Sobre Eguiguren

Lope Agirre

Jesús Eguiguren, presidente del PSE-EE, se encuentra últimamente en el «ojo del huracán». Pocas veces unas declaraciones de un político en activo y con un cargo destacado han generado tantas reacciones, casi todas en contra, y en tonos desabridos y amargos. Sabiendo que la figura de Eguiguren provoca tantas simpatías como antipatías, tantos odios como amores, tan sólo pretendo, sin valorarlo personalmente, tratar de explicar lo que ha provocado el revuelo y enfado actuales, así como de interpretar sus palabras desde el contexto de la polí­tica vasca, edificada, a veces, sobre arenas movedizas.

El texto de Eguiguren se titula «Reflexiones y propuestas para un futuro en paz y convivencia», y es el epílogo de un libro en el que cuenta, con la ayuda de un conocido periodista de El País, la historia del último (por ahora) y fallido (como los anteriores) proceso de paz. En el mismo texto, asimismo, se hace un resumen sucinto de las conversaciones de Loyola, que, como todos sabemos, bien pudieron ser y no fueron, quimeras que transitaron entre la realidad y el deseo.

Escribe Eguiguren: “Comprendo que adentrarnos en esta cuestión es un tema delicado y arriesgado. Primero, porque andamos sobre un terrenos resbaladizo, pues no sabemos con seguridad si lo anunciado por la izquierda abertzale (inicio de un nuevo ciclo y desvinculación o cerrar el terrorismo) se va a confirmar o no. Pienso que sí, pero en caso contrario estas propuestas podrían aparecer un brindis al sol”.

Nos encontramos en el núcleo de la polémica, en el centro del debate. Eguiguren cree que la izquierda abertzale ha dado pasos hacia las vías pacíficas. El ministro de Interior cree que no. Hay mucha gente que ni cree que sí, ni cree que no, y espera el devenir de los acontecimientos: algunos, desde la cómoda barrera. Pero Eguiguren no es un político ingenuo. Como buen vasco (natural de Aizarna, en el valle del Urola, tierra de jesuitas y carlistas) habla poco. Pero cuando habla dice lo que tiene que decir, sin alharacas, ni retórica, con mucha claridad. Conoce la historia de su país a la perfección (su tesis doctoral trata sobre la perdida de los Fueros y la adecuación del país al nuevo régimen). Es autor de una interesante historia sobre el socialismo vasco. Reivindica a Indalecio Prieto, “la mirada en el horizonte y los pies en el suelo”.

Continúa Eguiguren: “Todos estamos paralizados ante el temor de que los de siempre saquen el hacha de guerra si se intenta cualquier movimiento en esta cuestión. En Madrid supongo que porque la opinión pública está muy sensibilizada y escarmentada y podría no comprender al Gobierno. En Euskadi porque somos una pieza sensible de esa política, y el Partido Popular podría verse obligado por sus correligionarios madrileños a poner problemas al cambio del Gobierno en Euskadi”.

Eguiguren, no hace falta recordarlo, fue uno de los teóricos del llamado “gobierno del cambio”, el pacto entre el PSE y el PP, que llevó, en una gran decisión, a Patxi López a ser lehendakari. Pero todos somos conscientes de que el futuro podría ser de otra manera, si Rodríguez Zapatero se viese obligado a adelantar las elecciones, o si, aunque decidiera acabar la legislatura, fuera derrotado en la urnas por el PP, o por Rajoy (en fin, no me lo acabo de creer, pero es una posibilidad), y que el vencedor consiguiera la adhesión formal de CIU y el PNV. La realidad es que el PSE en Euskadi está, en el tema antiterrorista, más atado al PP, que el PP pueda estarlo al PSE en otras materias.  Zapatero se enfrenta a una curiosa contradicción. Necesita, para sobrevivir, del apoyo del PNV, con lo que ello significa. Y lo mismo se puede afirmar del PP. El partido que perdió el poder, posee ahora mismo para decidir quién lo tiene, o va a tener. Y eso influye en la composición orgánica y química del actual Gobierno vasco.

