Renacer de la muerte

Erika Fontalvo Galofre

A Consuelo González de Perdomo, una de las dos políticas liberadas por las FARC en Colombia, sus hijas tendrán que explicarle  por qué las Torres Gemelas de Nueva York ya no existen. Consuelo ni siquiera lo imagina. Fue secuestrada el 10 de septiembre de 2001 cuando recorría en su vehículo particular una zona rural del departamento del Huila, en el suroriente del país.

Esta ex diputada, secuestrada en ejercicio del cargo y reelecta para un siguiente período, podrá por fin visitar la tumba de su marido para llorar su muerte. Consuelo se quedó viuda en pleno cautiverio y se enteró, al parecer, por la radio a través de los mensajes de sus hijas, de su nueva e inesperada condición. Además, esta mujer que perdió los últimos años de su vida en las selvas colombianas, ni siquiera supo cuando nació su primera nieta, la pequeña María Victoria, la preciosa niña que terminó en los brazos del presidente Hugo Chávez. A sus 57 años, Consuelo tendrá que aprender a volver a vivir.

Lo propio tendrá que hacer Clara Rojas, la abogada bogotana de 44 años, ex compañera presidencial de Ingrid Betancourt. Frágil como se le ve en las imágenes, demostró a lo largo de sus casi 6 años de secuestro, que el amor de madre da la vida: primero al mantener la fortaleza espiritual evocando a su “mamita” de 70 años, y luego al convertirse ella misma en madre de Emmanuel, el niño que nació cautivo. 

Clara, valiente como pocas, parió a su hijo a los 8 meses de gestación en medio de la nada, en el rincón más inhóspito de una perdida selva colombiana. Lo hizo por cesárea, sin anestesia, y en el caótico parto, su bebé sufrió serios daños en sus bracitos. Pero eso sería lo menos duro, Clara fue condenada a la mayor infamia cuando su Emmanuel tenía apenas 8 meses: las FARC ordenaron la separación de madre e hijo. Nunca le dijeron que hicieron con él, durante 3 años no supo nada de su niño mientras ella suplicaba incansablemente que lo entregaran a su familia, a su madre o a un organismo humanitario.

Y aunque las FARC no pretendían eso, sus oraciones fueron escuchadas y Emmanuel, por esas cosas del destino, permanece desde hace dos años y medio lejos de la vorágine de la selva al cuidado de un hogar de acogida en Bogotá. Llegó hasta allí gracias a la eficacia de los servicios sociales colombianos que, al conocer el caso de un niño con signos de maltrato en un hospital de una zona rural en el sur del país, decidieron actuar y asumir la custodia del bebé. Tenía poco más de un año. Así Emmanuel se libró de regresar al precario hogar de un hombre a quien las FARC le habían encargado cuidarlo ante la imposibilidad de tenerlo con ellos. Al enterarse del insólito periplo de su Emmanuel, Clara lloraba y reía de felicidad: el reencuentro estaba más cerca que nunca. Ahora sí, la pesadilla había terminado. Emmanuel, como era su sueño, podrá entrar al colegio este año.

