Sobre lo de celebrar

Juanjo Cáceres

El pasado 24 de mayo lanzaba algunas profecías sobre ciertas cosas que pasarían en este proceso electoral en mi aportación anterior. Por sintetizar, me autocito:

El próximo 28M, los resultados electorales de municipios y comunidades autónomas evidenciarán que todo aquello que comenzó en la década pasada y que nos dio nuevas formas de hacer y entender la política, se ha hecho añicos… Lo que digo es que el impulso del cambio político dado por las plazas del 15M y concretado en su momento en la explosión electoral de Ciudadanos y Podemos, toca a su fin... La vieja política vive un proceso de restauración acelerado, aupado en las buenas expectativas del centro derecha de controlar importantes feudos peninsulares, con el apoyo de la extrema derecha o sin él.

Pues dicho y hecho: la ola azul y verde ha arrasado todos los territorios sometidos a asedio electoral, sin excepción. El destrozo en el poder institucional del PSOE ha sido enorme, pero también ha dejado para el arrastre la representación institucional autonómica de Ciudadanos y Podemos. La envergadura del daño la ponía de manifiesto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lunes siguiente, al optar por la convocatoria anticipada de elecciones generales para el próximo 23 de julio. Una decisión que ha sido analizada intensamente por medios y opinadores, a los que les ha parecido mayoritariamente de lo más natural, pero que en mi opinión va a facilitar un nuevo éxito de las olas antes mencionadas.

Yo soy de los que piensan que esas elecciones del 23 de julio solo pueden ir de dos maneras para los partidos del Gobierno: o mal o muy mal. Sin duda será mucha más gente la que acuda a votar ese domingo o la que lo acabe haciendo por correo, pero la épica con que se quiere vestir esta convocatoria electoral no encaja en los estados de ánimos predominantes entre el electorado. Un electorado globalmente cada vez más desafecto, desinteresado o desmotivado, pero, al mismo tiempo, sectorialmente, muy estimulado para sacudir los equilibrios del poder institucional, como ha quedado sensiblemente de manifiesto.

Así las cosas, solo queda esperar que se complete la tormenta perfecta. No quiero aburrir con lo que yo considero que deberían o no deberían hacer los actores de la coalición de gobierno para salvar el 23 de julio, pues de eso ya van llenas televisiones, radios, tertulias y columnas de prensa. Pero si animo a echar la vista atrás, a ese primer gobierno de coalición de la historia de España, surgido de las urnas de diciembre de 2019. A recordar la pandemia y sus efectos. A recordar la inflación. A pensar desde lo vivido como esos periodos difíciles, experimentados por cada ciudadano con no poca dificultad, han moldeado una visión distinta de la realidad y lo han hecho más sensible a unas lecturas que a otras.

En cualquier caso, el problema básico ahora mismo para los que defienden la última plaza bajo asedio es la imposibilidad práctica de lograr un contingente electoral suficientemente grande que impida lo que parece que va a acabar pasando, ahora que la derrota se ha cebado en todos y cada uno de los territorios que estaban en juego el 28 de mayo. Porque nada se ha salvado. Porque todos han caído: grandes alcaldías y comunidades autónomas se han derrumbado como fichas de dominó y el desplome de un ejército no se resuelve de la noche a la mañana. Tampoco se arregla con fuertes contraataques de su general con un ejército menguado, porque si al final el otro es el que tiene la superioridad numérica y material, es ese otro el que se acabará imponiendo.

Respecto al otro ejército resistente, ese que no se sabe muy bien si son uno o dos, empiezo con una cita de un artículo de Santiago Alba publicado este lunes, con el elocuente título de “Contra la Unidad”:

“Me temo que las cosas están así: sin Podemos quizás no se puede ganar; pero con Podemos solo se puede perder. Me temo, sí, que las elecciones se pueden perder con independencia de la Unidad cadavérica que se pretende; pero que no se pueden ganar con ella.”

Y prosigo con otra autocita de un texto no muy alejado en el tiempo:

“El plan de la voz de Yolanda es perdurar más allá de este año con la misma intensidad. El de la voz de Pablo, no diluirse del todo antes de lanzar al estrellato una nueva voz, que algún día cante con un timbre más fuerte que Yolanda. En esas circunstancias parece que todo se vuelve una cuestión de matar o morir. No hay término medio. La cuestión crucial es saber elegir el lugar y el momento del enfrentamiento final: ¿unas elecciones municipales y autonómicas en las que las candidaturas de Podemos sufran otro varapalo?, ¿Una tensión extenuante hasta que se inscriban las candidaturas de las elecciones generales, a la espera de que la presión interna haga saltar del todo la olla de presión de Podemos?, ¿O renunciar a la muerte mediante un gesto conciliador, pero asumiendo el riesgo de dar continuidad a los intensísimos conflictos del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el grupo parlamentario de Sumar y a la guerra fratricida?”.

Pues bien, esta semana tendremos la respuesta definitiva sobre si hay coalición de compromiso o choque de trenes. Ni siquiera tras un resultado electoral tan catastrófico es posible hacer pronósticos certeros respecto a ese dilema. Santiago Alba lo tiene claro, pero me temo que la realidad superará claramente las predicciones de cualquiera. Para muestra, el acelerón que le ha dado Compromís a la cosa negociadora para pasar por encima de los restos de Podemos y preservar su nombre.

Fin de ciclo, nuevas etapas y nuevos momentos. Yo aquí me paro porque los comentarios son hoy en día más interesantes que los análisis, y espacio hay para ello aquí debajo.

4 comentarios en “Sobre lo de celebrar

  1. Buenos días ,Juanjo Cáceres,caballeros callejeros,cabelleras al viento sin coletas y a lo loco y cazadores de bulos varios:
    Gracias por el artículo.
    Ya les adelanto que ganará el PP y Feijóo gobernará con una vicepresidencia y un ministerio ,El Ministerio de la Derogación.
    Debate Callejero ha dado algún ministro que otro para la gobernabilidad de España.

    No se si ,esta vez el PP mirara hacia nosotros y recompensara a Mr Mulligan con alguna secretaria general para el buen uso de La guillotina o el garrote.
    Ante mi doy fe.
    AC/DC
    firmado:
    …¡Madre mía,madre mía,madre mía!..

  2. El PSE es una máquina de picar carne y sus dirigentes indigentes aspiran a irse a Madrid , a Madrid de la Españas , al relumbrón de Madrid , a la penumbra reconfortante de Madrid .
    Uno de los pilares del socialismo español languidece evocando los mitos de luchas obreras y carbón mineral ; de cuando tenía más de 400.000 votos y un poder sindical incuestionable.
    Ahora, sentado en el quicio de una puerta , el pitillo apagado entre sus labios , vio pasar a Sánchez escoltado en todo terrenos de cristales tintados, aquí en Bilbao , cerca de la Estación de Indalecio Prieto .
    Y los votos son del PNV y EHBildu, los socios del Pedro entintado . En un ambiente funebrero , cinco concejales pensionados atienden relajados sus atenciones soñando en Madrid , en perderse en Madrid , como sus mayores , mientras se cimienta una ciudad de fábula , en un país de fábula hecho de más historia que la que se puede consumir entre carnes , pescados y un Museo de Titanio.

  3. La derogación o los cambios significativos de la reforma laboral, de las pensiones o de la nueva ley de vivienda que ha prometido el Partido Popular (PP) si llega al Gobierno implicarían penalizaciones millonarias de la Comisión Europea por incumplir las normas del Plan de Recuperación
    .Ejem…

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