El dilema que plantea Eguiguren, con respecto a la izquierda abertzale es el siguiente: “En apariencia podría uno pensar que lo que hasta ahora ha sido tan eficaz, como la ilegalización de Batasuna, podría ser contraproducente en el futuro, pues ello impide la organización y el trabajo de la izquierda abertzale, lo que a su vez merma su capacidad para parar a ETA. Como nadie va a derogar la ley de Partidos, tendrá que ser la propia izquierda abertzale quien resuelva su problema. En estos casos, suelen ser habituales alianzas o convergencias con otras fuerzas (algo así sería el polo soberanista) o simplemente cortar el nudo gordiano y proceder a constituir, a través de una asamblea constituyente un nuevo partido, que condene la violencia y se acoja a la legalidad vigente. Así puede desde las instituciones ir planteando medidas políticas en defensa de sus seguidores, todo lo cual contribuye al éxito de la operación. ¿Interesa realmente dificultar ese hipotético camino? Creo sinceramente que no, una cosa es estar atento y no dejarse engañar, y otra no ver la germinación de un proceso histórico y por tanto obstaculizarlo”.

El polo soberanista nació el domingo, en un acto (de actuar) celebrado en Bilbao. No hubo petición a ETA, para que dejara las armas. Pero el movimiento continúa; lentamente, pero continúa. Lo que pueda suceder a partir de ahora en el mundo abertzale es una incógnita, y la verdad sea dicha, importa a poca gente. La izquierda abertzale, y ETA, han sido siempre maestros en al utilización de todo, incluido el tiempo, para sus intereses. Hubo una época en la que parecía que tenían todo el tiempo del mundo, y lo administraban para sus fines. Ahora, el tiempo juega en su contra, y lo saben.

Sin entrar en la buena o mala oportunidad del texto, aunque aventuro que hay bastantes razones que no son estrictamente políticas, sino personales, creo que es un texto que ha sido tergiversado, mal interpretado y orillado.

Lo que Eguiguren propugna, según entiendo, es que hay que crear las condiciones para construir la paz (porque el terrorismo acabará, más temprano que tarde), la convivencia y la reconciliación. Es en ese sentido donde enlaza con el texto canónico del Pacto de Ajuria Enea, letra orgánica y básica donde se afirmaba, entre otras cosas, lo siguiente, en su artículo séptimo: “Dado que la ruptura que se ha producido en nuestra sociedad entre quienes mayoritariamente hemos optado por las vías democráticas y estatutarias y quienes continúan haciendo uso de la violencia sólo podrá superarse como consecuencia del cese de esta última, hacemos un llamamiento a quienes aún continúan utilizándola para que, atendiendo a la voluntad mayoritaria de su pueblo, renuncie a ella como instrumento de acción política y se incorporen a la tarea común de buscar, por los cauces mayoritariamente aceptados, los instrumentos más adecuados para dar satisfacción a las aspiraciones compartidas de la sociedad vasca.”

No creo que Eguiguren se haya alejado de ese espíritu. Si lo desean, ya que el frontón está construido, comiencen, damas y caballeros al viento, a pegar pelotazos.

19 comentarios en “Sobre Eguiguren

  1. Como se trata de un acto de fe y no hace falta apoyarse en la oposición para tomar partido ya que se puede realizar dentro del partido de gobierno, yo pongo la x en la casilla de Rubalcaba.

  2. Me alegro muchísimo de que Lope haya escrito este artículo. Tengo tanta admiración por Egiguren como desprecio por los canallas que andan todo el santo día pontificando y dando certificados de «demócrata» y «luchador anti-eta». Egiguren, desde luego, ha hecho más por el fin de ETA que todos los periodistas, comentaristas y analistas juntos. A cambio, no ha obtenido sino insultos, campañas de desprestigio y otros premios similares.