Lecciones de una liberación

El regreso a casa de estas dos mujeres deja enseñanzas que deben ser tenidas en cuenta por el gobierno colombiano y la comunidad internacional que, sin dilaciones, deben seguir trabajando para facilitar una salida humanitaria que permita poner fin a la insoportable tortura de los 44 secuestrados políticos – 8 ex cargos políticos, 33 policías y militares y 3 ciudadanos norteamericanos – y a la de los 700 secuestrados económicos.Lo primero es subrayar que la liberación de los secuestrados en Colombia sí es posible pero requiere confidencialidad porque está claro que la discreción es más útil que el show mediático. Esta operación sencilla y expedita, de carácter humanitario, tuvo éxito porque estaban dadas todas las garantías a diferencia del esperpéntico espectáculo internacional que Chávez había montado hace unos días y que terminó en un rotundo fracaso. No se necesita un montaje de Comisiones Internacionales con decenas de personalidades que, por cierto, en el caso anterior, ni fueron consultadas con el gobierno colombiano ni tenían un  papel claro y definido.  Otro aspecto absolutamente relevante y que no se puede pasar por alto, es que para lograr que los rehenes sean puestos en libertad, no se requiere un despeje militar en una determinada zona. Esta es la exigencia imprescindible de las FARC que se ha convertido en el principal obstáculo para que las partes, gobierno y guerrilla, se sienten a explorar salidas humanitarias a la situación de los secuestrados. Llevan 6 años en el tira y afloje de analizar las ventajas o inconvenientes de autorizar o no la desmilitarización de una zona más o menos amplia, en una región urbana o rural, con presencia de autoridades civiles o de la comunidad internacional, con…Queda demostrado que si hay voluntad por parte de las FARC, los secuestrados pueden retornar, con todas las garantías, al seno de sus hogares. Sin embargo, volver a asistir a un gesto unilateral por parte de la guerrilla no será fácil. Requiere mano, mucha mano izquierda y sangre fría. No olvidemos que las FARC anunciaron a principios del pasado mes de diciembre esta liberación como un acto de desagravio para el presidente Chávez tras la decisión del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de suspender la mediación de aquél en este proceso.

Presidente Uribe no tenga miedo. Hoy reconozco su voluntad para completar esta operación, siéntase orgulloso. Aquí todos ganamos. Sin dudarlo, el gobierno colombiano estableció un cordón humanitario para que los guerrilleros y las dos rehenes avanzaran hasta el punto donde serían recogidas por la  comisión del CICR y de las autoridades venezolanas. Las operaciones militares fueron suspendidas durante 12 horas en esa zona y según relató el propio Ministro de Defensa, los soldados colombianos fueron testigos, estaban a sólo dos kilómetros, de la entrega de Clara y Consuelo. Y no pasó nada: este gesto no significó ceder ante los terroristas, no se puso en peligro la política de «seguridad democrática», no se desmoralizó a las tropas, no hubo un golpe de estado por parte de los uniformados… Hoy, dos mujeres han vuelto a la vida gracias a su sensata decisión.

Como sensatas también fueron las palabras del mandatario colombiano al agradecer la gestión de Chávez, quien lo ha insultado sin tregua durante las últimas semanas. Uribe, al advertir que su gobierno está “listo para la paz” deja abierta una pequeña puerta para resolver sus problemas con Chávez y para sumarse a la búsqueda de alternativas viables que incluso, en el largo plazo, permitan sentar las bases de una negociación con la guerrilla. No nos engañemos, la paz no está cerca pero hay que pensar que sí es posible.

¿Y ahora qué?

Tras la liberación de Clara y Consuelo y teniendo en cuenta que la presión se centrará en Uribe y Chávez, es prioritario que los gobernantes superen su actual crisis, ese distanciamiento que hoy existe entre ellos a raíz del mismo tema de la mediación.

Chávez, que con este episodio, logró su primera “victoria” de los últimos meses luego de su fracaso en el referendo, su incidente con el Rey Juan Carlos y el fiasco de la operación Emmanuel; no va a dar un paso al costado. Por el contrario, se sabe fortalecido y ante el clamor de las mismas liberadas y de las familias de los aún secuestrados, insistirá con o sin el aval del gobierno colombiano en sus gestiones.

El gobierno colombiano tiene el deber constitucional de devolver a la libertad a los secuestrados. Si Uribe, llega al final de su mandato – en 2010, tras 8 años en el poder - seria un estruendoso fracaso que se marchara sin encontrar una salida que devuelva a la vida a sus compatriotas que hoy se están pudriendo en la selva, encadenados como perros, sometidos a vejámenes sólo comparables a los de un campo de concentración.

Si bien es cierto que hay realidades innegociables y que las FARC son una organización terrorista, existen imperativos humanitarios inaplazables. La última imagen que nos ofreció Ingrid Betancourt en su cautiverio así nos lo demuestra. Hay que actuar ya y empezar a trabajar en una propuesta cargada de realidad y no de buenas intenciones.

