Putin forever

LBNL

Como estaba previsto, Putin fue reelegido ayer Presidente de Rusia. A la hora de escribir estas líneas ya estaba garantizado el apoyo de más de un 70% de los electores y estaba por ver el porcentaje final de participación que había subido enórmemente en las últimas horas como relataba Pilar Bonet en El País mientras cerraban las urnas. No es de extrañar dado que las instrucciones del Kremlin eran claras: Putin debía recibir un 70% de los votos y la participación debía ser de un 70%. Ni más ni menos porque porcentajes más elevados darían pábulo a las acusaciones de fraude pero tampoco inferiores porque el Zar no puede aparecer como poco querido o ganador de unas elecciones que a nadie importan por su falta de credibilidad. Pero son datos para consumo interno, al más puro estilo soviético o maoista: es necesario que el discurso base para la propaganda sea coherente. Occidente y sus artificiosas instituciones internacionales, como el Consejo de Europa, no importan. Ya son anti-rusos de partida así que para qué esforzarse. A la madre Rusia le conviene un Presidente fuerte y conviene guardar las formas. Por ello se dejó fuera al único candidato que podría haberle afeado algo – no mucho – las cifras a Putin: Alexei Navalni fue acusado de fraude y en su lugar compitieron siete enanitos que jugaron a escenificar la pluralidad a cambio de diferentes prebendas. Prueba superada: Putin revalidado por otros seis años más al cabo de los cuales ya veremos cómo decide seguir garantizando el futuro de la madre patria eslava.

El Presidente chino Xi Jinping acaba de garantizarse por ley la posibilidad de seguir al frente del cotarro cuando acabe su primer mandato. Sin necesidad de elecciones. Pero claro, Rusia se siente europea, pretende serlo. Eslava y ortodoxa pero europea. Y tiene que guardar las formas. Al menos en lo que a elecciones se refiere. No tanto en cuanto a la forma de lidiar con los opositores o personajes molestos, como el ex espía Serguei Skripal, que se debate entre la vida y la muerte con su hija tras haber sido expuesto a un agente nervioso en Salisbury, Reino Unido.

No es el primero. Otro ex espía, Litvinenko, fue asesinado con un agente radioactivo en 2006. Ese mismo año también fue asesinada la periodista Politkovskaya, que informaba con regularidad sobre los abusos de Derechos Humanos en Chechenia. Ramzam Kadyrov, Presidente de Chechenia desde 2004 cuando sucedió a su asesinado padre, fue y sigue siendo el máximo sospechoso de haber ordenado su desaparición. Como también la del opositor Boris Nemtsov en 2015, esta vez en Moscú. Podríamos añadir a Victor Yushchenko, líder opositor ucraniano y luego Presidente, que fue envenenado a finales de 2004 pero no se conoce un vínculo con el Kremlin. Es decir, quizás fue una operación autonóma de los pro-rusos ucranianos.

En todo caso, el asesinato de los “enemigos” en el exterior no es nada nuevo para el KGB o su sucesor el FSB. Valga recordar la eliminación del disidente búlgaro Georgi Markov en Londres en 1978 o la frustrada de Vladimir Kostov, otro disidente búlgaro, en París, diez días antes. Y aunque a algunos nos cuestre creer que el Kremlin fuera a dar luz verde a un asesinato con armas químicas en territorio de la Unión Europea a pocos días de unas elecciones presidenciales cuidadosamente preparadas desde hace año y medio, parece que el episodio ha sido si acado beneficioso para Putin, al que parte de la opinión pública agradece que no tenga perdón para los traidores.

La cuestión es qué deben hacer el Reino Unido y la Unión Europea al respecto del primer ataque con armas químicas en su territorio desde hace setenta años. ¿Dejarlo pasar tras la inevitable pero en gran medida esteril expulsión de “diplomáticos”? ¿Declararle la guerra a Rusia por un ataque con armas prohibidas? ¿Responderle con la misma moneda por medios clandestinos? La otra opción, la de actuar contra las propiedades de los oligarcas rusos en el denominado “Londongrado” que blanquean en Reino Unido unos 100.000 millones de euros al año, no parece muy factible por complejidad y falta de medios.

