Millán Gómez
El nacionalismo gallego oficial se ha roto. Después de un sinfÃn de rumores de escisión, el sector de Xosé Manuel Beiras (Encontro Irmandiño) anunció oficialmente que rompe con el BNG por desavenencias con la dirección actual. EI le dio una oportunidad a la UPG y esperó a la última Asemblea Nacional. Las tornas no mudaron. En un proceso exquisitamente democrático, la fuerza predominante venció por escaso margen. La votación fue transparente y la redefinición de la estructura de cargos también. No asà los gestos de los viejos coroneles de la UPG, tan predispuestos siempre a que la realidad no les estropee su titular. Se abre un nuevo tiempo en el nacionalismo gallego. Este movimiento polÃtico estuvo atomizado hasta la famosa asamblea de Riazor en 1982 donde se fundó el actual BNG. Después, se sumaron nuevas facciones y se expulsó otra por su entendimiento con Herri Batasuna.
Volvemos, quizá, a 1982 en pleno siglo XXI. La realidad polÃtica gallega presenta a un presidente de la Xunta que reconoce que no puede ofrecer un solo dato positivo y que no está dejando huella. Poco o nada hay que se vincule con la etapa Feijóo. Su notable trabajo en la oposición quedó ensuciado amargamente con su rol en la campaña electoral. Desde que arribó a San Caetano a mediados de 2009 se ha visto envuelto en polémicas con la oposición y los agentes sociales, entre ellos profesores, funcionarios, trabajadores de la sanidad, etcétera. Dijo Feijóo esta misma semana que “pasará a la historia como un defensor de la sanidad públicaâ€. La nueva portavoz del BNG en la cámara, Ana Pontón (UPG) le reprobó afirmando que con la actual reforma laboral en la mano se le podrÃa despedir. Pontón es la nueva cara visible del BNG en la vida parlamentaria, en detrimento de Carlos Aymerich, sobresaliente orador y dirigente ponderado y conciliador. Su grupo dentro del BNG, Máis Galiza (surgido de las cenizas del quintanismo y que representa a un gran número de militantes) decidirá en próximas fechas si se baja del tren. Sus juventudes y militantes de base han dicho que sÃ. El propio Aymerich se encontraba en la asamblea del EI el pasado domingo donde éstos anunciaron su marcha.
Mientras tanto, Rafa Cuiña, hijo del ex – Vicepresidente de la Xunta con Fraga Xosé Cuiña, anunció en Internet que se va a crear un nuevo partido polÃtico gallego. Cuiña es articulista en medios de comunicación gallego como la Cadena SER u otros ya desaparecidos vinculados al nacionalismo. Las miradas se centran desde hace tiempo en él para que dé el paso. Sin ser especialmente brillante, sà es un hombre independiente y que no se casa con nadie. Se entiende que la nueva formación será de corte nacionalista (según el propio Cuiña, nacionalismo y galleguismo son lo mismo) y de centro-izquierda. Un nuevo “frente pluralâ€, como recuerda Beiras, que tratará de dar cabida a ese 25 % de la sociedad gallega que se define a sà misma como nacionalista. Hay un gran potencial por cubrir. El BNG arcaico, polvoriento y cerrado no da para más. El último ejemplo es que en Cee (A Coruña) no han permitido gobernar a sus concejales con el PP a pesar de que ambos compartan su postura contraria al actual regidor de un partido independiente (en Galicia relacionados mayoritariamente con ex – militantes del PPdeG). No se han actualizado. No se quieren adaptar. Viven de espaldas a la sociedad. Las encuestas en prensa avalan la decisión de Beiras y los suyos. No es Beiras el futuro del nacionalismo gallego por cuestiones de edad, pero mucho menos lo son algunos tan veteranos como él que dan pasos atrás de cara a la galerÃa y súbditos de ese pensamiento que no ayudan en nada a plantear una mejora para Galicia y su democracia.
Bueno, bueno, Millán.
Un poquito de mesura y de ponderación se echa de menos en este artÃculo.
Beiras ya no se representa más que a sà mismo y a cuatro nostálgicos más. De hecho, la inmensa mayorÃa de los que fueron la oposición a la UPG venÃan de la corriente Mais Galicia y no del encontro irmandiño. Sin embargo Beiras últimamente anda atacando a todo Dios porque ya no es el gran capitán que él cree que debe ser.
Los ataques contra Antón Losada me parecen absolutamente injustificados.