Colombia, su gobierno, su presidente el señor Uribe, tiene que retomar la iniciativa para devolver a casa a los rehenes de las FARC. Si ésto se logra, será más fácil encauzar la gestión de Chávez, que tiene que enmarcarse dentro de unos mínimos que deben plantearse de manera clara y contundente desde el principio. Hay que garantizar que no haya equívocos que, en el futuro, puedan dar al traste con las esperanzas de los secuestrados, de sus familias y de millones de colombianos.

No hay que desgastarse hablando ahora de vencedores o vencidos. Debemos aprender de esta experiencia, un proceso de entrega que fue exitoso luego de años y años de reiterados reveses. Concentrémonos en lo verdaderamente importante. Las FARC, cuya credibilidad desde antes del episodio de Emmanuel ya era mínima, son las únicas responsables del insostenible drama de los rehenes. No hay que detenerse allí. Hemos encontrado una salida y un interlocutor válido, avancemos por ese camino en la búsqueda de opciones viables sin renunciar a la discreción, la confianza y el respeto por el ordenamiento constitucional colombiano y principalmente, por las víctimas.

No  podemos desfallecer, los sepultados en vida también merecen renacer.

11 comentarios en “Renacer de la muerte

  1. Gracias Erika por tan emocionante artículo. Cuestión compleja la que abordas y difícil de percibir desde la óptica española. En Telecinco ayer la primera pregunta que te hicieron fue qué diferencia había entre las FARC y ETA. Me dió la sensación de que la esquivaste a propósito, transmitiendo el mensaje que a tí realmente te parecía pertinente. Hay mil diferencias entre ambas además de mil similitudes. En España no se plantea un intercambio humanitario y no debe plantearse. Pero en Colombia los ha habido en el pasado y deben ser posibles de nuevo.
    Las FARC, como bien dices, son un grupo terrorista que no tiene justificación alguna. Pero son una realidad insoslayable, de varias decenas de miles de combatientes, con varios centenares de secuestrados en su poder. Desde la óptica española el simil apropiado no es ETA sino los atracadores de bancos que toman varias decenas de rehenes y exigen una salida franca para liberarlos. El gobierno israelí, de cuya determinación contra el terrorismo nadie duda, sabe bien de la diferencia entre ceder al chantaje del terror y pactar pragmaticamente para lograr la liberación de rehenes o secuestrados. Ahí está negociando directa o indirectamente para conseguir la liberación de los tres soldados israelíes que actualmente están en poder de Hamás (1) y Hezbolá (2).
    La liberación de Consuelo y Clara ha abierto una vía, que podría servir para la liberación de los demás «canjeables», a cambio de presos de las FARC ancianos, arrepentidos o de menor significación, como en el pasado. Es ilegítimo exigirle al Gobierno colombiano que acepte la exigencia de desmilitarizar, de evacuar una zona geográfica entera para que las FARC liberen a los secuestrados. Pero igualmente es legítimo exigirle al Gobierno colombiano que deje de obstaculizar la mediación de la Cruz Roja internacional, que deje de tildar a las ONGs que diariamente salvan vidas en Colombia con su asistencia a los más desfavorecidos de ser filo terroristas. Como que deje de considerar a los organismos de Naciones Unidas presentes en Colombia como un mal del que no pueden prescindir por imperativos geoestratégicos.
    Recordemos que Uribe accedió a desmilitarizar una zona para llegar a un acuerdo con los paramilitares. Si podía ser pragmático con éstos, que ejercían violencia igualmente terrorista, por qué no puede ser pragmático con las FARC? Por qué es necesario que la senadora Piedad Córdoba se arrogue el papel de mediadora y vaya del Gobierno a las FARC y de la selva a Caracas a insistirle a Chávez para que utilice su influencia para forzar a las FARC a hacer un gesto? No sería más fácil y más eficiente que el gobernante democráticamente electo delegara en su Comisionado de Paz para que dialogara directamente con las FARC, evitándonos así el show mediático chavista?
    Colombia y sus gentes no se merecen a las FARC, ni a los paras, pero tampoco a un Gobierno que es incapaz de generar las condiciones para que su pueblo pueda vivir seguro, sin miedo a los secuestros y a los asesinatos. Y que además es incapaz de liberar a los secuestrados porque cada vez que han intentado hacerlo la operación ha acabado indefectiblemente en una masacre en la que los secuestradores escapan y los pobres secuestrados mueren. Si no eres capaz de evitar que les secuestren y de liberarlos cuando lo han sido, tienes el deber de ser capaz de pactar condiciones mínimamente aceptables que permitan su liberación.

