Relatos de verano

Melinda

 

 1. Babia 

El sol sale por Peña Ubiña,  el monte más alto que rodea por el este el ancho valle en el que se sitúa el pueblo de Huergas de Babia, cuna de mis abuelos. Es una peña caliza, con poca vegetación en sus cumbres, visibles desde las ventanas que miran a oriente en la casona que construyó mi abuelo en la primera década del siglo XX. A menudo, aún pueden verse sus picos nevados ya entrada la primavera, que llega tardía, no antes del mes de  junio. Es entonces cuando el campo, en esa tierra, se llena de flores silvestres de todos los colores y el monte de tomillo, lavanda y otras hierbas aromáticas, que desbordan los sentidos por los olores y colores y la frescura del aire. Todo ello enmarcado, a menudo, en un cielo azul intenso y transparente, que forma el fondo de un relieve montañoso.  

 

Desde el mirador de hierro y cristalera antigua, situado encima de la entrada principal de la casa, aparece, imponente, el Abedular, que se ve muy cerca, casi cerrando el valle por el sur. Es un  monte verde, más alargado que picudo, cubierto de abedules que parecen matojos o pequeños arbustos desde la casa, pero que son muy grandes cuando te animas a subirlo y desapareces entre ellos. En verano, sus laderas están llenas de escobas con  flores amarillas y otras matas con  flores malva, repletas de arándanos.  Mirando al oeste, que apunta en la dirección de El Bierzo, está Pregame, monte de subida fácil que fue remate de muchas chocolatadas familiares en la Fuente Santa, cuando mi hermano y yo –que pasábamos con mis abuelos los veranos en Babia, durante la infancia y preadolescencia-, acudíamos a aquellas meriendas campestres  con  alborozo, acompañados por primos y tíos y, excepcionalmente, también por mis abuelos o mis padres.

 

La Fuente Santa nacía muy arriba, en un pliegue del Abedular en su extremo occidental, y bajaba en forma de potente riachuelo de aguas cristalinas hasta la pradera de nuestros juegos. El agua que traía era en verdad riquísima y de grandes propiedades -se decía-, y había que tumbarse en el suelo boca abajo y sorberla metiendo el morro en el arroyo. Otra diversión era saltar al otro lado sin meter un pie dentro, cosa difícil para los pequeños. Por fin, la escalada a Pregame y la vista esplendorosa de todo el pueblo y alguno más en el mismo valle –Robledo y  Torre de Babia-, circundado por el norte por la cordillera que se adentra en  Asturias, donde se encuentran las espectaculares Lagunas Verdes.

 

Las chocolatadas en la Fuente Santa eran actividades muy distintas del transcurrir diario, más bien solitario, de las tardes de julio y agosto. Cuando mi hermano y yo no podíamos escapar del control de los abuelos, que nos obligaban a permanecer un tiempo en la huerta, después de comer, nos subíamos al columpio debajo del lilo y permanecíamos allí un buen rato, meciéndonos por turnos, en aquel rincón sombrío del jardín, rodeado por la verja y perfumado por las lilas. Otras veces, saltábamos a escondidas la tapia trasera del jardín, ayudándonos del gran tilo, llevándonos bajo el brazo la tabla que previamente habíamos untado con cera por un lado para sentarnos encima del otro y tirarnos cuesta abajo por el otero San Miguel. La “resbaleta”  llamábamos a aquel juego. Cuando se rompía un pantalón o se manchaba de hierba mi vestido, había reprimenda de la abuela, cosa que no nos impedía volver a las andadas a la primera ocasión.

 

Otra actividad era “ir a moras”, que, en agosto, abundaban en las zarzas que cubrían las paredes de piedra de los caminos.  Después, entrábamos en la cocina a recoger la merienda, pero salíamos con prisa, a sabiendas, ahora, de que quedaba poco tiempo para jugar fuera. Ésta era la hora de juntarse con chicos del pueblo, de subir al Otero, donde estaba la iglesia con su pequeño cementerio, y la fuente de piedra y el gran fresno –cobijo algunos días al año de una familia de quincalleros-,  y donde los del pueblo trillaban a mano y hacían grandes montones de gavillas doradas, que eran excelentes para jugar al escondite entre las medas, al anochecer.

