Podemos llora y Yolanda trabaja

Carlos Hidalgo

Os tengo que decir que a mí me es un poco difícil de creer la supuesta enemistad irreconciliable entre Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Nadia Calviño, ministra de Economía.

Díaz, como abogada laboralista y como sindicalista, está acostumbrada a negociar, a acercar posiciones irreconciliables y a llegar a acuerdos. Diga lo que diga la CEOE, los sindicatos son más expertos en hacer negociaciones que huelgas. Calviño por su parte, como alta funcionaria europea, también ha tenido que enfrentarse a largas negociaciones, a revisar borradores hasta el absurdo y, efectivamente, llegar a acuerdos. No discuto que tengan posiciones diferentes acerca de la reforma laboral. Pero no creo que sean tan graves como se grita y se patalea desde Podemos. Y digo Podemos pero no digo Yolanda Díaz.

Recordemos que la supuesta crisis comienza cuando Ione Belarra, esa ministra que aún no nos ha ofrecido ningún gran éxito de gestión ni ningún objetivo ambicioso, pidió convocar de urgencia a la comisión de seguimiento del pacto PSOE-Podemos… mediante un tuit. Sin llamar por teléfono, sin mandar una carta, ni siquiera un triste correo electrónico o whatsapp. Por un tuit.

No es casualidad que lo hiciera Belarra, actual responsable orgánica de Podemos y no Yolanda Díaz, su futura cabeza de lista para las próximas elecciones generales. Y es que Díaz está cómoda en sus tareas de Gobierno, es la ministra mejor valorada, mantiene y acrecienta su buena reputación y no necesita confrontar con el PSOE para destacar. Y lo más grave de todo: no es de Podemos, mucho menos de su núcleo duro.

Podemos es lo que queda tras la marcha de Pablo Iglesias Turrión, que dimitió del Gobierno para salvar la Comunidad de Madrid y fracasó. Aparte de que yo siempre mantendré que dimitió porque descubrió que gobernar es muy aburrido y menos lucido de lo que él esperaba. Él, creo sinceramente, sólo quiere ser estrella de la tele y mandar y que se le obedezca sin que medien el tedioso procedimiento administrativo y los trámites parlamentarios. Con Iglesias y su núcleo inicial nació Podemos. Tras purgar este a sus amistades de la universidad y primeros compañeros de viaje, comenzó también el declive de Podemos. Y Yolanda Díaz, que no viene de Podemos, ni del asociacionismo universitario, sino del PCE y del sindicalismo, lo sabe bien. Podemos no puede seguir sin Yolanda Díaz, pero Díaz sabe que sólo con Podemos no va a ningún lado.

Por eso deja caer que está a favor de más “confluencias”, de crear un “frente amplio” y hasta se dice que está en conversaciones con Íñigo Errejón para sumarle a su proyecto electoral. No puede haber anatema mayor para los pablistas puros que han quedado al mando del partido tras la marcha del Líder.

Y como en Podemos no quieren perder relevancia, ni quieren que les pase lo que le pasó a Izquierda Unida cuando aceptó unirse a ellos (y lo que logró fue diluirse), buscan la manera de decir a la vez a los medios y a sí mismos que siguen siendo relevantes. Por eso Belarra actuó a golpe de tuit. Y sin consultar siquiera a Díaz, que en más de una ocasión ha hecho gestos para pedir que se desactive la crisis.

Como siempre le pasa a Podemos, el actuar con desplantes y pataletas parece que les acerca al éxito, pero sienta las bases de su fracaso. Además de por las purgas, el declive de Podemos comienza cuando dan un primer plantón a Pedro Sánchez y con actitud chulesca dicen que no pactarán con el PSOE, forzando la primera legislatura fallida de la historia de la democracia española actual y logrando igualmente perder votos, aunque canibalizaran a IU pretendiendo que así sumarían sus votos a los suyos.

Quiero pensar que habrá alguna cabeza en Podemos que todavía sea capaz de pensar lo que les puede ocurrir si fuerzan la caída del actual gobierno de coalición. Y más sabiendo que nadie puede conseguir escaños para sacar al PSOE de La Moncloa en este momento, con lo cual Sánchez puede acabar tranquilamente la legislatura mientras Podemos se quema doblemente en la oposición; por estar en la oposición y por haberse ido tontamente a ella.

Yolanda Díaz sí que sabe todo eso. Por eso no provoca crisis políticas por Twitter y seguramente por eso llegue a un acuerdo discreto con Calviño para que nos libremos de la reforma laboral de Rajoy.

12 comentarios en “Podemos llora y Yolanda trabaja

  1. A mí lo que me preocupa los últimos días es hasta dónde ha vuelto Felipe González al PSOE.

    Como leí el otro día a López Bulla, al final llegaremos a un acuerdo en estas cosas del gobierno.

  2. Felipe volvió al Congreso porque era la guinda de la unidad. Pero está más p’allá que p’acá. Y no pinta na

  3. Los trabajadores están deseando que se derogue la reforma laboral de Rajoy. Sobretodo los trabajadores en China.

  4. Hay una ecuación muy sencilla: A menor flexibilidad laboral, mayor inflación.
    Y si encima el costo de la energía se mantiene desbocado, la recuperación económica a nivel mundial genera desabastecimiento como resultado del intento de acaparar materiales e incrementar los stocks, el transporte y resto de factores logísticos colapsan, etc. etc. lomás fácil es que se gestionen los recursos en base a incrementar precios, y mantener, o incluso reducir, plantillas.

  5. Afortunadamente para el gobierno el carro de la compra de las familias se mantiene lleno, y aunque lo tangible disminuye, o sea las provisiones, lo intangible, es decir los impuestos por la vía del IVA, aumentan por la subida generalizada de los precios y mantienen al carrito lleno.

  6. Preveo que este ,más que una cuesta, nos podemos encontrar con una rampa en Enero.

  7. Hace unos días la ministra Ribera decía que el precio de la luz iba a bajar…
    Los más cafres la insultaron,Los maricomplejines se indignaron con su ocurrencia y los demás se lo tomaron a broma.
    Hoy llevamos unos días de bajada del precio…
    Hoy soy yo el que me rio de ellos:
    ….JAJAJA…que nervios.

  8. Si, allí podría desarrollar una campaña del DOMUND haciendo peticiones con cabezitas petitorias de porcelana para los españolitos.

  9. Yolanda Díaz sabe que el marco laboral se gesta en el seno del gobierno y que los sindicatos hoy en día tienen la fuerza de la subvención, que no de la afiliación. Y si no lo sabe, ya se enterará.

  10. Endurecer la flexibilidad laboral cuando las empresas no vienen del pleno empleo, propio de época de gran actividad económica, sino con las plantillas al mínimo después de una prolongada criisis, es ponerle freno a la creación de puestos de trabajo y enviar señales a las pymes, que son las que tienen que impulsar el creciniento del empleo, de que se lo piensen y busquen rentabilizar al máximo sus recursos actuales antes que incrementarlos por una vía distinta de la inversión en tecnología. Si encima se vive una situación de incremento de costes energéticos y fuertes tensiones en el abastecimiento de todas las materias primas, sin excepción, por muchos motivos, mal momento para generar dudas a los creadores e impulsores de empleo.

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