  2. Mientras terminaba el artículo con el que quería compartir con ustedes sobre la liberación de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, el presidente Hugo Chávez «dinamitaba» las inicipientes posibilidades de alcanzar una salida humanitaria a la crisis de los rehenes.
    El mandatario venezolano condicionó la normalización de las relaciones con Colombia y su presidente, a que éste retire el calificativo de terroristas a las FARC y al ELN, la segunda organización guerrillera que opera en Colombia. Según un impresentable Chávez, lo era antes de la liberación de estas dos mujeres y lo sigue siendo, las FARC son un ejército del pueblo con un proyecto político, el bolivariano que es además el suyo propio, y que merece por lo tanto reconocimiento político.

    Desde ese monstruo que él mismo ha engendrado, la Asamblea Nacional de su país donde no hay una voz distinta a la suya, Chávez exigió a Uribe semejante despropósito que resulta inadmisible y hasta un imposible moral.
    Acceder a esta insensata consideración equivale otorgar a las FARC-EP, el ejército del pueblo como ellos mismos se hacen llamar, la beligerancia que lleva consigo una serie de implicaciones jurídicas verdaderamente serias. Por ejemplo, las FARC podrían establecer, con un país como Venezuela que las reconoce como un ejército político, relaciones diplomáticas y comerciales, abrir una sede en Caracas y hasta los guerrilleros podrían solicitar asilo politítico en ese territorio. No nos equivoquemos, ésto no ayudaría a nada, fortalecería a las FARC convirtiéndolas en una organización no sólo con poder militar sino con poder político, capaz de cometer atrocidades en su país y de construir la democracia en otro.

    El gobierno colombiano no tardó en responder. Con contundencia y total claridad, aunque esta realidad es más clara que el agua. Las FARC, dijo el gobierno Uribe, son terroristas porque atentan contra una democracia y ésto lo agrego yo, democracia imperfecta pero que se esfuerza por garantizar la normalidad de un estado derecho, la separación de poderes y con más o menos aciertos, trabaja por ofrecer seguridad a sus ciudadanos. Falta mucho pero en ningún caso se puede considerar a Colombia como un estado fallido.

    El gobierno no tiene dudas, el pueblo colombiano tampoco y la comunidad internacional no puede dudar: los grupos violentos de Colombia son terroristas porque se financian de un negocio letal contra la humanidad: el narcotráfico.

    Los grupos violentos de Colombia son terroristas porque secuestran, ponen bombas indiscriminadamente, reclutan y asesinan niños, asesinan mujeres embarazadas, asesinan ancianos y utilizan minas antipersonales dejando a su paso miles de víctimas inocentes. Todas estas prácticas son violatorias de los derechos humanos y del derecho humanitario, que es apenas un atenuante de la crueldad.

    Los grupos violentos de Colombia son terroristas porque destruyen el ecosistema: han devastado dos millones de hectáreas de selva tropical para sembrar coca y producir cocaína.

    Los grupos violentos de Colombia son terroristas porque lo único que han producido para el país es desplazamiento, dolor, desempleo y pobreza.

    Los grupos violentos de Colombia son terroristas porque secuestran en cualquier parte, no tienen inconveniente en secuestrar venezolanos en Venezuela, o ecuatorianos en Ecuador; su lucha no es ideológica; al contrario, es acumular dinero proveniente de la crueldad y de los negocios ilícitos. Esto demuestra que su objetivo es el terrorismo transnacional y no una lucha política en Colombia.