 

-Si vais al Otero, no vayáis donde está el fresno, que ahora están los gitanos y os pegan los piojos- advertía la abuela.  -No andéis por allí, que está muy sucio-, gritaba desde la puerta.

 

La verdad es que los quincalleros nos inspiraban un cierto recelo. El lugar que ocupaban olía a miseria y había  siempre más de un niño pequeño correteando semidesnudo. Un hombre recogía sartenes o cazuelas rotas por las casas del pueblo y las arreglaba haciendo una soldadura. Las mujeres cocinaban algo en un puchero encima de unas piedras sobre un fuego en el suelo o lavaban ropa en un barreño. Tenían un carro en el que vivían y se trasladaban y al que a menudo había un perro atado, que dormitaba en el suelo. Acampaban  allí unos días, no muchos. Después, no volvían hasta el año siguiente.

 

El olor a suciedad y miseria seguía bajo el fresno después de haberse ido y, de alguna forma, al menos para mi y mi hermano, aquel lugar quedaba estigmatizado por su presencia de unos pocos días. Si pasábamos por allí, echábamos a correr, no fuera a ser que se nos pegaran los piojos. Pero no puedo recordar, sin embargo, que nadie se quejara abiertamente o que no se tolerara a los quincalleros en el pueblo, aunque se instalaban en el centro,  pegando a la pared trasera de la Iglesia y del cementerio, en un rincón de la era, donde los lugareños esparcían sus mieses y hacían la trilla en el mes de agosto. La imagen de un cierto trasiego del hombre que arreglaba las cazuelas, llamando a las puertas de las casas de alrededor para entregar o recoger su mercancía está viva  en mi memoria y no recuerdo, sin embargo, haber percibido desprecio alguno ni críticas de los lugareños. Sin mezclarse más allá de lo necesario, más bien predominaba un respeto mutuo y se les proporcionaba trabajo.

 

Dos o tres veces en el verano, mi abuelo nos anunciaba que al día siguiente íbamos a ir con él a la feria. Mi abuela se esmeraba en que luciéramos ropa limpia y bien planchada y mi abuelo se encasquetaba  su bonito sombrero claro de jipijapa. Engalanados así, llegábamos en su coche al lugar establecido, que era, siempre por la mañana, en un campo extenso. Desde el coche observábamos la polvareda y algarabía creada por el ganado -mayormente vacuno y bien sujeto con una soga por sus dueños-  y los tratantes de la zona, que actuaban de intermediarios en la compra-venta. Los tratantes vestían un blusón negro fruncido que les llegaba más abajo de la cintura, más o menos por medio muslo, y portaban además sombreros negros y una larga vara que les servía para acarrear al ganado. Todo ello les proporcionaba un aire bastante pintoresco. Mi abuelo saludaba a algunos de aquellos hombres, que se le acercaban respetuosos y comentaban con él cómo iba la feria aquel año y cualquier otro asunto relacionado. Mi hermano y yo, mientras tanto, descubríamos con emoción el carrito de las baratijas y gastábamos invariablemente la propina, o parte de ella, en un reloj de plástico de colores llamativos. Mi  golosina favorita eran las  avellanas, que tenían un fuerte sabor a recién cogidas del árbol.

 

2.         Mi abuelo 

Babia era la tierra de mi abuelo materno: un Republicano Ilustrado que aprendió la técnica de hacer mantequilla en las Escuelas Sierra-Pambley, una sucursal de la Institución Libre de Enseñanza, situada en la montaña leonesa. A la Institución, en Madrid, mandó a sus hijas internas a estudiar el bachillerato. En 1908, construyó su casa de Huergas y, en 1936, se la quemaron los falangistas al mando de Girón, rociándola con gasolina previamente, cuando él ya estaba preso y condenado a muerte en la cárcel de León. Su fábrica, en León, fue intervenida por los nacionales.

