Sistema de bienestar (IV)

Frans van den Broek

Afuera ha empezado a llover con ese tipo de lluvia que le recuerda a Lima, de gotas finas bajo un cielo de un gris uniforme y cansino. ¿Qué estarían haciendo los patas que había dejado en el Perú al partir a Europa, ahora ya casi veinte años atrás? Había perdido el contacto con casi todos ellos, pero sabía de sus destinos por amigos, incluso por la prensa. Varios de ellos eran ahora directores de organizaciones no gubernamentales, médicos, dueños de clínicas, profesores en América. ¿Qué dirían si supieran que su viejo y promisorio amigo caminaba ahora bajo un cielo limeño en un barrio populoso de Amsterdam, comiendo nueces de estudiante, rumbo a un trabajo rutinario y funcionarial que podría haber obtenido a los 20 años, como algunos de sus colegas, y con estudios elementales? Algunos de ellos no se lo creerían, como Gambirazio, con quien se había topado por la calle la última vez que fuera a Perú y contado más o menos sus peripecias europeas en un sinfín de trabajos miserables, desde músico de calle a pegador de carteles, tras lo cual este se había reído, creyendo que Fernando lo estaba vacilando. ¿Se reiría ahora de saberlo consultor de desempleados, o lo miraría con incomodidad, como había hecho Fournier durante otro viaje, al saber que se ganaba la vida de músico en un restaurante? ¿Qué le había pasado, se preguntarían, qué podía haber ocurrido para que el estudiante que se disputaban los departamentos de la universidad para que hiciera su master estuviera ahora arañando una existencia de semifuncionario de tercera clase? Tal vez lo atribuirían a la muerte de su padre, al gobierno de Alan García que arruinó a la familia, a los años de estropicio juvenil. Poco importaba ahora en que Fernando entra al local, saluda con un par de chistes a la recepcionista, y se dirige a su escritorio pensando en que tenía que terminar el reportaje sobre Rafiri, porque le esperaban unos veinte más para esta semana, y ya se había gastado una mañana entera dándole vueltas y atrasándolo.

 ¿Qué le importaría a Rafiri ahora lo que se dijera de él?, piensa también Fernando mientras se sienta frente a la computadora y su colega de al lado llama a la otra colega para informarle que le acaba de llegar un e-mail del último hombre de su vida, con una foto adosada de su salida de anoche por los bares de la ciudad. Fernando coge el dossier de Rafiri y lo abre, pero no se pone a leer, sino a recordar.

¿Cuántas veces había visto a Rafiri, cuatro, cinco? ¿Por qué le costaba más escribir su reportaje que el de otros clientes? ¿Sería por los hijos, por lo peculiar de su historia, por su procedencia, o era simple compasión por un hombre arruinado por la vida? No sabía. Fernando tenía interés en las culturas islámicas, era verdad, y casi siempre había podido tener conversaciones agradables con los turcos y marroquíes que formaban las comunidades extranjeras más abundantes. La historia de Afghanistán le fascinaba también, un país en la encrucijada de Asia Central, habitado por gentes de una combatividad proverbial desde los tiempos de Alejandro, un país que había resistido toda invasión extranjera con fiereza, que había humillado a los ingleses y hacía poco a los soviéticos, no sin que antes estos últimos destrozaran el país sistemáticamente, obligando a millones de personas a hacerse refugiados. Un país que ahora dominaban fanáticos después de una guerra fratricida que a nadie había servido, salvo a los vendedores de armas, mientras occidente se rascaba la cabeza o miraba para otra parte. Y de cuando en cuando aparecían en la oficina los restos de ese enorme naufragio, como Rafiri. ¿Era por eso, porque su país era también un país varias veces naufragado?

 Tras la entrevista inicial Rafiri había venido al cuarto de computadoras en unas pocas ocasiones. Su curso de entrenamiento, que Fernando tenía a su cargo, empezaría más tarde, por lo que aprovechaba para ir mejorando su uso de internet y para charlar. Como Fernando se encontraba a menudo en este cuarto, se acercaba a él, y se sentaba a su lado si podía. Hablaban de su situación, de su soledad, de sus planes. Pero no siempre fue fácil recibirlo. En la segunda ocasión en que vino confesó de inmediato que el día anterior se había tomado dos botellas de vino él solo y fumado dos paquetes de cigarrillos, y que llevaba una resaca atroz. Comía mal, lo que pudiera y no tenía compañía femenina. Y echaba de menos las mujeres como cualquier hombre lo haría, se dio cuenta Fernando, cuando empezaron a hablar de ello.     