    Me preocupa que esta inacabable polémica de si debe o no otorgarse la beligerencia a las FARC (ésto ya se había propuesto en ocasiones anteriores) suponga una nueva etapa de indiferencia que condene, una vez más, al ostracismo a los secuestrados en el país. Ellos no pueden esperar un segundo más. Uribe debe, con urgencia, retomar el liderazgo en este proceso y proponer una iniciativa que conduzca al diseño de una estrategia eficaz, con o sin Chávez. No podemos negar la eficacia de sus gestiones pero lo que resulta inaceptable es permitir que él maneje los discursos, los tiempos y los escenarios.

    Clara y Consuelo, tras sus primeros días en libertad, han expresado su deseo de trabajar por el acuerdo humanitario, por la libertad de sus compañeros en cautiverio. La inenarrable experiencia de supervivencia de estas mujeres debe servir de testimonio para sumarnos todos a esta lucha que no será rápida, fácil y sencilla. Pero hay que darla. Ellos, los sepultados en vida, la merecen.

  3. Erika
    Siempre me gusta lo que escribe, pero perdone que no comente nada, una (soy mujer, por mucho que se empeñen los/las devotas de ZP a que pase a engrosar la lista de transexuales) al contrario que usted, ni es guapa, ni buen tipo, ni inteligente ,ni escribe bien y ya tiene una edad, esa en la que nadie te ve. La vida es dura.

    Con un día de retraso y con la certeza de que savater aun seguirá con la mirada fija en el techo, esta ex-adicta a los blogs quiere celebrar la mala leche y lo bien dotados que están todos los hombres de Piñeira de Arcos, sea cual sea el líder político al que sigan en sus mítines. Veremos a ver como reacciona ese superdotado cuando vea que rosadiez prque tiene hijos se queda sin escaño,

    Oía hoy a ZP decir que el pp es el partido del miedo, gran verdad, que se lo cuenten a él que ha ido acongojándose poquito a poco a lo largo de esta legislatura. Ahora no toca la ley de plazos para el aborto, no sea que ese conjunto de mariquitas vergonzantes de la conferencia episcopal le monten otra manifestación. Ahora toca ilegalizar ANV, a ver cuando toca ilegalizar a ERC,PNV,CIU, BNG, IU, hasta quedar en el parlamento PSOE y PP solamente.

  4. Buenas tardes Erika Fontalvo Galofre,caballeros callejeros ,cabelleras al viento y disfrutadores del subsidio de desempleo:

    Poco puedo decir ante tus palabras…lo escrbes todo tan claro que es evidente que añadir cualquier comentario seria tergiversar tus palabras.

    Hoy por lo visto los caballeros callejeros estan soñando con cabelleras al viento sin darse cuenta que ellas les estan esperando.

    Por otro lado me alegra que esté de nuevo por aqui Devagar…por cierto…creo que no me equivoque al ponerte voz de mujer en mi video de Tubo Katodico en Una mirada a la Rebelion Civica Parte 3..en la que apareces preocupandote por el estado mental de Tubo Katodico.

    Como es habitual en los «aguerridos machos» que pululan por estos valles callejeros..solo ven sus miembros para impresionar,sin tener en cuenta la sutileza de unas señoritas como nosotras…pues yo segun me ven ellos soy una rubia platino con muchas tetas y romantica hasta los huesos.
    En fin..C’est la Vie…uno intentando sacar todo lo bueno que llevo dentro de mi Yo Sublime ..y van ellos y me tiran los tejos y me piden exclusivas en el Interviu ese…sin darse cuenta que al ser Tres en Uno…lo complicado es acostarse con cualquiera.

    Por cierto Erika…Mimo Titos ha comentado tu paso por Tele 5 en una entrevista para hablar de lo que ha sucedido y que nos relatas hoy….siento no haber estado grabando tu participación en el programa para que te pudieran ver todos «estos caballeros con espadas al viento»….a los que habra que dar hoy un verdadero estiirón de orejas por no haber participado de tu escrito en sabado.

  5. ¿Por que no te encayas? ¡Presuntuosa!..Amistad Civica no tienes arreglo.

