Sanciones a Putin

LBNL

Esta semana cuatro socios de Putin serán deshonrados con ser los primeros en ser añadidos a la lista de violadores de derechos humanos de la Unión Europea por su papel en la detención, condena y prisión para el activista anti-corrupción Aleksei Navalny. La UE aprobó en diciembre un nuevo régimen para sancionar las violaciones graves de derechos humanos que, de momento, seguía virgen. Por lo que manifestaron los líderes europeos tras su reunión telemática de la semana pasada, en las próximas semanas se añadirán más nombres de violadores de derechos humanos de otros países. Candidatos no faltan teniendo en cuenta la situación en Libia, Siria, Myanmar (la antigua Birmania), Afganistán, Etiopía o incluso en China: el trato a la minoría uigur en Xinjian, que algunos denuncian incluye trabajos forzados, o la represión democrática en Hong-Kong.

Habrá que esperar a conocer los nombres de los cuatro rusos que inaugurarán la lista aunque circulan filtracionesen inglés– que dan una idea de lo que cabe esperar: altos cargos con relación directa con el caso de Navalny, no meros capos locales ni tampoco Ministros o similares. La medida es más simbólica que práctica porque solo implica la prohibición de entrar en la UE y la congelación de cualesquiera bienes detenten en entidades financieras europeas. Es de suponer que al menos los cuatro individuos citados en las filtraciones, habrán cerrado cualquier cuenta bancaria que tuvieran en la UE. Pero los cuatro que finalmente sean designados ya no podrán cenar en París con la amante, ver jugar al Bayern en Munich o fondear en la Costa Azul o del Sol. Ni tampoco comprar un pisito para sus escapadas.

No es la primera vez -ni probablemente será la última- que la UE sancione a altos funcionarios rusos. Por ejemplo, cuatro -y una organización- fueron sancionados bajo el régimen de sanciones contra el uso de armas químicas por su implicación en el intento de asesinato del ex-espía ruso Skripal en Gran Bretaña y otros cuatro -además de una organización- bajo el régimen de sanciones contra los hackers. Por no hablar de las 177 personas y 48 organizaciones rusas o “pro-rusas” sancionadas bajo el régimen de sanciones contra la anexión ilegal de Crimea.

Cabe plantearse si la decisión que la UE adoptará formalmente esta semana es una venganza por el trato dado al Alto Representante/Vice-Presidente Borrell durante su reciente visita a Moscú. Es legítimo pensar que de haber mostrado el régimen ruso menos desconsideración contra la UE y, sobre todo, haber dado alguna muestra de querer buscar puntos de encuentro, al menos algunos países de la UE podrían haber insistido en darle más oportunidades al diálogo. Pero no hay que olvidar que la UE había pospuesto la adopción de sanciones tras la detención de Navalny a que fuera realmente condenado, que lo fue el mismo día de la visita de Borrell.

¿Y por qué habría la UE inmiscuirse en un asunto penal interno ruso? Porque Rusia es miembro del Consejo de Europa y por tanto está sometida a la Convención Europea de Derechos Humanos y a la autoridad de la Corte de Estrasburgo. No olvidemos las circunstancias del caso. Navalny fue envenenado por los servicios secretos rusos con Novichok, el mismo agente nervioso prohibido por la Convención contra las armas químicas utilizado por los servicios secretos rusos contra Skripal. Y no murió porque el piloto del avión en el que viajaba tratando de hacer campaña por Rusia, aterrizó de inmediato y los médicos pudieron intervenir antes de lo previsto.

Todo ello quedó probado con la confesión que le sacó el propio Navalny a uno de sus asesinos frustrados ante el que se hizo pasar por un gerifalte del Kremlin. El Kremlin consintió en que fuera tratado en Alemania, a donde viajó y estuvo en tratamiento hasta su total restablecimiento. Pero Navalny estaba en libertad condicional por un caso previo que fue anulado por la Corte de Estrasburgo, tras lo cual ¡el gobierno ruso aceptó indemnizarle! Pero no instó la anulación de la sentencia y con Navalny en Alemania optó por denunciar que, lógicamente, no estaba compareciendo ante las autoridades judiciales como supuestamente debía. El Kremlin pretendía con ello que Navalny se quedara fuera de Rusia: Putin prefiere tener a los críticos fuera del país, desde donde pueden hacer mucho menos daño para su manejo del mismo. Pero Navalny se plantó sorpresivamente en Moscú y fue detenido y, coincidiendo con la visita de Borrell, condenado a años de prisión. ¡Por no cumplir con los términos de su libertad condicional por una condena anulada por Estrasburgo y pese a que el “incumplimiento” se debiera a su intento de asesinato!