-Buenas hembras en este país, ¿no? –había dicho Rafiri, mirando a algunas colegas de Fernando pasar por el cuarto en dirección a las oficinas.

El comentario de Rafiri había avergonzado a Fernando, por temor a que lo hubieran escuchado. Sólo atinó a sonreír y a asentir con un gesto cómplice. Pero Rafiri se puso a mirar con descaro a las colegas y antes que Fernando pudiera decirle que se controlara se volteó con ojos de fauno y sacó la lengua removiéndola en la boca con rapidez, con una mueca que fue menos sonriente que macabra. Una de las colegas, una rubiecita que llevaba aquel día una falda que le hubiera merecido muerte inmediata por los talibanes, pareció percatarse del intercambio y el gesto se le ensombreció. Fernando no quiso advertir a Rafiri, como se lo permitía su posición, de que se midiera o abandonara el local, para no herirle, y sólo hizo un gesto con sus manos indicándole que se calmara. De seguro se lo contaría al jefe, había pensado, y el próximo mes estaba en la calle. Pero la colega parecía haberse callado la boca y no pasó nada. Rafiri había seguido hablando, en voz baja, de lo mucho que le gustaba follar, mientras Fernando se preguntaba por qué carecía del carácter para enfrentarse a Rafiri y llamarlo al orden.

Pero este episodio llevaba todavía el sello del humor, por embarazoso que hubiera sido. El siguiente iría ya en la dirección del final. Rafiri había venido a consultar vacantes en el periódico mural que tenía la empresa. Consultó algunos anuncios, sin encontrar nada que le atrajera. Fernando ayudaba a otros clientes en su búsqueda y Rafiri se le unió, con un rostro tenso y serio.     

-No hay ningún trabajo de mierda, joder.

La gente que consultaba el periódico se dio vuelta para ver quién había dicho eso, atraídos por su tono amargo. Lo había dicho en un inglés pastoso y arrastrado. Después de saludarlo, Fernando trató de unirse a su frustración, de empatizar con sus sentimientos, pero si bien la agresividad no se dirigió contra él, no pudo ser disipada. Una colega, que había hablado con Rafiri algún otro día, pasó por allí y poniéndole una mano en el hombro lo saludó, sonriente y melosa, diciéndole algo definitivamente gezellig que Fernando no había logrado captar del todo. Rafiri miró a esta mujer con ojos fulgentes, y cuando se fue le dijo a Fernando:

-¡A veces tengo ganas de matar a alguien, me cago en su…! ¿A qué viene esa sonrisita, de qué mierda se está riendo? ¡Como si hubiera algo de qué reírse! ¡Tremenda putona!

Los otros clientes se apartaron del periódico en dirección a las computadoras, que se hallaban al lado. Fernando dejó al cliente que estaba ayudando y empezó a decirle angustiado a Rafiri que no hablara tan alto, que le oirían. Súbitamente el tono de Rafiri cambió, y le dijo a Fernando que no tenía nada contra él, que lo que pasaba es que no aguantaba más y se estaba volviendo loco, que quería comenzar el curso de entrenamiento cuanto antes para hacer algo, para no morir de inactividad. Fernando lo llevó a un cuarto aparte que se encontraba vacío y le quiso hablar, pero Rafiri no quiso.

-¿Has preguntado por el psicólogo? –le dijo Fernando, aludiendo a un consejo que le diera en una conversación anterior, la de ir a su doctora de cabecera para que lo enviara a un psicólogo por sus problemas de estrés, falta de sueño, agresividad. 

No, había dicho, Rafiri, buscando la salida, y se había ido sin decir más. Luego había pasado más de una semana sin que viniera al trabajo, semana en la que Fernando debía hacer las decenas de reportajes que se exigían de él para convencer al Servicio Social de la bonanza de los servicios prestados. Cuando una mañana vio a Rafiri plantado frente a su escritorio, en una zona del local no permitida para los clientes.

-¿Por qué no ha comenzado el curso de entrenamiento todavía? Ya estoy cansado de esperar y no recibo todavía ninguna carta de invitación. ¿Qué está pasando, me puedes decir? –dijo Rafiri con tono en el que podía sentirse la sangre estancada.