Hoy se reúnen en Bruselas los Ministros de Exteriores de la Unión Europea y lejos de felicitar a Putin por la excelentemente preparada coreografía de su reelección presidencial, se pronunciarán al respecto del ataque. Y el jueves el Consejo Europeo que reunirá tambén en Bruselas a los Jefes de Estado o de Gobierno de la Unión podría adoptar alguna medida. Cabe recordar que la anexión rusa de Crimea en febrero de 2014 y la posterior agresión militar contra el Este ucraniano generó una batería de sanciones económicas contra Rusia sin parangón. Putin jamás pensó que la Unión sería capaz de atreverse a acordarlas. Y seguramente tenía razón. Pero en julio de ese año el vuelo MH17 fue derribado por un misil ruso lanzado desde Donbas, seguramente por error tratando de tumbar un avión militar ucraniano que volaba por los alrededores. Y la Unión Europea impuso sanciones por valor de un 1% anual del PIB ruso que siguen en vigor. Veremos.

Putin tiene mandato renovado y mundial de futbol este verano. Pero la operación Trump le ha salido fatal, sigue expulsado del G8, la economía rusa sigue sufriendo y China amenaza Siberia y Asia Central. Y la población rusa sigue menguando. Si, en Siria se ha salido con la suya y si, incluso sin tongo seguramente habría ganado las elecciones. Pero pese a toda su grandeza imperial y testosterona, no se atreve a competir en algo parecido a igualdad de condiciones. Zar con pies de barro. Pobre Rusia.

8 comentarios en “Putin forever

  1. Rusia para mí sigue siendo un enigma, pero esta claro que, con más o menos fuerza económica, sigue manteniendo modos imperiales. «The Meddler» o el entrometido, titulaba el otro día un número d The Ecomist en cuya portada salía un Putin tentacular.

    Voy a expresarme sin tener mucha idea, como haría cualquier lider -y no pocos seguidores- de Ciudadanos, eso sí, con notablemnte más humildad en las formas y las conclusiones:
    En política internacional sigue valiendo la razón de la fuerza, la osadia y el tamaño importa. Ahi está lode Crimea o o de Ucrania mientras los demás silbábamos mirando al techo.
    ¿Son las democracias liberales de corte occidental un modelo exportable? Rusia y China parecen estar perfectamente cómodas y con respeto internacional en regímenes autoritarios y solo con apariencia democrática, aparentemente no hay reivindicación social por más libertades, aunque puede deberse en que haya un alto grado de eficiencia en moler a palos,encarcelar etc antes de que por ese lado se organice algo.
    Me pregunto, por cierto, cuanta gente poderosa de Occidente no firmaria por lo mismo en sus, siempre que a él o los suyos les tocase el mango de la sartén. (Maldades)

  2. ¿ Dispone Rusia de una economía capaz de sostener todos sus deseos ?
    Depende. Si los deseos se confunden con la concentración de un 70% de la economía cada vez más personalizada en el entorno de Putin, puede decirse que sí.
    Pero si de lo que se trata es de buscar un crecimiento sostenible y una influencia creciente en los asuntos internacionales que sean vitales para ese inmenso país, la respuesta es evidentemente negativa.

    Así que con estas elecciones se viene a refrendar una paradoja que acompaña al Putinato : más se afianza el poder del presidente más se estanca la economía.

    La ausencia de una verdadera sociedad civil y la imposibilidad de que los medios puedan favorecer su desarrollo sitúa a Rusia en una encrucijada angustiosa – con perspectivas de soluciones violentas – bajo el paraguas de un nacionalismo como todo soporte ideológico.

    Muy de acuerdo con LBNL : nadie debería caminar por suelo europeo con las botas llenas de barro , salvo los agricultores, claro.

  3. Dejó escrito Astolphe-Louis-Léonor en pleno siglo XIX que al poder en Rusia lo modera el asesinato. Tras la monarquia absoluta y el comunismo, Putin sigue la tradición. Con el visto bueno de los rusos, según parece.

    Excelente artículo.

  4. Lo del envenenamiento es retorcido. Es hacer algo tan evidente que todo el mundo sabe quien lo ha hecho, pero al mismo tiempo negarlo. Recuerda a esos hombrecitos de verde sin insignias que aparecieron en Crimea y que no se sabía de donde eran porque cualquiera puede comprar esos uniformes en una tienda. Aún así, ¿eso de que se es inocente hasta que no se demuestre lo contrario no vale para Putin?

