Selección de lecturas quincenal

Lluís Camprubí

Mucho (y muy interesante) se publica a diario. Resulta casi imposible poder leer todo lo que uno desearía o parece relevante. Así que -por si puede ayudar- a continuación recomendaré algunas de las tribunas y artículos que me han parecido las aportaciones más significativas al debate colectivo de estos últimos días.

En primer lugar, sobre los “Pandora Papers”. Las revelaciones son enormes pero en paralelo parece que cunde la percepción fatalista que poco se puede hacer. Pero eso no es así. Ernest Urtasun en esta tribuna “Una respuesta europea a los Papeles de Pandora” sitúa algunas propuestas que en la necesaria escala continental pueden ponerse en práctica.

Sobre la pandemia. Ed Yong lo ha vuelto a hacer. Una columna sensacional sobre cómo evitar repetir los errores de esta pandemia (no sólo en el péndulo “panic-neglect”) en futuras pandemias: “We’re already barreling toward the next pandemic”. Además, Tom Frieden, antiguo director de los CDC en Estados Unidos, en una potente tribuna sitúa la necesidad de empujar en la transferencia tecnológica para aumentar la producción global de las vacunas mRNA, huyendo tanto de la esterilidad de la propuesta de levantar patentes como de la complacencia que parece apoderarse de los países “ricos”: It’s time to break up Pfizer and Moderna’s duopoly on their vaccine technology [si alguien tiene curiosidad en profundizar en las cifras actuales y proyecciones de producción de vacunas, recomiendo este video-debate entre Amanda Glassman, del CGDev y el responsable de la consultora Airfinity],

Y finalmente, con mirada geopolítica y geoeconómica global, dos entrevistas a no perderse. La primera, la entrevista a Adam Tooze, un historiador económico de referencia que aporta mucha luz a los retos en política monetaria y fiscal global para no caer en el abismo. Y para concluir, la entrevista a Josep Borrell, en la que después de la retirada unilateral de EE.UU. de Afganistán y el acuerdo AUKUS, como ejemplos de la lógica divergente entre los intereses de Estados Unidos y la UE, sitúa algunos de los principales elementos para que la UE pueda ser un actor –y no sólo un espectador o mediador- global.

Saludos y buenas lecturas.

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