En la UNED da clases Oscar Alzaga Villaamil, quien fuera miembro de UCD y que abandonó esa formación para crear su PDP, PartÃdo demócrata popular. Hace no mucho, le oà decir que su partido era un proyecto increÃble y que la pena es que la población española todavÃa en aquel momento no estaba preparada para un partido asÃ.
Me da la impresión de que Beiras piensa algo asÃ, que el mundo no está a su gran altura intelectual.
Quosque tandem, abutare, Beiras patientia nostra?
1
Antón Losada criticó en sus artÃculos de «El PaÃs» a Antón Losada y Beiras le respondió en una entrevista en el mismo diario. No fue al revés.
¿Mesura y ponderación?
Soy independiente. Estoy muy alejado de PSdeG y BNG. Ahora bien, tengo claro que entre la UPG y Beiras (y afines, entre ellos militantes del PSdeG de Vigo que se van del partido hacia EI) me quedo con Beiras por su cultura, su nivel intelectual, su carisma y su prestigio. No me gustan ni las formas ni la violencia verbal, en ocasiones de Beiras. Recuerda que Beiras formaba antes del BNG de un partido llamado PSG, del cual algunos se fueron al BNG y otros al PSdeG.
Abrazo, Pablo.
Es curioso, en varios sitios me dicen que soy del PP, en otros muchÃsimos soy del PSOE, en otros del BNG. Por Twitter, incluso, piensan más habitualmente que simpatizo con quien realmente no.
Millán.
No suelo juzgar a la persona (salvo a nuestro pesado de plantilla, pero en ese caso creo que tenemos sobrados motivos para conocerlo) simplemente contesto a lo que leo.
Y no te he dicho que seas poco mesurado o que no seas ponderado. He dicho que en este artÃculo echo de menos algo más de mesura y ponderación. Este me parece un artÃculo «de parte». A partir de ahÃ, que seas del PP, del PSdeG-PSOE (es que siempre se te olvida la segunda parte), del BNG o del Partido Animalista es una opción personal tuya. Yo simplemente me limito a contestar a tu artÃculo.
Y puedo haceme responsable de lo que escribo, pero no de lo que tú infieres de lo que he escrito y yo no he escrito.
Un saludo.
5
Repito que yo no me caso con nadie. En mi vida me he decantado por un partido polÃtico excepto por PSE y PP vasco. No tengo problema por decir PSE-EE-PSOE, pero creo que se entiende. A mis artÃculos me remito. Muchas otras veces he dicho PSdeG-PSOE o simplemente PSOE. En la respuesta no he puesto todo porque en las informaciones en prensa no suele aparecer el nombre completo. Norma no escrita en los medios de comunicación gallegos. Curiosamente, siempre quise escribir el nombre completo. Digo PSdeG para que se entienda que hablo de Galicia. Sin más. Si interpretas otras cuestiones estás prejuzgando de forma totalmente infundada. De hecho, el problema más grave de los socialistas gallegos es que es una red de agrupaciones locales y personalistas sin proyecto común. Ni PSOE ni PSdeG. Ahora bien, el problema de los socialistas y nacionalistas que lo resuelvan ellos. Yo soy un simple periodista que trato solo de ser lo más honesto posible.
Saludo.
Si a mà se me «olvida» lo de «PSOE» se le olvida, pues, a muchos otros periodistas.
En mi artÃculo alabo al Feijóo de la oposición, a Aymerich, a Rafa Cuiña y critico sistemáticamente a la UPG. También le envÃo una puyita a Beiras. Decirle también a Ana Pontón (UPG) que con la reforma laboral también ellos podrÃan ser despedidos.
Repito. Con quien te cases o con quien no te cases es cosa tuya. Vuelves a interpretar como acusación ad homminem lo que es una crÃtica a un artÃculo.
Por otra parte, lo que yo interprete o no interprete es cosa mÃa, lo que he dicho es que sueles olvidar que el partido es el PSdeG-PSOE o simplemente PSOE, si de ahà infieres también que prejuzgo de forma infundada sigue siendo tu problema.
Pero no te preocupes, si la única manera de que no te sientas atacado en lo más Ãntimo de tu ser es la adhesión absoluta a tus postulados, prometo gritar «viva Beiras» en la plaza de la Palloza mañana por la mañana.
9
Repito que he criticado en muchas ocasiones a Beiras.
En mi comentario 2 querÃa decir, obviamente, que Antón Losada criticó primero a Beiras y éste le respondió en una entrevista. Mal por ambos.