    Cuando, desde la distancia, contemplamos el debate público en Israel sobre terrorismo y seguridad, nos parece que la sociedad israelí, por el padecimiento sufrido a lo largo de décadas, se han encanallado y embrutecido, insensible a todo lo que no sea la política represiva más dura posible. Los israelíes se revuelven furiosos, acusándonos a todos de antisemitas y de no «comprender» lo que allí sucede. En España el azote terrorista ha sido de mucha menor envergadura que en Israel, pero también se ha producido un encanallamiento y una ceguera llamativas, perfectamente reflejadas en el caso del pobre Egiguren. Basta que alguien se salga de la línea dominante, para que caigan sobre él rayos y truenos. Muchos se revuelven inquietos en cuanto alguien rompe el guión.

    El guión no puede ser más absurdo. Por ejemplo, cada vez que alguien se refiere al proceso de paz puesto en práctica por ZP, todo el mundo tiene que decir «fracasado». Y cierto es que fracasó, pues ETA no dejó de matar y sigue hoy en activo. Nada hay incorrecto en ello. Pero lo que llama la atención y revela el envilecimiento de nuestra esfera pública, dominada por los adalides de la contundencia verbal, política y policial, es que nadie dice que la actual politica es, por la misma razón que en el caso del proceso de paz, una política fracasada, pues llevamos 40 años tratando de acabar por la via policial y judicial con ETA y no se ha conseguido. ¿Por qué es un «fracaso» el proceso de paz, el periodo más largo sín víctimas mortales de toda la etapa democrática, y es un éxito la política alternativa, practicada durante 40 años sin haber conseguido acabar con ETA? ¿QUién es el guapo que define qué es «Ã©xito» y «fracaso» en la lucha antiterrorista? ¿Por qué tres años y medio sin muertos durante el proceso de paz es un fracaso y un año sin muertos desde julio de 2009 es un «Ã©xito» del Gobierno? ¿Por qué hay esa extraña unanimidad en considerar que la política de acoso policial ha sido un éxito cuando ETA es la organización terrorista más longeva en Europa?

    Eguiguren tiene la valentía y el arrojo para saltarse a la torera todos los lugares comunes que dominan el debate sobre ETA. Y ha conseguido grandes logros, fundamentalmente dos: que ETA parase durante tres años, transmitiendo a sus bases que la «lucha armada» había perdido su sentido, y que se haya producido una división profunda entre ETA y Batasuna. Ahora plantea algo evidente: que dada la brecha entre Batasuna y ETA, se dan las condiciones para atraer a Batasuna hacia el campo de la paz, incentivando su ruptura con ETA. Ya sé que a todos nos gustaría mucho que Batasuna hubiera mandado a tomar por culo a ETA. Pero no lo ha hecho todavía y no es seguro que lo vaya a hacer de inmediato. Como Egiguren es un político y no un analista, tiene la lucidez para ver la cuestión con total frialdad: ¿les ayudamos y vamos dando pasos para acortar la agonía actual o nos sentamos a esperar, reconfortados en nuestras convicciones rocosas, mientras la cosa madura?

  3. Gracias, Lope.

    Los dichos de Eguiguren no me plantean un problema grave de fondo, sino en otros órdenes. Opino que este asunto tan peliagudo exige una dosis suplementaria de prudencia en cualquier pronunciamiento, máxime por parte de un dirigente del PSE. No discuto que se haya podido simplificar o manipular el mensaje de Eguiguren, pero él sabía que sus palabras iban a ser objeto de interpretaciones interesadas. Así que creo que ha sido, como mínimo, inoportuno, por no entrar en calificaciones más gruesas (del tipo deslealtad institucional, siembra de confusión sobre mensajes del partido, etc.). En mi opinión, lo que debe primar, al menos en las manifestaciones públicas, es la unidad de criterio. ¿No podría o debería haber hablado antes con Patxi y con el Ministro del Interior para evitar el espectáculo de las contradicciones y matizaciones a posteriori? ¿Tiene una barra brava propia a la que cultivar con este tipo de iniciativas? No lo entiendo muy bien, la verdad.

    Abrazos para todos.