 

Mi abuela y mi madre, que estaban en la casa de Huergas cuando se presentaron los incendiarios, fueron invitadas a salir sin contemplaciones. El fuego arrasó, entre otras cosas, la imponente biblioteca de mi abuelo.

 

No se puede decir, no obstante, que la suerte no acompañara a mi abuelo, que, a la postre pudo salvar la vida, como no les ocurrió a tantos amigos suyos que profesaban sus mismas ideas. Y cuando salió de la cárcel, cinco años después de ser llevado preso, sacó su empresa adelante y volvió a construir su casa en Huergas, exactamente igual que había sido. En esa tarea le ayudaron tanto los gruesos muros de piedra de la casa, que tampoco ardieron, como el espíritu Ilustrado y liberal de mi abuelo, que fue también ejemplar por su fortaleza y empeño por vivir con dignidad y plenitud en aquel yermo inhóspito que fue la España de la post-guerra.   

53 comentarios en “Relatos de verano

  1. quemada por los nacionales? será más bien por los golpistas, por los sublevados en el mejor de los casos…
    Dicho esto, qué bonito relato, en el fondo y en la forma.
    Dicho lo cual, alguien me puede explicar qué es un sombrero de jipijapa?

  2. Bonita madrugada.

    Un sombrero de jipijapa ,es el que lleva un yepa-yepa ,subido a la chepa ,de un caballo fumandose la mejor yerba del campo ,cantando canciones de Frank Zappa…jeje.

  3. Bonito relato veraniego. ¿Dónde lee PdF «quemada por los nacionales»? Yo leo «quemada por los falangistas al mando de Girón».

    El relato de Melinda de sus veranos infantiles en Babia me recuerda los míos, aquellos veranos pueblerinos imposibles de olvidar.

    Y de su abuelo me impresiona, sobre todo, que enviara a sus hijas a estudiar internas a la Institución Libre de Enseñanza. Me impresiona todo de eso. Por ser hijas, y por el centro elegido para que estudiaran.

  4. Qué bonito relato. Qué bonita zona, mi abuelo paterno y toda su familia eran de Villafranca del Bierzo (también Republicanos Ilustrados, hombre!) y también estuvo preso en la cárcel de San Marcos, y también tuvo suerte y salvó la vida. Toda la historia me resulta familiar y me gusta, y está muy bien contada.

    Saludos!!!

  5. Qué pasa, que con el veranito y el tiempo libre os aburrís y ahora hay que estar votando y valorando… hay que ver cómo sois…jeje

  6. ¿Tú cómo lo has hecho Amistad? yo sólo he podido darme 1 voto…jeje

  7. Gracias Melinda. Precioso recordatorio melancólico?. Me ha retrotraído a los años de mi infancia en que pasaba buena parte del verano, con la amama ya enferma, en un pueblecito riojano (Murillo De Rio Leza). La casa grande y fresca, un enorme parral a su entrada.. los melocotones gigantes, los almendrucos ….y las cuadras con las yeguas que cabalgábamos casi todas las madrugadas camino de los viñedos…

    De ayer, Amistad: El PNV con Urkullu de gallo del corral sube al Gorbea el día de la Independencia de los Estados Unidos de América ….No podía ser de otro modo. No hubo salvas de honor.

  8. Buenos días: ¿tiene alguien la amabilidad de explicarme, cual el cazurro de origen rural que soy, qué leches es esto del «Rating» y del «vote cast»?

