siendo normal desde hace dos décadas.

En cuanto a la disminución de efectivos americanos, lo cierto es que se hizo realidad enseguida. Si antes de 1982, los efectivos americanos en las bases españolas eran superiores a los doce mil, en los acuerdos actuales entre España y EEUU -y ya desde hace años-,  la cifra máxima de militares americanos  cuya presencia es permitida es menos de la mitad de aquellos. Y en la realidad la presencia efectiva es aún menor. Por eso,  si se concreta lo de la incorporación de la base de Rota al escudo antimisiles, la prevista incorporación de otros mil y pico soldados que implicará no rebasaría ese límite establecido en los acuerdos.

16 comentarios en “Misiles en Rota

  1. Muy clarificador el artículo de Barañain, se agradece. Ayer ya salió otro en El Pais en la msima línea, de Cuadrado. Las reacciones un poco a lo Margarita Xirgu (como la que tuvo Miguel Angel Aguilar en su columna esta semana) son un poco ridículas, la verdad.

  2. Vale.

    «Antiamericanismo primario», dice Barañain. Yo pensaba que ese era un latiguillo utilizado por los palmeros del trío de las Azores, pero veo que aquí se da como descripción objetiva de la realidad de la izquierda española. Por supuesto, cualquier cosa que nos parezca mal en la política exterior de los Estados Unidos se deriva solo del famoso «antiamericanismo primario» (igual, por cierto, que la crítica a los asesinatos que comete Israel es fruto tan solo de nuestro antisemitismo).

    Es estupendo, pero estupendo, tomar decisiones que afectan directametne a la seguridad del país cuando las Cortes están disueltas y sin debate parlamentario. Claro que se trata de un asunto «que no puede acomodarse sin más al ritmo de nuestra vida política»; naturalmente, debe acomodarse al ritmo de la vida política en otros países, que para eso estamos.

    Ojo; no «descontextualicemos» las declaraciones del Presidente, porque que diga una cosa en un contexto y la contraria en otro contexto distinto es la marca de los estadistas.

    Y no nos equivoquemos, porque aumentar en más de 1.000 hombres la presencia en nuestro prías de militares estadounidenses es, en realidad, reducirla.

    Luminoso.

    Enhorabuena a los premiados.

  3. Como diría Teoura, aunque sólo sea para que nadie piense que quien calla, otorga.

    Barañain vuelve a utilizar uno de sus recursos preferidos a la hora de abordar algunos temas. Es ese que consiste en dibujar un perfil grotesco del discrepante de sus tesis. Si quien discrepa de la política del gobierno de Israel no pasa de ser un antisemita miembro del siniestro “Hamas News”; quien cree que existen otras opiniones sobre el escudo antimisiles o no entiende cómo ha actuado el gobierno en este tema no pasará de un antiamericanismo primario, siempre demagogo, lleno de antimilitarismo, muy propio de quienes tienen que ajustar cuentas en este momento con Zapatero.

    ¡Bingo!

    Comprenderán que con este punto de partido el debate se hace imposible. O al menos muy pesado. Por lo menos en mi caso.

    Al margen del curso CCC de Estado Mayor, que cualquier curioso ha podido leer estos días en la prensa, y en donde encontrarán opiniones para todos los gustos, la pregunta que queda pendiente de responder es:

    ¿En qué día, hora, y cesión parlamentaria el Gobierno informó al parlamento que el escudo antimisiles sería instalado en Rota?

    Porque ese es el debate. O mejor dicho: el no debate.

    Una cosa es informar de la reunión de Lisboa, que es lo que hizo la ministra en diciembre del año pasado, y otra muy distinta concretar que el escudo se situará en Rota e informar a los representantes de la nación en qué condiciones, con qué garantías y contraprestaciones. Una cosa es hacerlo en una rueda de prensa sin preguntas y otra sometiéndose al control parlamentario. Me parece que la diferencia es notable, aunque ya se sabe que los demagogos somos muy raros.

    Menos mal que nos queda siempre el diario de cesiones para aclararnos de qué se habló, en qué términos y bajo qué premisas, que si no llegaríamos a creer que la orquesta municipal de Rota tocó al final de la intervención de la señora ministra como agradecimiento por la pedrea de los puestos de trabajo que, supuestamente, va a crear el escudo (menudo obscenidad este tema de los puestos de trabajo, por cierto).

    Ya digo, todo muy cansado.

    En cuanto a la influencia de las últimas decisiones del gobierno en las muy escasas posibilidades de la candidatura socialistas no tenemos que esperar mucho para comprobarlo. El día 20N está ahí. Pero allá este PSOE irreconocible con sus problemas y guerras internas. No faltará el 21N quien nos aclare que el único que no llevaba el paso cambiado en el desfile del desastre era ZP.

    Por lo demás lean, si gustan, el excelente artículo de Irene Lozano que publica hoy El País: “Palabras que no están funcionando”. Es muy oportuno, también por este tema.