  4. He escrito mi comentario antes de que se publicase el de Cicuta.

    Me parece un error el establecimiento de paralelismos. Sí, obviamente cualquier conflicto violento tiene elementos comunes; pero comparar las reacciones psicológicas que suscita la situación en Palestina con lo que sucede en el País Vasco me parece que no ayuda nada, pero nada, a aclarar las cosas.

    Coincido, sin embargo, en la carga de hipocresía implícita qeu hay en las valoraciones de los «Ã©xitos» o «fracasos» de la estrategia antiterrorista: es más, opino que se podría sostener que los elementos de continuidad entre las supuestas dos estrategias sucesivas del gobierno de ZP son importantes.

    Admito que Eguiguren puede saber cosas que nosotros no sabemos; y puede que tenga un olfato extraordinario que le permita percibir que éste es el momento de construir la pista de aterrizaje necesaria para los nacionalistas violentos. Desde luego, no lo parece; y, sobre todo, creo que plantear públicamente y por libre opciones políticas tóxicas sobre la base de lo que él mismo valora como hipótesis no verificadas no es una conducta propia de un dirigente político de tan alta responsabilidad.

  5. (Y parece que en Australia han leído a Polonio: el partido destituye al primer ministro laborista, Rudd, ante encuestas malas -pese a que no ha habido allí crisis económica. Dice su sucesora que lo ha reemplazado «para preservar la acción de un buen gobierno, y porque la sanidad y la educación públicas que los australianos desean y se merecen corren grave peligro en las próximas elecciones» -previstas para octubre).

  6. Joer, Don Cicuta, establcer una similitud entre Palestina y el Pais Vasco es como comparar a Eguiguren con el Mariscal Petain.

  7. Se me han saltado las lágrimas con esta frase del artículo: «Como buen vasco (natural de Aizarna, en el valle del Urola, tierra de jesuitas y carlistas) habla poco. Pero cuando habla dice lo que tiene que decir, sin alharacas, ni retórica, con mucha claridad». No cabe duda que vamos avanzado en lo fundamental.

    Eguiguren dijo en la SER que lo suyo eran *sensaciones*. Se lo dijo a Rubalcaba, que le respondió que lo suyo eran hechos. Yo estoy con Rubalcaba: me dejo llevar en estos temas por los hechos. La última vez que supimos de las sensaciones de Eguiguren al presidente le estalló una bomba (T4: dos muertos) en pleno discurso triunfal. Son cosas que pasan cuando se construyen relatos que no se sostienen con los hechos. Pero parece que Eguiguren no ha aprendido y sigue teniendo sensaciones.

    El tema es mucho más simple de lo que parece: Eta tiene que dejar de matar y Batasuna tiene que desligarse de ETA. Mientras, que Rubalcaba y Patxi López sigan *fracasando* contra la delincuencia terrorista como en estos últimos tres años. Me apunto a que tengamos siempre fracasos como esos en el ministerio del Interior. Incluso no me importaría presentar datos parecidos contra otro tipo de delincuencia, que ya se sabe que es terca.

    Nadie debería prohibir a ese *buen vasco* que es Eguiguren tener *sensaciones*. Está en su derecho. Lo único malo, creo, es que haya todavía quien se las compre. Yo, mientras no se las compre el ministerio de Interior, estaré tranquilo, aunque la tentación en Madrid de dinamitar el pacto de Euskadi a cambio de estabilidad parlamentaria hasta 2012 me hace estar atento. Esperemos que Rubalcaba no permita nunca esa felonía.

    Ya ven que yo también tengo *sensaciones*.

  8. Buenos dias Lope Agirre ,caballeros callejeros y cabelleras al viento:

    He estado esperando este articulo desde el dia que salto la polemica sobre las palabras de Eguiguren y quien mejor que Lope Agirre para poner los puntos sobre las ies.
    Comparto los argumentos de Don Cicuta 2 pero tengo marcada la casilla de Rubalcaba como Fernando I.

    La cuestion para mi es :

    ¿Que tenemos que hacer nosotros para ganar en las urnas a los independentistas vascos ,cuando llegue la paz de una vez por todas?.

    To be, or not to be: that is the question.

