Sentimiento y nación (y 3)

Lope Agirre

No podemos prescindir ni del sentimiento ni de la razón. Por el sentimiento nos vamos adscribiendo a la vida; la razón ayuda a moderarnos, a buscar el equilibrio tan necesario entre nosotros y los demás. Lo digo como lo siento, aunque nadie está o debería estar exento de contradicciones: exceso de razón y defecto de sentimiento; exceso de sentimiento y defecto de razón. No sé qué es mejor.

Verlaine disparó contra Rimbaud. La poesía no se ha repuesto aún del suceso. Pero lo cierto es que Verlaine, ebrio y enamorado de Rimbaud, le disparó dos veces con la pistola que había comprado para suicidarse. Disparó al otro, sabiendo que se disparaba a sí. Nunca hay castigo suficiente para quien ama, porque nunca recibe la recompensa deseada. Rimbaud ya había escrito en Una temporada en el Infierno: “Je est un autre”. Intuía, o quizá supiera, que el concepto de identidad es más complicado de definir de lo que parece. Sin embargo, nadie es otro, ni lo podría ser aunque quisiera. Se puede solidarizarse con el otro cuando sufre, regocijarse con él cuando ama, pero difícilmente se puede ocupar su lugar. Nadie es otro, aunque lo intente, porque es imposible conocer qué es el otro. Yo soy yo, desde el nacimiento hasta la muerte, aunque no sepa quién soy ni qué soy, al menos las veinticuatro horas del día. Yo soy yo, pero puedo parecer otro. Puedo vivir bajo otro nombre, puedo ocultar mi identidad bajo papeles falsos o disfraces, puedo interpretar a  otro personaje, pero no por ello dejaré de ser quien soy. No soy yo quien cambia, sino mi identidad social, la imagen que los demás tienen de mí, pero cabe preguntarse si no es esta identidad social la real. Sí, ya sé que alguien puede alegar en mi contra que existe, en el fondo de todo, una identidad personal, salvaguarda del yo, el lugar íntimo e inaccesible. Un fantasma que camina entre sombras, escondiéndose y escindiéndose de sí mismo; un fantasma familiar y cercano, un fantasma que, a veces, ocupa el lugar de uno. Mallarmé en el primero de sus Cuentos Indios lo llama “obsesión”. La obsesión de muchos vascos por el tema de la identidad ha superado con creces sus propios límites psicológicos, para convertirse en trauma. ¿Qué somos? ¿Quiénes somos? ¿Quiénes creemos que somos? Existe la contradicción entre cómo creemos que somos y cómo creen los demás que somos; cómo nos vemos y cómo nos ven. El Inquisidor Lancre veía al vasco como un pueblo hereje, amante del diablo. Voltaire, en cambio, como un conjunto de guerreros que bailaban y brincaban al son del tamboril, que danzando se lanzaban a la batalla. Ensalzar o estigmatizar al “otro” son actitudes que no ayudan a comprenderlo. No son explicaciones, sino tópicos, fruto del prejuicio.

Preguntarse sobre lo que somos o sobre lo que hacemos es poner freno a nuestra existencia y a nuestra actividad. Si el pelotari se preguntara cada vez que toma la pelota en su mano y ve el frontón omnipresente en qué consiste el juego, dejaría de jugar, o se caería de bruces. Hay quien dice que cuanto más se conoce uno, mejor sabe cómo actuar. Pero conocerse no es tan fácil como parece. Creemos conocernos y, a veces, tan sólo vislumbramos un fantasma que ha usurpado y se ha adueñado de nuestro lugar, que duerme en nuestra cama con nuestra chica o chico, y bebe nuestras bebidas y escucha nuestra música. Puede ser insoportable. Quien más indaga sobre su propio ser, menos avanza en su conocimiento. Y cuanto menos se conoce, menos se actúa, sumido en la duda eterna. ¿Quién soy? No conviene extrañarse de no saber qué se es, sino extrañarse de que, a pesar de todo, riamos, amemos y seamos capaces de sentir algo parecido a la felicidad. La identidad es, en esta parte de siglo, cada vez más móvil, frágil y liviana. La desacralización del mundo ha traído consigo el desafecto hacia las grandes doctrinas, la perdida de la fe en la verdad como valor universal. No hay tanta necesidad de símbolos colectivos rígidos e inmutables, en la medida en que no es necesaria la identificación con un grupo reconocible, sino con varios. Hoy soy vasco, español, europeo, aficionado al Athletic, al surrealismo y a la Guinness… Pero mañana puedo ser distinto. Cada cual lleva sus propios símbolos, vaya adonde vaya, ligero de equipaje. Y ese equipaje se va llenando o vaciando, según. El cambio y la pluralidad se condicionan mutuamente; una cosa trae la otra. Somos lo que somos, pero no siempre somos lo que fuimos.