-Mohammed, qué pasa, hombre, no sé por qué no ha comenzado el curso todavía, creo que hay un retraso en los grupos, puedo ir a preguntar si quieres –respondió Fernando, sorprendido, tratando de no mostrar su nerviosismo ante la presencia ebullente de Rafiri.

-Seguro que no has hecho mi inscripción bien, que has cometido un error –siguió diciendo Rafiri en el mismo tono y mirándole fijamente con ojos más aptos para un campo de batalla que para una anodina empresa de reintegración y un empleado de segunda clase.

-Te aseguro que no, yo te he inscrito en el curso, pero toma su tiempo hasta que se forman y empiezan, pues hay muchos clientes. Mejor será que hables con el manager del local, yo no puedo decirte nada más –dijo Fernando, tratando de desviar la responsabilidad del problema y disipar la ira de Rafiri hacia él, todavía asaltado por la sorpresa de tan inusual trato.

-Sí, va a ser mejor, porque ustedes los consultores no saben una mierda de nada y les pagan todavía por eso. ¿Dónde está el jefe? Quiero hablarle ahora mismo.

El jefe, un hombre desgarbado de mediana edad, cuyo rostro recordaba al de una mujer mayor, ya se estaba acercando al escritorio de Fernando, alertado por la presencia de Rafiri y su rostro belicoso. No por sus palabras, sin embargo, porque Rafiri había hablado con ira, pero en voz baja, contenida. Consciente de su estado, el jefe empezó a utilizar todos los pasos del manual para tratar con clientes alterados. Darle la razón al inicio, mostrarse comprensivo, tratar de introducir gradualmente objetividad en la situación. Fernando pensó por un instante en aplaudirlo, dada la eficacia de su profesionalismo, pero se limitó a observarlos, mientras se iban aparte a conversar. Fernando sintió alivio de verlos alejarse. Al rato volvieron, con Rafiri más calmado, a decirle que se haría una excepción con Rafiri y que empezaría el lunes siguiente –era miércoles- bajo la tutela de otra colega. No, Fernando no había hecho ningún error, era cuestión del alto número de inscripciones desde el Servicio Social. Rafiri lo miró como pidiendo disculpas, pero no dijo nada y se fueron a concretar estos planes. Desde ese momento ya no era Rafiri su responsabilidad, salvo para la redacción del informe de traspaso.

27 comentarios en “Sistema de bienestar (IV)

  1. Gracias, Frans.
    __

    Sánchez-Cuenca, en El País, metiéndose en líos.

    http://www.elpais.com./articulo/opinion/mandamientos/elpepuopi/20100822elpepiopi_5/Tes

    El tío hace una faena de aliño, titulando a porta gayola con los diez mandamientos y proponiendo, a la sazón, once, de suerte que comete un error no baladí. Yo niego la mayor: diez no son once (ni trece, si añadimos la coda).

    Mete una puya a aquellos que, haciendo uso de los recursos gramaticales que nuestra lengua -decantación del talento de generaciones innúmeras- pone a disposición de la la pluma (expresión que, cierto es, tal vez mereciese actualización en estos tiempos digitales), recurren a la concatenación de subordinadas, modo, sin embargo, insustituible, a mi juicio, de expresión del pensamiento complejo, ese pensamiento cuyo nivel de abstracción permite atisbar construcciones explicativas de la realidad mucho más enjundiosas y satisfactorias que el plano pragmatismo anglosajón por el que, tanto en cuanto al concepto como en cuanto a la forma de manifestarlo, el citado artículo muestra sospechosa, y hasta diría antipatriótica, inclinación.

    Propina sendos bajonazos a Savater y Lindo, elevando a la segunda a la categoría de, ni más ni menos, columnista de opinión de El País: ¡cuándo viérase ella a tan altos podios encaramada!

    Administra banderillas negras a los picapleitos, leguleyos y juristas de todo pelaje, a quienes considera funcionalmente inhabilitados para la expresión clara. (En esto hay que darle la razón).

    Y, banda y música, se autoatribuye por boca de ganso la condición de venerador del Anticristo.

    Da mucho, mucho juego el articulito.

    Abrazos para todos.

  2. Buenos dias Frans van den Broek,caballeros callejeros ,cabelleras al viento o mojadas a la luz de las estrellas.

    Fernando deberia compartir vivienda con Rafiri,le haria la vida mas acogedora.