  9. Muchas gracias a Lope. Yo oí el otro día a Eguiguren en la SER, que «casualmente» coincidió allí con Rubalcaba, que había llamado para hablar sobre la reforma laboral. Me pareció muy sensato lo que decía Eguiguren. Y también lo que decía Rubalcaba. Ayer oí a Azpiolea en el debate de Calleja e hizo grandes elogios de Eguiguren, al que conoce muy bien.

    Yo no sé qué pensar sobre este tema. Estoy totalmente de acuerdo con Cicuta en que son miserables los ataques (a veces personales) que se le hacen a Eguiguren, cuyo único gran empeño está claro que es acabar con eta. También estoy de acuerdo en que hablar del «fracaso» del proceso de paz en los términos en los que se utiliza la palabra «fracaso» es injusto: hubo un largo período sin que eta atentara, no se les hizo ninguna concesión de ningún tipo, y hoy se les sigue descabezando sin piedad, con el convencimiento que da el haber hecho todo lo posible por otros medios. ¿Qué hay de malo en ello, que diría aquel inefable señor que todos hemos olvidado? ¿Por qué se considera que fue tan negativo?

    Respecto a lo que habría que hacer ahora, sobre si ayudar a Batasuna a que dé el paso, o no hacer nada, no lo sé. Por una parte, ya van siendo mayorcitos para dar pasos sin ayuda. Por otro lado, lo que sea más eficaz para acabar con la pesadilla cuanto antes.

  10. Bueno, dejando a un lado los escabrosos temas personales en los que Eguiguren se ha visto envuelto, que por sí solos ya son suficientes como para tenerlo escondido en el tratero , como antaño hacían las buenas familias con los hijos tarados, este individuo parece que sufre cada vez que la ley de partidos se aplica y la policía golpea duramente a la banda terrorista.

    La ley de partidos y el cerco político y judicial al entramado ETA-Batasuna trajeron los dos años sin muertos, mientras que desquiciada a aventura zapateril acabó en la T4 y nos trajo un nuevo ciclo de asesinatos (que ha ido apagándose conforme se ha vuelto a las buenas práticas antiterroristas: unidad de los demócratas, aplicación estricta de la ley y máxima operatividad policial)

    Francamente, Batasuna-ETA es como Telefónica-Movistar, cuesta entender a la una sin la otra, o pensar que tienen intereses divergentes que puedan llevarles por caminos separados. Cuando el brazo militar y el brazo político comparten dirigentes y militantes, la permeabilidad entre ellos es total, y los objetivos los mismos, inalterados, desde hace más de 40 años, cuesta pensar que cualqueir aparente desmarque de la marca política de ETA de la violencia de los comandos no sea más que una estrategia para ablandar de nuevo a ZP y seguir en los ayuntamientos como hasta ahora.

    ¿Para qué intentar cosas que ya han fracasado varias veces cuando lo que tenemos está funcionando? La pelota siempre está en el tejado de los asesinos, nunca en el de los demócratas.

  11. Enhorabuena al articulista: acertado artículo. Yo estoy con Don PMQNQ, ya que el proceso de paz tuvo efectos benéficos, algo que el lechón que escribe en 10 no sabe apreciar, lo cual indica su desconocimiento, además, de la sociedad vasca. La posiblidad de que ETA abandonase para siempre las armas ilusionaba a la parte democrática de aquella sociedad (y por ende, a la española), como no puede ser de otra manera tras décadas de sufrimiento. Pero lo más curioso es que a la parte abertzale de aquella sociedad también le ilusionaba, yo diría que más. El final frustrado del proceso de paz supuso el final de la ilusión de muchos de transitar al proceso democrático, y como ocurrió tras el proceso de paz ansárico (1998-1999), el proceso de paz de Zapatero supuso MENOR APOYO SOCIAL a la actividad terrorista, que es ya hoy algo testimonial. Vuelvo igualmente a recordar uno de los presupuestos doctrinales básicos del Pacto de Ajuria Enea, el más amplio y menos polémico de los acuerdos antiterroristas que se han firmado jamás (y en peores circunstancias): atraer al independentismo al redil democrático y alejarles de la violencia.