Cultura es, según yo entiendo, la interpretación del mundo y su adecuación a la realidad social, para incidir en ella y transformarla. La función de la cultura es la de dotar de contenidos simbólicos a la sociedad, para que los miembros de esa sociedad se reconozcan entre sí, y se imaginen los unos a los otros. Toda cultura es colectiva; pero la recepción de la misma es individual. Decía Rousseau que podemos ser hombres sin ser sabios. Pero sin cultura somos seres humanos de manera incompleta.

Quisiera aquí, viendo la diversidad identitaria y simbólica del País Vasco, utilizar un concepto que me parece más apropiado que otros. Se trata del concepto de “cultura hospitalaria”. La cultura hospitalaria sabe que existen otras culturas, e intenta acogerlas en su seno, cuidarlas y mimarlas. No es una cultura que se aísle, descalificando a todo lo que está más allá, e ignorando lo que no abarca. Su contrario es la cultura narcisista, que se goza de sí misma, sin pensar en los demás, sin necesitarlos. Esa cultura habla en vasco y en castellano y en francés y en gallego y en árabe y en inglés. Porque así es, o será, nuestra realidad. Pretender simplificar la amalgama de identidades que nos poseen a una única es anacronismo. Convertir un idioma, el euskara, o el castellano, como únicos vehículos para la expresión simbólica de la sociedad es desatino y fuente de frustración, a corto plazo. La sombra de la torre de Babel es alargada. 

22 comentarios en “Sentimiento y nación (y 3)

  1. ¿Podran «los Ombli-e-goistas» comprender que Narciso solo queria ver lo que le reflejaba el espejo?.
    ¿Que es un espejo?
    ¿Es parte de nuestra realidad o mas bien un sucedaneo de nosotros mismos?.
    ¿Porque cuando intento pasar al otro lado ,me lo impide mi otro yo con el mismo afan ,con el mismo empeño?

    Van a ser las ocho de la mañana y yo con estos pelos….jeje.

    Gracias Lope Agirre por dejarme claro que no debo creerme ni a mi mismo.

  2. Hoy San Gil es santa de mi devocion….jeje,no llegaba a comprender como podia ser ella la que hiciera la ponencia del proximo Congreso del PP.
    Gracias por abandonar esa ponencia.
    ¿Esta el Partido Popular inmerso en una Babelizacion de sus argumentos?.
    ¡¡Que venga Dios y lo vea!!

  3. Antes de entrar en el tema de hoy no quiero dejar de mostrar mi acuerdo con el último comentario de Teoura de ayer. En efecto, los contornos de la única paz viable entre palestinos e israelíes ya están escritos, varias veces, y son conocidos por todos. Los extremistas de ambos bandos rechazan las concesiones necesarias para alcanzarla y los líderes de ambos bandos vacilan ante los riesgos y sobre todo por la desconfianza mutua. Pero la paz está al alcance de la mano, de hecho es bastante sencillo llegar hasta ella si la comunidad internacional se decidiera a garantizar el cumplimiento de lo firmado salvando así el escollo de la desconfianza provocada por décadas de incumplimientos y querellas.
    De ahí que no tenga ningún sentido, a mi juicio, enfangarse con la revisión de hechos de principios del siglo pasado, quién empezó poniendo bombas, etc. Todos lo hicieron y todos tienen que hacer lo necesario ahora para que todos, repito, todos puedan vivir dignamente y en paz.

  4. “Es un hombre muy honesto. Muy recto. Que no divaga. O sea, la gente cree que hace cosas así… como divagando, pero no hay nada de eso. Él sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las cosas. Tiene profundas convicciones. Es un ser humano íntegro.”