    No se si Fernando sera un posible candidato a escribir articulos de opinion en El Pais,siguiendo los Mandamientos de Ignacio Sanchez-Cuenca,pero lo que si es cierto es que jamas caera en el pozo intelectual de Fernando Savater.

    Cuando leo a Frans tengo la sensacion de que algo nos oculta,algo que no llego a acertar que es.Es como si se nos negara la posibilidad de encontrar las respuestas que el ha conseguido alcanzar…..¿?.
    No me hagan caso ,si les digo que a veces veo cosas que ni escribiendo subordinadas soy capaz de concretar.

    En fin,gracias a Ziluminatius lo concreto no tiene barreras,(permitanme que me sonroje)…..jeje.

    Dicho esto ,no se si sera bueno o malo que hable de mi mismo….pero es lo unico que veo cuando El Que Nos Mira se rie de mi desde el espejo.

  3. Vaya, se me ha adelantado Teoura con la reseña del artículo, bastante divertido, de Sánchez-Cuenca en El País de hoy. A tener en cuenta, también, por los articulistas de Debate Callejero.

    Coincido con Teoura en lo sorprendente que me ha resultado ver a Elvira Lindo compartiendo podium con Savater-

    Y coincido con el articulista en que de sus advertencias contra el abuso de las subordinadas deben quedar libres los grandes, o sea, Pradera y Sánchez Ferlosio.

    Me ha decepcionado, por contra, el artículo de Izquierdo sobre el impresentable Carlos Dávila, el último de la serie sobre los apocalípticos, centrado como los anteriores (sobre Federico, Cesar Vidal) en sus producciones periodísticas, en sus más notables «perlas», con las que este tipo de sujetos se empeña en demostrar cuanto dominan el arte del insulto. Muy previsible y facilón. Me hubiera resultado más interesante que Izquierdo contara la lamentable trayectoria profesional de Dávila, su paso por Sanidad y por la Televisión española donde, por cierto, causaba asombro su desmedido afán por cargar a los contribuyentes sus ingentes compras de…¡zapatos! (una especie de Imelda Marcos en versión casposa y castiza).

    erlas de sus art´

  4. Una fuente cercana a Mauritania reconocía esta semana que “la presión española ha dado sus frutos»
    Liberados los dos cooperantes catalanes secuestrados por Al Qaeda.

    ¿Que dira el Partido Popular?.

  5. EE.UU, dispuesto a acoger a excarcelados políticos
    Hillary Clinton agradece a Moratinos su papel en Oriente Medio y Cuba-

    ¿Que dira el Partido Popular?.

  6. Fuentes del Ejecutivo afirman que «están trabajando para que haya un final feliz» de este secuestro
    El Gobierno no confirma la liberación de los cooperantes catalanes.

    ¿Que dira el Partido Popular?.

  7. Rechazo de la política de seguridad e inmigración

    Un cura reza para que Sarkozy tenga una crisis cardiaca por su ataque a los gitanos
    30Comentarios

    El sacerdote Arthur Hervet ha decidido también devolver al Gobierno una medalla al mérito con la que había sido condecorado.

    ¿Que dira Rouco Varela?¿Que dira el Partido Popular?.

  8. ¿Que dira el Partido Popular?.

    No han llegado aún los cooperantes a España y los populares están ya en pie de guerra
    El PP afirma que con los terroristas no se negocia, y “no se debe ceder jamás”.

  9. El ministro se reúne con su homólogo marroquí en Rabat
    Rubalcaba agradece a Marruecos su ayuda en la liberación de los cooperantes

    ¿Que dira el Partido Popular?….JAJAJA….que nervios.

  10. Les corto y pego integramente este articulo porque me sale de los cojones,como muestra de agardecimiento a todos los tontos de los cojones que se creen mas patriotas que Ziluminatius,¡¡jodidos roedores!!:

    ENRIC SOPENA
    24/08/2010

    Cabos sueltos

    ¿Y ahora a por el escándalo de los cooperadores?

    El PP se ha quedado de nuevo solo, a pesar del apoyo recibido de UPyD, esa sucursal popular que dirige la resentida y conversa Rosa Diez. En esta ocasión, no ha prosperado su petición de que comparecieran en el Congreso de los Diputados los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba, Miguel Ángel Moratinos y probablemente también Bibiana Aido, a cuenta del caso Melilla.
    Con el Ejecutivo se han alineado IU, ERC y CiU, mientras el PNV y el BNG se abstenían. También la derechona genovesa quería buscarle las cosquillas al Gobierno respecto a Gibraltar y tampoco lo ha conseguido. Otro fiasco, por consiguiente, del ínclito Mariano Rajoy.