    Bien es verdad, eso sí, que a algunos (y a alguna) los éxitos policiales y judiciales en la lucha antiterrorista, con gran mérito de un pedazo de Ministro del Interior en ejercicio, les joden un montón, ya que les fastidian uno de sus más rentables «chotis» electorales, el de la rendición y «claudicasión». Cdáver, busque usted en sus propias filas o en las de sus amigos (como Alcatraz) para encontrar segundas lecturas o cabreos indisimulables cada vez que EL ACTUAL GOBIERNO le pega un golpe a la banda terrorista. No en Eguiguren.

    En cuanto a sus escabrosos temas personales, son eso, personales. Mientre no exista resolución judicial firme (NO LA HAY), todo queda en el injurioso rumorcillo y en el debate de «talk-show» de telebasura al que tan acostumbrados están en UPPYD-JONS, donde no falta algún conocido jerifante con problemática personal o familiar que también daría lugar a rumorología diarreica. No será por mi parte.

    Posdatilla: gracias a los que se han puesto en contacto con servidor para felicitarme por …. ya sabéis.

  12. Aquí estoy.
    Gracias por la atención.
    7. Polonio.
    «Como buen vasco» es un tópico, que viene desde el Siglo de Oro, empezando por don Tirso de Molina y aquello de «parco en palabras», sobre los vascos o vascongados, que no me acuerdo. Podía haber escrito «como mal vasco», pero hubiese sido igual, o lo mismo. Señor, Polonio, no se me agarre a las palabras, que destiñen.
    No he escrito la palabra «fracaso» sobre el proceso de paz, sino «fallido». Otra cosa son las consecuencias; pero fue un proceso fallido, pero no por culpa del Gobierno.

  13. Todo el mundo tiene senaciones, faltaría. Rubalcaba las tuvo amargas hace un año, cuando los etarras consiguieron explotar varias bombas y matar en Palma de Mallorca. Egiguren tuvo poco que ver con las palabras imprudentes e innecesarias de ZP aquel 30 de diciembre de 2006. Yo me alegro muchísimo de que Rubalcaba, que ya era ministro de interior durante el proceso, esté teniendo tantos «Ã©xitos», pero no entiendo que cueste reconocerle y agradecerle los logros a Egiguren. Insisto: tras 40 años de políticas represivas que no han acabado con ETA, hay que tener mucha moral para enorgullecerse tanto con las detenciones policiales y el Estado de derecho.

    Teoura, los casos de España e Israel son comparables en cuanto a la reacción de la sociedad civil frente al ataque terrorista. La diferencia es sólo de grado, me temo. Si ETA hubiera matado a 2000 en lugar de a 900, con misiones suicidas y todo eso, yendo contra ciudadanos a lo bestia, la AVT y la UPD marcarían la pauta. Por suerte, en España ess grupos hoy sólo representan a unos pocos chalados como el tal Jergón. Pero el dominio del discurso de la contundencia es muy parecido en ambos casos.

  14. No se debe escribir algo como «….ya son suficientes como para tenerlo escondido en el tratero , como antaño hacían las buenas familias con los hijos tarados». Puede tener un efecto boomerang contra el que lo escribe.