  4. ¿El excelente artículo que menciona Polonio es el escrito por la número 4 de la lista de UPyD por Madrid? Sólo por saber.

  5. He preguntado a un diputado nacional, experto en la materia, si en algún momento el gobierno ha informado en sede parlamentaria de la decisión sobre Rota. Me ha confirmado que nunca. Por si quedara alguna duda, la mesa de la Cámara acaba de rechazar una petición de IU para que el gobierno informe sobre lo de Rota y las Cajas. Como podemos comprobar todo de una claridad democrática digna de elogio.

  6. Me alegra que el articulo de Barañain ponga los puntos em las ies sobre el caso Rota,y aplaudo el intento de Polonio en ponerle sobre las cuerdas,cuando ha recibido tantos golpes en su credibilidad…..jiji.
    Pero eso no es nada comparado con que la lideresa de UPyD se haya quitado la careta:

    Rosa Hype niega que ser de izquierdas sea progresista

    «A lo largo de todas las experiencias de la Humanidad y de la Europa moderna hay muchas decisiones que han conducido al progreso que se han impulsado desde la derecha”

    http://www.elplural.com/politica/rosa-diez-niega-que-ser-de-izquierdas-sea-progresista/

    Me pregunto donde estaba esta diputada durante los años de gobierno socialista en España.

    ¿Diganme si ustedes conocen alguna propuesta de la derecha que le haya dado «derechos» a los españoles ?.

  7. Buenos días señores….

    No sé por qué los que decíamos hace mucho tiempo que Zapatero era un arbol que se iba a caer, no podemos seguir criticándole cuando es un árbol cayéndose, (que no caído todavía) máxime si en su caida sigue eludiendo el dialogo, el talante, y participación en decisiones importantes, y que son sorprendentemente contrarias a sus propias posiciones políticas previas.

    Algunos creíamos que Zapatero se iba a ir solo con el sambenito de no haber reaccionado a tiempo y con energía a la crisis, lo que no sabíamos es que también iba a renunciar a los que fueron sus propios principios más básicos de la izquierda para entregarse al autoritarismo y la política de derechas con la furia de un nuevo converso del capitalismo. Asombroso.

    Saludos a todos

  8. Por un lado, estoy de acuerdo con Barañaín respecto a que el contenido del referendum de la OTAN – el famoso «de entrada no» – no puede aplicarse ahora ya que las condiciones han cambiado despues de 2 décadas y de la caída de la URSS. El escudo antimisiles de Obama, nos dice Barañaín, es mucho mas benevolente que el anterior de Bush. Bueno, eso también me gusta. Pero lo indignante es que no haya habido un debate parlamentario sobre el tema.
    Pero Barañaín no es sincero en cuanto a que ya se debatió esto en el Congreso. Como muy bien aclara Polonio: «Una cosa es informar de la reunión de Lisboa, que es lo que hizo la ministra en diciembre del año pasado, y otra muy distinta concretar que el escudo se situará en Rota e informar a los representantes de la nación en qué condiciones, con qué garantías y contraprestaciones.»
    Si EEUU informó de la aprobación de Rota después de que se disolviera el Congreso, lo normal y formal sería retrasar la aprobación a las nuevas Cortes aunque tengan lugar en Enero. O bién, haber convocado una sesión extraordinaria sobre el tema por muy difícil que esto hubiera sido. ¿No fue muy difícil lo de la reforma constitucional? Pero se consiguió. ¿Qué EEUU exigía una respuesta inmediata? Pues eso es mostrar tu soberanía y es lo que debió hacer ZP aunque el PP se hubiera escandalizado si, por culpa de ello, EEUU hubiera cancelado su elección de Rota.
    Dicho esto, yo personalmente no estoy en contra de que la base de Rota sea el centro del escudo antimisiles de EEUU. Si fuera contribuyente estadounidense sí estaría en contra, ya que supone un enorme gasto militar mientras que se recortan los gastos sociales. No me ha quedado claro cuánta pasta tiene que poner España para que en Rota se creen puestos de trabajo. Estoy en contra de que España gaste dinero en esto y si es así, estoy en contra del proyecto.
    Para empezar, lo de defendernos de Irán o de Corea del Norte, me parece una demesurada exageración, Todos sabemos que se trata simplemente de satisfacer a Netanyahu y su gobierno anti paz , que sí se siente amenazado por Irán. También, es obvio, de complacer a todo el complejo militar-industrial de EEUU. Seguro que aquí también se arguye que es para crear puestos de trabajo.
    Ahora bien, no me siento identificado con esa izquierda que sigue anclada en la Guerra Fría y está en contra de EEUU haga lo que haga y a favor de Rusia, China, Cuba y Venezuela, hagan también lo que hagan. Sí me siento identificado con la izquierda que denuncia al actual gobierno israelí por sus continuos robos de tierra palestina. En esto Barañaín es tan trasnochado como la izquierda que menciona.