Para más inri, Navalny dejó grabado un video en el que ofrece pruebas de la masiva y continuada corrupción personal de Putin. La detención y el video espolearon a decenas de miles de rusos a salir a la calle a protestar. El Kremlin dijo que solo eran cuatro gatos pero fueron más de diez mil los detenidos…

No tengo ni idea de cómo sería Navalny si consiguiera ser presidente de Rusia. Algunos apuntan a sus veleidades con grupos de extrema derecha en el pasado o recuerdan que apoyó la anexión de Crimea. Pero no es relevante porque no se trata de promover una alternativa política a Putin y sus secuaces. Se trata de exigir a Rusia, como a cualquiera, que cumpla con sus compromisos de respeto a los derechos humanos como miembro del Consejo de Europa. Como tampoco puede anexionarse unilateralmente territorios de países vecinos con los que se sienta a la mesa de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que se rige por el Acta Final de Helsinki. Putin no puede seguir estando en misa y repicando.

Como se le exige también que no utilice armas químicas prohibidas para “neutralizar” personas críticas, y deje de espiar y sabotear informáticamente a organizaciones internacionales de manera continuada o cese en sus persistentes intentos de desestabilizar otros países a través de su amplia red de desinformación. Si tienen alguna duda sobre lo último, consulten esto – en inglés.

En Occidente hay sin duda mucho anti-ruso, tanto entre los que vivieron parte de su vida bajo dominio de Moscú como entre los que se formaron durante la guerra fría. Pero las sanciones que adopta la UE contra Rusia están basadas exclusivamente en los graves incumplimientos del Kremlin respecto a las obligaciones asumidas internacionalmente por Rusia.

La otra pregunta legítima sobre las sanciones es si sirven para algo. Hay posiciones encontradas al respecto pero la mía es clara: sirven al menos para elevar el coste de la actuación al margen de la ley por parte de quien las recibe. La agresión rusa a Ucrania le viene costando un 1% de su PIB desde el asesinato de 300 civiles cuando milicianos pro-rusos derribaron el avión holandés MH-17. Y no ha vuelto a derribar otro… Y los pro-rusos dejaron de avanzar por el Este de Ucrania. Es decir, si bien puede que las sanciones no sirvan para resolver los problemas, al menos a corto plazo, es perfectamente posible que si sean muy eficaces para impedir que se agraven. Seguro que los fiscales y jueces rusos que tengan que enjuiciar a Navalny en el futuro se lo piensan dos veces y quizás acaben pidiendo una repentina baja médica en vez de seguir el diktat del Kremlin a ojos cerrados…

3 comentarios en “Sanciones a Putin

  1. La UE , en efecto, no puede dejar fuera de su política exterior, la defensa de los derechos humanos y al mismo tiempo presumir de ser una unión de paises que respetan los mismos. Eso es fácil con los paises que están fuera de sus relaciones económicas esenciales. Obviamente no es el caso de Rusia. Algunos paises europeos tiene una dependecia muy grande del gas natural ruso. Alemania concretamente esta esperando la finalización del gasoducto Nord Stream 2 que junto al actual Nord Stream 1 uniría , bajo el mar Baltico, Rusia con Alemania. Además, hay otro gasoducto que entra en la UE por Ucranía. Obviamente a ningúh pais europeo le interesa que las sanciones a personas de nacionalidfad rusa, que tengan fuertes lazos con Putin, sean sancionadas inclinando la política rusa a racionar su flujo energético a la UE. Es verdad que otro gran exportador de gas natural es Estados Unidos y se podría aumentar importaciones de este país para mant3ener una cierta independencia de Rusia aunque el coste probablemente sería mayor. También está el gas argelino del que se nutren España y Portugal. Los paises frontrizos de la UE con Rusia como Polonia y paises balticos – Finlandia parece menos beligerante- son los que quieren imponer sanciones fuertes a Rusia, incluso que no se termine el Nord Stream 2. Pero no parece que puedan convencer al resto de miembros
    de la UEtadoptar tal medidaal

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