    ¿Como le ha sentado las palabras del Rey Don Juan Carlos a la caterva catastrofista rebelde civica eclesial apostolica popular desencajada acusadora de la traicion a las victimas del terrorismo del bobo solemne y genuflexo ,ante eta ,de Zapatero ….y morada de comer mentiras ?

    ¡¡Pues como una patada en lo güevos!!

    ¡¡Manda güevos,Trillo,manda güevos!!…jeje.

    Cada vez me gusta mas que el Rey deje de ser politicamente correcto….JAJAJA…que nervios.

    (Voces de los corifeos de desastre):
    ¡¡¡¿Por que no te callas?!!

  5. Mimo Titos.
    Totalmente de acuerdo contigo.
    Pero para ser equidistantes de verdad, lo que no podemos hacer es denominar terrorismo a lo que hacen los palestinos y autodefensa a lo que hacen los israelíes. O todos son terroristas o todos son «patriotas».
    O F……. todos o la p…. al río.

  6. Mimo Titos,Barañain ,Arouet,Diego de Ojeda,Pablo Franco Don Cicuta y los que me dejo en el tintero sobre Israel los palestinos y cualquier otro conflicto:

    Digamos que ya va siendo hora de que dejen de creer en «Dioses» y empiecen a ceer en los seres humanos.

  7. ¿Asumiran de una vez por todas ,los partidos nacionalistas, la fortaleza de nuestra Constitucion?.

  8. Gracias FERNANDO por el link.

    Hoy la prensa se hace eco del fallecimiento de Irena Sendler, cuya historia tremenda, como dice El País, «no fue conocida en su país, tapada por los 40 años de régimen comunista, hasta que un grupo de estudiantes estadounidenses la descubrieron y la difundieron a todo el mundo». Porque tremenda es también la historia del antisemitismo en el comunismo soviético, heredero de una larguísima tradición europea en ese sentido y floreciente a lo largo de casi todo el siglo XX (y aún ahora…). Antisemitismo soviético que contaminó a buena parte de la izquierda europea … y de esos polvos vienen ciertos lodos…que aún hoy nos enfangan.

    Concluye El País señalando que «el memorial israelí del Holocausto, el Yad Vashem, le concedió en 1965 el título de Justa entre las Naciones, que otorga a los gentiles que contribuyeron a salvar a judíos.» Fueron tan pocos…

  9. Y vuelta con el antisemitismo.
    A ver si lo pillamos. Israel se dedica a matar sistemáticamente a sus vecinos. Utiliza las armas más sucias que se pueden utilizar, como bombas de racimo, proyectiles de fósforo o uranio empobrecido. Tiene unos comandos asesinos que se han dedicado durante años a matar gente por medio mundo. Han cometido actos terroristas que no tienen nada que envidiar a los de ningún otro grupo terrorista del mundo. Utilizan escudos humanos con un desprecio por la vida total y absoluto. Tienen armas nucleares, cosa que no se le permite a ninguno de sus vecinos (y son perfectamente capaces de usarlas)
    Y ahora resulta que si israel cae mal en el resto del mundo la culpa es de Stalin.
    Dios santo, por lo menos en la plaza de Tianan Men la columna de tanques se detuvo, la escavadora israelí no. China ha demostrado bastante más respeto por la vida humana que Israel. En ese punto no tiene nada que envidiar a ninguna dictadura del mundo.

    Lo de siempre, todos los soldados llevan el paso mal menos mi niño.
    Algún día probablemente se instaurará el día del holocausto palestino.

  10. Ha sido un placer leer su artículo.

    Aquí empieza mi desgracia: “Yo soy yo, desde el nacimiento hasta la muerte, aunque no sepa quién soy ni qué soy”; no obstante, si se que me identifico más con los que me son más afines, con los más próximos geográfica y culturalmente hablando ¿No es eso el nacionalismo? Pues eso. Cuestión de sentimiento, aunque la reivindicación de lo propio no implica desprecio de lo ajeno.-

