Recuerdos de un pasado cercano

Julio Embid

En 2001 marché a Madrid a estudiar Ciencias Políticas. De hecho entré en una residencia el día posterior al 11-S, el atentado de las Torres Gemelas. Un mes después el ejército estadounidense ordenado por el presidente George W.Bush invadía Afganistán como represalia. Le acompañaban en aquella cruzada los británicos, canadienses y australianos y después se sumarían la mayoría de países europeos. Lo cierto es que quien hizo el trabajo sucio fueron aquellos auxiliares señores de la guerra llamados Alianza del Norte que fueron los que hicieron las primeras operaciones terrestres contra Al-Qaeda y los Talibán. Aquel joven maño imberbe en Madrid acudió a las manifestaciones contra la Guerra de Afganistán, en parte por un inocente pacifismo, junto a un militante izquierdismo sumado a la curiosidad innata que tenemos los de provincias en la capital.

Dos años después, en 2003, el general Colin Powell, secretario de Estado de los EEUU presentaba unas pruebas falsas acerca de la producción de armas nucleares y biológicas, y de nuevo, volvía la guerra, esta vez contra el Iraq de Saddam Hussein. De nuevo aquel 2003 miles de españoles volvimos a salir a las calles a protestar con un rotundo «No a la guerra» y «No más sangre por petróleo». El entonces gobierno español de José María Aznar apoyo y colaboró con la invasión de Iraq, que afortunadamente para las familias de los militares españoles solo duró un año, hasta que en 2004, el nuevo presidente Rodríguez Zapatero ordenaba su retorno.

Hoy, quince años después, hago esta reflexión pensando en los millones de muertos y exiliados de Afganistán, Iraq y Siria. Y que aquí, mientras Aznar advierte de los peligros de un «gobierno radical de socialistas y comunistas» nadie le pregunte si se arrepiente de algo y si cree que tiene que pedir perdón. Seguramente dirá que no, que ole su rabo y hala Madrí, pero no es malo que nuestros periodistas cada vez que tengan un micrófono en mano y la posibilidad de interpelar le recuerden sus pecados. Yo no me arrepiento de haber salido a la calle contra las guerras de Iraq y de Afganistán, pero alguno de sus promotores ¿se arrepiente de algo?  Nunca es tarde para el arrepentimiento y la reparación. 

Un comentario en «Recuerdos de un pasado cercano»

  1. Aznar , con alta probabilidad a consecuencia de aquello, ocupó después un asiento en el consejo de administración de News International, la empresa del Rupert Murdoch. Es posible que tb esto esté relacionado con lo bien colocada que ha estado luego su familia a la hora de hacer pingües negocios con empresas norteamericanas.
    Eso puede que ayude a mitigar, si es que existe, el arrepentimiento.

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