  9. Excelente y simpático relato de Melinda sobre los veranos que pasaba con sus abuelos en Huergas de Babia. Me parece muy bien que junto con las chocolatadas al borde de las aguas cristalinas de la fuentesanta mencione la miseria de los quincalleros acampados con su carromato al lado de un frondoso fresno. Sin duda, en los años 40s y 50s se vivía mejor en la España rural (la de regadío, por supuesto) a pesar de estar sin electricidad, teléfono y buenas carreteras, que en los barrios populares de la España urbana. Pero de tarde en tarde, tambien por allá aparecía la miseria de los quinquis y gitanos. Vivían en gran parte de la autarquía imperante que hacía necesario reparar de todo. Tambien en las ciudades se multiplicaron los talleres de mecánica de vehículos y de reparación de toda clase de electrodomésticos. Los que vivíamos una infancia acomodada en aquellos años, hemos visto con nuestros ojos cómo, junto a nuestra agradable vida, pululaban personas en alpargatas y mal vestidas buscando entre las basuras cerca de nuestras casas. Y cuando salías de la ciudad en tren o coche veías barrios de chabolas. Que todo esto también ocurra hoy en dia no quita para que entonces lo tuvieras todo al lado. Hoy las distancias son mucho mayores entre las zonas prósperas de la ciudad y las pobres. Desde las autopistas y trenes, hay que hacer un esfuerzo para ver chabolas. Recuerdo entonces que la revista francesa Paris Match mostró una foto titulada «La Muralla de Madrid», en la que se veía un barrio de chabolas en la autopista que iba a Barajas, al que la habían rodeado con un muro para que no se viera. En la clase de Formación del Espirutu Nacional, dónde los alumnos embaucaban al profesor para que contara batallitas de la guerra, una vez le pregunté al mío por qué había tanta pobreza. Él me contestó que la Falange no había ganado la guerra, que había una revolución pendiente por hacer. A la salida de clase varios compañeros de clase se cabrearon conmigo por haber hecho esa pregunta.

    De Ponferrada y la Escuela Sierra Pambley que cita Melinda salieron muchas familias industriosas, como los Gancedo o los Alvarez Gomez. Como dice Melinda, la Institución Libre de Enseñanza había creado en Ponferrada la Escuela Sierra Pambley, que en buena medida estuvo en el origen de la prosperidad que crearon algunos empresarios locales, varios de los cuales habían sido formados en dicha Escuela.

  10. Vale, qué más da si quemada la casa o intervenida la fábrica, a lo que objeto es al término nacionales, por razones obvias.
    Gracias por el sombrero.
    Yo entiendo así lo de los votos: Si quieres apoyar un comentario en vez de escribirlo tocas en una de las 5 estrellas, de izquierda a derecha dependiendo de la intensidad de tu apoyo: la primera por la izquierda consideras que no mola nada, y al revés. De todos los que valoren la máquina saca una media de 0 a 5. Así cuando hay muchos comentarios y poco tiempo puedes leer sólo los de mayor valoración, es decir, los que suscitan mayor consenso entre el resto. Lo malo es que parece que uno puede votarse a uno mismo…

  11. A mí me parece una solemne estupidez esto de votar comentarios. Cada uno se da cuenta al empezar a leer un comentario si le interesa seguir o no. No hace falta que nadie se lo indique. Y además me parece que las estrellitas afean mucho el blog.
    Sugiero que lo mismo que se ha introducido esa novedad, se quite.

    Y la otra novedad que aprecio en el blog es que se sabe quién está conectado en cada momento. A mí me gusta saber cúanta gente hay conectada, me parece interesante. Pero saber los nombres de los usuarios me parece una violación de la intimidad de cada uno. Sugiero también que se deje sólo la información sobre el número de usuarios.

  12. PMQNQ 16 tiene razón,las estrellitas le dan un aire militar a Debate Callejero,sera porque ahora nos manda un militar desde el CNI…..jeje.

    Votenme,a ver si asciendo a cabo chusquero,por lo menos…..JAJAJA….que nervios

  13. Pues a mí me parece que la valoración de comentarios, como en casi todas las páginas web que se precien por ej. el país o el mundo, es esencial cuando no hay censura y cada cual puede escribir lo que quiera, aparte de que permite a muchos que no escriben apoyar indirectamente lo que otros han dicho, o censurarlo votando sólo una estrella y bajándole la valoración media.
    Igualmente me gusta saber cuántos hay conectados y me parece muy bien saber quiénes son, no entiendo eso de la violación de la intimidad, especialmente dado que aquí la inmensa mayoría participamos con nombres ficticios.

