Arthur Mulligan
Dicho y hecho. La consigna del cómico italiano Beppe Grillo ha sido atendida por los electores, quienes en Italia y también en el resto de Europa están hartos de la retórica de la vieja clase política, recelan de las instituciones europeas que sienten elitistas y lejanas, tienen miedo de los movimientos migratorios y asumen a regañadientes que la globalización desnaturaliza su identidad y los emparenta a los nuevos parias que no solo no se benefician del crecimiento de la riqueza mundial sino que la globalización endurece su situación económica personal.
Salvo el pequeño respiro que ha supuesto el Brexit y sus dificultades para la recuperación de un cierto prestigio de pertenencia a la UE, continúa inexorable la presión sobre un estado del bienestar cuya financiación es cuestionada.
Raffaele Simone, un filósofo del lenguaje y ensayista político italiano, distingue en sus últimos trabajos entre la democracia despótica, caracterizada por una presencia dominante del Ejecutivo en detrimento del Parlamento -hasta confiscar de facto el poder político -, y una democracia volátil, aquella que se instala en la crisis permanente con un fondo de inestabilidad económica ; ambas coexisten por ser hijas naturales del fin de ciclo económico de la postguerra y de la caída del muro y el consecuente hundimiento del campo socialista, con la adaptación a las variantes que exigen sus características nacionales.
De modo que en donde antes había confianza y esperanza en la política hoy cunde la impaciencia, la desilusión, y una hostilidad creciente a pesar de que aún, es verdad, se conserva una convivencia pacífica no desprovista de tensión y rencor.
Tres pilares deben sostener una democracia sana, aquella que fortalece las soluciones políticas, sus acuerdos y regulaciones, frente al instinto violento que adopta la dominación como alternativa preferente al compromiso y que obedece en sus rasgos más groseros a una antropología pesimista .
En primer lugar, un pilar institucional, que proteja de una abstención ciudadana por su sensibilidad al deterioro de su confianza tradicional ; después, una cierta mentalidad que acepte la meritocracia, la escuela y la cooperación como hechos incuestionables y productores de beneficios sociales frente a las dialécticas amigo-enemigo que aíslan y empobrecen ; pero también una tercera, una mitología que haga posible lo imposible, como, por ejemplo, cuando afirmamos que la democracia ofrece libertad e igualdad para todos, algo que necesita, para ser eficaz, que los ciudadanos crean de algún modo en esa ficción de enunciado solemne: los diputados designados mediante elecciones representan la voluntad nacional.
Sin embargo, la crisis de representación que estamos viviendo con sus convulsiones recurrentes convierte en deletéreas las sinergias que la acción política está obligada a intentar. En mi opinión, los nuevos actores no han hecho nada en Francia y muy poca cosa en nuestro país, al que seguirán con toda seguridad los emergentes del desastre italiano.
En palabras de un Melenchon revuelto, airado y cada día más radical, se trata de colonizar las ideas de Gramsci para pasar de una guerra de posiciones a una guerra de movimientos, golpeando siempre, golpeando sin parar, con la ventaja añadida de focalizar la atención mediática en ellos, en la gente, sin el desgaste habitual de un proyecto sometido a crítica porque simplemente, al buscarlo, éste no existe.
Se aprecia en Podemos, en el 5 Estrellas, en la Francia Insumisa o en otros más marginales como Ocuppy Wall Street, allí donde la oposición política a ” la casta “ adquiere un fuerte carácter de oposición moral o, en otras palabras, allí donde la hegemonía cultural se ganará por » la producción de un imaginario colectivo que se encarnará por palabras y personajes en su manera de ser » ( Melenchon dixit ).
Si preferentemente el populismo se amalgama mejor con la tradición de izquierda para crear monstruos convincentes, cuando lo hace con los conservadores, y en razón de su origen, adquiere un rostro que retiene la caracterización de los elementos patrimoniales que definen la tradición política del estado.
En la explosión del PSF – algunos creen ya que la socialdemocracia pertenece al patrimonio inmaterial de la política europea-, los votantes han reaccionado en fuga masiva hacia los nuevos referentes según proporciones más o menos equivalentes:
las categorías populares, hacia Marie Le Pen ; los funcionarios, hacia Melenchon y los cuadros han optado con claridad por Emmanuel Macron, dejando de paso un partido sin liderazgo, sin política de alianzas y, seguramente con ser lo lo más grave, sin lo que podríamos llamar la identidad del socialismo del siglo XXI ( con perdón por la referencia bolivariana ).
Así que dentro de una inquietud que resuena refleja por los cuerpos electorales tanto de Italia y España, la figura de Macron, sin embargo, apuntala el trabajo, la eficacia y la eficiencia necesaria, basada en la sólida formación política, de un gobierno de reformas que aprieta el acelerador y que sostiene un movimiento de impredecibles variaciones, pero que mantiene un liderazgo incuestionable en el arte de gobernar.