  11. A propósito de la que está cayendo.

    Si la sal se torna insípida. X.L.Barreiro

    Más allá del problema terrorista, la presencia obsesiva de ETA en los discursos políticos ha servido de coartada para cuatro cosas muy graves: para que nadie advirtiese el crecimiento de la violencia organizada; para que los jueces perdiesen el sentido garantista de su profesión y de las normas procesales; para que las fuerzas de orden público sean casi inmunes a la crítica social y a sus controles internos; y para que los ministros del Interior obtengan un sobresaliente sin necesidad de demostrar su eficiencia. Y así se asentó entre nosotros la idea de que un discurso de Otegi es más grave que la corrupción de un juez o de un policía; o de que la presentación de una moción de censura en Mondragón beneficia más a España que la lucha contra las bandas armadas que operan en Málaga o Madrid.
    Hace unos meses comenté con excepcional desagrado la leve sentencia que cayó sobre un grupo de guardias civiles que apalearon hasta la muerte a un gitano que había entrado en el cuartel para solicitar protección. No hace más de dos semanas llamaba la atención sobre el desprecio de la ley que demostraban los policías municipales que, sin más objetivo que el de reivindicar mejoras laborales, colapsan sus propios servicios con bajas médicas fraudulentas. En la misma línea me he pronunciado contra las leves sanciones impuestas a ciertos jueces que abusan criminalmente de su autoridad a favor o en contra de los presos, que mantienen connivencia con mafias criminales o especulativas, o que imponen sus prejuicios morales al margen de la ley. Y ahora llega el caso de la policía municipal de Coslada, donde el sheriff Ginés aterrorizó a la población durante veinte años, al puro estilo de los thrillers americanos, sin que hubiese saltado ningún control judicial, policial o político.
    Si la sal se torna sosa ya no hay con qué salarla, y «no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres» (Mateo, 5,13). Y eso es lo que sucede en una democracia cuando la policía o los jueces se corrompen, porque ellos son la sal de nuestra libertad. Cuando el terrorista asesina, o el mafioso extorsiona y roba, o el proxeneta trafica, o el machista viola y mata, el Estado tiene respuesta, y toda la sociedad está preparada para defenderse desde la legalidad y sin que el orden social se derrumbe. Pero cuando la Justicia se hace injusta, o la policía ladrona, todo el Estado queda herido, y debe ser restaurado con un enorme rigor y con urgencia. Aunque tengo la impresión de que, bajo la influencia de ETA, hemos perdido el sentido de lo que es prioritario e importante en materia de justicia, paz social y orden público. Como si la sal se nos estuviese volviendo insípida.

  12. Para mí también ha sido un placer leer el artículo de Lope Aguirre. Pero me pasa lo mismo que con todos sus artículos. Que no sé qué decir después.

    Respecto a lo que dice Devagar, por no saber, yo no sé siquiera si me identifico más con los que me son más afines, con los más próximos geográfica y culturalmente hablando. Supongo que sí, pero no noto dentro de mí nada parecido a eso que llamamos nacionalismo.

  13. Lo mio es más grave y con menos arreglo.Lo que te pasa a ti con Lope Agirre me pasa a mí con todos los articulistas del blog.

    Y la San Gil se ha enfadado, lástima. Esperemos que de una vez se enfade Rajoy y así se larguen todos. O no.

  14. Gracias como siempre, Lope Agirre.

    Sobre el problema de devagar y pmqnq. Yo cuando estuve en Perú visitando a la familia medio india de un amigo en seguida me encontré plenamente a gusto y compartiendo con ellos mucho más humor, humanidad y cercanía que con la mayoría de mis conciudadanos histéricos madrileños. No creo que eso me convierta en nacionalista peruano, pero sí me incapacita para entender el sentimiento y las razones de los que me intentan convencer de que el terruño que comparten con otros es fuente de no sé qué pathos indescriptible y responsable de casi todo lo bueno y lo malo del mundo. Yo creo que entiendo la unidad del género humano con el corzón y con el seso, pero el terruño ni lo siento ni lo entiendo.

  15. Ya lo decia yo esta mañana ,les ha sentado como una patada en los güevos:

    Losantos vuelve a cargar contra la Corona en la COPE

    Acusa al Rey de colaborar con el “cambio de régimen impulsado por ZP” y de dar una “bofetada” a media España.

    El Odio es lo que tiene…que hasta que no ves sangre no estas satisfecho.

