Muere matando pero muere

LBNL

¡Y todavía quedan dos días antes del cambio de guardia en Washington! En Oriente Medio Irán está en máxima alerta desde hace un par de semanas, temiendo un ataque postrimero que esperemos no tenga lugar. Por su parte, la alerta es también máxima en Washington D.C., totalmente tomada por la Guardia Nacional, por lo que pudiera pasar a la vista del asalto al Capitolio el pasado día 6. De seguro, Trump no se va a atrever a volver a arengar a las masas pero a la panda de descerebrados que cree que ha habido un fraude electoral masivo, que la pandemia es un engaño y que Biden y los suyos van a acabar con su libertad, no le hace falta que el capo vuelva a pronunciarse mientras su administración adopta sanciones todavía más extremas contra Cuba, Venezuela e Irán y ejecuta a un par de presos del corredor de la muerte federal. Pero Trump ha muerto y no va a revivir.

Es difícil pero no imposible que, tras su partida, un número suficiente de senadores republicanos apoyen el impeachment y Trump sea finalmente inhabilitado, lo que imposibilitaría su posible candidatura en 2024. Pero incluso si el impeachment no sale adelante, tiene suficientes problemas legales a la vista, una vez perdida la inmunidad, como para anticipar que le será muy difícil salir con bien de todos ellos. Litigará, recurrirá y denunciará todo tipo de persecuciones pero será condenado, probablemente en más de una ocasión.

En cuanto a su “legado”, Biden se va a aprestar a deshacer los peores entuertos de los últimos cuatro años desde el primer día y con el Congreso y el Senado a favor al menos durante los dos próximos años, cabe esperar que dentro de poco, Trump sea solo una pesadilla insoportable arrumbada en el estercolero de la historia de EE.UU.

También en el ámbito internacional. En la OTAN se frotan las manos esperando la “vuelta” del liderazgo norteamericano que esperan interrumpa la apresurada salida de Afganistán e Iraq. En la Unión Europea la esperanza es similar, atreviéndose la semana pasada algunos líderes a rechazar las peticiones de cita del Secretario de Estado Pompeo, que finalmente canceló su proyectada visita a Bruselas. No será un camino de rosas con Biden, desde luego; los intereses y valores de EE.UU. y la UE no siempre coinciden. Pero habrá voluntad de abordar las diferencias constructivamente, como aliados y no como adversarios. Bienvenida sea.

Se creía por encima de todo y de todos y va a acabar derrotado, humillado y muy pronto también abandonado. Le está bien empleado. En algunas ocasiones, al final si se hace justicia.

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