    Una coartada
    Y es que los ímpetus patrióticos del PP acostumbran a no ser más que una coartada de mal gusto para seguir montándole a José Luis Rodríguez Zapatero shows como el de Melilla o ahora el de Gibraltar. Y, ojo, parece prudente advertir a los ciudadanos que, en breve, puede comenzar otro numerito popular en torno a las conversaciones o negociaciones que han hecho posible la liberación de los dos cooperantes catalanes, Albert Vilalta y Roque Pascual.

    “Un mal final”
    Alicia Sánchez Camacho, presidenta del PP catalán, ha mostrado su satisfacción por la liberación de Vilalta y Pascual, pero sólo “por ahora” ha rechazado “valorar posibles contrapartidas”. El editorial de El Mundo de ayer, lunes, terminaba con cizaña de agorero: “La lógica bienvenida que hay que dar a Vilalta y Pascual no evita (…) que la historia tenga un mal final, que pudo ser peor”. ¿Qué hayan vuelto los secuestrados sanos y salvos, después de casi nueve meses de pesadilla, puede calificarse de “mal final”? En el código mundial, por lo visto, sí.

    Calentando el ambiente
    Para prevenir o, mejor dicho, para ir calentando el ambiente, el aznarista Ignacio Cosidó, portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, hizo ayer mismo unas declaraciones inequívocas: “La lucha contra el terrorismo no se negocia, y no se debe ceder jamás al chantaje”. Y olé.

    Doctrina carroñera
    Todo hace suponer que -según la conocida doctrina carroñera del PP- pronto las aves de rapiña exigirán al Gobierno que explique esas “posibles contrapartidas”. De momento, felicitaciones de compromiso con suficientes pistas para concluir que otra tempestad con importante aparato eléctrico se está gestando en Génova 13. Podemos asistir, pues, en cualquier momento al siniestro espectáculo de transformar la liberación de dos honorables compatriotas -¡catalanes, ay, ay, ay!- en un auto de fe que procurará condenar a Zapatero, según la costumbre popular. Ya hay voces pidiendo que los cooperantes paguen su rescate y otras que señalan a Roque Pascual, un constructor para los más necesitados, vecino de Santa Coloma de Gramenet, como implicado en la trama Pretoria. ¡Calumnia, que algo queda!

    Enric Sopena es director de El Plural

  11. Hoy como no es de extrañar la tercera de ABC nos pone otro articulo infame de HERMANN TERTSCH contra Ziluminatius,titulado cainitamente ¡Albricias albricias!.
    Su Odio al presidente del gobierno es tal y me repugna tanto este personaje que aunque me muerda la lengua y me envenene,he de deciros que :
    ¡¡Jamas lograran que deje de pensar que Ziluminatius es UN HOMBRE BUENO y esta siendo el mejor presidente de la historia de la democracia española!!.
    ¡¡¡Malditos roedores!!.
    ¡¡Ojala se ahogen en sus propios excrementos!!!.

  12. Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre.
    Pero ¿que sucede cuando los hombres se convierten en perros?.
    Pues lisa y llanamente que se convierten en alimañas destructivas,carroñeros,salvajes periodistas del odio mas cainita.
    No llego a entender como la ulcera que recorre sus cerebros no acaba con ellos.
    Quizas es que no son humanos….son bestias del adverno.
    Lean como ladran los perros de la carcundia popular,lean la bilis que vomitan cada vez que Ziluminatius logra que no haya muertos.

    Esta es la derecha que tenemos,esta es la derecha que comparten millones de tontos de los cojones….mas que tontos…idiotas con pedigree.

    :::
    Los consejeros de Aznar y la caverna, contra el Gobierno y los cooperantes

    «Â¿Dejará Zapatero de satisfacer los deseos de los terroristas?»

