Ni DUI ni 155

David Rodríguez

La consulta del pasado primero de octubre ya ha pasado a la historia de Catalunya como uno de los días más intensos que hemos vivido en las últimas décadas. Y, sin embargo, no parece ahora mismo que vaya a ser ni mucho menos el único momento que va quedar señalado en el calendario. Sin ir más lejos, el 3 de octubre también se vivieron acontecimientos de gran relevancia, y los días que están por venir, comenzando por hoy mismo, han de depararnos sin duda jornadas que se nos quedarán gravadas durante mucho tiempo en la memoria.

Comencemos por el uno de octubre. Pese a la represión habida, más de dos millones de personas acudieron a las urnas, en un ejercicio de movilización sin precedentes en Catalunya. No creo que sea el momento de discutir qué hubiera sucedido exactamente con todos los colegios abiertos, pero lo más lógico sería suponer que alrededor de la mitad del pueblo catalán hubiera depositado su voto. Teniendo en cuenta la alta proporción de síes, esto representa un apoyo al independentismo que se mantiene en línea ascendente durante los últimos años. Sin embargo, no debemos obviar que la otra mitad de la población se quedó en casa, hecho que pone de manifiesto la división en prácticamente dos mitades en torno a la cuestión de la separación de España. Los resultados, por tanto, no contienen datos sustancialmente nuevos respecto a lo que podía preverse.

Comentario aparte merece la intolerable represión ejercida por las fuerzas de seguridad a instancias del gobierno central. Las acciones autoritarias del Estado ya comenzaron el 20 de septiembre, con la detención de diversos altos cargos del gobierno de la Generalitat, y provocaron el efecto contrario al que tal vez deseaban. La movilización ha ido en incremento progresivamente, y lo que debía ser un evento del independentismo se ha convertido poco a poco en la defensa de los valores democráticos. Muchas personas han sido politizadas a golpe de porra, generando efectos de consecuencias imprevisibles durante los próximos tiempos.

Así pues, el tercer día de octubre se produjo un paro de país y una huelga general con una movilización masiva en contra de la represión, a la que no sólo acudieron los defensores de la independencia, sino una amplia gama de personas que la dotaron de una enorme transversalidad. La cifra de más de 800 heridos y las escenas de violencia desproporcionada han quedado para siempre presentes en la retina de la mayoría del pueblo de Catalunya, con todo lo que ello tiene de desconexión afectiva respecto a España. Soy consciente de que una cosa es el gobierno y otra el país, pero los acontecimientos posteriores no están ayudando demasiado a impedir esa desafección.

Efectivamente, el discurso del Rey la misma noche del día 3 provocó la mayor cacerolada de repulsa que jamás se haya visto en Catalunya. Felipe VI, al que nadie ha elegido en las urnas, no supo ni tan siquiera ejercer un mínimo papel de arbitraje, que es lo único para lo que se supone que sirve. Al contrario, perpetró un discurso bronco, autoritario y amenazador, ejerciendo como un pirómano más que quemaba uno de los últimos puentes de diálogo que podían quedar. Tal fue su tono que incluso algunos destacados dirigentes locales del PSC lo criticaron en las redes sociales. Para la mayoría de catalanes, la monarquía ha quedado no sólo como un anacronismo, sino que además representa una amenaza para nuestro autogobierno.

Para acabar con el capítulo de las movilizaciones en la calle, este domingo ha tenido lugar en Barcelona la mayor marcha que se recuerda en contra de la independencia y a favor de la unidad de España. Más allá de que muchas personas pudieran venir desde fuera, un gran número de catalanes han secundado la protesta, hecho que pone de relieve que el soberanismo también ha generado un importante rechazo en importantes sectores de la población. La presencia del PP como convocante de la marcha no ayuda demasiado a entenderla como una propuesta en positivo, ya que esta fuerza política es la mayor responsable del conflicto político que vivimos. Como tampoco contribuye en nada el discurso guerracivilista de Vargas Llosa, secundado ayer por unas declaraciones totalmente fuera de lugar de Pablo Casado.