  14. Agradezco la ampliación de información que da Magallanes sobre la realidad social de la postguerra. Sin embargo, las Escuelas Sierra-Plambey a las que acudió mi abuelo estaban en Villablino de Laciana y no en Ponferrada. Por lo demás, el resto sí se ajusta a la realidad. Respecto al rating, lo aborrezco. Y tampoco me gusta que se sepa quien está en todo momento entrando en el blog.

  15. Bueno, más o menos tengo ya una idea de lo que significa esta valoración de comentarios, gracias a alguno. Sinceramente, creo que no sirve para nada (útil), y que al contrario puede servir para que algunos engorden su ego y que otros se sientan ninguneados en sus opiniones, con las consecuencias derivadas de ello. No sé a quién se le ha ocurrido, pero no me gusta. En cuanto a la identificación del que está conectado, pues ni fu ni fa: yo hace mucho tiempo que me «logueé» en DC y no escondo ni mi nick ni mis opiniones. Aunque puedo entender que alguien se sienta molesto por ello.

  16. Muchas gracias a Melinda, que nos ha hecho recordar a todos los veranos infantiles, con ese retrato tan bello de sus veraneos en Babia. Muchos amigos me han dicho que debería ir allá y nunca lo he hecho, en fin.

    Por cierto, se puede segar a mano, pero no trillar sin trillo (no me hagan chistes con el de Honduras, por favor).

  17. Para probar que la valoración de comentarios es útil estoy votando una estrella a todos los que manifiestan su desacuerdo. Todos los que quieran que se elimine deberían votar una estrella sólo a comentarios como éste. Así veríamos cuántos opinamos cada cosa. Ahora bien, se demostraría la utilidad del chisme…
    No creo que hayan metido lo de saber quién está conectado para identificar a nadie sino para que al saber que pepito está conectado le puedas escribir sabiendo que te puede contestar en ese momento. Ese es al menos el espíritu con el que se concibió ese mecanismo que usan tantos otros blogs.

  18. Suscribo lo que dice Lobisón: se puede segar a mano, pero no trillar a mano. Ni siquiera en honduras.

    Yo recuerdo perfectamente de mis veranos infantiles, a los segadores segando con la guadaña, con unos movimientos rítmicos muy precisos y acompasados. Creo recordar que muchos eran portugueses, que venían a segar aquí en los veranos.

    Y también recuerdo la trilla. Se ponían todos los hombres formando un corro grande y manejaban también con gran ritmo y precisión los trillos (supongo que se llamarían así), que eran dos enormes trozos de madera unidos por una especie de correas de cuero. Los hombres los echaban hacia atrás y hacia adelante rítmicamente golpeando con gran fuerza suelo con ellos para separar el grano de la paja. Yo recuerdo quedarme embobado viéndoles. Dudo mucho que si alguien no ha tenido la ocasión de ver esta operación en su vida, se haga al leer esto una idea ni siquiera aproximada de cómo era, pero yo lo recuerdo como si lo estuviera viendo ahora mismo.

    ¡Qué veranos aquellos! Dudo mucho que los veranos de los niños de ahora tengan el mismo encanto.

  19. Has dado en el clavo PMQNQ 23. Efectivamente, lo que yo también tengo en mente al decir «trillar a mano» son unos instrumentos compuestos por dos garrotes sujetos entre sí por unas correas de cuero. El labrador agarraba un garrote por un extremo y lo alzaba antes de que el segundo garrote cayera sobre las espigas con toda la fuerza de aquel hombre, después de haber hecho una especie de voleo por el aire, ondeando como si estuviera suelto. ¿No era eso trillar a mano? Por cieto, PMQNQ, Los veranos de los niños de ahora tendrán otros encantos. No soy de es@s que creen que cualquier tiempo pasado fue mejor; ni mucho menos.
    ¡Ánimo, Lobisón!, anímate a ir a Babia. Si pasas por Huergas, lo cual no es difícil porque está en la carretera, la segunda casa de la derecha es la de mis abuelos, y allí un hermano mío te dará pan y cecina y un buen vaso de vino antes de proseguir camino.
    Saudos a todos, (aunque confieso que estoy algo dolida con Amistad, que no ha dicho ni mu sobre mis veranos en la montaña. Debe ser que él es solo marítimo y del mediterráneo y tanto tomillo y ganado le atufan un poco).