    ELPLURAL.COM

    En sus declaraciones, ayer, al llegar a España, los cooperantes catalanes liberados tras su secuestro de casi nueve meses en manos de Al Qaeda expresaron su agradecimiento a las autoridades españolas. «Nos sentimos muy orgullosos de nuestro Gobierno», expresó Albert Vilalta. Este martes, como es lógico, toda la prensa nacional cubre sus portadas con la liberación de Albert y Roque, pero no todos del mismo modo. Algunos parece que lamentan la noticia.
    En Libertad Digital, que destaca en su portada el coste económico del rescate y aprovecha para resaltar que “Al Qaeda aprovecha la cesión del Gobierno para atacar a Francia”, se publica un artículo de GEES [grupo de estrategas neocon al servicio de FAES y Aznar] sobre el final del secuestro, con el título de “Premio para AL Qaeda en el Magreb. La rendición como modelo”.

    «Zapatero ha cedido al chantaje»
    “Al Qaeda en el Magreb Islámico dedicará sus renovadas esperanzas y fondos a secuestrar y matar más. Cortesía del Gobierno de España”, comienza el artículo del think tank vinculado al Partido Popular, que pregunta si “¿dejará Zapatero en algún momento de satisfacer los deseos de los terroristas? Según el GEES, “el ansia infinita de paz” de Zapatero “transita inquebrantable por el valle de la desbandada de Irak, los escombros de la T4, y ahora, el desierto de la rendición al chantaje de Al Qaeda en el Magreb”.

    El Gobierno presionó por un terrorista
    “El Gobierno ha presionado para liberar a un terrorista y ha sometido al Estado, con su ejército y todo, a la extorsión de una banda de criminales. La plaza está rendida, y quién sabe si también la vida”, se afirma en el artículo de GEES.

    No es un éxito
    El GEES niega que la compleja operación llevada a cabo por el Gobierno para salvar la vida de los dos ciudadanos españoles sea un éxito. Lo considera una “chabacana costumbre de disimular la humillación del Estado bajo una santificación laica, y una escasa vergüenza de celebrar la financiación del terrorismo como si fuera un éxito”.

    La Razón: éxito de Al Qaeda y Zapatero
    Sobre la liberación de Albert Vilalta y Roque Pascual, La Razón se queda con que “Al Qaida logra el dinero preciso para la guerra en el desierto”. En un análisis, titulado “Los que ganan y los que pierden”, ese diario muestra como vencedores de este conflicto a la organización terrorista, que “disponen de dinero fresco para mantener su actividad criminal”, y al Gobierno de Zapatero, “cuya imagen negociadora ha salido reforzada”. Y se olvida de mencionar a los propios secuestrados y sus familias, y al resto de España, cuya inmensa mayoría estará celebrando su liberación.

    ¿En qué usarán el dinero?
    La Razón dedica algunas columnas a augurar en qué utilizarán los terroristas islámicos el dinero español: “construir refugios, adquirir armas, automóviles todoterreno, alimentos, carburantes”, y así en un largo listado, innecesario.
    El Mundo ha vuelto a lamentar hoy, como hizo este lunes, la forma en que se ha solucionado el secuestro de los cooperantes, en un editorial titulado “Un rescate vergonzante del que se jacta Al Qaeda”.

    «Los terroristas sacan los colores al Gobierno»
    El diario de Pedro J. Ramírez afirma que “el orgullo exhibido por los terroristas saca los colores al Gobierno español, que al contrario que Francia y Reino Unido ha cedido al chantaje de los integristas y les ha dejado en bandeja una enorme victoria propagandística”.

    Demasiados recursos dedicados
    El Mundo lamenta todos los recursos económicos dedicados por España para salvar la vida de sus dos compatriotas, al afirmar que “el secuestro de Vilalta y Pascual ha tenido un feliz desenlace, pero se ha pagado un alto precio, económico y político. Todo un aparato estatal (CNI, cuerpo diplomático, intermediarios…) ha trabajado para su liberación, generando un enorme esfuerzo que se añade a los millones entregados a los secuestradores”.

    «El Estado no debe sufragar temeridades»
    A continuación, el diario envía un aviso al Gobierno, que conviene que escuchen los cooperantes españoles que hacen su digna labor por todo el mundo, y los ciudadanos españoles en general. Aconseja que “el Estado no debe sufragar nuevas temeridades, y si Acció Solidària u otras ONG organizan nuevas expediciones humanitarias por la zona, que no esperen su respaldo” porque, “desde luego, habría que evitar volver a pasar por otra humillación internacional como ésta”.
    ::::

    En fin….que pena me dan,no tienen remedio….pero no hay que tener misericordia con ellos.
    ¡¡¡Que peligro corremos si logran alcanzar el gobierno!!!!.

