Objetivos del milenio y crisis económica

Marta

 

Los efectos de la crisis económica en los países desarrollados, entre ellos España, son evidentes y nadie duda de que estamos ante malos tiempos, lo que se refleja en el aumento del paro, por ejemplo. Sin embargo, también habría que pensar qué puede suceder con los países que están en vías de desarrollo, o aquellos que no parecen encontrarse en vías de nada bueno, como pasa en algunos casos en África Subsahariana.

 

Un modo de intuir que podría pasar con los más pobres es con el análisis de los llamados Objetivos del Milenio, ocho grandes propósitos aprobados de forma conjunta en la ONU a través de la firma de una Declaración del Milenio en el año 2000, cuando Kofi Annan era todavía su Secretario General. Cada uno de los ocho objetivos se encuentra desglosado en numerosas metas e indicadores, los cuales deberían alcanzarse en el año 2015, y toman como referencia los datos del año 1990.

 

En estos momentos, y pese a que la ONU insiste en resaltar avances en algunos ámbitos, también reconoce que en otros casos la evolución es muy lenta, y que de forma global ya no se podrán alcanzar los objetivos del milenio en la fecha fijada, aunque tal vez se cumplan en algunos apartados muy concretos.

 

A estos lentos avances hay que añadir la posibilidad de que la mezcla de la desaceleración económica mundial y la crisis en la seguridad alimentaria creen una situación en la que aumente tanto la pobreza como el hambre. Sobre todo, se teme que la crisis económica reduzca los fondos procedentes de los países donantes, lo cual perjudicaría el logro de muchos objetivos que ya encontraban amenazados.

 

Para tener una idea más precisa del tema, a continuación se exponen algunas pinceladas sobre cada uno de los objetivos. A través de ellos se puede constatar las múltiples implicaciones de la pobreza, así como la complejidad tanto de sus causas como de sus posibles soluciones. De hecho, algunas voces señalan que el no haber tenido en cuenta dicha complejidad durante muchos años ha llevado al fracaso de muchas ayudas al desarrollo.

 

Objetivo número uno: erradicar la pobreza extrema y el hambre 

Dentro de este apartado, se han logrado avances en aspectos como reducir a la mitad la población que vive con menos de un dólar al día. Es uno de los aspectos sobre el que existía más optimismo, pese a que en zonas como África subsahariana se está muy lejos de lograrlo. Pero el encarecimiento de los alimentos podría llevar al incremento de personas que viven en la pobreza absoluta. Esa pobreza afecta de modo especial a los refugiados, en la actualidad unas 42 millones de personas en todo el mundo. Además, se ve amenazada la meta de reducir a la mitad, para 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre en el mundo.

 

Objetivo número dos: lograr la enseñanza primaria universal 

En este apartado es donde existe un mayor optimismo, ya que se calcula que en torno al 90 por ciento de los niños en edad escolar en casi todas las regiones (salvo en África, donde de todos modos se ha llegado al 70 por ciento) está matriculado en la escuela primaria. No obstante, se destaca que no se debe bajar la guardia, y menos ahora, pues con los efectos de la crisis global y el empobrecimiento en muchos lugares, muchos niños podrían dejar la escuela para ayudar a sus familias. Pero si estos niños no lograr recibir la educación adecuada es difícil que logren salir de la situación de pobreza cuando sean mayores.

 

Objetivo número tres: promover la igualdad de género 

Se han registrado avances en casi todo el mundo en la matriculación de niñas, pese a lo cual, son todavía el 55 por ciento de los niños que no están escolarizados, porcentaje que aumenta en zonas como Asia meridional o África subsahariana. La situación es más delicada en las zonas rurales, donde se intenta incentivar su asistencia a las clases con medidas como la matrícula gratis o la comida en la escuela. Otros aspectos vinculados a este objetivo se centran en lograr mejorar la calidad del empleo de las mujeres, así como su acceso a la política, donde los avances son lentos e irregulares.

 

Objetivo número cuatro: reducir la mortalidad infantil 

Es uno de los objetivos en los que menos se ha avanzado. La meta era disminuir en dos tercios la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años. Es poco probable que se cumpla en regiones como África subsahariana, Asia meridional, Oceanía, aunque en África del Norte o América Latina están mucho más cerca de lograrlo. A modo de ejemplo, se puede señalar que, en la actualidad, en África subsahariana la tasa de mortalidad infantil es de 157 fallecimientos de menores de cinco años por cada 1.000 niños nacidos, mientras que en 1990, esta tasa ascendía a 184 fallecimientos. En los países desarrollados, la media es de seis fallecimientos.