  20. Por cierto, Sarah,no sabes cuánto celebro que tengas un abuelo tan guapo como el mío. Porque en aquella zona, los hombres son muy guapos.

  21. Yo tambien pase mis veranos de juventud en Babia….pero la otra…..jeje.

    Recuerdo especialmente cuando veniamos a Ibiza de vacaciones ,mi padre estaba destinado en el Grao de Castellón.
    Una de estas veces mi padre hizo una estructura de madera con molinillos de viento,en el porche de la casa,me quede maravillado viendolos dar vueltas al son del viento.

    Posdata: Con Trillo se pueden hacer muchas cosas,a parte de trillar en vano….¿mandarlo a Honduras?….por supuesto..

  22. Protesto de la forma más enérgica posible por la chuminada esta de las estrellitas. Los comentarios son textos normalmente breves, escritos muchas veces deprisa, en los que uno, con mejor o peor fortuna, trata de expresar su punto de vista. Una cosa de esta naturaleza no merece andar con estrellitas y rankings, por Dios. Otra cosa es que la gente pudiera valorar un artículo, cosa que ya hace sin necesidad de estrellitas en los comentarios. Incluso la posibilidad de las estrellitas en los artículos no me gusta, pues puede desincentivar los comentarios, habiendo gente que se contente con poner las dichosas estrellitas y aquí paz y después gloria. No obstante, eso lo podría entender. Lo que de ningún entiendo es que los comentarios se puntúen. Por ahí no paso.

    Resumiendo: este servidor de ustedes se abstendrá de comentar nada mientras sigan estas estrellas pueriles.

  23. he tenido que escribir paredón y juicio dos veces porque el sistema que es muy listo me decía que eso ya lo había escrito ayer… hay que jod…!!! pues si quiero decir lo mismo qué pasa, que no me van a dejar?!?!?

  24. Por cierto, Lezo (9) la evocación que haces de tus veranos infantiles, aunque sintética, es contundente: se os puede ver ir en yegua hacia los viñedos. Al amanecer, con sueño aún en los ojos.

  25. Vuelva, don Cicuta. Se ve que su influencia en este blog es innegable. Han desaparecido las odiosas estrellitas y además se sabe cuánta gente hay en el blog pero no se sabe quienes son. Yo también me congratulo por ambos cambios.

  26. Ya que Don Cicuta tienen tanta «fuerza expositiva» y Mr Alguien se ha cagao en los pantalones….jeje…propongo nombrar fiscal general del estado a Don Cicuta.
    He dicho.

  27. Lobison usaba el otro día como referencia temporal a D. Cicuta «antes de que se le hubiera agriado el carácter». Yo no tuve la suerte de conocerlo entonces. Pero en esto de la estrellitas coincido con él en que fue una experiencia espantosa, aunque corta, que estropeó un poco la lectura y comentarios de los hermosos veraneos babianos. ¡Menos mal que ya se ha quitado toda esa morralla!. Me uno a PMQNQ en suplicarle a D. Cicuta que vuelva, que le enecesitamos.

  28. Enhorabuena por la decisión de eliminar el gili-sistema de estrellitas y rankings. Suscribo la opinión del cascarrabias de Don Cicuta en su comment 27 de anoche: al final, íbamos a tener más fugas que la dirección de UPyD, y uno ya es experto en mosqueos varios (o sea, otro cascarrabias).

    Feliz lunes tengan.

