Alfonso Salmerón
La coyuntura política que se vive en Catalunya en torno a la aprobación de los presupuestos de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona es de lo más intrigante. En ambos casos, se trata de gobiernos en minoría. En ambos casos, están en juego dos expresiones de ruptura democrática. El proceso soberanista de un lado, la construcción de una auténtica alternativa de gobierno por el otro. En ambos casos, el mango de la sartén lo sostiene la izquierda independentista.
Si lo miramos con un poco de perspectiva, cuesta creer que los que obligaron a Artur Mas a echarse a un lado, sean ahora los que estén a un paso de aprobarle los presupuestos a Carles Puigdemont y de obligar a Ada Colau a una moción de confianza que podría aupar la sociovergencia a la alcaldía.
Están en juego muchas cosas, pero sobre todo la articulación de un amplio espacio sociopolítico, soberanista y de izquierdas, que podría ser ampliamente mayoritario si las fuerzas políticas implicadas se decidieran a ello.
Táctica o estrategia. Vieja disyuntiva que sigue vigente hoy, y en la que de momento, parece que va tomando ventaja la primera de las opciones. Todos parecen mucho más preocupados por el corto plazo que por la amplitud de miras. Los republicanos, pendientes de confirmar definitivamente su particular sorpasso a Convergència; la CUP, tratando de mantenerse a flote en las movidas aguas de la contradicción y los comunes, de garantizarse a toda costa la hegemonía en el futuro espacio político. Mención aparte me merece el PSC, que trata de sobrevivir en tiempos revueltos que exigen posicionarse de manera meridianamente clara en las nuevas coordenadas del escenario político: independencia-centralismo y reforma-ruptura democrática.
Mientras tanto el tiempo político va pasando inexorablemente y las capas tectónicas van recolocándose tras el terremoto político que supuso el proceso independentista por un lado, y el fenómeno Podemos por el otro, en los años posteriores a la crisis económica.
Todo un desafío para el régimen político del 78. Hoy ya podemos decir que tras el completarse el primer ciclo electoral tras la crisis, el bipartidismo ha sabido recomponerse con la irrupción de Ciudadanos. El escenario de recuperación económica juega ahora a su favor. La crisis interna de Podemos y el desinflamiento del soufflé independentista, pueden hacer el resto para que alcancemos la máxima de lampedussa. Todo habrá cambiado para que todo siguiera igual.
Tras un primer asalto, vivimos un momento de recomposición de fuerzas. En clave española, Unidos Podemos tiene el reto de poder armar una oposición que se traduzca en verdadera alternativa de gobierno y el PSOE ha de decidir si quiere formar parte de la alternativa o de la alternancia.
En clave catalana, el ciclo tiene sus propias claves, y va a ir prologándose en paralelo al languidecimiento del procés. 2017 puede ser el año en el que la hoja de ruta diseñada por JxSI, que no el deseo de autodeterminación de la sociedad catalana, puede llevar a una vía muerta definitiva, una vez que el aparato judicial del Estado haya ido taponando sistemáticamente todas las vías de salida. Si las encuestas siguen la tendencia demostrada hasta la fecha, ERC puede ser la única fuerza del entramado independentista que salga prácticamente indemne. Si Barcelona en Comú logra salvar la moción de confianza, optará a una segunda victoria mucho más holgada en el 2019 que la disparará con fuerza hacia las elecciones catalanas.
Todos se preparan para ese momento. ERC y EnComúPodem toman posiciones para liderar el día después, y la ciudad de Barcelona va a ser el escenario donde se proyecten todos esos movimientos.
El desplazamiento de la opinión pública catalana hacia los dos polos de ruptura de las coordenadas planteadas más arriba, debería hacer reflexionar a los chicos de Colau y a los de Junqueras. La salida desde la izquierda una vez embarracada la hoja de ruta de Junts pel Si, sólo será posible desde una apertura de campo, que consiga aglutinar a una amplísima mayoría de la sociedad catalana en una alternativa de gobierno en clave de ruptura democrática y económica. Barcelona en Comú y ERC deben ponerse a ello para empezar a hacerlo posible desde ya en la capital catalana como banco de pruebas. El futuro de la República catalana se juega en Barcelona.
No se si he entendido bien el artículo. De una parte, se alude al desinflamiento del souflé independentista. Por qué se desinfla? Simplemente porque el Estado está taponando todas las vías legales y no queda sino echarse al monte y no hay ni ganas de asumir los riesgos ni suficiente apoyo popular? Si es así, todos esos elementos eran bastante previsibles. Ibarretxe les podría haber contado que los órdagos no siempre acaban bien. En todo caso, desde mi punto de vista, ojalá sea así y el independentismo unilateral se desinfle.