 

Objetivo número cinco: mejorar la salud materna 

Aquí se pretendía reducir la mortalidad materna, entre 1990 y 2015, en tres cuartas partes, pero han logrado tan pocos avances como en el caso de la mortalidad infantil. En el año 2005, murieron más de medio millón de mujeres en todo el mundo durante el embarazo, el parto o durante las seis semanas posteriores, casi todas ellas en regiones en desarrollo. En el informe se destaca que se necesitan medidas de distinta naturaleza para disminuir esta mortalidad, como la existencia de personal sanitario calificado durante el parto, o la mejora de la asistencia durante el embarazo.

 

Objetivo número seis: combatir el SIDA, el paludismo y otras enfermedades 

Sobre todo se pretende frenar y reducir, para 2015, la propagación del SIDA. Apenas se registran avances, pues el número de afectados es todavía muy elevado (unos 33 millones de personas), y además, cada vez aumenta más el número de mujeres infectadas. Los pocos avances logrados se relacionan con la existencia de programas de prevención. Por otra parte, se han producido avances en el acceso a los tratamientos médicos de la enfermedad, pero el progreso se ve dificultado ante el continuo aumento de infectados. Los avances en los casos del paludismo (donde está funcionando la extensión en el uso de mosquiteras) o la tuberculosis son también un tanto irregulares.

 

Objetivo número siete: garantizar la sostenibilidad del medio ambiente 

Este objetivo abarca un abanico de cuestiones muy amplio y complejo, ya que se plantea la disminución de gases de efecto invernadero, los cuales no dejan de crecer, la protección de la biodiversidad animal o vegetal, ya que el número de especies no dejan de disminuir, o una cuestión que puede convertirse, según algún expertos, en causa de conflictos bélicos: el acceso al agua potable. En general, el panorama no invita al optimismo en lo que se refiere al cumplimiento de este objetivo, aunque se van produciendo algunos avances, como en el caso de la considerable reducción del uso de sustancias perjudiciales para la capa de ozono.

 

Objetivo número ocho: fomentar una alianza universal para el desarrollo 

En este apartado, se destaca cómo la asistencia para el desarrollo tendrá que aumentar considerablemente para duplicar la ayuda a África para el año 2010. No obstante, la tendencia de los países más avanzados es la de disminuir los recursos dedicados a las políticas de desarrollos vinculadas con los objetivos del milenio. Además, se ha avanzado muy poco en el desarrollo de un sistema comercial más abierto, como se pone de manifiesto con los productos agrícolas, muy subvencionados en los países desarrollados.

 

En definitiva, no parecen existir muchos motivos para el optimismo, ni siquiera por parte de organismos oficiales como la ONU. Los avances que se han logrado son muy fragmentados, en muchos casos se mejora de manera muy lenta, y otros casos, como en el de la pobreza extrema, se teme que exista retroceso. Todo eso se lo que se ha conseguido en unos años de crecimiento económico, motivo por el cual se teme ante lo que pueda suceder ahora que vienen vacas flacas.

 

Para quien esté interesado en estos temas, y desee más información sobre los objetivos del milenio, aquí incluyo el enlace al informe de la ONU, publicado este año y del cual he obtenido la información necesaria para escribir este artículo:

 

http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/pdf/MDG_Report_2008_SPANISH.pdf

 

12 comentarios en “Objetivos del milenio y crisis económica

  1. (De Ayer) Hummm….

    Nerva no era el emperador anterior a Trajano?

    Obama es grande… no solo ha echo volver de entre los «muertos» (o vagos) a Salaberria, sino que ha provocado que este apoye un tripartito con «segregacionistas». Alabado sea Obama!

    El Partido socialista francés se parte
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    Y ya que cuando hablabais de Obama tenían que salir RD, Ibarretxe, etc. Hoy que el tema es otro, saco yo a Obama. Tiene un reto: reducir la mortalidad infantil que en EUA es superior a lo que le correspondería por su estatus socioeconómico.
    Otros que han subido la tasa de natalidad son los paises exsovieticos, probablemente por el aumento de la tasa de mortalidad infantil.