  29. Joder con las estrellitas.¿ No es molón sentirse capitán general de la Región Intergaláctica?. ¡¡¡VIVAONDURAS!! (no he podido reprimirme)

  30. Buenos días. Me asomo hoy a DC, más que nada para saludar, desde un refugio veraniego despues de una larga temporada (la verdad es que ni sé muy bien en qué día vivo) y aprecio que siguen en forma. Aunque tengo tanta lectura atrasada de DC que apenas he echado una mirada rápida sobre algunos artículos y alguna que otra controversia (como esa provocada por la desaparición de Michael Jackson, sobre cuya genialidad conste que estoy más bien cercano al punto de vista cicuteño).
    ¿Y el país cómo va? En esta fase mía de progresivo despegue (desapego) llevo un montón de días sin comprar prensa española. Y tan feliz (o infeliz). Al poco de poder tener conexión a internet he leído algo de la decisión sobre Garoña y como, a la primera, no lo entendí bien pasé de seguir leyendo. Creo que me he conectado hoy a dc con el ánimo de saber algo de cómo siguen las cosas. Será mala conciencia por este voluntario retiro espiritual (o mental).
    Felicidades a Melinda por su evocación veraniega. Habrá que acercarse un día por ese Huergas.
    Que ustedes lo pasen bien.

  31. «EL TSJCV INFORMA

    Valencia. (6-7-2009).- El magistrado instructor de las diligencias previas abiertas por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana contra Francisco Camps, Ricardo Costa, Victor Campos y Rafael Betoret ha dictado esta mañana un auto por el que acuerda:

    1. Poner fin a dichas diligencias previas.

    2. No haber lugar al sobreseimiento libre y archivo de la causa, por existir suficientes indicios racionales para estimar que los hechos objeto del procedimiento, que en esa resolución se imputan al Muy Honorable Señor Presidente de la Generalidad Valenciana D. Francisco Enrique Camps Ortiz, al Ilustre Señor Diputado de las Cortes Valencianas D. Ricardo Costa Climent, al Honorable Señor D. José Víctor Campos Guinot y a D. Rafael Betoret Parreño, pudieran ser constitutivos de un delito de cohecho previsto y penado en el artículo 426, primer inciso, del Código Penal.

    3. Continuar la tramitación del procedimiento, con el mismo objeto por el que se dispuso su incoación, por los trámites del Procedimiento para las causas ante el Tribunal del Jurado, en el ámbito del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

    4. Señalar para la celebración de la comparecencia prevenida en el artículo 25 de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado el próximo día 15 de julio, a las 10’30 horas. En esta comparecencia las acusaciones deberán concretar la imputación, y las defensas alegarán lo que estimen oportuno, pudiendo solicitar nuevamente el sobreseimiento. Todas las partes podrán pedir diligencias de investigación.

    Esta resolución del instructor podrá ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.»

  32. Joer, con lo ufano que me iba a poner yo viendo como mis comentarios rajando de Zapatero iban a obtener las máximas puntuaciones del blog, van y me quitan las estrellitas. Lo siento colegas tendreis que reprimir los aplausos. La verdad es que mirándolo bien tampoco soy persona que digiera bien las loas ….. me dan corte.

  33. ¿El sistema de identificación, y por el que veo que ahora hay conectados un miembro y un invitado, es el clasico a la hora de determinar el género de los conectados, o es el de la ministra Aìdo? …… pa sabelo simplemente.

  34. En cuanto al relato veranigo, todos los que provenimos de familias de pueblo vivimos ese tipo de historias de infancia. Los recuerdos fluyen al leer las experiencias de otros.

  35. O sea, que Milano bonito va a tener que comparecer ante el juez.

  36. Lo que no dice Lezo 37….es que pueden ser juzgados por un «jurado popular»…en Valencia ¿»un jurado popular»?….uupss ,aqui hay truco…jeje..

  37. De que aquí hay truco yo no tengo la menor duda. Este hombre va a salir totalmente exculpado y libre de cargos y se va a convertir en un héroe. Al tiempo.

    Sólo eso puede explicar la cerrilidad de Cospedal y su jefe, apoyándole sin fisuras. Tienen garantías del juez, me jugaria cualquier cosa.