    Con la cantidad de personajes molestos para Putin que hay en el mundo, empezando por Ucrania, la verdad es que usa extraños métodos para eliminarlos en muy contadas ocasiones. Una vez cada 11 años. Si Putin no pensaba que la Unión Europea podría imponer las sanciones que ha impuesto por Ucrania, con esta acción sí que podría prever reacciones. ¿Qué necesidad tenía de envenenar a nadie en UK?, ¿Conseguir un 70% en vez de un 68% de los votos pero arriesgarse a sanciones? Ni siquiera un Mundial de fútbol normalizado está garantizado…

    Tal vez Skripal tenía más enemigos que el gobierno ruso. Algún ex-colega delatado… no se trata de ser conspiranoico, pero, ¿es obligatorio aceptar que la orden de asesinato de Skripal proviene del Kremlin?, ¿hay pruebas?, ¿es evidente y nadie puede negarlo porque si no, no sería un buen aliado y mostaría debilidad? En cualquier caso, ojalá provenga del Kremlin. De lo contrario, significaría que hay descontrolados por ahí paseándose con agentes nerviosos de esos.

    Puede que Putin tenga aires de grandeza imperial y testosterona. Puede que se haya equivocado en muchas políticas. Pero no es Stalin. Putin tiene el poder sobre suficientes «armas prohibidas» como para acabar con 7.000 millones de personas. Así que no está usando todo su potencial. Y no creo que sea por temor a que expulsen diplomáticos como respuesta.

    Putin tiene 65 años, y de momento no se le conoce ninguna Leonor para sucederle. No parece que tenga intenciones de crear una dinastía. Puede que sea inménsamente rico, puede que siga medrando hasta los 90 años en la política rusa, pero eso son 25 años más. Forever es mucho decir.

  5. La insinuación sobre la perversidad de la monarquia española y el relativismo que exhibe sobre la figura de Putin le delata.

  6. HiFernando, comparto las dudas sobre la autoría, de hecho las compartió también Theresa May: o lo mataron o han permitido que alguien acceda a un agente nervioso letal. La segunda opción es todavía peor. Y para qué iba a matarle precisamente a pocos días de las elecciones? Salvo que quiera precisamente crear zozobra y división, lo que ha conseguido solo a medias. En todo caso es todo aberrante. También el gobierno de Putin en Rusia incluso sin envenenamiento químico en Salisbury.

  7. El gobierno de Rusia es aberrante máxime porque se espera de él más que del de Arabia Saudita, por ejemplo. Al fin y al cabo, es un país europeo…
    No insinúo perversidad de la monarquía. Afirmo, ante el «forever» del título, que una dinastía dura más que una persona. No es discutible.
    Mi relativismo en opinar no creo que sea peor que el de los países que se han beneficiado de las inversiones de miles de millones de los oligarcas rusos (o los saudíes, pero esos son de otra especie).

  8. Tal y como yo lo veo , el forever del título alude a un sistema de gobierno que descansa en la combinación del crimen , el autoritarismo heredado de las estructuras del comunismo y un nacionalismo irredentista como ideología dominante que todo lo absorbe. Putin solo actúa imitando a sus predecesores en el ejercicio de su dominio : Stalin, Lenin , Nicolás, Alejandro , porque a ese pobre pueblo ruso , a esa alma de la madre Rusia se accede desde los resortes que convierten el resentimiento por la eterna humillación occidental en un orgullo vinculado con la fuerza y la conquista territorial , reunidos en el poder simbólico de las armas, aunque todo ese esfuerzo sea incapaz de ocultar la bajísima calidad de su sistema productivo.
    Por lo tanto, lo que importa es el sistema , no tanto Putín o su juego entre Jefe de Gobierno y Presidente.
    Hoy en día , las transferencias dinasticas más preocupantes se dan en Corea y en Siria , como antes las de los Somoza en Nicaragua o los Duvalier en Haití.
    Nada que ver con nuestro glamuroso y republicano buen Rey Felipe, a quien nadie en el mundo mundial lo vincularía con un personaje de John Le Carré mientras que solo mirar a Putín recuerda toda la maldad de Karla.

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