  9. Las acusaciones entre PSOE y PP continúan también en twitter entre González Pons y el equipo electoral de Rubalcaba.

  10. Manda guevos este Barañain, ahora defendiendo a Zapatero cuando se baja los pantalones frente a los yankees. Este hombre no tiene límites…

  11. http://www.prisa.com/sala-prensa/agenda/noticia/1804/debate-un-estado-palestino/#.TpXwQrIoTHV.facebook

    La propuesta del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de crear un estado palestino adherido a la ONU ha suscitado intensos debates en torno al conflicto palestino-israelí. ¿Será la fórmula idónea para alcanzar un acuerdo de paz o, por el contrario, crecerá la tensión en Oriente Medio? Para intentar dar respuesta a estas preguntas, EL PAÍS organiza el debate abierto al público ¿Un Estado palestino?

    El evento tendrá lugar el jueves 13 de octubre, a las 19:30 horas, en CaixaForum de Madrid (Paseo del Prado, 36) y contará con la participación de Miguel Ángel Moratinos, exministro de Exteriores y de Cooperación, Gustavo de Arístegui, diputado y portavoz del Partido Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores Diego de Ojeda, exdirector de la Casa de Sefarad; y Teresa Aranguren, periodista y consejera de RTVE. El acto estará moderado por Lluís Bassets, director adjunto de EL PAÍS. La entrada es libre hasta completar el aforo.

    La cuenta @elpais_inter retransmitirá en directo el encuentro. Se podrá seguir y participar en el debate a través de Eskup y de Twitter con la etiqueta #debatepalestina.

  12. Un par de puntualizaciones:

    Yo no dicho que en el congreso se hubiera debatido sobre la participación de la base de Rota en el sistema antimisiles, como me reprochan Polonio (3) y Magallanes (8). Lo que he escrito es que cuando la OTAN -España incluida-, aprobó el nuevo concepto estratégico que sostienen ese sistema, sobre ello se hizo un debate monográfico en el Parlamento. Y lo he escrito para poner de manifiesto que, aunque sólo fuera por ese “pequeño detalle”, era injusta la acusación de que Zapatero se había comportado ahora como en su día hizo Aznar, lo que le valió la crítica del entonces líder de la oposición. Y es eso, exactamente, lo que se ha venido repitiendo estos días. Es más, es eso lo que mantenían sendos artículos que se mencionaron en este Debate Callejero (uno, de Escolar y otro de un blog cuyo autor desconozco). Eso -el hecho de que no se trate de nada novedoso para el Parlamento-, unido al dato -otro “pequeño detalle”-, de que Zapatero ha acordado previamente con la oposición dar el visto bueno a la participación de Rota en el sistema, hace que la citada acusación sea no ya injusta, sino falsa.

    En no pocos de los comentarios críticos con esta decisión del gobierno se ha repetido también lo del incumplimiento de las condiciones del referéndum de la OTAN. Incluso si se acude a la popular Wikipedia se podrá leer que tales condiciones están aún “pendientes de cumplirse”. La demagogia precisa, necesariamente, de la falsedad. Ambas condiciones se cumplieron escrupulosamente -aunque el anónimo auotr de Wikipedia- no se halla enterado. Se redujo en más de la mitad la presencia de efectivos americanos y se estuvo fuera de la estructura militar integrada hasta la década de los 90, cuando cambió de pleno el “escenario” -desaparecidos los bloques antagónicos- y la participación plena del ejército español en esa estructura empezó a ser vista como un signo de normalidad y moderndad de nuestras FFAA. Nadie ha planteado objeción alguna si ha solicitado que se repitiera el referendum para que los votantes “consintieran” ese cambio. Y en cualquier caso, ese cambio se llevó a cabo hace ya dos décadas. La última decisión del gobierno no modifica nada.

    Como la reducción de los efectivos militares se hizo realidad respecto a la dotación existente previa al referendum y lo que va a suponer la participación de Rota en el escudo antimisiles sigue estando dentro de los actuales límites pactados – una dotación muy inferior, repito, a la previa al referendum-, es evidente que la decisión del gobierno no supone incumplimiento de aquella condición. Aunque Teuora (2) no parezca entenderlo, efectivamente, los mil nuevos militares americanos que pueda haber, digamos en 2013, significará que habrá más que en 2012, pero seguirán siendo mchos menos que los que había en 1982. Y eso, la reducción sobre lo que había cuando se convocó el referéndum de marras es lo que se decidió entonces.

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    12
    Me hubiera gustado poder asistir a ese debate en Madrid; aunque, estando de moderador el señor Bassets (Hamas News en estado puro) me temo lo peor.

  13. Barañain no es Dios,pero le adoro,por mucho que se indigne LNBL 12 y que Polonio 14 ponga en duda de la efectividad de «el escudo antimisiles»…..JAJAJA…que nervios.

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