Otro enfoque sobre el voto estamental

Julio Embid

Hace quince años cuando estudiaba en la Universidad Complutense de Madrid asistí a los diversos debates y mítines de los candidatos al rectorado de dicha universidad, por volumen, una de las más importantes del país. Entonces, el candidato a rector que a posteriori revalidaría el cargo por un segundo mandato, el señor Carlos Berzosa, catedrático de Economía Aplicada y militante de Izquierda Unida, realizó un acto en la Facultad de Políticas al que asistí junto a una escasa decena de estudiantes. En aquel evento, el candidato Berzosa hizo un discurso vacío lleno de lugares comunes diciendo lo que se suele decir siempre en campaña: una universidad de todos y todas, por la gente y para la gente, sin dejar a nadie atrás, centrados en el futuro y el desarrollo para marcar la diferencia y tantas cosas y pidió a los estudiantes que votasen masivamente por su candidatura. Obviamente no fue así, porque los estudiantes en cualquier elección universitaria, ya sea al Rector o a la Junta de Facultad, pasan bastante. Y como decía entonces, si no votamos los de Políticas, imagínate los de Canales y Puertos, pero volvamos a aquellas elecciones.

En la Universidad Complutense de Madrid existe un voto ponderado. El voto por estamentos de los Profesores Doctores contaba un 53%, el del Personal Docente e Investigador 10%, el de los estudiantes 25% y el de Personal de Administración y Servicios 12%. Teniendo en cuenta que los profesores doctores son 3.000, el personal de servicios otros 3.000 y pico y los alumnos más de 70.000 pues el sistema no está muy equilibrado. Con ello no quiero decir que sea más o menos justo que el voto de los profesores valga más que el de los alumnos (no es esa la cuestión, que daría para otro artículo) si no como le dije aquel día al señor Berzosa: “con esa ley electoral, cuantos menos alumnos voten, más vale mi voto, así que no espere que haga campaña entre mis compañeros”.

El pasado sábado 29 de enero tuvo lugar el llamado Benidorm Fest donde Radiotelevisión Española, el canal público, organizó un concurso para escoger la canción que presentarían al Festival de la canción (¿europea?) Eurovisión de 2022. Los presentadores fueron la cantante Alaska, la cómica Inés Hernand y exministro fugaz de Cultura Máximo Huerta y el sistema de voto fue, como en las anteriores elecciones al rectorado, de manera ponderada de tal manera: jurado profesional nacional (30%) e internacional (20%), el panel demoscópico (25%) y el televoto (25%). Por muchos millones de personas que se gastasen un euro y pico en mandar un mensaje de texto por la canción ganadora, sólo contaría un 25% del total de la decisión. Es más, cuantos más millones de personas (o decenas de miles mejor dicho) participasen, menos valdría tu voto, porque el del jurado siempre sería el 50%. Al tener 14 canciones preseleccionadas y querer estirar más el chicle, TVE decidió que el sistema sería de tres galas: dos semifinales con 7 participantes de los cuales los 4 primeros pasarían a la final y luego una final con 8 participantes. ¿Y saben qué? En las tres galas quedó 1ª aquella cantante que decidió el jurado, independientemente de lo que dijese el público desde casa.

Un concurso de televisión de canciones no es una prueba olímpica de velocidad. No se puede regir por las mismas normas que unos Juegos Olímpicos. Es televisión y debe ser ágil y dinámico para que la gente aguante hasta la final de las galas, ya pasada la media noche. Pero lo que no podemos exigirle a Telecinco y a Mediaset, sí debemos exigírselo a la radiotelevisión pública que pagamos todos, encendamos la tele o no. Y desde luego si el jurado tiene relación con las discográficas debería haber sido recusado. Y desde luego evitar que en la tele pública haya negocios privados. Para eso, que Eurovisión lo organicen en Antena 3 o en Telecinco. Decían los expertos que RTVE quedó muy defraudada con el público porque, en 2008, escogió al humorista Rodolfo Chikilikuatre para representar a RTVE (Y no a España) en Eurovisión. El filtro debería ser en la preselección de 7 ó 10 canciones. Y después que la gente vote. Sin embargo, el cabreo más allá de la idoneidad de las letras o los cantantes (no es esa lo cuestión, que daría para otro artículo) es que a la gente no le puedes dejar votar y que su voto no valga para una mierda porque ya hay un jurado/profesorado/comité de sabios/la élite. Ya lo dijeron los revolucionarios norteamericanos: “No taxation without representation”. Porque la democracia es sencilla, la tiranía de la mayoría que respeta a la minoría y donde el que pierde acepta su resultado. Si el voto de unos vale más que el de los otros, luego no te enfades si vuelven las guillotinas a La Bastilla.

7 comentarios en “Otro enfoque sobre el voto estamental

  1. La deuda de RTVE subirá en 2022 un 61,5% y rondará ya los 600 millones .

    RTVE no está pasando por su mejor momento. El grupo público de comunicación encadena varios meses consecutivos con la audiencia por los suelos, solo los eventos deportivos del verano consiguieron darle alguna alegría aislada.

    Aunque cabe destacar que ese incremento del 61, 5 % de deuda es de los más bajos de las sociedades y entidades no financieras que dependen de las arcas públicas. Las estimaciones del Gobierno apuntan a que ADIF tendrá una deuda de 19.056 millones, Renfe de 7.549 millones y la Sepi de 9.560 millones.

    ¿ Es necesaria una TV pública ? El gobierno Vasco piensa que en Liliputh necesitamos espejos narcisistas que consumen casi el 100% de nuestra inversión en cultura -incluyendo el 30% de la Universidad , una institución de fomento del paro juvenil .

    Lo mejor, según el Gobierno disfuncional , es repartir bonos para juegos de insípidas maquinitas .

    Es verdad que me trae al pairo un fracaso de la cultura popular entendida como la Eurovisión de las lentejuelas , el chachachá ( en inglés ) al que se asocia el lamento local de la rica y rancia multiplicidad de los coros y danzas , que mantiene un ejército de profesionales que nunca debe demostrar por las magras audiencias su capacitación.

    Si creo que lo publico , lo institucional , debe proteger un canal para su defensa sin que se lo apropie el gobierno , central , regional o local.

    Los ciudadanos saben , los ciudadanos eligen. A pesar de los farsantes doctrinarios de toda índole .

  2. No sé por qué en los concursos musicales tiene que ganar el que más votos tenga….ejem.
    Si se presentarán a Eurovisión,Alejandro Sanz,Pablo López ,Pablo Alboran y Raphael :
    ¿A quién votarias?.

  3. A mí me gustaba la de Roberta no se qué. Y me sigue gustando mucho más que la ganadora, que creo sin embargo, puede hacerlo mucho mejor en Eurovisión. En todo caso, lo de la ponderación del voto no me parece mal cuando está clara. Y por supuesto, en las condiciones descritas, yo no votaría. Mucho mejor es como está ponderado en Eurovisión: al 50%.

  4. Sobre RTVE, yo si creo que debe haber una televisión pública y a ser posible con dos canales, o tres. Pero desde que ZP le quitó la publicidad, debería estar enfocada exclusivamente a la educación, cultura, debates, etc. Es decir, no competir por audiencia sino dar espacio a quienes deberían tenerlo pero no lo pueden tener en las televisiones privadas. Y para eso no hace falta ni tanta gente ni tanto presupuesto.

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