¿Sí, se puede?

Carlos Hidalgo

Tal vez recordéis un tiempo en el que, durante unas elecciones municipales, la gente salió a la calle gritando “¡sí, se puede!”. Y se pudo. Esos fueron los años de los llamados “Ayuntamientos del cambio”, en los que candidatos y agrupaciones relacionados de alguna manera con Podemos se hicieron con varias alcaldías importantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Cádiz…

En Madrid el cambio duró solo una legislatura. La lista de la exjueza Manuela Carmena era tan dispersa y tan inexperta, que la carismática alcaldesa rápidamente pasó de emprender cambios en la ciudad a defenderse del fuego proveniente de su propio bando; unas veces en forma de acusaciones de no representar correctamente a la izquierda más pura y prístina, otras en forma de pirotécnica incompetencia de algunos de sus concejales.

Tras una legislatura del cambio, el ayuntamiento capitalino volvió a manos del PP, en manos del inesperado Martínez-Almeida, el candidato que fue porque todo el mundo pensaba que Carmena volvería a ganar. Pero resultó que los fuegos de Carmena, más la implosión del PSOE capitalino, más el crecimiento de Vox, lograron un reparto de concejales que nadie esperaba.

A partir de ahí comenzó el proceso de mitosis que sufren casi todos los partidos a la izquierda del PSOE. La lista de Carmena se dividió entre “pablistas”, “errejonistas” y “carmenistas”, luego entre quienes tenían problemas de ser considerados “políticos” y los que no, luego entre los que se aguantan y los que no se aguantan.

Y mientras tanto, Almeida decepcionando con una gestión nefasta, sin proyectos nuevos, dedicado a envalentonarse cuando se cree fuerte y a esconderse en cuanto ve problemas. El Ayuntamiento con el mayor presupuesto de España lo gestiona mal, deja que la basura (de la que tanto se quejaba con Carmena) se acumule en cantidades mayores aún, se le corrompen policías municipales, se le mueren trabajadores de limpieza, se le caen a pedazos las instalaciones municipales y sin embargo, el alcalde busca desesperadamente esconder la cabeza para esquivar las culpas.

Las encuestas y cualquier conversación oída al azar en las calles de Madrid indican que es posible que haya un cambio de nuevo. Pero las cuentas tienen que salir. Y para que salgan, la izquierda tiene que hacer unos cuantos deberes. El PSOE ha situado a Reyes Maroto de candidata, que es una persona solvente pero que no despierta ilusiones precisamente.

Y a la izquierda del PSOE las cosas no pintan precisamente bien. Más Madrid tiene sus problemas internos, pero parece que se unirá tras Rita Maestre. Pero los “carmenistas” del Grupo Mixto quieren ir cada uno por su cuenta. Es posible que en un par de semanas veamos al concejal Luis Cueto acusarse a sí mismo de ser “demasiado político” y presentarse en dos listas a la vez: una a favor y otra en contra de sí mismo.

Esta división pasará factura en forma de votos que van a restar más que a sumar a la izquierda. Algo terriblemente grave en un contexto en el que Almeida es tan malo, que ni consigue que Ciudadanos pierda concejales en las encuestas.

Y el caso es que, pese a la vulnerabilidad del PP en el Ayuntamiento, las cuentas no salen si la izquierda sigue saliendo dividida. ¿Sí, se puede? Veremos. Nunca subestimemos la capacidad de los políticos capitalinos para pegarse tiros en el pie.

3 comentarios en “¿Sí, se puede?

  1. Especialmente los de izquierda… Y en Madrid no digamos. Porque si al PSM se le une lo de Podemos y acólitos, apaga y vámonos. Da esperanza eso de que en la calle se oiga deseo de cambio pero…

  2. Pero ¿ por qué demonios iba la “gente ” de Madrid a votar a ….la izquierda ? Su imagen es muy pobre , una agencia de colocaciones , un erial .

  3. Mulligan: su pregunta puede ser pertinente pero lo es todavía más, por qué demonios iba la gente de Madrid a votar a la derecha cuando lleva más de 20 años en el poder y las cosas no mejoran…

Deja una respuesta