Esperemos que mientras se recompone el jarrón chino socialdemócrata, al menos aquí, en nuestra querida España, Ciudadanos se impregne de la mínima seriedad que observamos en nuestros vecinos franceses para sacarnos de una vez por todas de este maldito » imbroglio”.
Porque el objetivo, que intuyen y que han logrado provisionalmente los franceses, trata de la recuperación, en nuestro caso de la recuperación española, y no en hacer caer a los gobiernos.
No se que pensar .
La justicia europea prohíbe a la cadena de restaurantes ‘La Mafia’ registrar su marca.
«La marca remite a una organización criminal, da de ella una imagen globalmente positiva y banaliza los graves ataques que perpetra contra los valores fundamentales de la Unión»,
Osea que llamar mafiosos a los dirigentes del PP «da una imagen globalmente positiva y banaliza los graves ataques que perpetran contra los valores fundamentales de nuestra Constitución. ..ejem..vamos digo yo.
Pero bueno eso son chascarrillos, minucias
….en realidad quiero hablar de mi estado de animo:
Estoy muy preocupado…y no es porque al republicano Trump amenace mi integridad con una fuerza militar espacial unos «Starships Troupers» para liquidar a todo bicho extraterrestre que se les ponga por delante…iglups!
En fin hay otras cosas que me quitan el sueño y me hacen ver series en Netflix hasta la madrugada del día siguiente…jo!.
Un fantasma recorre Europa ,supongo que no hace falta que desarrolle esta frase para que sepan de quien les hablo..¿.verdad?…pues eso Un fantasma recorre Europa…..y eso sí que me da miedo.
¡¡Mucho miedo!!…JAJAJA….que nervios.
Por cierto,no se si me preocupa más que el Tribunal de Derechos Humanos diga que quemar fotos del Rey sea un ejercicio de libertad de expresión o pensar que hay que ser muy imbécil para pensar que quemar una foto del Rey es un ejercicio de libertad de expresión. ..bueno…quizás sea mas bien de alguna manera «poner la mano en el fuego» por el Rey….jeje.
¿ Es tan importante la prisión permanente revisable ( una sola sentencia hasta la fecha y revisable ) como para dar lugar a una sesión tan bronca como la que se vivió ayer en las Cortes ? ¿ Urgía el debate mientras se espera entre bostezos que el TC se atreva a un pronunciamiento favorable a la ley – con toda clase de matices , faltaría más – , como las demás democracias avanzadas ?
Por dos veces , no. La suerte de los condenados por los delitos para los cuales se reserva esta ley importa un bledo a la sociedad española porque además no reviste ninguna crueldad añadida y goza del aval de las instituciones europeas que velan por la protección de los derechos humanos en los estados miembros de la UE.
Tampoco es algo tan urgente , como muy bien ha visto Podemos , para cuyos miembros , según su vocera , lo relevante es celebrar un referéndum con urnas y colas.
La jornada de ayer se pareció más a un ensayo de laboratorio con papel de tornasol y la acidez del contenido parlamentario no decepcionó : un rojo muy intenso , es decir , muy ácido.
Hernando , Robles y algún espontáneo se repartieron los papeles para que todo discurriera de manera cutre y tercermundista ante una galería que no merecía ese trato miserable.
«Por cierto,no se si me preocupa más que el Tribunal de Derechos Humanos diga que quemar fotos del Rey sea un ejercicio de libertad de expresión o pensar que hay que ser muy imbécil para pensar que quemar una foto del Rey es un ejercicio de libertad de expresión». ( Amistad Cívica )
Solo puedo decir amén. Magnifico.
Yo cambiaría ligeramente la frase de AC «Por cierto,no se si me preocupa más que el Tribunal de Derechos Humanos diga que quemar fotos del Rey sea un ejercicio de libertad de expresión o que haya imbéciles que piensen que quemar una foto del Rey es un ejercicio de libertad de expresión”. ( Amistad Cívica )
Efectivamente, magnífico.
Es tan libertad de opinión quemar una fotografía del Rey como abstenerse de guardar las formas y quedarse sentado en un desfile ante el paso de la bandera de una nación amiga .
¿ Imbéciles ? Quizás. ¿ Libres ? Seguro.
La libertad de expresión que no llame a la violencia ( Charlie Hebdo , etc etc ) es eso , expresión con un contenido opinable.
La Iglesia no quemaba retratos, solo cuerpos.
Durante la II República se quemaban Iglesias , no fotos.
ETA y los amigos de ETA quemaban Ertzainas , militantes socialistas y también sus fotos , porque querían arrasar, literalmente.
Mejor ahora ¿ no ?