  38. Suscribo la proposición de Barañaín de pasarse por ese Huergas de Babia. En el supuesto de que el hermano de Melinda diera un vaso de vino y un cacho de cecina a alguien más que a Lobisón.

  39. Melinda, de ayer, gracias por lo de abuelo guapo… guapo guapo no sé si era…pero pelo tenía más que todos los de este blog juntos… seguro! jaja

    saludos!

  40. Queridos amigos y amigas, la noticia del entorno de Génova relacionada con la corruPPción que tocaba hoy era la ¿defenestración-dimisión motu propio-salida por mutuo acuerdo? de Bárcenas, el tesorero tunante. Así me lo indicaba una fuente muy bien informada (para eso tiene uno amigos en el Comité Federal del PSOE que saben cosillas de lo que pasa por los Madriles). Pero la noticia de la apertura de juicio a Paco «El Cura» la ha aplazado sine die. Desgraciadamente, tal y como apuntan algunos amigos más arriba, me temo que ese tema está más que finiquitado. Falta la resolución jurisdiccional con las formas y por las instancias competentes para que este político de pútrido entorno pase, gracias a la propaganda mediática de la caverna, a presentarse como un pater patrias que ríete tú de los firmantes de la Declaración de Independencia. Pero a los demás, mientras tanto (¡¡ no sé qué coño está pensando mi partido ¡¡ ) nos toca exigir al PP que cumpla con los estándres éticos que tratan de imponer a los demás:

    » Le doy veinticuatro horas para dimitir » (Ánsar Imperator a Demetrio Madrid tras conocerse la admisión a trámite de una denuncia contra el que era entonces Presidente de la Comunidad de Castilla-León)

    Buenas y calurosas tardes.

  41. Después de mi exitosa y eficacísima campaña contra las estrellas, me siento tan exultante como el tarado aquel de Guzmán cuando planeaba su gran traca contra la podredumbre del sistema democrático. Por cierto, que en internet se cuenta que el fascista aquel de pacotilla ha abanadonado la UPD. Como también ha abandonado el antietarra de discoteca. La situación es tan desesperada que hasta Pedro J. se ha visto obligado a intervenir tratando de reconducir la situación. Parece que cada vez son más los que han descubierto lo que algunos viejos del lugar dijimos en su momento: que Rosa Díez es una oportunista con un ego desmesurado, que Martínez Gorriarán es un merluzo pirrónico de los pies a la cabeza, que a Buesa no le cabe la vanidad ni la ambición en su espectacular barriga, y que Savater es un escritor acabado. Qué silencio más divertido y elocuente el de Savater. Nunca olvidaremos cuando dijo que Rosa y Maite Pagazaurtundua eran la encarnación más acabada de los valores constitucionales españoles (chúpate esa!!).

    Pido desde aquí a Salaberría que se suelte la coleta, que se libre de toda reserva, y nos cuente todos los entresijos de esta panda de chiflados chiripitifláuticos.

    Lo más divertido de la jornada son sin duda esos tipos que van exclamando «Yo también soy Mikel Buesa». Hay gente para todo.

  42. Lo bueno de ver estrellas fugaces,es que pides un deseo y se cumplen…prueba de ello ,es que Don Cicuta ,lo ha conseguido,pero de ahi a que se sienta como Guzmi…¡¡hombre por Dios!!.
    Ruego a Locoide que deje por un momento de pasar consulta a las suecas de la playa y pida el inmediato internamiento de Don Cicuta ,en el bar mas rockeramente ruidoso y estrafalario que haya en la capital del rieno.

    ¡¡¡Hasta aqui hemos llegao,hombre!!!….JAJAJA….que nervios.

    Posdatumbao:
    Desde estas lineas para el encuentro y el debate democrático,le mando una botellita de Agua del Carmen,cosecha del 69 ,a Rosa Hype y sus subalternos.

    Un besitintorronin.

  43. Ya me he perdido otra vez: ¿quién es ‘el tarado aquel de Guzmán’?

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