Van pasando los días y Puigdemont insiste en qué quiere aplicar hoy mismo el resultado de la consulta. Es un grave error. Primero, porque la votación no ha tenido las garantías adecuadas para hacerla efectiva. Segundo, porque la mitad del pueblo de Catalunya la rechaza. Tercero, porque la declaración de independencia ofrecería la excusa perfecta para que los herederos del franquismo aplicaran la suspensión de la autonomía de Catalunya, o incluso algo peor. Los propios independentistas deberían darse cuenta (y algunos ya lo hacen) de que una DUI en estos momentos les aleja de su legítimo objetivo, y unida al fanatismo del PP nos puede colocar en una situación de enorme gravedad, que puede provocar una involución democrática sin precedentes.

“Ni DUI ni 155”, tuiteaba Ada Colau hace unos días, en la línea de su acertada y sensata declaración institucional de ayer lunes. La alternativa es el diálogo, pese a las dificultades que ofrece. Pero es que las otras opciones nos llevan a un auténtico callejón sin salida. Nadie ha dicho que conflictos políticos de esta envergadura sean sencillos de resolver, pero la historia nos demuestra que es posible, incluso en escenarios de mucha mayor violencia. Cada vez más personas y colectivos piden a gritos la negociación y la mediación, porque la evolución de los acontecimientos nos aproxima a escenarios que ni siquiera quiero poner por escrito.

No todo el mundo tiene la misma responsabilidad en este conflicto. El gobierno de la Generalitat, pese a los errores del ‘Procés’, ha pedido en numerosas ocasiones un diálogo que ha sido negado sistemáticamente desde el gobierno central. El papel del PP está siendo nefasto para intentar solucionar este problema político. En cuanto al PSOE, su división interna les sitúa, al menos de momento, en la posición más cobarde y seguidista de Rajoy, hasta el punto de que ni siquiera han sido capaces de condenar la represión ejercida sobre personas pacíficas. Tan solo Unidos Podemos ha tendido puentes hacia el diálogo y está ofreciendo soluciones sensatas.

No hay motivos para el optimismo a corto plazo, pero hemos de continuar trabajando en la línea de la negociación. La retirada de la declaración de independencia a cambio de abrir un diálogo es la mejor de las soluciones ahora mismo. Pero será necesaria una movilización permanente a todos los niveles para hacer posible que los interlocutores se sienten alrededor de una mesa. En Catalunya, existe una mayoría a favor del derecho a decidir. El orden derivado de la Constitución está agotado. El reconocimiento de estos factores es del todo esencial. De nada sirve negar la realidad. La solución no es la represión, sino la Política, y es necesario que la sensatez llegue más pronto que tarde, pues cada día que pasa tendremos que lamentar una brecha más grande. Hemos de seguir librando, por tanto, la batalla de la Política, porque nos estamos jugando nuestro futuro.

 

7 comentarios en “Ni DUI ni 155

  1. Claro , si no hay DUI tampoco 155. Con un poco de suerte , mañana habrá trabalenguas y todos descontentos y en paz, salvo tal vez la CUP con su verbena revolucionaria tan calcada de Cuba.( la estelada , los CDR , la mentira que estructura su discurso , ..,). Pero se evitará lo peor. Cruzaremos los dedos.

  2. Efectivamente, «no todos tienen la misma responsabilidad», aunque por razones muy diferentes a las que dice el articulista. Unos han dado un golpe contra la legalidad vigente y contra la mayoría de la población catalana y española. Otros defendemos el orden constitucional y a esa mayoría pisoteada por los golpistas, mayoría catalana y española. Solo la vileza y la cobardia de cierta izquierda, con Podemos a la cabeza (afortunadamente lo pagará en las próximas elecciones como apuntan todas las encuestas) puede poner a la misma altura a unos y otros. A los golpistas hay que reducirlos, detenerlos y juzgarlos. Y la política hay que hacerla en los parlamentos, a la luz del día y desde el respeto a la legalidad. Espero que Rajoy aplique de una vez todos los resortes legales del estado de derecho contra Puigdemont y su banda, algo que debió hacer hace mucho tiempo. Mientras no se reduzca el golpe, que sigue como hoy comprobaremos de forma dramática , en mi nombre digo no a la negociación.