    Quizá cuando se acabe el rescate bancario se tome un nuevo impulso en estos objetivos

  2. Gracias Millán por el video del Boss ayer, no lo había visto y ya lo he añadido a mi videoteca, suena bien el working on a dream la verdad

  3. Querido Pablo Franco, que sepas que Leona dice hoy en su perorata bloguera que Zapatero se ha colado en la cita del G-20 haciéndose amigo del «segurata de la puerta». ¿Sabes tú algo sobre el particular?

  4. Gracias, Marta. Entroncando con lo que se ha escrito estos días en el blog sobre el Presidente Obama, me parece que su nivel de compromiso con los ODM será uno de los indicadores más significativos de por dónde irán los tiros. Veremos.
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    Dos soldados españoles han muerto en Afganistán: un «atentado», según El Globo. Qué tristeza.

    ¿Está en juego en Herat algo tan decisivo como para que enviemos allí a nuestros soldados a morir -y a matar; han estado participando últimamente en combates con decenas de víctimas? Incluso si esta guerra es estrictamente necesaria, cosa discutible, ¿estamos haciéndolo bien, protegiendo a nuestros muchachos con lo mejor para intentar que estas cosas no pasen? Admitido que la operación de Irak y la de Afganistán poco tienen que ver en cuanto a su origen, justificación, marco legal, etc., ¿no hay alternativas a las acciones militares? Los «daños colaterales» de los últimos meses han sido pavorosos. No sé (como diría Pratxanda); a mí todo esto me parece muy discutible.

    Abrazos para todos.

  5. 4.
    Los ejércitos están para matar -y morir- y para ello se les envía fuertemente armados y entrenados a las zonas de «conflicto». Si la situación en Afganistán no fuera de guerra y no fuesen necesarias las acciones bélicas, no se enviaría a la Legión: los cooperantes, Cruz Roja, médicos sin Fronteras y multitud de otras organizaciones civiles gubernamentales y no gubernamentales cumplirían la misión de reconstrucción y ayuda a la población civil mil veces mejor que los cabos, brigadas, sargentos y capitanes que le cantan a la Muerte.

    Uno de los sintomas más patentes de la llamada decadencia de occidente es la necesidad de rodearnos de eufemismos cada vez más sofisticados, la creación de un mundo orwelliano que cree entre la realidad y nosotros un colchón que amortigüe los embates más descarnados de ésta contra nuestra blanda vida de delicados consumidores asexuados.

    Durante miles de años los guerreros de todas las civilizaciones han ido desarrolando una cultura del combate con valores como la fiereza, el arrojo, la valentía, el honor,la gloria y el heroísmo, que les preparaban emocionalmente para el propósito último de su actividad: matar y morir.

    Los soldados son guerreros: disciplinados,auxiliados por mucha tecnología sí, pero guerreros al fin y al cabo, más cerca de los pieles rojas que arrancaban cabelleras y se perforaban la piel como muestra de virilidad y desprecio al dolor, que a esas imágenes propagandísticas que nos venden los políticos en las que aparecen soldados como niñeras de huérfanos desvalidos en zonas «conflictivas».

    Quién no vea en las ropas de camuflaje, los cascos, las armas y toda la parafernalia estética de banderines, galones, medallas y escarapelas toda la mística necrófila que Millán Astray llegó a explicitar de manera tan poética , es que ha caído en la trampa, tiene una venda en los ojos y no comprenden nada de nada acerca de lo que significa se militar y estar en una guerra.

    Por mucha ministra maternal que pase revista con tacones, no debemos olvidar qué son los ejércitos, y para qué sirven.

  6. Y sí, lo de Afganistán es una guerra, y nuestro soldados están en ella, matando y muriendo.

  7. Pues sí, qué tristeza, que hayan muerto dos soldados españoles en Afganistán. Aunque no sé si tenemos derecho a sentirlo más cuando los que mueren son españoles que cuando tienen otra nacionalidad. Es una tragedia siempre que alguien muere matado por otros, en guerras o en no guerras.

    Y a propósito de muertes de unos porque los matan otros, llamo la atención sobre el reportaje de Barbería en el suplemento Domingo de El País. Interesante el cirio que tienen montado en eta. Ahora resulta que aquel que cogieron en Francia, Thierry, aquel que se parecía tanto al Solitario que asaltaba bancos, pues resulta que es de «los buenos» dentro de eta. Uno lo ve en la foto y se pregunta cómo serán «los malos». A ver si se acaba de una vez esa pesadilla.

