Rubiales y la inmovilidad

Carlos Hidalgo

Hace mucho tiempo entrevisté a Cayetano Martínez de Irujo. No para nada relacionado con su faceta de personaje de las revistas del corazón, sino con su faceta deportiva. Y es que el hijo de Cayetana de Alba había montado una asociación de deportistas españoles para que todos los practicantes de deportes que no fueran el fútbol recibieran algo de atención, pudieran acceder a ayudas y subvenciones y, por lo tanto, pudieran acceder a competiciones que, de otra manera, les estarían vedadas. Según me comentó Martínez de Irujo, todo iba bien hasta que permitió que la asociación de futbolistas que, por entonces presidía Luis Rubiales, se uniera a esa asociación. En cuestión de meses Rubiales le hizo un vuelco en una Asamblea, le expulsó y se quedó hasta el local de la asociación, que era propiedad de la Casa de Alba.

También hablé con una arquitecta que afirmaba que Rubiales no le pagó por su trabajo y que, no contento, con ello, la agredió.

Pues esta es la descripción que me hicieron del actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Y las versiones contrarias a estas eran más amenazas de acciones legales que pruebas de que las cosas eran de otra manera.
Ahora, gracias a lo que han ido publicando en El Confidencial, sabemos que Rubiales y Gerard Piqué hicieron negocios legales -pero de ética cuestionable- para llevar la Supercopa a Arabia Saudí. También sabemos que Rubiales grababa ilegalmente a miembros del Gobierno de España, que usaba el dinero de la Federación para viajes personales, o que mandaba espiar a los que consideraba sus rivales con detectives privados que no pagaba él.

Mientras la fiscalía se mueve para investigar a Rubiales, el Consejo Superior de Deportes, presidido por el inefable José Manuel Franco, se ha limitado a mandar una carta pidiendo a Rubiales que se explique. Si quiere. Recordemos que Franco es conocido por una carrera política en la que (no) ha destacado por su cualidad de moverse ligeramente más rápido que el papel de la pared.

Y Rubiales, con su generoso sueldo, sigue presidiendo una Federación que -junto a la Liga- comparte el mando de un negocio que mueve miles de millones de euros al año. Alguna vez lo he dicho; al fútbol se le perdonan deudas y sanciones mayores que el presupuesto de capitales de provincia, se le regalan instalaciones públicas, se les da el dinero de la Quiniela, subvenciones, ayudas, sus derechos televisivos son tan caros que suben el recibo del teléfono y muchos de sus presidentes pisan los juzgados casi tanto como sus estadios.

Sin embargo, para muchos aficionados, el motivo de los lamentos y del rechinar de dientes es que se ha frustrado el fichaje de Killian Mbappé. Sin duda, algo que tiene su importancia, pero que ha ocupado un desmesurado espacio mediático, mientras que lo de Rubiales aparece una mañana y desaparece en tres días.

¿El fútbol es positivo? Pues seguramente. ¿Qué crea riqueza? Seguro. ¿Puestos de trabajo? ¡Y tantos! Así que… ¿no sería mejor que lo hiciera limpiamente para que todas esas cualidades se multipliquen? Que alguien se lo diga Franco cuando parezca estar despierto.

Un comentario en «Rubiales y la inmovilidad»

  1. Franco , el ubicuo funcionario socialista , el patán de turno, el prescindible , carece de poder alguno en estos asuntos , porque quien paga el fútbol son los aficionados que no van al estadio de preferencia. Cualquier presupuesto de un club – importante, eso sí – está determinado por los derechos de tv . Es el caso del Athletic Club de Bilbao que no se come un rosco desde hace 25 años …
    Es deporte , sí , pero deporte enamorado del dinero que deben de pagar los demás .
    Basta examinar un balance contable y verificar el esquelético aporte en su sostenimiento de los socios , porque popular e intensidad económica contributiva son contradictorias .
    El dinero , su generación y acumulación están en otro lado .
    Este drama se da con especial fruición en los que « son más que un club » .
    Ahora , si los parraplas de la federación han sido capaces de vender finales de campeonato a estados en necesidad de blanqueos recurrentes , algo debería hacer el inútil perpetuo de cultura y deportes .
    No sé , por cambiar un poco su apatía sanchista.

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