  3. Creo que el título del post resume muy bien las condiciones necesarias para iniciar un muy necesario camino de distensión.
    Tengo la impresión de que habrá una especie de DUI «de diseño» para que sea un sí y a la vez un no. A mi entender «el procés» ya ha llegado donde iba, agotados los hitos movilizadores, se queda sin gasolina y en términos prácticos hoy por hoy Cataluña no está en disposición de convertirse en un estado independiente. Esa es la última ratio, que no puede ser. Por supuesto hoy por hoy ni es legal, como muchos de los pasos normativos que se han tomado, ni -por si fuera poco- tampoco cuenta con un respaldo social suficiente.
    Lo malo es si esto no se entiende así y se fuerza una nueva escalada de la que solo los sectores mas extremistas podrían pensar que obtienen un beneficio, pero que, en mi opinión no es deseada por la mayoría de la sociedad ( o las respectivas sociedades).
    Ahora quedaría por ver que pone en la mesa cada fuerza política de cara al futuro y más aun mejor aún tratar de acercar posturas que puedan dar una salida razonable al juego de identidades y aspiraciones distintas reveladas. Por supuesto se proponga lo que se proponga tiene que tener un cauce legal, ya establecido o con posibilidades de ser desarrollado.
    La tarea no es fácil porque en este momento hay muchas identidades resentidas, mucho puentes rotos o casi rotos. Se han hecho y se han dicho demasiadas cosas. Es primordial empezar a hacer y decir otras, no es nada revolucionario esto, pero es que es esencial.
    En este escenario futuro está llamado a representar un papel clave el PSC PSOE, el único partido nacional que siempre ha sido propositivo y se ha esforzado en dar cabida y proporcionar encaje a lo catalán. Y por esto, por cierto, le han dicho de todo -se lo siguen diciendo, ahora desde más partes-. Por lo menos puede decirse que esto no nos coge de sorpresa.
    Es de reseñar que los «comunes», por mucho que el articulista tilde su postura de sensata, mientras que califica la del PSOE de «cobarde», también están recibiendo durísimas criticas del sector indepe. (Las del otro lado ya son habituales). O sea que a ver si lo de la sensatez y la cobardía pues van a ser asuntos que están en el ojo del que mira.
    Yo en este asunto mantengo la postura que creo más práctica y mas conforme a lo que a mí me parece conforme al juego de valores a proteger: una consulta-referendum-lo que sea, con total cobertura legal y donde haría campaña por el quedarse. Dado que no soy catalán no sé si lo que digo a continuación tiene mucho sentido, pero creo que aún sin referendum podría haber soluciones intermedias que dieran cabida a los diferentes sentimientos identitarios puestos en juego. Desde luego, muchas mejores que la presente y que la negación del otro.

  4. Vuelve la apología del golpismo a Debate Callejero y vuelve -no podía ser de otra manera- mintiendo. Y es que la mentira sistemática, permanente -unida a la ocupación insurrecicional de la calle- es la única estrategia de esa empresa criminal, esa que protagoniza por sí misma una «involución democrática sin precedentes», que estúpidamente el cegato articulista achaca a otros. Mentiras necesarias para tapar un discurso antiigualitario, supremacista, xenófobo, «la última embestida de la extrema derecha nacionalista que acorrala a Europa» (Raúl del Pozo).
    ……

    ¡Quien nos iba a decir, años atrás, cuando los articulistas que participaban en Debate Callejero, en plena batalla del constitucionalismo contra el nacionalismo obligatorio en Euskadi, discrepando entre sí sólo sobre la formas de combatir a la bestia mientras afrontaban ataques de «trolls», que ahora asistiríamos en este blog, a un combate contra el nacional-populismo en Cataluña, bastante más peligroso para la democracia española, pero con los golpistas dentro!

  5. Hago mío el articulo de Polonio. En mi nombre no negocien.
    Hoy veremos otro episodio que no se sabe en que consistirá, pero que previsiblemente de pié a que en muchos pueblos en Cataluña se arrien las banderas y se. ize la estelada. Esperemos que solo sea un arrebato eufórico sin más trascendencia.

  6. Tachaaaaan ! Desarreglos en el puente .de mando. La CUP quiere más madera para los fogoneros pero se ha interrumpido el “ todo avante “ en las bodegas. De todas maneras no hay derecho a jugar así con millones de españoles. No olvidaremos.No obstante , mejor así.
    El trabalenguas tiene sus virtudes . Visca Catalunya ! Viva España !

  7. PuigDevil le ha dicho al mundo entero:
    Si hay que ir se va,pero ir pa na es tontería. Quiero la mediación de IKEA.
    Es decir,subliminalmente le ha dicho a su señora que le prepare la maleta que va a estar una temporadita fuera de casa….sniiff.
    ..Fluyan las lagrimas – dijo el policía.

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