  15. Es natural después de tantos intentos de paz y de terminar con ETA se tomen siempre con reserva los atisbos de una tan deseada y necesaria paz. Dicho esto lo que no es de recibo es que se tenga que torpedear a toda idea de solución por las vías del entendimiento entre la izquierda vasca y digo entendimiento al dialogo sean con quien sea, pero que tenga los fines apetecidos por todos. No es justo poner el grito en el cielo por lo que todos los gobiernos han hecho, que es sencillamente intentar llegar a fin de esta pesadilla que ya dura demasiado.
    Estoy seguro que la derecha aprovechará cualquier atisbo de entendimiento por la vía del dialogo para atacar duramente y acusar cuando menos al Gobierno de falsedad y de estar en contacto con ETA, de ahí que Rubalcaba actúe con tanta prudencia, quizás excesiva a mi entender, una cosa es decir la verdad , que en al actualidad es de cero connivencia entre el Gobierno y la izquierda vasca afín a los planteamientos de ETA, pero también es cierto la izquierda vasca sabe que por la vía de la violencia no se llega a ninguna parte y también el Gobierno tiene que tener en cuenta y estar atento atento cualquier movimiento que nos lleve hacia una paz total y el fin de ETA.
    Quien llegó al máximo en negociaciones con ETA no está capacitado ni es creíble que Aznar lance a los cuatro vientos proclamas contra quien intente negociar y hacerse con al bandera de la lucha quien mientras fue Presidente, todos sabemos lo que soltó por su boca, tanto el como Jaime Mayor Oreja a favor de una negociación con ETA y quienes acusan a Zapatero abiertamente de connivencia con la banda,
    Es hora ya de que a la cosas se les llame por su nombre y se hable de ellas con entera claridad, creo que Eguiguren solo ha dicho lo que muchas están pensando y que no se atreven a decir por conveniencia política y por hipocresía, frente a una realidad que está ahí y de se habrá que afrontar con absoluta valentía y puntos de mira para poder terminar de una vez con el cáncer que tiene nuestra democracia, de buenos doctores precisa si queremos curarlo. Tiempo al Tiempo.

  16. Cicuta, de lo que hace ETA sólo es responsable ETA. Ni Rubalcaba ni Eguiguren tiene la culpa de que ETA mate. Otra cosa es lo que nosotros, quienes estamos contra ETA, hagamos para terminar con la banda. Ahí pueden venir las discrepancias. No creo tampoco que la democracia española haya sido tacaña en intentos de un final dialogado de la violencia. No ha habido presidente que no lo haya intentado. En cuanto a la vía policial me parece elemental mientras ellos maten. Es lo que se debe hacer con cualquier tipo de delincuencia.

    No tengo ningún problema en que se ponga encima de la mesa institucional la discusión sobre la independencia del País Vasco, en cualquiera de sus modalidades, pero sólo después de que ETA deje de matar. Me parece elemental. Nunca ni un minuto antes. En cuanto a la legalización de Batasuna, que Eguiguren propone como paso previo, es algo en lo que coincido con el vasco, pero siempre que Batasuna se desligue fehacientemente de la banda. No es que lo diga yo, sino quienes en su día defendieron la reforma de ley de partidos y la ilegalización de Batasuna (Eguiguren fue uno de quienes más estuvieron a favor de la reforma de esa ley y la ilegalización de Batasuna, en contra de lo que dice Jergón). No fue mi caso, pues siempre he pensado que aquella reforma no sólo penalizaba a los delincuentes (obvio) sino a las ideas. Nunca me gustó. Me remito a los fundamentos de derecho de la imprescindible sentencia sobre Egunkaria, que hago mías en su totalidad. Pero acepto en primer tiempo de saludo que hoy tiene todas las bendiciones, incluidas las de Europa, para ser aplicada.

    Así que igual estamos diciendo lo mismo pero con un orden de factores diferentes. En cualquier caso este tema cansa muchísimo.

  17. Polonio, de acuerdo al 100% en esta ocasión, impecable #16. Estoy de acuerdo incluso con el cansancio del tema. Pero por eso mismo me parece tan mal el raca-raca contra Eguiguren, a quien no tengo el gusto.