    ¡¡Ladrad Malditos,ladrad!!!….luego cabalgamos.

  13. Ya veo, Amistad, que te está sentando bien el veraneo. Estás más morenito y más guapo.

  14. Hola!!

    UN REGALO (hace 1 año de esto pero lo he recibido estos días…):

    Sentencia ejemplar en contra del maltrato animal

    El tribunal de Francia ha impuesto pena de cárcel a dos jóvenes acusados de maltratar y quemar a un perro abandonado en la calle que se les acercó en busca de ayuda el pasado mes de agosto. Los acusados rociaron con alcohol al animal provocándole quemaduras de tercer grado. Sentencia ejemplar por la pena impuesta a los acusados y por el hecho de que la víctima, el perro maltratado, asiste al juicio.

    Dos jóvenes de 17 y 22 años quemaron vivo a un perro abandonado en la localidad francesa de la Espira-De-L’Agly, cerca de Perpiñán, sólo por ‘divertirse’, según afirmaron en su declaración.La joven de 22 años sujetaba al animal, el cual se le acercó en busca de ayuda, mientras el chico menor de edad lo rociaba con alcohol y le prendía fuego.

    Un ejemplo para la justicia contra el maltrato animal. El perro, que presentó el 50% del cuerpo quemado, ha sobrevivido al brutal maltrato y está a cargo de la Asociación SPA de Perpiñán. Durante la detención policial, los jóvenes acusados admitieron los hechos, sin explicar el por qué lo hicieron.

    El juicio se ha celebrado en el Tribunal de menores y ha impuesto las siguientes penas para los acusados: 3 años de cárcel, una multa de alrededor de 3.000€ y la prohibición de tenencia de animales para el resto de su vida.

  15. Amistad 20… si fueran mis hijos creo que dejaría de quererles sin poder evitarlo…..

  16. ¿Que vale la vida de un hombre secuestrado por terroristas de Al Qaeda?
    Segun la carcundia que nos rodea ,NADA…..asi aprendera a no meterse donde no les llaman ¿verdad?.

  17. ¿Al periodismo español cuantos dias de vida le quedan?….porque leido lo leido,oido lo oido y visto lo visto,hoy le han dado la puntilla desde las paginas de el Mundo:
    El Mundo utiliza el atentado de los guardias civiles para atacar al Gobierno
    “El rescate de los cooperantes paga asesinatos como los de Afganistán”.

    El Periodismo ha muerto R.I.P.
    Y aqui no vale eso de «El periodismo ha muerto,¡¡viva el periodismo!!»….no ,aqui no vale….sniff.

  18. Querido Amistad, por (mis) partes:

    – Lo que Pedro oJt Ramírez perpetra en su diario desde los ochenta, tras tórrida salida del viejo Diario 16, no es «periodismo», o al menos, ni es la representación emblemática del concepto ni de sus posibles manifestaciones.

    – El titular, las asociaciones causa-cosecuencia, el mensaje que subyace, etc … es el típico del encorsetado personaje. ¿Te extraña que te estriñas?

    Un abrazo, retonnado a la Andalucía Oriental. En Huelva, cojonudo (salvos los fieros mosquitos de Matalascañas y demás Doñana, que casi terminan con mi santa). En Sevilla, un calor de la hosti. Fernando no estaba (¿?). Cuando vaya a Eivissa, a tí sí espero pillarte (¿sigue abierto el Petit o no, perillán?).

    Un abrazo.

  19. Estrictamente cierto: al periodismo español le quedan no días sino horas de vida. Bueno, al periodismo, al ejército, a las muchachas en top-less, esperemos que al gobierno (esto ya no está tan claro, vista su proverbial adaptación a cualesquiera situaciones), a la convivencia y a la libertad tal y como hasta ahora las conocíamos en las sociedades occidentales y, por supuesto, al ya de por sí menguado prestigio de nuestra nación en todo panorama:

    http://play.cuatro.com/directo/portada/reporteros-cuatro-rec/ver/afganistan-espanoles-en-la-ratonera/

    La desvergüenza no conoce límites en esta plutocracia que nos contempla.

  20. Feliz veranete (o lo que queda de él), Fernández (26). Claro que debe ser triste pasarlo abotargado de amragura, frustración y odio. Ay, lo que Ramón Marcos se llevó …

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