  8. Narva, debería Vd. leer un poco de historia y así comprendería porque en las sociedades modernas y democráticas occidentales la figura del guerrero clásica esta completamente desprestigiada y es rechazada, la gente no quiere que haya unos miembros de la sociedad que se adiestren en el uso de las armas para poder someter al resto de los miembros de la sociedad y así poder privarles de dignidad , libertad y derechos, o apropiarse de sus bienes , o cobrarles impuestos, los guerreros de la antigüedad y los que existen en algunas sociedades de nuestra época, que no quiero citar , era lo que hacían gracias a estar mejor preparados para luchar que el resto de los ciudadanos.

    En las sociedades modernas queremos precisamente eso que los Ejércitos, que los soldados existan para proteger a las ancianitas de los guerreros, que existan para defender el ordenamiento jurídico, que existan para defender la integridad territorial de Estado, que existan para dar seguridad, evidentemente para cumplir sus misiones , para poder cumplir su función social es necesario que estén preparados para combatir , que estén preparados para matar y dispuestos a arriesgar su vida o incluso morir si es necesario, pero la época de una sociedad organizada al estilo de las abejas, guerreros, obreros y zangalos, ha quedado superado, el que hoy esta trabajando en el Ejercito mañana puede estar trabajando en un banco, en la agricultura, haciendo caricaturas……

    Considero que es muy arriesgado volver a revivir el concepto que creo que Vd. tiene de guerreo de épocas pasadas, no se si me entiende, pues va a originar que mucha gente de las nuevas generaciones elijan ese rol social , algo muy perjudicial para la sociedad, entre otras cosas porque los guerreros por lo que si se caracterizan es por no producir nada.

  9. No entiendo muy bien su planteamiento, Nerva.

    Es obvio que el ejército es un instrumento del Estado para, en determinadas circunstancias, utilizar la violencia, bien directamente o bien como elemento de disuasión. Algo tan terrible exige que el recurso al ejército esté siempre claramente justificado. La caracterización del guerrero que usted hace desborda testosterona pero, por su parcialidad, ni coincide con la realidad ni me interesa mucho. La cuestión clave aquí es determinar si en Afganistán están en juego intereses o valores tan esenciales para nosotros como para justificar el envío de nuestros hombres a matar y a morir allí. Ésa es, creo, la pregunta que debemos respondernos.

    Amistad Cívica lo hace, implicando que nuestros soldados están allí combatiendo «por la libertad de otros». No digo yo que no, pero seguro que debe de haber algo más, porque «la libertad de otros» es una causa universal (desde Arabia Saudita hasta Corea del Norte; desde China hasta Zimbabwe; desde Palestina a Birmania) a la que casi nunca dedicamos el sacrificio de nuestros militares. Yo, sinceramente, albergo dudas sobre este asunto.

  10. Interesante artículo de Marta que trata cuestiones fundamentales a las que se deben dedicar los políticos y no a debates baladíes.

  11. Pratxanda, Salaberria ni es vago ni está muerto, simplemente entra cuando lo ve conveniente. en cuanto a Obama levantará mas de una conciencia en quien la tenga, no adelanto acontecimientos, los resultados de su gobierno estan por llegar, pero solo con mejorar un poco a su antecesor algo será, peor no ha podido ser. En cuanto a las guerras no tienen perdon de Dios o de lo que se quiera pensar, cada cual es dueño de econmedarse al Dios que quiera, pero sea cual sea ese Dios si permite las guerras para mi ni es Dios ni es nada.
    Las guerras es la aberracion mas grande que hay y a travez de la historia han sido el desastre y la perdicion de civilisaciones, naciones,religiones y todo lo ha arrollado a su paso una guerra. Las guerras santas, las guerras, mundiales, las guerras civiles en resumen cualquier guerra, alguien me pude justificar alguna, alguien me puede decir que pinta una guerra para solucionar algun problema, soncillamente producen muerte, ruina, desastre,involucion,en resumen la irresponsabilidad absoluta de quienes las producen y mantienen.
    Hoy tenemos muertos entre los soldados españoles, mañana de otro pais asi un dia y otro, en Irak despues de años de la invacion seguimos en las mismas, que ha solucinado esta guerra, pues mire usted que se haya mermado la poblacion inosente y que el problema subsista un dia tras de otro.
    En fin solo queria expresar mi opinion sobre lo que yo creo que son las guerras, el azote de la humanidad.

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