  18. Bufffff. venga, que hace mucho que no me busco enemigos.
    ¿Eguiguren uno de los artífices del pacto PSE-PP? jejejej. Amoavé. En el PSE de Euskadi siempre han coexistido dos sensibilidades. La primera que podríamos englobar con Nico Redondo Terreros, Carlos Totorica, el actual delegado del gobierno Mikel Cabieces y muchos de los antiguos de Euskadiko-Ezkerra que llevan años pidiendo un pacto PSE-PP. La segunda, los que buscaban un entente con el pnv e incluso en ausencia de violencia un polo de izquierdas al estilo catalán en el que cupieran PSE, EA y una «evolucionada» HB. En este tema estaba Eguiguren, Odon Elorza, Gemma Zabaleta etc.
    Una frase definitoria de Nicolas Redondo (ahora denostado) era «Del PP me separa que ellos son de derechas y yo de izquierdas. Del PNV me separa que ellos son de derechas y yo de izquierdas y que ellos son nacionalistas y yo no».
    Cuando se conocieron los resultados de esas elecciones yo tuve una conversación con alguien que ahora está en el gobierno. Me dijo «si algo tiene de positivo el que Patxi sea lehendakari es que por fin vamos a poder ver si sólo era posible acabar con ETA si el nacionalismo dejaba de gobernar en Euskadi. O dicho de otra forma, hasta ahora se ha demostrado que con el nacionalismo en Ajuria-Enea no ha sido posible acabar con ETA. Quizás con el nacionalismo en la oposición lo logremos. Por eso era bueno que el nacionalismo dejase Ajuria-Enea y Lakua. Y eso fue lo que defendimos algunos en el 2001 y por defender esas posiciones quedamos marginados al perder el Congreso. Por eso el que en el fondo en el 2009 se vaya a hacer, con todas las diferencias de forma que son evidentes, lo que en 2001 defendiamos los perdedores del Congreso no deja de ser una memoria incómoda, que es en lo que algunos nos hemos convertido, al decir sabiamente de un viejo amigo.»

    En el haber de Patxi López hay que decir que quien esto escribe, está en el gobierno a día de hoy. Pero desde luego no con el agrado de Eguiguren.

    Bien, una vez definido que Eguiguren de toda la vida ha estado en contra de un pacto PSE-PP, vamos a definir al chavalote. ME temo que el articulista no ha leído a Eguiguren. Si lo hubiese hecho, sabría que la tesis central de Eguiguren es que el problema vasco no tiene solución pero tiene arreglo. Que la idea es buscar un escenario donde el nacionalismo vasco se encuentre cómodo al menos durante una generación. Así piensa conseguir que la siguiente generación no coja las armas. (este tema fue objeto de una discusión apasionante entre un humilde servidor y nuestro candidato a la alcaldía de Bilbao, Txema Oleaga, uno de nuestros principales valores). El problema es que el nacionalismo basa su propia razón de ser en el no estar cómodos. El día que el PNV o el nacionalismo en general lograren un encaje en el estado en el que estuviesen cómodos, tendrían que disolverse como partido, pues habrían logrado sus objetivos máximos. Como sea que a Ortuzar and friends no los veo yo por la labor de jubilarse, creo que subir escalones en la escalera soberanista no nos lleva a la solución del «conflicto» si no a su perpetuación.

    Eguiguren todavía cree que a la bestia se la puede domesticar, que se la puede convencer de que sea buena, que se la puede guiar hacia vías democráticas. Yo, lamentablemente no estoy de acuerdo. La bestia solo aceptará la domesticación cuando se sepa derrotada, cuando reconozca que el macho alfa de la manada son las instituciones democráticas…. Ufff me da muchísima pereza volver a soltar la tesis sobre la que he escrito incluso un libro (tan mal escrito que me dio hasta pudor la posibilidad de publicarlo) pero oiga, pongamos las cosas en su sitio. Eguiguren es el de la salida negociada y el gobierno transversal. Redondo Terreros es el del pacto constitucionalista. Y Patxi López y Rodolfo Ares…. pues son de los de gobernar, que para eso les han votado.
    no puedo estar más de acuerdo en el planteamiento de Polonio.

    Y lo dejo ya, que ayer fue San Juan, tuve que trabajar toda la noche y tengo la sinapsis neuronal bajo mínimos. Si ustedes son capaces de descifrar lo que he escrito es que son unos cracks.
    Por cierto, el otro día estuve en una charla de Miguel Sebastián. Quería acercarme a él para preguntarle por la bombilla de Fernando, pero estaba tan escoltado por Anton Louro y por el presidente de Caixa Galicia… que me dio no se qué. Los parias todavía tenemos complejo de clase.

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