Rusia ¿Y ahora qué?

Carlos Hidalgo

Este siglo XXI nos está dando algunos de los momentos más interesantes de la historia. Y eso que el listón estaba muy alto. Este mismo sábado vimos un neo-golpe de Estado en Rusia, algo inclasificable que combinaba características de insurrección armada, maratón, cierre patronal y disputa de reality show.

Evgueni Prigozhin, expresidiario, hostelero, jefe de mercenarios y examigo personal de Vladimir Vladimiróvich Putin, apareció en las redes sociales diciendo que el Estado Mayor ruso había mandado bombardear a las posiciones de su grupo de mercenarios (llamado Wagner en un nada disimulado homenaje al compositor favorito de Hitler) y que, o le servían las cabezas del ministro de Defensa o del Jefe del Estado Mayor, o enviaba una columna de blindados contra Moscú para buscarlos. De paso, tomó la ciudad de Rostov del Don, que es el equivalente a que los dueños de Prosegur tomen la ciudad de Rota y la base naval porque no están contentos con sus concesiones.

Cuando la columna estaba menos de 200 kilómetros de Moscú y Putin había aparecido en la televisión asegurando que eso era una rebelión militar y que los responsables serían duramente castigados, todo cesa.

Resulta que el dictador de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, había logrado hacer un pacto por teléfono con Prigozhin y éste retiraba sus tropas, tanto de la autovía M4, que conducía a Moscú, como de las ciudades que había ido ocupando por el camino A cambio, se retiraban los cargos contra él y sus tropas a cambio de que el hostelero se refugiara en Bielorrusia, lo cual no está muy claro que haya ocurrido. 

Y es que, además de la rebelión militar, además de lanzar una ofensiva contra Moscú, además de derribar un número indeterminado de helicópteros de combate de las FFAA rusas, Prigozhin había deslegitimado en directo los motivos de la invasión rusa de Ucrania y calificado todo de “farsa” orquestada por una clase militar corrupta y ansiosa de botín de guerra.

Y no sabemos en qué está quedando la cosa. No sabemos cómo las tropas de Wagner van a seguir combatiendo en Ucrania, no sabemos cómo afectará esto a la moral y al rendimiento de las tropas rusas que están a la defensiva en suelo ucraniano y no sabemos qué va a pasar con el equilibrio de oligarcas que tan bien había manejado hasta ahora el presidente Putin en lo que creíamos su férreo control de la Federación Rusa y sus satélites. Como tampoco sabemos cómo afectará a la presencia rusa en África, el Sahel y Oriente Medio, muy dependientes de Wagner.

Ni tampoco sabemos qué va a pasar con el propio Prigozhin. Yo diría, que teniendo en cuenta que los examigos de Putin no suelen vivir mucho, su esperanza de vida se ha visto reducida, más o menos, a la de un hámster. Pero es que es posible que esto afecte también al ministro de defensa y al jefe del Estado mayor ruso, cuyos puestos es bastante posible que peligren, así como su permanencia en el mundo de los vivos.

Durante mucho tiempo se ha dicho que la invasión de Ucrania podía suponer el fin del régimen de Putin. Pero las potencias occidentales, si bien rechazan la beligerancia rusa, tampoco se fían de quién pudiera sustituir al ex agente del KGB. Porque el golpe de Wagner era un golpe de ultraderecha, llevado a cabo por un empresario acostumbrado a comportarse como un matón con total impunidad. Putin ha vivido de esa manera su propio asalto al Capitolio. Pero si bien las democracias tienen medios que les permiten absorber (hasta cierto punto) estos golpes, en las dictaduras esto puede suponer el comienzo de un efecto dominó que lo derribe todo como un castillo de naipes. Algo poco recomendable cuando hablamos de la primera potencia nuclear del mundo (si bien no sabemos en qué estado está su arsenal).

Por lo pronto, anoten los nombres aquí mencionados en una lista, porque es posible que empiecen a sufrir accidentes inexplicables. 

5 comentarios en “Rusia ¿Y ahora qué?

  1. Casi todo el artículo mantiene un desconocimiento sobre lo ocurrido en una dictadura imperfecta con una economía que se desmorona .
    Pero sabe una sola cosa : el golpe de Wagner era un golpe de ultraderecha .
    ¿ quién es la derecha ? Y sobre todo ¿ dónde está la izquierda ?
    Parece un intento de aplicar a Rusia criterios de la actualidad política española . Pero de lo ocurrido y el peso militar en la sociedad rusa poco sabemos .
    Tal vez el número dos de Sumar por Madrid pueda aclararnos algo .
    Ultraderecha en Rusia … ¡ qué interesante !

  2. Hoy en día , el peso de Europa y sus valores los sostienen las derechas . No las que deberían , según sus propuestas , sino ellos.

  3. El artículo no refleja desconocimiento sobre lo acontecido en Rusia más de lo que desconocemos todos, CIA incluida.
    Prighozin y Wagner son lo peor de lo peor y una creación directa de Putin a la que le empiezan a salir enanos debajo de cualquier rincón.
    Y mientras tanto, el ejército ucraniano avanza. A por ellos.

  4. Putin dijo que invadía Ucrania porque estaba dominada por nazis.
    El esperpento dramático es tal que el grupo Wagner con su poca disimulada simpatía por el fascismo alemán no le ha impedido formar parte del Ejército regular ruso.
    Verdaderos Nazis combatiendo contra «supuestos nazis».

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