  6. Perdone Doña Erika, pero lo que yo leo en prensa española nada sospechosa de simpatia hacia Chavez -vid. ABC.es, de hoy- es que el mandatario venezolano «pide» a la UE retirar a las FARC del listado de grupos terroristas tras la liberación…etc., y «pidió» al presidente Alvaro Uribe que las considere actores politicos para comenzar el diálogo de paz. Coincidirá usted conmigo en que no es lo mismo «pedir» que «condicionar» -su comentario en 2-. Sobre el resto, sólo decirle que su articulo me ha parecido interesante y emotivo pero cicatero con una persona criticable desde muchos puntos de vista pero que, aqui y ahora, ha jugado un papel fundamental en la liberación de las secuestradas. Ojalá que todos los secuestrados del mundo fueran liberados aunque para ello hubiera que soportar la presencia, como esta vez, de Hugo Chávez.

  7. Señor Escribano

    A manera de aclaración, me permito precisar que Chávez, en su discurso ante la Asamblea Nacional de su país demandó, ciertamente, de la UE, que retire de su lista de grupos terroristas a las FARC. Sin embargo, hay que señalar que las organizaciones armadas ilegales de Colombia fueron incluídas en esas listas a solicitud del gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), que trabajó por la internacionalización del conflicto colombiano, es decir, para que éste dejara de ser la «lucha» de unos pintorescos Robin Hoods latinoamericanos» contra la oligarquía colombiana.

    Y sí, Chávez, de manera pública, condicionó la mejora de las relaciones entre los dos países a que Colombia retire el carácter de terroristas a las FARC y les otorgue el estatus de beligerancia. Esta solicitud, desde el punto de vista político, va en contravía de los objetivos del gobierno de Colombia que intenta, con más o menos éxito, enfrentar a la guerrilla y asfixiar sus recursos combatiendo el narcotráfico que alimenta su guerra.

    Por otro lado, desde el punto de vista diplomático, las declaraciones de Chávez son inaceptables porque vincula un hecho interno de Colombia como es el tratamiento del orden público con un asunto diplomático como son las relaciones bilaterales.

    Hoy esas relaciones están en su punto más bajo y eso no ayuda en el propósito común de lograr una salida humanitaria a la situación de los rehenes de las FARC. Chávez, como señalé en el artículo de hoy, logró una mediación exitosa reconocida por el gobierno colombiano y la comunidad internacional. Eso es incuestionable. Sin embargo, aceptar todos y cada uno de sus planteamientos no sólo resultaría contraproducente para Colombia sino que daría más alas a las FARC para mantener de manera indefinida su macabra estrategia del secuestro como moneda de cambio.

    La prioridad debe ser lograr la libertad de los secuestrados, sin duda, pero en medio de condiciones politicas y jurídicas sensatas que respeten el ordenamiento constitucional de Colombia y la fortaleza de sus instituciones, entre otros aspectos.

  8. **La prioridad debe ser lograr la libertad de los secuestrados, sin duda, pero en medio de condiciones politicas y jurídicas sensatas que respeten el ordenamiento constitucional de Colombia y la fortaleza de sus instituciones, entre otros aspectos**

    En la modesta opinión de este bloguero, esta es «la madre del cordero» del asunto, como dicen los abueletes de mi pueblo. Más claro, el agua.

  9. Amistad, enséñanos una «piennna desnuda». Lo estamos deseando, guapetona.

  10. 8.- Disculpe Doña Erika que yo insista en una cuestión que solo seria semántica si no fuera porque determina el sentido de una determinada conducta de Chávez, a saber: si usted dice que «….Chávez, de manera pública, condicionó…», no cabe que a renglón seguido nos diga que «..Esta solicitud…». ¿En qué quedamos, Chávez «condicionó» o «solicitó»? porque, al menos para mi, són dos cosas bien distintas.
    9.- De cara al futuro, como norma de conducta, por supuesto que comparto este criterio, también «en la modesta opinión de este bloguero», coincidente, como es visible, con el último párrafo del comentario 8 de Doña Erika.

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