  16. Queridos amigos y amigas, buenas noches y bien hallados tras algunos días de ausencia, motivados por el trabajo. Dos acotaciones:

    – Debate sobre Israel: vuelvo a poner de manifiesto mi opinión sobre el particular. No discuto el derecho a la existencia del Estado de Israel, ni el derecho a salvaguardar su seguridad. Pero creo que eso debe ser compatible con la consecución de los legítimos derechos de los ciudadanos y ciudadanas palestinas. Y vuelvo a no entender que tiene que ver el culo con las témporas. Creo que aludir genéricamente al «antisemitismo» cada vez que alguien denuncia las acciones militares de Israel, crueles e indiscriminadas contra la población civil, sus acciones de limpieza étnica y estrangulamiento de las condiciones de vida de SERES HUMANOS en la franja de Gaza (a veces peores y más crueles que los mismos ataques armados), cada vez que alguien denuncia las acciones de terrorismo de Estado y de guerra preventiva que tanto criticamos a George W. Bush, es, sinceramente, una auténtica mendacidad. Si denunciar atentados a los derechos humanos que corresponden tanto a judíos israelíes como a palestinos significa ser «antisemita», pues en ese sentido yo seré antisemita. Me parece de un victimismo ridículo; me recuerda a aquel narcotraficante granadino que, cuando era conducido a la Audiencia Provincial, gritaba «me juzgan por ser gitano», escudándose en su condición étnica. Y que conste, reitero, que defiendo el derecho a la existencia del Estado de Israel y el derecho a la seguridad de sus ciudadanos y ciudadanas frente al terrorismo integrista. Esta defensa ya me costó un desacuerdo evidente con Pablo Franco, por un poner.

    – Segunda acotación: desconozco (es que la frustración futbolística, por mi condición de culé, me ha hecho huir de los medios de todo tipo para no padecer más escarnio deportivo) las circunstancias en las que se ha producido el comentario de SS.MM. el Rey sobre la bonhomía y las virtudes del Presidente del Gobierno. Pero creo que sin duda es fruto de su habitual tendencia a la espontaneidad que a veces le hace rozar la imprudencia. Sí que acabo de comprobar la tremenda indignación que ha despertado en los círculos de la derecha extrema, los mismos que en su día rieron y exaltaron aquel «Â¿por qué no te callas?» en defensa de Ánsar. He podido leer en LD algunos comentarios que recuerdan un poco aquel «republicanismo de extrema derecha» muy del agrado de Blas Piñar, que consideran a Don Juan Carlos un traidor a la memoria de quien le designó sucesor en la Jefatura del Estado, y ahora le consideran un cómplice del «cambio de régimen» que patronea Zapatero, en palabras de Losantos. El jorobaico empieza de nuevo una campaña enérgica contra la Corona. Don Juan Carlos (aunque a mí me agrade y comparta su parecer) debería tener más cuidado por motivos institucionales.

    Posdatilla: menuda la que está liada en el PP. Ya os comenté en su día que me parecía raro que en la ponencia política del próximo Congreso peperí estuviera la san Gil y Gil cuando parece que era la renovación de discurso y de estrategia el objetivo de ese Congreso. Parece que mis dudas quedan perfectamente aclaradas con esta decisión. Marianico se está desviando de la recta línea de la crispación y de la «revelión síbica» más del gusto de María, más del gusto de Rosetta, más del gusto de Fedeguico. La posibilidad, más o menos tibia, de reconducir el debate institucional con el PSOE por parte del primer partido de la oposición, y reconstruir las relaciones con el nacionalismo democrático han puesto de los nervios al ala extrema de inspiración aznarita. Se fue Zaplana, se va Acebes, Peranza conspira y amaga con dar, Pedro oJt y Losantos anatematizan y excomulgan, y ahora la San Gil. Quedan más episodios y la guerra será más cruenta. ¿Vuelve la derecha a su cainismo de los años previos al ascenso a la gloria de Ánsar, o se reconducirá la situación al «prietas las filas, impasible el ademán»?. Esto promete ser apasionante.

    Buenas noches y abrazos a todos y todas.

  17. Administrador, bórreseme el post 20, please: cosas del p… teclado…..

  18. Es lo que tiene diferente el PP sobre el PSOE. Mientras que en el partido del gobierno quien se mueve no sale en la foto, en la de la oposición la foto es de las ideas y a esas no es fácil moverlas. …………. afortunadamente.
    Vamos a ver si con el tema de la financiación autonómica el gobierno busca una foto de familia o se favorece el retrato.

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