Ahora bien, a continuación he creído entender que si Podemos y Esquerra se entienden en la ciudad de Barcelona, todo lo anterior podría no acabar como apunta. Es decir, la izquierda rupturista política y económica deberían unirse para romper con España y la oligarquía? Si eso es lo que se predica, yo contesto que las probabilidades de que eso ocurra son muy escasas, Y de que funcione todavía menos.
ERC antepone el independentismo a la izquierda y Podemos lo contrario. ERC es más fuerte allende Barcelona y Podemos en cambio mucho más en Barcelona. Pero es que, además, si lo del desinflamiento es correcto, tampoco podrían contar con la derecha nacionalista para echarse al monte, porque la pela es la pela y se perdería mucha. Y además, en todo caso con el proceso pilotado por ellos, no por esos chicos rupturistas locos. Así que no lo veo.
De lo que no estoy convencido es de que si el Gobierno central sigue cerrando todas las vías al diálogo más allá de lo que está estrictamente contemplado en la ley, el desinflamiento vaya a ser tan claro. Veremos. Pero en mi opinión, ojalá. No para preservar a España como una unidad de destino en lo universal sino porque creo que la ruptura con el resto de España sería perjudicial para los ciudadanos catalanes y los del resto de España: veáse primeras estimaciones sobre el coste económico del Brexit…
Offtopic: No le deseo la muerte a (casi) nadie pero me cuesta mucho – de hecho no lo consigo – apenarme por la de Rita. Es decir, si dependiera de mí habría decidido sin duda que siguiera viviendo. Pero se ha muerto y me deja completamente frío. Como cuando murió Jesús Gil, por ejemplo. Y me repatea ese tufillo de homenaje que estilan las portadas de El País y El Mundo. Con respecto al PP, ahora acusan a los que denunciaban sus malas artes, de poco más o menos haberla puesto al borde de la muerte. Cuando fueron ellos los que, de la noche a la mañana, pasaron de la defensa cerrada frente a las evidencias, a exigirle que abandonara el escaño cuando los jueces actuaron. Y encima, a esos que hoy se rasgan las vestiduras por la injusticia cometida por los otros, les va a faltar tiempo cuando, en sede judicial, se demuestren las irregularidades concretas de las que sin duda Rita será la única responsable…
La insistencia en una ruptura democrática es un oximoron.
ERC es un partido desagradable , tanto como sus líderes. Aparece cuando las cosas van mal en Cataluña. Nada bueno cabe esperar de su acción política. Les acompaña en los arreglos un movimiento cuasi anarquista que no ayuda precisamente a crear empleo.
Es improbable que de ese combinado salga algo bueno.
Lluis Campubrí dejó un análisis excelente de la situación y unas predicciones en las que reflejaba sobre todo el carácter retardatario de las últimas iniciativas políticas.
En lo inmediato, Forcadell será juzgada y con bastantes posibilidades de inhabilitación.
Seguimos confiando en que de momento será suficiente.
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Lo de Rita Barberá impresiona por el carácter dramático de su evacuación en una carretilla y la falta de compasión de un Pablo Iglesias con celos del protagonismo de la difunta.
No ha sido un bel morir y no es posible , según Dante, honrar toda una vida.
Descanse en paz.
Es absolutamente urgente ir renovando porque yo me quedo ya aburrido de defender la postura. Consulta si, Independencia no.
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De lo de de estos dias a costa de la muerte de la Barberá, recogen muy bien mis impresiones Isaias Lafuente ayer en La ventana
http://cadenaser.com/programa/2016/11/23/la_ventana/1479906704_927367.html
y Nacho Escolar en el diario
http://www.eldiario.es/escolar/culpa-Rita-Barbera_6_583451695.html
Como habitualmente, detecto deficit galopante de sentido del ridículo. Urgente transferencia
Laertes , la política es también un juego de acciones y reacciones que para quienes las sufren llegan a ser muy aburridas. Como le imagino conocedor de los procedimientos legales para sus deseos tan curiosos ( quiero que me pregunten para decir que no ) pues debe admitir que si en este u otros foros hay miembros que argumentan pro independencia también otros no sean partidarios.
En Euskadi nos aburrieron mucho , pero esto , con ser grave, no fue lo peor. Y supimos resistir porque el estado no nos abandonó. Y confiamos en que no nos abandone jamás. Aunque nos aburramos de vez en cuando con los juegos patrióticos.
Se equivocan si piensan que con un nuevo gobierno del PP y actuando de forma coercitiva se dan las condiciones para que se desinfle el movimiento independentista.
Lo que van a haber es reacción y un grupo numeroso en el Congreso sacando los colores a más de uno. Lo del minuto de silencio solo es el principio.