Te lo dijeron Susana

Carlos Hidalgo

Pasó lo que tenía que pasar. Susana Díaz fue a las primarias sobreestimando sus fuerzas y perdió. No hablo de 2017, hablo del domingo pasado, cuando la todavía secretaria general de los socialistas andaluces se presentó para renovar su candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía y perdió frente al alcalde de Sevilla, Juan Espadas.

No será porque no se lo hubieran advertido. Después de querer colocar a Pedro Sánchez como líder interino para frenar a Eduardo Madina, después de forzar la dimisión de Sánchez con una maniobra de aparato que partió en dos al PSOE y lo sumió en su crisis más grande desde la democracia, después de hacer una mala campaña para ser la secretaria general y perder humillantemente frente a Sánchez, después de una campaña aún peor para la Junta de Andalucía, donde perdió frente a un anodino Moreno Bonilla, Susana Díaz aún estaba convencida de su infalibilidad y de la de los miembros más obtusos e incompetentes de su equipo.

Gente de su entorno le hizo ver los fallos; un exceso de control, de disciplina de partido mal entendida, el desprecio del talento y la promoción de turbios aduladores, el uso de las imposiciones en lugar de la diplomacia y, en general el abuso de confianza y de arrogancia desplegados por Díaz. Nada de eso le hizo reflexionar. Blindó a los aduladores mediocres, redobló las amenazas y las presiones y siguió actuando como si el poder fuera algo que emanase de ella y no algo que te reconocen los demás. De paso, aprovechó para purgar por “traidores” a quienes le aconsejaron de buena fe. Confundió la chapuza con el ingenio, la maldad con la inteligencia y su propia propaganda seudoperonista con la realidad. Y se ha vuelto a estrellar.

Y como lleva equivocándose desde 2014, es demasiado optimista pensar que ahora vaya a reconocer la derrota en toda su magnitud. Díaz confundió la fuerza del PSOE de Andalucía, de la que tanto presumía, con la suya propia. Y con esa misma fuerza más de la mitad de la militancia le ha dicho que basta ya.

Pero Díaz, envuelta de falsa humildad en la derrota, no ha dimitido de la secretaría general. Mientras su organización está impaciente porque salgan por la puerta de atrás, no tanto la misma Díaz, sino gente de su entorno cercano que ha cometido demasiados abusos en su nombre, como la secretaria general de la provincia de Sevilla, Verónica Pérez, a la que se le conoce todavía entre bromas como “la máxima autoridad” o el polémico responsable de redes del PSOE andaluz, Ismael Perea, que tiene ambos pies en los tribunales por un presunto desfalco en una cooperativa de viviendas.

Ganadores y perdedores de las primarias coinciden en privado en que Díaz aprovechará los meses que le quedan de aquí a finales de año, cuando se extingue formalmente su cargo, para intentar blindarse a sí misma, blindar a su círculo cercano y todavía tratar de torpedear a Juan Espadas, en lugar de cederle el paso y ayudarle en su candidatura.

Lo sucedido el domingo no es exactamente una victoria de Sánchez, pues el PSOE-A es muy celoso de su autonomía y no todos los que votaron por Espadas son “sanchistas”, pero sí es claramente una derrota de Díaz, de su manera de ejercer el poder y de su forma de entender la política.

En un raro gesto de magnanimidad, Sánchez ofreció a Díaz salidas honorables, como la presidencia del Senado o un ministerio, pero ella, sobreestimando sus posibilidades, las rechazó.

Ahora, si Díaz no se va de verdad o entrega las cabezas que le piden en los próximos meses, es más que posible que los socialistas andaluces pidan a Ferraz que acaben ya con esta situación y que impongan una gestora.

Otra derrota que Díaz se podría evitar y que no es capaz, todavía, de ver.

3 comentarios en “Te lo dijeron Susana

  1. « Ganadores y perdedores de las primarias coinciden en privado en que Díaz aprovechará los meses que le quedan de aquí a finales de año, cuando se extingue formalmente su cargo, para intentar blindarse a sí misma, blindar a su círculo cercano y todavía tratar de torpedear a Juan Espadas, en lugar de cederle el paso y ayudarle en su candidatura.»

    Hombre , dicho así , es lo que haría cualquier socialista aparatero , por ejemplo Sánchez.

    Y para colmo ,

    “ En un raro gesto de magnanimidad, Sánchez ofreció a Díaz salidas honorables, como la presidencia del Senado o un ministerio, pero ella, sobreestimando sus posibilidades, las rechazó.”

    No veo que hay de honorable en repartir cargos como se reparte premios . Así nos va.
    He militado en el PSE – PSOE durante 12 años y reconozco que el partido funciona así , como una agencia de colocaciones sin vida política.
    De hecho creo que Susana no ha conocido otra cosa . Ahora ¿ Sanchez magnánimo ofreciendo como Franco Direcciones Generales , Presidencias de Instituciones como canonjías honorables ?

    Se nota de dónde viene el articulista y los valores políticos en los que se ha educado .

    Así no , así nunca , así hacia el destino del PSI y del PSF .

    Honorablemente, desde luego.

  2. “Se nota de dónde viene el articulista y los valores políticos en los que se ha educado”. Qué alusiones personales tan feas, Mulligan. Y creo que no has hecho la mili conmigo para soltarlas como si me conocieras de toda la vida. Poco tienen que ver con el contenido del artículo, además.

  3. En efecto, las alusiones personales suelen ser desagradables y casi siempre innecesarias. Aparte de que no entiendo su sentido: de dónde viene? del Sanchismo? Creo recordar mil artículos de CH poniendo a Sánchez a caer de un burro pero en fin.

Deja una respuesta